100 Luck and the Dragon Tamer Skill! Arco 4-95.1
Capítulo 95: El Emperador Dwarf (Parte 1)
[Dos años y tres meses dragón atrás]
[Punto de vista de Seryanna]
No había otros barcos en este puerto excepto el nuestro. Los muelles estaban desbordando con dwarfs curiosos de nosotros, y la Princesa actualmente estaba hablando con uno de los representantes de su raza. Pendientes de la ley mencionada siglos atrás, ninguno de nosotros pisó en la plataforma de madera para no hacerlos enojar.
Mientras que las negociaciones para nuestro permiso de desembarcar eran discutidas, yo esperé en la barandilla y miré las tierras en la lejanía del Continente. La nieve me hacía difícil ver más allá del terreno del muelle, pero lo que podía notar era que el área de las cercanías se trataba de una planicie, más que nada usada para la crianza de animales y probablemente el cultivo de vegetales especiales que pudieran crecer en estas duras condiciones.
La muralla exterior de esta ciudad estaba resguardada por dos torres y una robusta puerta de metal. No había defensas aéreas, la única preocupación que tendríamos nosotros los dragones serían arqueros y magos de rango largo. Así, llegue a la conclusión de que sus defensas eran a lo mucho una forma de retrasar a la fuerza invasora o para protegerse de los monstruos salvajes.
Los dwarfs de esta ciudad, en lugar de mostrar la confianza de mandarnos de vuelta por donde vinimos, se veían inseguros de si podrían detenernos en caso de un desembarque por la fuerza. Sin embargo, sus hijos mostraban una gran cantidad de curiosidad. Sus ojos se engrandecían cuando veían el barco y apuntaban en nuestra dirección preguntándole a sus padres cosas a las que quizás no tendrían respuesta alguna.
Lo que encontré interesante acerca de ellos era lo diferente que hablaban y actuaban si los comparaba con George. Él estaba lleno de energía, era alegre, siempre mostraba una sonrisa y vestía ropas similares a la de los dragones. Estos dwarfs tenían un semblante bastante triste, temerosos de nosotros. Entre ellos, incluso podía ver miradas de odio, de aquellos a los que la Princesa se refería como xenofóbicos.
Mientras yo observaba esta ciudad y a sus habitantes, Kataryna tomaba una siesta cerca del mástil, y mis tres caballeros estaban de pie junto a la Princesa Elleyzabelle, tratando de verse imponentes y poderosos en frente de los propios guardias del dwarf representante. Tanarotte se encontraba amordazada y atada con cadenas dentro del barco. De hecho, olviden eso último, actualmente estaba tratando de escabullirse hasta el mástil para llegar a Kataryna.
Ah… se dio cuenta. Vi como Kataryna le arrojaba una bola de hielo a Tanarotte.
"¡BUGAH!" cayó de cara en la cubierta con ese extraño sonido.
Uno de los marineros que estaba fregando la cubierta la empujó fuera del camino con su escoba.
¿Por qué sigue yendo tras Kataryna de esa forma? Luego de todo este tiempo, todavía no podía entender lo que pasaba en la mente de esa dragonesa cuando hacía maniobras tan predecibles como esa.
Media hora después, vi al representante de los dwarfs inclinándose ante la Princesa y dejando del barco.
Caminé hasta su Alteza y pregunté "¿Cuál fue su impresión sobre nosotros?"
"Al parecer hay muchas cosas que no sabemos del Continente Dwarf, también conocido como Trindania."
"¿Estaban equivocados los registros?"
"No, estaban correctos, solo que no actualizados. Hace dos meses, con ayuda de Héroes Humanos, la rebelión tuvo éxito en derrocar al antiguo Rey, y ahora un nuevo Emperador se encuentra en el trono. Ese dwarf era el antiguo líder de esa Rebelión, Nomv'Azer, ahora llamado Mush'Nomv'Azer."
Entrecerré mis ojos claramente no entendiendo su estilo de nombrar a las personas.
Notando mi confusión, la Princesa dijo "Mush es el nombre de la tribu única concedido a la Familia Real, Nomv es su nombre propio, y Azer el apellido de su familia."
¿Los dwarfs del continente tienen nombres diferentes de los que se encuentran en el exterior?
"No pareces sorprendida de escuchar que hay Héroes Humanos en este continente."
"No hay necesidad, su Alteza. Alkelios me dijo que 10 millones de su especie fueron enviados a este mundo. Eso es más que suficiente para llenar una nación. Tener un puñado esparcidos en el Continente Dwarf se ve como una alta posibilidad tomando en cuenta su parentesco. Encuentro un poco extraño que no hubiera tantos Héroes Humanos en esa parte del Continente Relliar, pero tengo el presentimiento de que simplemente no escuchamos de ninguno todavía."
"Cierto, no todos poseen habilidades poderosas como la de Alkelios. Algunos de ellos podrían incluso estar más inclinados a trabajos simples en lugar de las duras condiciones de una batalla. Además, tu esposo es un poco tramposo si me lo preguntas. Él puede hacer demasiadas cosas."
"¡Excepto resistir mi encanto!" dije orgullosa.
"Cierto." Dijo riendo.
Al siguiente día, fuimos recibidos temprano en la mañana por el representante de los dwarfs en el Puerto Nefer.
"Su Alteza, Princesa Elleyzabelle, ¡he venido con buenas noticias!"
El dwarf, quien se llamaba Kita'Milla'Nei, no tenía un cuerpo rechoncho como se esperaría de alguien con el rango similar a un noble. En realidad, era bastante delgado, pero con un cuerpo en forma, con cayos notorios en sus manos, mostrando que era un dwarf que no temía al trabajo pesado. Tenía un collar con varios colmillos pequeños atados en el, y una capa hecha de pieles de varios monstruos o animales diferentes. Su cabeza estaba cubierta de un gran sombrero de piel, y en sus muñecas portaba varias pulseras de madera y metal. Los guardias que los seguían, por otro lado, vestían armaduras de placa y usaban lanzas como arma.
"¿Se trata de la discusión del otro día?"
"En efecto. Conseguí calmar la incomodidad de los dwarfs que estaban en contra de dejarlos poner un pie en los muelles. Los veían a usted y a sus acompañantes como enemigos que venían a reclamar sus territorios. Simples dwarfs tontos en sus creencias, pero vistos con gran respeto por sus seguidores, especialmente por los no nombrados."
"¿Puedo inferir que tuvo algo que ver las nuevas leyes impuestas por el nuevo Emperador?"
"Buen juicio. A pesar de no ser tanto tiempo desde que su Majestad ocupó el trono, ya ha puesto en marcha los muchos cambios que prometió a sus seguidores dwarfs durante la rebelión. Entre ellas se encontraba la promesa de abrir nuestras fronteras a visitantes curiosos. Pero, como puede suponer, no todos se encontraban tranquilos con estos nuevos cambios. Solo han pasado dos meses, es de esperar que muchos dwarfs se sientan un poco confundidos por todo esto."
"En efecto, esto son buenas noticias. Podemos proceder con pedir una audiencia con su Majestad. ¿Será tan amable de ayudarnos a enviarle la petición?"
"¡Mejor aún su Alteza! ¡Los llevaré ante él o mi nombre no es Kita'Milla'Nei!"
"Eso es bastante inesperado y maravilloso."
"Cuando sea que esté lista, su Alteza, mi carruaje espera. Traje uno para sus sirvientes y otro para cualquier equipaje que pueda poseer."
"Un carruaje para nuestro equipaje será innecesario gracias a nuestros anillos [Bolso]. Mis dos caballeros de confianza viajarán conmigo en el mismo carruaje, y el otro será para mis otros cuatro guardaespaldas."
"¿Anillos [Bolso]? ¡Ah, claro! Entonces iré a decirle al conductor que no necesitaremos su servicio por el momento."
Seguimos a Kita'Milla'Nei al carruaje y abordamos junto a su Majestad. Mientras tanto, el otro carruaje iba a ser utilizado por Tanarotte, Amarondi Shellar, Quran Van y Attrakus. El dwarf estaba bastante sorprendido de que no trajéramos con nosotros a ningún mayordomo o sirvienta, especialmente dada la presencia de alguien con sangre real entre nosotros, pero la Princesa Elleyzabellle solamente dijo que no sentía necesidad por algo así.
Nuestra primera parada desde el Puerto Nefer iba a ser una pequeña villa al oeste, donde solo Vivian dwarfs sin nombre. Entonces, continuaríamos pasando por otras pequeñas villas hasta llegar al Pueblo Osza. Ahí, pasaríamos la noche y nos prepararíamos para viajar a la Ciudad Tesva. De Tesva hasta Exaver, la Ciudad Capital, solo era un viaje de dos días en carruaje.
El clima no estaba realmente de nuestro lado, pero las bestias utilizadas para jalar los carruajes estaban más que acostumbradas. A diferencia de los Khosinni de los dragones o los caballos de los humanos, los dwarfs utilizaban grandes monstruos cabra que llamaban Hanba.
"¡Espero que disfruten de su viaje conmigo! ¡Ohoho!" Kita'Milla'Nei dejó salir una gran carcajada mientras nuestro carruaje pasaba por las puertas del Puerto.
"Igual nosotras." La Princesa respondió con una sonrisa.
La mayor parte del tiempo lo pasábamos en silencio dentro del carruaje, solamente los fuertes vientos golpeando en la ventana se podían escuchar. A pesar de traer ropa no apta para el clima, no sentíamos nada de frío, y teníamos paciencia de sobra siendo miembros de la alta sociedad en Albeyater.
Luego de pasar la primera villa, nos detuvimos para comer algo. La escolta de los dwarfs incluía dos mayordomos y dos sirvientas indistinguibles de los otros guardias. La idea era que un buen sirviente debe ser capaz de hacer más que solo traer té y galletas de la cocina.
Inspirada por esta idea, decidí tener una pequeña sesión de entrenamiento con los Caballeros. Se veían tan felices cuando les conté esto, Amarondi incluso se puso a llorar. Pensando que tal vez querían estirar sus cuerpos un poco más, les ordené correr tras los carruajes en lugar de viajar en el que estaba exclusivamente para ellos. Tanarotte también se unió bajo las órdenes de Kataryna. Se sintió tan bien ver sus rostros alegres cuando propuse este régimen de entrenamiento.
Cuando viajábamos con Kita'Milla'Nei, me di cuenta que él mismo no portaba un anillo [Bolso]. Por curiosidad, le pregunté si les hacía falta encantadores que fueran capaces de fabricarlos.
"No, Madame Seryanna, no es que no tengamos la habilidad, sino que este tipo de encantamientos fue vetado a las masas por el gobernante hace varias generaciones atrás. Tenía el pensamiento de que tal lujo era demasiado para los de sangre común."
"¿Demasiado?"
"Sí. Cuando era joven, mi maestra me enseñó, una desdichada mujer que fue comida por un tiburón al cual le causó indigestión, que aquellos pertenecientes a las Veinticinco Grandes Tribus eran diferentes de aquellos que no tenían un nombre, o como los llamamos, sin nombres, desde la sangre que corre en sus venas hasta los cabellos de sus cabezas."
"Es la misma creencia que los humanos tienen. Creen que los nobles descienden de sangre azul y que los plebeyos tienen polvo corriendo por sus cuerpos." Dijo Kataryna acomodándose en su lugar.
"Una creencia estúpida."
"Estúpida o no, hasta hace dos meses, era la ley bajo la cual todos vivíamos."
"Mencionaste antes a estas Veinticinco Grandes Tribus. ¿Son ellos como los nobles de nuestras tierras?"
"Sí." Asintió.
"Son Umer, Ulma, Nele, Sara, Oher, Uvan, Namk, Shen, Yang, Ying, Musk, Kell, Koll, Besh, Knat, Vazu, Kita, Klen, Mazg, Mang, Nimv, Nime, Naiy, Nagc y Pert. Mientras que Much, Klor, Andu y Ulke son las más grandes e importantes tribus en todo el continente. ¿Estoy en lo correcto?" preguntó la Princesa.
"Sí, en la mayor parte. La tribu Ulma fue exterminada durante la rebelión y reemplazada por la tribu Kart. La tribu Kill exterminó a la tribu Musk, la tribu Karr cazó a cada uno de los miembros de la tribu Besh, quienes eran en su momento los peores dwarfs posibles. La tribu Kess forzó a la tribu Vazu a dejar su posición, y Mazg peleó hasta la muerte siendo los guardaespaldas del anterior gobernante. Su lugar fue tomado por la tribu Mada."
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