100 Luck and the Dragon Tamer Skill! Arco 2-44.2

Capítulo 44: Políticas Draconianas (Parte 2)


Con un empujón de la manija, Seryanna abrió la puerta, y todos nosotros entramos a la elegante alcoba de una mujer de alta clase. Para ser traídos dentro de los aposentos privados de la Tercera Princesa fue algo… inesperado, pero tengo que decir que lujos y gustos exquisitos era una de las cosas que definía a alguien de sangre real.

La dragonesa misma era bastante hermosa desde muchos puntos de vista, pero el refinado aire que la rodeaba por seguro elevaba su clase en varios niveles. Al igual que el dragón que era el Primer Ministro, ella también tenía escamas de dos colores: blanco y dorado, pero a diferencia de él, yo no sentía la misma aura opresora por parte de la Princesa.

"¿Oh? ¿Así que tú eres aquella a la que este caballero llama ‘maestro’?" Kataryna preguntó calmadamente.

"En efecto lo soy." 

Seryanna caminó a su lado y se mantuvo ahí con su mano posando sobre la empuñadura de su espada. En un momento, esta reunión se volvió una de tono serio.

"¡Un placer conocerla, su alteza! Soy Thraherkleyoseya Draketerus." Kleo se presentó e hizo una educada reverencia como era de requerirse.

Hm, y yo que pensaba que ella era incapaz de mostrar un lado sofisticado y elegante. El apocalipsis ya debe estar sobre nosotros… pensé en broma mirándola.

"Kataryna Greorg." 

"Mi nombre es Alkelios Yatagai." Seguí la corriente e hice una pequeña reverencia en frente de la Princesa.

"Un placer conocer a aquellos a los que mi Caballero Real ve como sus amigos."

"Debería decir que el placer es todo nuestro, pero esta convocatoria tuya es un poco extraña. Primero que todo, fuimos llamados al palacio por algunos tipos rudos que seguían a Draejan cual sea su nombre, entonces fuimos sorprendidos al encontrar que nuestro comité de bienvenida estaba de hecho formado solamente por Seryanna aquí presente. Ahora, parece que al primero que vamos a conocer no es el llamado general quien hizo la convocatoria sino tú, la Tercera Princesa quien se rumorea se ha debilitado severamente su poder." Dijo Kataryna con una sonrisa mientras miraba directo a los ojos de la Princesa.

Seryanna no tenía nada para refutar sus palabras. Ella solo podía mirar lejos y mostrar un gesto en su rostro.

Para mí, estaba un poco sorprendido por el repentino ataque.

"Eso es verdad. Mi grupo actual está hecho solo por los que ves presentes en esta habitación y un herrero que fue incapaz de venir, y cuya ausencia espero que pasen por alto."

"¿Nosotros estamos incluidos?"

"Mientras que su fuerza podría proveer una ayuda impresionante, por ningún medio deseo forzarlos u obligarlos a ayudarme."

"Así lo dice la oveja vestida de lobo." Kataryna sonrió.

Erm… Bueno, he vivido para escuchar esta también… miré a la dragonesa con una expresión en blanco.

"En el pasado, me hubieras considerado una oveja, pero ahora… soy más como un lobo."

Por favor deténganse con la analogía lobo y oveja, ¡están haciendo que mi cerebro sangre!

Hubo un momento de silencio tenso entre nosotros antes de que Kataryna dejara salir un suspiro y hablara por nosotros.

"Así que dinos entonces, Tercera Princesa, por qué razón nos has convocado… o para ser específica, ¿por qué fue Alkelios convocado a este lugar?" ella entrecerró sus ojos a la princesa.

"Una pregunta justa." Ella asintió y cerro sus ojos por un momento antes de responder mirándome directo a mi "Como saben, no fui yo quien extendió esta convocatoria, a pesar de que así lo quería en un principio, fue Draejan Andrakaryus Doesya quien lo hizo. Este dragón es parte del grupo de la Sexta Princesa y pronto se convertirá en el General a cargo del Ejército Brekkar. Los soldados reunidos en las afueras de los muros de la ciudad son aquellos que fueron liderados en batalla hace 38 años por el abuelo de Sir Seryanna, Brekkar Draketerus."

"¿Y qué necesidad tendría de Alkelios este dragón?" preguntó Kataryna, poniendo énfasis en la palabra necesitar.

La Princesa sonrió y respondió "Fu~ ¿Por qué TU creerías que hay necesidad alguna de este humano?"

Kataryna entrecerró sus ojos y dejó salir un rugido gutural. Su cola surcó el aire, mostrando su impaciencia.

"No tengo tiempo para estos juegos, escamas doradas. O nos revelas que es lo que sabes o nos vamos de este lugar."

"No creo que esa vaya a ser una buena idea…" le dije.

"Los juegos políticos no son algo que disfrute o que desee participar." Ella rugió.

Ah sí, ella absolutamente los odia debido a lo que pasó con su amigo. 

"Muy bien entonces. La razón para convocarlo es para simplemente ver a este hombre quien clama ser el amante de Sir Seryanna. Esa era toda mi intención, pero… Draejan tendrá algo más en mente." Ella cerró sus ojos por un momento. "Él es un dragón que desprecia a los humanos, así que no creo que sus intenciones sean amigables."

Tragué saliva.

"Pero ¿qué fue lo que hice?" pregunté sorprendido.

"Eres un humano y esto podría ser suficiente para estimular el enojo de la mayoría de los dragones en este Palacio, pero además de eso, tú también has robado el corazón de su… prometida."

"¿Huh? Bueno soy un humano… no puedo hacer nada al respecto, pero no todos nosotros somos malos y… espera… ¿Prometida?" fruncí mi ceño. "¿Quién? ¿Cuándo?" incliné mi cabeza.

"Yo." Seryanna respondió.

"¿Hermana?" 

"¿Hooo~?" Kataryna también estaba intrigada.

Yo estaba en estado de shock. Esas palabras me tomaron por sorpresa y me dieron un gancho directo a la barbilla. Mi mente dejo de trabajar, el aire estaba atrapado en mis pulmones, y mi corazón se sentía como si estuviera estrangulado por un alambre de púas.

Todo mundo estaba en silencio ahora, esperando por mi reacción, mientras que Seryanna me miraba con ojos de disculpa. Honestamente no sabía qué hacer.

¿Ella me mintió todo este tiempo?

¿Era esto una broma?

¿Era esto una actuación para traerme aquí y usarme?

No lo sabía y le temía a la verdad también. Todo mi mundo repentinamente se colapsaba debajo mío. El suelo se estaba destrozando bajo mis pies. Mi fuerza estaba dejando mi cuerpo.

¿Qué está pasando? 

"Lo siento…" ella se disculpó y agachó la mirada.

"¿Por qué?"

"Si digo que fue porque tú no eres lo suficientemente fuerte para protegerla, ¿lo entenderías?" preguntó la Princesa.

"¿Qué? ¡Por supuesto que no! ¡¿Qué tiene que ver eso con ella siendo la prometida de ese sujeto?!" grité.

"Alkelios, por favor cálmate." Seryanna con un tono de voz calmante.

"¿Calmarme? ¡¿Cómo puedo calmarme?! ¡Acabas de ser introducida como la prometida de ese dragón! ¿No es el parte de otro grupo político? ¿No significa esto que también estás traicionando a la Tercera Princesa? ¿Y qué hay de mí? ¿Cuándo se supone que iba a saberlo? ¿En tu boda? Solo pasando y preguntándome: ¿Oye, no quieres ser mi padrino de honor en mi boda con el hombre del que nunca TE HABLÉ?" pregunté iracundo.

Era claro que mis emociones y sentimientos estaban todos en desorden. Nada dentro de mi mente tenía sentido. Todo lo que sabía era que había sido traicionado y se habían burlado de mí. Todo lo que sabía era que la dragonesa por la que casi estaba dispuesto a darlo todo, incluyendo mi propia especie, resultó tener un prometido del que ella jamás me contó.

¿No era claro que fui abandonado? ¿No era claro que estaba siendo usado?

¿Cómo puedo explicar mis sentimientos? ¿Cómo puedo incluso mirar a Seryanna después de esto?

¿Fue por esto también que ella repentinamente preguntó acerca del matrimonio y mencionó que si ella era ordenada a hacerlo, ella tendría que? ¿Dónde estaba la pelea para nosotros? ¿Dónde estaba la lucha? ¿Acaso signifiqué nada para ella?

Todas estas preguntas, todos estos pensamientos voltearon mi mente y mi corazón. No sabía en qué creer, a donde mirar, y en que pensar.

Para encontrar que la mujer que amo tiene un prometido… fue… chocante por decir menos. Y esto estaba claramente escrito en mi rostro.

"Tal vez estabas equivocada respecto a elegir a este hombre, Sir Seryanna." dijo la Princesa.

"¿Qué?" dije sintiendo la ira alcanzando el punto más alto.

"No, yo no lo creo… Alkelios, por favor cálmate y escucha. Esto no es lo que quiero en verdad… El Rey envió una declaración oficial. Todo esto fue un movimiento político que robó todo el poder del agarre de la Tercera Princesa. Como ella dijo anteriormente, solo yo quedo sirviendo a ella. Este dragón, nunca me había encontrado con el hasta ayer, y este arreglo fue tan chocante para mí como lo es para ti ahora. Por favor créeme, mi corazón yace contigo, no con él." me dijo con un tono de voz angustioso, mientras que luchaba para no llorar.

La escuché. La miré, pero las palabras confianza y creencia no sonaban ninguna campana dentro de mí.

Me sentí vacío y perdido… me sentí abandonado.

"Entonces… ¿Qué es lo que quieres hacer?"

"Yo…" se detuvo y miró abajo.

¿Por qué vacilas? ¿Por qué?

Si ella me amara, ella inmediatamente debió haber declarado que ella quería estar conmigo, no con él.

"Seryanna…" tomé un respiro profundo y le pregunté en un tono de voz tembloroso "El Rey te ordenó… te ordenó que te casaras con este hombre." Tragué saliva "Tu maestro, la Tercera Princesa, no parece estar en contra de ello al parecer…. Así que…" apreté mi puño y tragué saliva otra vez "Tu… que vas a… ¿qué es lo que quieres y que es lo que vas a hacer?"

La dragonesa pelirroja apretó su puño en su pecho y miró abajo con un rostro acomplejado.

Solo había una palabra que quería oír de ella, solo una oración… que ella pelearía por mí.

"Quiero estar contigo, pero voy a casarme con Draejan para prevenir que te llegue a lastimar…" dijo mirándome.

Sus palabras se detuvieron en ‘su’ nombre. El resto no se registró en mi mente.

Sintiéndome débil ante mis rodillas, caí al piso y sentí que todo el mundo se destrozaba alrededor mío. Una extraña oscuridad se volvía y giraba en mi corazón mientras que lanzas de dolor surgían y apuñalaban sin piedad. Quería llorar, pero estaba vacío por dentro. Quería gritar, pero no tenía la fuerza para abrir mi boca. Quería hacer algo, pero no tenía idea de que… estaba en una perdición….

No, perdí… y me sentí perdido.

Mi pareja me abandonó, pero tal vez todo esto llego como retribución por lo que pasó antes, cuando fallé al corresponderle su amor, cuando estaba ‘flácido’. Fallé tantas veces que tal vez ella fue la que se sintió más traicionada de los dos.

No sabía qué hacer, así que levanté la mirada y dije "Ya veo… entonces esto es el adiós… para nosotros…" entonces me levanté, y caminé hacia la puerta.

Kleo me llamo y Kataryna también, pero no pude oírlas.

Estaba devastado…

[Punto de vista de Kataryna]

Después de que Alkelios dijo esas palabras y se dio la vuelta, Seryanna llamó por él, pero no respondió. Lastimada por el desenlace y fin de su relación, ella también cayó sobre el piso y empezó a llorar.

Esta escena era realmente devastadora, y yo solo podía imaginar por lo que estos dos estaban pasando. ¿Qué tipo de dolor entumecedor sintieron ellos cuando ambos cayeron al suelo de esa forma?

Kleo se apresuró hacia su hermana, para confortarla, mientras que la princesa estaba apretando sus frágiles puños. Tal vez este no era el desenlace que ella estaba esperando, o tal vez Draejan se encontró con Alkelios antes de que cualquiera de nosotras lo hiciera. Lo que más me sorprendió fue la decisión de Seryanna. La voluntad y fuerza que ella requeriría para sacrificar su propio ser por el hombre que ella ama no era algo que cualquier mujer podría hacer. Solo por esto, crecí un nuevo sentido de admiración por ella.

Pero esto solo dejaba una cosa sin responder en mi opinión, así que volví mi mirada hacia la Princesa.

"¿Realmente este es el fin para ambos?"

"No quiero que sea así…" respondió dejando a un lado su máscara de realeza.

Ella habló como una dragonesa que estaba mirando a su amiga lastimada y que compartía su dolor también.

"¿Entonces?"

"Es la verdad… Alkelios no es lo suficientemente fuerte para competir contra Draejan. No solo en una batalla de fuerza sino en una de palabras también. Para mí, no tengo el respaldo necesario para cambiar la mentalidad del Rey."

"¿Estás esperando que te preste una mano?"

"Quería pedir tu cooperación... pero sólo si Alkelios demostraba ser al menos lo suficientemente fuerte como para responder a la decisión de Seryanna. Sin embargo, lo viste por ti misma... Él se rindió." Ella me miró a los ojos, y había una pequeña muestra de enojo en ellos.

"El chico solo está confundido… dale algo de tiempo."

"¡Ya no tenemos nada de tiempo!"

"Entonces usa mi nombre y gana algo." Sonreí.

"¿Qué?"

"Yo voy a lidiar con Alkelios… Ah, Seryanna… ¿recuerdas esa charla que tuvimos?"

Ella no reaccionó.

"Bueno, supongo que hablaremos luego al respecto… Por ahora, voy a ir a ver que le pasó a él. Oh, y si al final Alkelios no sale de esto… voy a terminar haciendo algo… malo." Ladeé mi cabeza a la izquierda y sonreí, me di la vuelta y me fui.

No quería dar ninguna explicación a la princesa. Era su trabajo figurarlo antes de que fuera demasiado tarde. Para mí, yo era un Despertado Avanzado. Aquellos como yo no seguían las reglas normales, y como tal tratar con nosotros podía ser visto como… peligroso.

"*Sigh*… Es por eso que odio las políticas draconianas."




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