100 Luck and the Dragon Tamer Skill! Arco 2-45.1

Capítulo 45: Duelo Oficial (Parte 1)


[Punto de vista de Alkelios]

Quebrado y confundido, fui hacia abajo por el corredor del Palacio Real, perdido en mis propios pensamientos y dolor. No respondí a ninguna llamada ni miré a los guardias que pasaron de mí. Ni siquiera temí la posibilidad de ser apuntado como un intruso y ser masacrado en el lugar.

No había más fuerza en mis extremidades, no más deseo de pelear. Con la respuesta de Seryanna, lo perdí todo… al menos en lo que a mí respecta. Incluso la pelea por la Tierra no se miraba como una razón lo suficiente buena para seguir luchando.

Divertido… ahora que la he perdido a ella, ¿por qué siento que seré incapaz de amar a cualquier otra mujer? ¿Por qué me siento como que solo tenía una oportunidad y terminé desperdiciándola en un miedo inútil?

Mirando al techo, sentí que nada más importaba. Entonces, me di cuenta de que ya no había ningún lugar para mí en este mundo.

El pensamiento de ir a los reinos humanos cruzó por mi mente, pero no sabía si podía comunicarme con ellos. Solo sabía el lenguaje hablado en Albeyater. Incluso si me las arreglara para aprenderlo de alguna manera, no tenía idea de cómo llegar a ellos. Justo ahora, estaba en Drakaria, la capital del Reino Albeyater. Fui traído aquí por mis amigos, por mi ex-novia… así que no tenía idea de cómo ir. Estaba completamente perdido.

"¿Huh? ¿Soy así de inútil?" pensé y luego miré a mi izquierda.

En la pared había una pintura de algún tipo de escenario, pero no me era familiar. Los dragones que vivían en este palacio podrían haber sido capaces de reconocerlo, pero yo no estaba en condiciones de hacerlo. Parecía algo elaborado incluso si era sólo la pintura de una simple montaña como se vio desde la orilla de un lago al amanecer.

¿Es este mundo siquiera real? No puede ser, ¿cierto? Tales cosas locas pasando alrededor mío… Dragones, hechizos… ¿Tal vez simplemente me volví loco por todo ese tiempo que pasé jugando? O quizás… ¿estoy atrapado en un Juego Virtual que no recuerdo haber comprado? ¿Qué me está pasando? ¡Por qué fui elegido, estúpida entidad! Deseo que pudieras mostrarme tu cara y decirme… Decirme… ¿si el estar con Seryanna es solo un sueño dentro de un sueño? 

Sentía que quería jalar todo mi cabello e incluso gritar en desesperación, pero no pude liberar los sonidos atrapados dentro de mi pecho debido a que tenía miedo… de los dragones… los guardias… todos alrededor de mí, locos asesinos que pensaban en los humanos solo como enemigos.

"¡Bueno! ¡Bueno! ¿A quién tenemos aquí?" la voz burlona vino de detrás de mí. 

Quería responder: un lunático. Pero me abstuve y en su lugar tomé un profundo respiro. 

"¿Quién eres y que es lo que quieres?" 

"Oh, esa no es forma de hablar con aquel que pronto se convertirá en el General del Ejército Brekkar." Respondió con el mismo tono burlón. 

¿General? Es este… ¿el? pensé y me di la vuelta. 

El bastardo de escamas blancas que robó a Seryanna de mi lado estaba justo aquí, mirándome de vuelta con una mueca triunfante en su rostro. Quería golpearlo, así que apreté mi puño, pero no lancé el ataque. 

"No tengo nada de qué hablar contigo. Déjame solo." 

"Bueno, tanto como quiero hacer eso, verás, es un poco imposible para mí." El palmó la empuñadura de su espada. 

"Ya ganaste. Seryanna es tuya. El grupo de la Tercera Princesa está acabado. ¿Qué demonios quieres de mí?" pregunté enojado. 

"Cierto. Cierto." Asintió. "Pero verás, tu aun necesitas hacer algo más." 

"¿Qué?" 

"Arrastrarte a mis pies y rogar por misericordia por haber nacido como humano de… apestosos padres humanos." 

Tragué saliva y apreté con fuerza mi puño. 

Si las miradas pudieran matar, ya lo habría destruido para ahora, aun así, aquí estaba él, burlándose, insultándome, insultando a mi familia también. 

"¡Arrástrate en tus propios pies bastardo!" 

"Bueno, verás. Soy un noble con sangre real fluyendo por mis venas. ¿Ves las escamas doradas?" palmo su barbilla "Esto es prueba de ello. Como tal, no puedo tomar un insulto a la ligera y simplemente ignorarlo, especialmente dado que viene de un humano. ¡Pensar que aquí, en el Palacio Real de Drakaria, un humano como tú en lugar de rogar sobre sus rodillas por piedad por el solo hecho de nacer y respirar el mismo aire que nosotros, dragones, él se para erguido y se atreve a desafiarme! ¡Ah~! ¡Tal vergüenza y falta de respeto! Bueno, no importa. Soy un dragón piadoso, así que te daré la oportunidad para redimirte… en un duelo." 

"¿Un duelo? ¿Por qué habría de aceptarlo?" 

"Porque de otra manera soy libre de matarte. Entonces solo puedo decir que lo hice debido a que estabas planeando algo en contra de su Majestad. Eres un humano, ninguno va a decir algo y buscará por la verdad." Se encogió de hombros como si fuera nada. 

"¿Qué?" 

"¿No lo entiendes? Es por esto que odio a los de tu especie… ¡tan estúpidos para entender siquiera la más simple de las cosas! Bueno, vamos a ponerlo de esta manera, estoy aburrido. ¡Se dice que eres bastante fuerte, así que un duelo contra mi debería ser considerado un honor! Pero relájate, prometo que no voy a matarte si gano. Tu solo serás arrojado fuera del Palacio y prohibido de nunca ver a Seryanna de nuevo. ¡Sin embargo! SI tú ganas… yo… que haré yo… Hm." Rascó su barbilla. "Oh, ¡sí! ¿Qué tal si yo… extiendo una carta hacia su Majestad en la cual yo PEDIRÉ que disuelva mi matrimonio con Sir Seryanna?" 

Esto era una trampa, podía sentirlo… lo sabía, aun así, esta era la única oportunidad que tendré para llegar a hacer las cosas bien. Si aún tengo una oportunidad con Seryanna. Si aún puedo seguir adelante y decirle… no, demostrarle que soy lo suficientemente fuerte para estar junto a ella, entonces… entonces… las cosas resultarían de otra manera. 

Dentro de mi cabeza, este era mi razonamiento. El resultado de mi lógica me decía que esta era la única oportunidad, el único tiro que llegaría a tener. 

Incluso si esto es solo un sueño o un raro Juego VR… Incluso si esto es la realidad, ya he perdido todo, así que no tengo absolutamente ninguna razón para no aceptar esto. 

"Muy bien. Tenemos un trato." 

"¡Grandioso! Te encontraré afuera en el patio, donde los Caballeros Reales usualmente entrenan. ¡No llegues tarde!" dijo y luego se fue dejándome solo. 

Dejé salir un suspiro y traté de calmarme. 

Unos pocos minutos después, alguien puso su mano sobre mi hombro. Parpadeando de la sorpresa, miré de vuelta y vi a Kataryna ahí. 

"¿Cómo te va?" me preguntó con una mirada gentil. 

"Lo siento… debo verme patético para ti ahora…" 

"Sí. No voy a negar eso, pero también tienes muchas cosas en tu mente, ¿no es así?" 

No respondí. 

"Vamos de regreso. Los demás están esperando y entonces veremos qué es lo que ese sujeto Draejan quiere." 

"No voy a ir de regreso, y ya me encontré con el… Me retó a un duelo oficial, y acepté. Voy a ir a pelear con el ahora." Dije y sacudí su mano para irme. 

[Punto de vista de Kataryna] 

¿Qué es lo que acaba de decir? Pensé cuando escuché la mención del duelo. 

Estaba demasiado conmocionada por esto y perdí mi tiempo para detenerlo. Chasqueando mi lengua, sacudí mi cabeza y apreté mis puños. 

"No puedo dejar que eso pase de nuevo." Rugí. 

No había manera de que dejaría que la tragedia se repitiera de nuevo. No había manera en que fuera a dejar que Alkelios cayera en la misma trampa política como lo hizo mi amigo. Estos duelos de los nobles eran solo una manera conveniente de intentar asesinar a alguien. Era una manera para los fuertes de lucirse contra los débiles, pero más importante, la nobleza contra los plebeyos. 

Alkelios no lo sabía, pero en un duelo como este, un plebeyo no tenía permitido matar al noble, pero la otra parte estaba permitida y se consideraba la mayor parte del tiempo como un desafortunado accidente. La idea de que los nobles eran por mucho más poderosos que los plebeyos flotaba alrededor de estos duelos y permitía que la tragedia se repitiera por si sola una y otra vez. 

Además, no había manera de decir si el ganador del duelo mantendría su promesa o no. Si era entre nobles, entonces la promesa requería mantenerse. Incluso el Rey mismo podría forzar eso, pero Alkelios era un humano. El pertenecía al lado del enemigo. Así, si Draejan lo asesinaba, entonces sería visto como un error, pero con honor. Incluso si Alkelios era un noble también, realmente no importaba tampoco. 

¡Malditos sean estos corredores! ¡Si no me hubiera perdido o me hubiera topado con esos dos idiotas, habría alcanzado a tiempo a Alkelios! Maldije en mi mente mientras me apresuraba hacia Seryanna y los demás. 

Tenían que saber de este duelo y estar ahí para ponerles un alto, si no, yo iba a hacer algo, y eso no sería algo lindo. 

[Punto de vista de Alkelios] 

Los campos de entrenamiento para los Caballeros Reales estaban justo a las afueras del Palacio hacia la derecha de donde entramos. Llegue ahí gracias a la guía de una sirvienta que trabajaba aquí, de otra manera, me habría perdido indefinidamente dentro de los lujosos corredores. De cualquier manera, estaba por mucho muy enojado y distraído para darme cuenta de su belleza o incluso pensar que tal vez todo este duelo era algo en lo que estaba siendo atraído desde el principio. 

Realmente, no habría sido tan sorprendente si este sujeto Draejan tuviera por objetivo este duelo desde el momento en que envió la convocatoria. Tenía sentido, sin embargo, él no tomó una cosa en sus cálculos, un factor muy importante. 

Soy el poseedor de la estadística de Suerte con 100 puntos. ¡El único con una suerte perfecta! ¡No hay manera en que pueda perder esto! ¡Absolutamente no hay manera! Pensé mientras hacia mi camino a los campos de entrenamiento. 

Honestamente hablando, Draejan puede haber sido un poderoso dragón. Él puede haber sido un general que guiara el Ejército Brekkar, pero yo era un humano que derrotó a un Despertado Avanzado. Yo era alguien que podía combatir al destino mismo debido a que yo sostenía todos los dados. 

En este evento jugable, no había manera de que yo perdiera contra un mob como Draejan. 

No puedo perder… No hay manera. 

Cuando llegué al campo de entrenamiento, apenas y pude contener mi enojo, pero estaba agradecido que fuera así, debido a que podría liberarlo todo en este tonto dragón. 

¡Cómo se atreve a robar a mi dragonesa! 

El campo de entrenamiento era un gran parche de tierra con un anillo en el medio, una pista para correr alrededor, y varios maniquíes distribuidos para espadas, tácticas, y práctica de habilidades. No era muy impresionante en mi opinión. Miré unos mucho más grandes en las imágenes de campos militares allá en la Tierra. 

Aunque como se esperaba, había un buen número de miradas dirigidas a mí. Era un nuevo rostro, y más aún, me miraba como un dragón no despertado. Era normal, y por lo que escuché de Seryanna, aunque no impensable, era algo muy raro. Los dragones no trataban con el mismo respeto a los no despertados como lo hacían con los despertados. Era casi como instinto para ellos. 

Incluso así, los ignoré y pacientemente esperé por cara-idiota para que apareciera. Estaba aquí para vencer a un tal dragón general, no para socializar con los caballeros o lo que sea. Después de varios minutos, Draejan al fin arribó al campo de batalla, pero el vestía una armadura completamente diferente. Esta era más voluminosa y no tenía ningún tipo de emblema en ella, sin embargo, podía sentir una muy intensa Energía Mágica fluyendo de ella.




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