100 Luck and the Dragon Tamer Skill! Arco 2-43.2
Capítulo 43: Rumores en el Viento (Parte 2)
Continuamos nuestro recorrido por la ciudad, visitando tantas tiendas tan rápido como pudiéramos. Queríamos disfrutar de nuestro pequeño tour. Al mismo tiempo, estaba manteniendo mis ojos bien abiertos por cualquier locación adecuada para que yo y Seryanna pudiéramos ir en una cita en el futuro. Desafortunadamente, esta ciudad no era muy buena cuando se trataba de cosas románticas. También había algo de lo que me di cuenta por aquí…
"¿Soy yo o los dragones de por aquí actúan un poco diferente respecto a otros dragones?"
"¿Qué quieres decir?"
"Esos dos de por ahí… ¿Por qué el tipo gordo se está comportando así?" pregunté apuntando al dragón gordo con pequeñas alas verdes regañando a un dragón de aspecto joven con alas azules.
"Ah, esos dos…" Kataryna dejó salir un suspiro cuando los miró.
"¿Huh?" estaba un poco confundido.
"El tipo gordo es un noble y el otro es un plebeyo."
"¿Pero por qué lo mira hacia abajo de esa manera?"
"¿No te habías dado cuenta en las ciudades anteriores?"
"¿Huh? No en realidad…"
"Bueno, estábamos juntos con mi hermana, un caballero no juzga a otros en base a su clase social."
"Cierto…" Kataryna rascó la parte de atrás de su cabeza. "Ahora que lo pienso, tus oportunidades de interactuar con nobles desde un punto de vista plebeyo eran… casi inexistentes."
"Con un Despertado Avanzado y dos mujeres nobles viajando con él, ¿quién lo haría?"
"Esa podría ser una de las razones."
"No lo entiendo…"
"Bueno, verás. En esta sociedad es normal para los nobles actuar de esa forma. Honestamente, de un punto de vista moral, el gordo estaría equivocado, pero legalmente, él tiene todo el derecho de mirar abajo al plebeyo quien es supuesto siempre inclinarse ante los nobles. Incluso si fueras realmente talentoso en tu profesión, a menos que alcanzaras el rango de Legendario o que te volvieras un Despertado Avanzado, las probabilidades están en que serás tratado como polvo por la mayoría de los nobles. Más aún si encuentran que en realidad no eres un dragón sin despertar sino un humano. Puede que incluso algunos vayan tan lejos como para matarte."
"Ouch… Preferiría evitar eso."
"Es por eso que creo que en el momento en que los otros nobles encuentren que Seryanna está con alguien como tú, ellos intentarán quitarte de su lado. Matar un humano no es para nada un crimen en Albeyater o en cualquier otro Reino Dragón." Dijo Kataryna.
"Grandioso…"
"Bueno, tienes un punto a favor. El hecho de que trataste a Brekkar y que incluso te ganaste su aprobación es suficiente para mantenerte con vida al menos, pero al final… todo depende del Rey si tu cabeza se mantiene en su lugar o no." Kleo dejó salir un suspiro.
"Es por eso que odio la política, y mi recomendación es nunca envolverte en ella. Esos idiotas que alardean de su estatus de noble ni siquiera pueden ver el final de sus colas y mucho menos juzgar a alguien de si vale la pena." Gruño Kataryna, mostrando su disgusto hacia tales individuos.
Ahora que lo pienso, su propia experiencia con política no era una muy buena. Ella perdió un buen amigo por las maquinaciones de políticos que no deseaban el Despertar Avanzado de un Draconiano Superior de Elemento Alto, básicamente alguien como Kataryna.
Tragando saliva, hice un deseo en mi corazón solo por si acaso… Lo que sea que pase, deseo ser capaz de salvar a Seryanna en caso de que ella termine en peligro debido a ser un Draconiano Superior de Flama Alta.
Con eso dicho, continuamos explorando la ciudad, pero mientras más lo hacíamos, más y más rumores empezábamos a escuchar sobre este nuevo general.
Aparentemente, él estaba estacionando el Ejército Brekkar en las afueras de los muros de la ciudad en espera del torneo que estaba organizando. Había muchos que clamaban que él era un genio justo como Brekkar lo fue alguna vez, mientras que otros clamaban que él era solo una estafa y un individuo astuto. Los últimos lo culpaban por el hecho de que varios soldados fueron amenazados con ser despedidos, mientras que a otros se les prometía ser ascendidos en su rango si lo hacían bien en el torneo. Brekkar aparentemente valoraba el orden, liderazgo y las tácticas empleadas por cada escuadrón más que el poder individual de cada soldado. Como tal, comandantes débiles con buenas habilidades de liderazgo tendrían soldados fuertes bajo su mando. La manera en que Draejan quería hacer las cosas significaría lo contrario.
También escuchamos más de una vez que el grupo de la Tercera Princesa se estaba debilitando con el pasar de los días. Ahora mismo, se rumoreaba que ella solo tenía un caballero restante, el cual era Seryanna. Si nada cambiaba en los próximos años, ella llegaría a perder todo favoritismo y terminaría siendo comprometida a una familia ducal o a alguien de la realeza extranjera, como un príncipe del Imperio Embryger.
Si los rumores alcanzaban incluso a los sujetos comunes alrededor de nosotros, entonces era claro que ella no lo estaba haciendo muy bien, y esto en si estaba causando que me preocupara por ella. Estaba empezando a sentir más y más que hice un terrible error allá en Toros, que solo debí haber aceptado a Seryanna tal y como es o al menos mostrarle alguna reacción. Bueno, no se podía evitar que mi bandera no fuera izada, pero yo pude solo haberla detenido de irnos al siguiente día… Espera, no, haciéndolo en la casa de ese comerciante pudo haber sido grosero, pero… al menos pude haberle dicho que no me importaba lo que veía e incluso que si fallé una vez, quería intentarlo una y otra vez hasta que la bandera estuviera arriba.
En lugar de tranquilizarla y decirle que no me iba a rendir con ella… actué como un tonto. No dije nada. No mencioné nada. ¡Ni siquiera intenté hacer algo cuando estuvimos en la carpa solos!
Hay algo mal conmigo…
Desafortunadamente, no tenía idea de que, y mientras estábamos regresando a la posada, no pude evitar darme cuenta de otra cosa… No importaba a donde mirase, todos los dragones No Despertados estaban siendo mirados como si fueran nada por aquellos Despertados. No importaba si eran nobles o no, las miradas eran las mismas… En sus ojos, no haber Despertado como Dragón era lo mismo que seguir siendo un niño sin importar tu físico o tu edad mental.
"No ser Despertado es una gran carga para los dragones, ¿no es así?" dije en un tono de voz bajo.
"Si…" asintió Kataryna.
Suspiré y traté de mirar lejos. Ahora aprendí muchas cosas, pero más que todo, otra vez fui confrontado por la verdad de que este mundo era muy diferente de aquel del que provengo. Más importante, una vez más me hice la idea de que los dragones eran una especie completamente diferente a los humanos. Ellos elegían a su pareja basados en el elemento que poseían y eran considerados adultos no cuando alcanzaban una cierta edad, sino cuando Despertaban como Dragones. También aprendí que la gente nunca toma a los No Despertados en serio, a menos que tengan una posición en su sociedad, como Seryanna que tenía el estatus de Caballero Real.
Al mismo tiempo, aprendí que a pesar de que la Tierra era diferente a este mundo en muchos aspectos… al final, todos ellos eran gobernados por las pesadas leyes de la política. Los juegos de aquellos astutos dentro del estado podían cambiar el balance de poder o incluso significar la diferencia entre la vida y la muerte de ciertos grupos o individuos.
Yo estaba desprevenido o tal vez solo lo ignoraba debido a que tenía miedo de ello, pero la verdad era que yo era un Humano en un Reino Dragón cuando ambas especies estaban en guerra. Más aun, yo estaba enamorado de una dragonesa que servía como Caballero Real a una Princesa cuyo poder estaba disminuyendo… Un paso en falso, y mi cabeza estaba perdida. Para empeorar todo, también la cabeza de Seryanna estaba en peligro…
Me dieron escalofríos con el solo pensamiento, y mi corazón se apretó ante estos pensamientos conflictivos. No tenía poder… ni palabra en el curso de acción de este país. No podía hacer nada para salvar o detener a Seryanna de terminar acusada como traidora o incluso sentenciada a muerte.
Poniendo un pie dentro de la Posada Brekkar, fuimos recibidos por dos soldados que vestían la típica armadura de malla de cadena y cargando una espada envainada en su cintura.
"¿Eres tú aquel que responde al nombre de Alkelios?" preguntó uno de ellos.
"Erm… ¿tal vez?"
"Responde sí o no." me observó.
"¿De qué se trata todo esto?" preguntó Kataryna.
"Hemos recibido órdenes de traer este mensaje a aquel llamado Alkelios."
"Está bien, si, yo soy Alkelios… ¿Cuál es el mensaje?"
"Has sido convocado en el Palacio junto con Kataryna Greorg y Thraher… Tahar… La joven señorita de la familia Draketerus. Deben presentarse mañana en las puertas del Palacio tan pronto como el Sol se levante. Es todo."
"Es Thraherkleyoseya, imbéciles." La chica los observó.
"Mis disculpas."
"¿Quién nos convocó exactamente?" pregunté dado que, de acuerdo a esos detalles, la persona en cuestión podría haber sido la lava inodoros del Palacio.
"¡Están siendo convocados por Milord Draejan Andrakaryus Doesya!" declaró orgullosamente.
Ah, no la lava inodoros, pero cerca… grandioso.
Por mucho, la impresión que tenía de este dragón no era una muy positiva. Por lo que escuché, él estaba haciendo un desastre total el Ejército Brekkar e incluso organizó un torneo cuyo rol era hacer un desastre aún mayor.
Suspiré y asentí.
"Creo que voy a negarme."
"¿Qué? ¿Cómo puedes declinar la convocatoria de Milord? ¿Estás loco?"
"Erm… pero yo no sé de quién ‘cual sea su nombre’ hablan."
"Si te atreves a faltar el respeto al nombre de Milord, ¡no me dejas opción más que enseñarte una lección!"
"Podría estar eso bien si… digamos, ¿realmente soy su invitado?"
"Urk…" el dragón se detuvo y envainó su espada.
"Muy bien… Milord previó tal posibilidad, así que en caso de que pasara, nos ordenó decirte que el honor de Sir Seryanna está en juego. Si tu no deseas escupir en su nombre también, será mejor que aceptes la convocatoria." Dijo con una mueca.
Entrecerré mis ojos y justo cuando estaba a punto de moverme, sentí un fuerte agarre en mi hombro derecho. Mirando, ahí estaba Kataryna deteniéndome.
"Estaremos ahí." dijo en mi lugar.
"Muy bien." Asintió.
"Pero dile a ese ‘cual sea su nombre’. Si encuentro que esta convocatoria es una broma, me aseguraré de que PAGUE cariñosamente por esta… grosería." Declaró la dragonesa con una fría mirada en sus ojos.
Antes de que los soldados tuvieran oportunidad de replicar algo, ya estaban temblando por el aire frio que los rodeaba.
"L-Lo haremos…"
"Bien." Ella sonrió y los dejó ir.
Después de que se fueron, dejé escapar un gran suspiro.
"Qué bueno que me detuviste…"
"Pudiste haber actuado como un niño, Alkelios. Sé que te preocupas por Seryanna, pero no tienes ninguna fuerza que te respalde. Necesitarías al menos alcanzar el Despertamiento Avanzado para ser tomado en consideración." Me mostró una sonrisa y me abrazó por atrás. "Pero no te preocupes, no dejaré que nadie tenga una mordida de ti… si alguien lo hace, seré yo." Soltó unas risillas, pero en lugar de sentirme aliviado, sentí un escalofrío recorriendo mi columna.
A lo que se refería con ‘tomar una mordida’ no era de ninguna forma algo placentero, ella estaba refiriéndose en realidad a… lastimarme.
¿Tal vez es solo mi imaginación?
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