100 Luck and the Dragon Tamer Skill! Arco 2-35.1

Capítulo 35: ¿Puedo Sacrificar...? (Parte 1)



Marook era una ciudad interesante llena de todo tipo de gente e incluso tenía un lago dentro de sus muros. Cuando arribamos aquí por primera vez, no tenía idea de que algo como esto siquiera existiera. Encontré sobre ello el otro día cuando estábamos fuera de compras por suministros. Mi cerebro pensó que sería una buena idea darle una nalgada a la retaguardia de Seryanna. El puño hacia mi cara rogaba por diferir… Aunque la vista del cielo fue bastante buena, y yo aprendí que puedo aguantar daño de nivel súper humano. Aterricé justo en el centro del lago, espantando a un par de aves y una pareja que se estaba besando en un bote.

Después esa tarde, estaba siendo observado por la dragonesa pelirroja, pero al final de día, ella se calmó y me permitió abrazarla de nuevo. Esa era una lección que no olvidaría pronto.

Al siguiente día, me desperté temprano en la mañana y recibí una lección con espada de parte de Kataryna. Ella estaba bastante ansiosa por picotearme con la punta de su espada, por lo que decidí llamarlo: Infierno de Picotazos. Sobraba decir, que fui incapaz de atinar siquiera un simple golpe en la dragonesa. Ella era por mucho más ágil y fuerte, pero más importante, me faltaba la habilidad apropiada para controlar mi mejorado cuerpo. Sin apoyarme en cualquiera de mis habilidades, capacidades o boosts, me sentí flojo y muy torpe, pero estaba mejorando. Así que era una buena cosa.

Entonces, después de que almorzamos, reunimos nuestras cosas y dejamos la posada. Ya era de partir de Marook y dirigirnos a nuestra siguiente ciudad. Los Khosinni ya estaban preparados de antemano por Seryanna, así que todo lo que teníamos que hacer era montarnos e irnos. Como usual, yo usé el mismo que mi novia.

Cerca de cinco minutos después de que dejamos Marook, les pregunté: "Así que nos dirigimos a Toros, ¿cierto? ¿Cualquier cosa que deba saber de este lugar?"

"Hm, no realmente, es solo tu pueblo promedio al borde del Gran Abismo o Cicatriz Oscura como muchos lo llaman."

"¿Cicatriz Oscura? No me digas que de ahí salen demonios o monstruos u otras cosas de miedo como esas."

"Nada de eso, aunque monstruos voladores y sombríos tienden a hacer sus nidos cerca de ahí. Incluso así, la región alrededor de Toros es usada por los aventureros para cazar monstruos e incrementar su fuerza. Esos son cerca de la mitad de fuertes que los del Bosque Seculiar."

"¿No es eso fuertes entonces? También, ¿no debería el peligro de monstruos disminuir mientras más nos acercamos a la capital?"

"¿Por qué debería?" preguntó inclinando su cabeza como si dijera algo raro.

"Bueno, la capital es supuesta a ser la ciudad más defendida de todas en el reino, así que debería ser natural que se encargaran de los nidos de monstruos de alrededor, ¿no?”

"Ese definitivamente no es el caso."

"¿Entonces?"

"Los monstruos harán sus nidos en las áreas llenas con magia y mantendrán la mejor condición para sus crías. Dado que algunos de ellos pueden crecer de bebés a adultos en cuestión de días, solo mantendrán control de la región sitiada por un corto periodo de tiempo. También nos dimos cuenta de que incluso si no los cazamos, sus números no se incrementan a valores increíbles. A lo mucho, se separarán en dos manadas y una de ellas buscará por otro nido. Sin embargo, si los cazamos en exceso, terminaran apareciendo más frecuentemente y mostrando signos de comportamientos significativamente más violentos que las de sus anteriores generaciones."

"Erm, así que, en otras palabras, ¿el ecosistema de por aquí esta balanceado para tomar en cuenta los hábitos de los dragones?"

Aunque tenía sentido. Los dragones y todas las demás especies pensantes en este mundo no nacieron ayer, tenían historias de hacia miles de años. En tal periodo de tiempo, era improbable que no aparecieran cazadores excesivos o cruzadas contra los monstruos. Como resultado, sus números podrían haber bajado drásticamente y eventualmente extinguirse, pero ese no parecía ser el caso.

Tenía el presentimiento de que la alta tasa de natalidad se desarrolló a través del tiempo también, tal vez como resultado del incremento de la cacería de las especies pensantes. Entonces ahí estaban los otros monstruos cargados con Energía Mágica y corruptos de alguna u otra forma. Si ambos dragones y monstruos corruptos empezaran a cazar a los monstruos normales, su extinción pudo haber sido un hecho garantizado en cuestión de años.

Ugh, siento que me va a dar un dolor de cabeza por pensar mucho en ello… pensé y froté mi sien.

"¿Estás bien?" me preguntó Seryanna cuando vio mi expresión inquieta.

"Si, creo que mi cerebro solo tuvo un pequeño corto circuito."

"¿Un qué?"

"Significa que tengo dolor de cabeza… Ugh… De cualquier modo, el punto es que los monstruos hacen sus nidos en las áreas que son más apropiadas para sus propias especies y utilizan Energía Mágica para crecer, ¿cierto?"

"Sí."

"Bien."

Suspirando, me recargué en su espalda y enterré mi cara en su nuca.

"¿A-Alkelios?"

"Esto es bueno… Tu esencia es buena también… Me gustas, Seryanna…"

"El sentimiento es mutuo…" dejó salir un suspiro y mantuvo la vista en el camino.

Esa noche acampamos en la intemperie, y como siempre, entrené con Kataryna hasta que estuviera medio muerto. Una ducha después con la ayuda de un hechizo de agua, varias mordidas de carne cocinada, y ya estaba listo para golpear el saco, pero justo cuando estaba a punto de entrar a mi tienda, Seryanna me llamó.

"Alkelios, ¿tienes un momento?" 

Mirándola y viendo su encantadora sonrisa, incluso si mi cuerpo entero se estuviera desmoronando como un castillo de naipes, aun encontraría la energía para sonreírle y decirle "¡Seguro!"

"Muy bien, sígueme…" se levantó y empezó a caminar lejos del campamento y de las dos dragonesas fisgonas. "¡Ustedes dos, siéntense!" ordenó en el momento en que sintió que ellas trataban de escabullirse atrás de nosotros.

"¡Tch!" Kataryna chasqueo su lengua y regresó al campamento, llevándose a Kleo en su cola.

"¡Pero yo no quiero!" se quejaba Kleo.

Con esas dos busca-problemas puestas a raya, caminamos a través de las gruesas planicies, mirando las estrellas. Seryanna iba junto a mí, y yo podía sentir mi corazón latiendo muy deprisa, aumentando su ritmo mientras más silencio había entre nosotros.

"¡Awooo!" un lobo aulló en algún lugar a lo lejos.

"Erm…" me espantó cuando lo escuche.

"Relájate, esa probablemente es solo una oveja…" 

¿Una que dijo?

"¡¿No se supone que los lobos y los Dayuks aúllen?!"

"Lo hacen, pero el aullido de las ovejas es diferente. Si escuchas con cuidado, no es tan feroz." Ella puso sus palmas detrás de sus orejas y cerró los ojos.

"¡Awooo!" la ‘oveja’ aulló de nuevo.

"Este mundo tiene extrañas criaturas…" me preguntaba para mi queriendo saber cómo las ovejas terminaron más viciosas y peligrosas que los lobos y los Dayuks.

"¡No te preocupes, si cualquiera de esas malas ovejas trata de atacarte, yo te protegeré!" sonrió y sostuvo mi mano.

Sus mejillas estaban brillando rojas, y estaba bastante seguro de que yo también estaba rojo como tomate. Mi pulso era bastante alto para empezar, y ahora que sostenía su mano, podía sentirlo ganando unos cuantos latidos más por minuto.

Estar junto de ella de esta forma, solo nosotros dos, se sentía… bien. No tuve la oportunidad de estar con alguien en la Tierra, pero hasta ahora, creo que hice un espléndido trabajo como novio. Eso o que estaba avergonzándome yo mismo al punto donde ni siquiera Seryanna podía encontrar la forma de decirme la verdad.

Como nota aparte, a pesar de ser un joven adulto perfectamente separado de los brazos de la vida adolescente, yo tenía un remarcable auto control. No estaba constantemente pensando en formas de meterme en sus pantis y recientemente empecé a pensar más antes de actuar. Tal vez esto fue el resultado de mi entrenamiento, o tal vez el repentino cambio de vida le dio a mi cerebro una patada en la dirección correcta. De cualquier modo, estaba agradecido que no actuaba tontamente con Seryanna. La última cosa que quería era que ella me odiara por mover las cosas demasiado rápido o por ser demasiado cachondo.

Por supuesto, había una gran parte de mí que quería tomar todo este sin sentido, arrojarlo en el cesto de basura y solo llevar a la amorosa dragonesa a mi habitación para un tiempo íntimo solo nosotros dos.

"Sabes, estaba pensando…" dijo y miró hacia el cielo, dándome la espalda.

Mis ojos fueron directo a su trasero.

Meh, soy un hombre. Perdona mis no buenos instintos.

"¿Sobre qué?"

"Sobre nosotros…"

¡Oh dios, por favor no me digas que esta es una de esas pláticas de antes de un rompimiento!

"¿Es bueno o malo?"

"No lo sé…" inclinó su cabeza a la izquierda, pero no se volteó a mirarme.

"Bueno, solo dilo…" recé para no ser botado.

"Cuando vi a Kleo y a Iolaus, me hizo pensar sobre el futuro…" me miró de vuelta, pero evitó mis ojos.

"¿El futuro?" 

"Si… Eres un humano y ni siquiera de este mundo, mientras yo soy un dragón y un caballero. Las cosas se podrían volver complicadas para ambos. La duración de tu vida, tu especie, tu linaje… mientras que no me importan mucho a mí, para otros… puede ser visto de varias formas desfavorables."

Creo que ella dijo una palabra que no se tradujo apropiadamente… pensé y sacudí mi cabeza "Va a tender a pasar… incluso si fuera un dragón, aun habría gente que podría estar en contra de nosotros. Tú mantienes una buena posición política, así que, desde el punto de vista de un noble, tú eres su ticket rápido hacia más poder. Esto significa que muchos quieran cortejarte o casarte con sus hijos con el fin de poner mano sobre esta influencia tuya."

"Aunque yo no creo tener ese tanto de influencia y poder."

"Tu tal vez, pero esos idiotas, quien sabe."

"*Sigh*… cierto. Tales cosas pasaron en el pasado después de todo." Se dio la vuelta otra vez.

"Así que, ¿es esto lo que ha estado molestando?"

"Si…"

"¡No me digas que tienes un prometido!"

"¡NO!" replicó con sus mejillas rojas.

"*Sigh*… ¡Eso es bueno!" dejé salir un suspiro de alivio.

"Pero con la recuperación de mi abuelo y yo siendo un caballero de la princesa… No es enteramente improbable que no vaya a tener uno pronto, especialmente una vez que despierte." Dijo poniendo un puño sobre su pecho.

"Ya veo… ¿Qué pasará entonces?"

"Si…" tomó un respiro profundo y me miró a los ojos "Si el Rey es el que lo ordena, no hay manera de contradecirlo. Pero si un Duque o Marqués decide sobre ello, aun podría tener una oportunidad si la Princesa lo anula."

"No lo entiendo, ¿no deberías ser TU la que decidiera con quien casarse?"

Sonaba ridículo, después de todo.




Comentarios