100 Luck and the Dragon Tamer Skill! Arco 4-95.2
Capítulo 95: El Emperador Dwarf (Parte 2)
"¿Qué tan grande es una tribu?"
"Para considerarse una tribu en primer lugar, debes poseer una casa y emplear bajo tu mando al menos a diez sin nombres. Si la tribu grande bajo la cual estás acogido permite la fundación de tu tribu, entonces tienes permitido concederte un nombre de tribu. Al momento de la aceptación, tú y todos los otros sin nombre toman el nombre de la tribu. Se puede decir que la menor cantidad de miembros posible es de once miembros con patriarca incluido. Sin embargo, las grandes tribus tienen entre 10000 y 100000 miembros con muchas, muchas tribus pequeñas bajo su mando que les juraron su lealtad."
"Esto significa que durante la rebelión…" dijo la Princesa y el dwarf continuó.
"Mas de un millón de dwarfs perdieron sus vidas mientras peleaban para derribar o proteger a un dwarf idiota que una vez llamamos nuestro gobernante."
Tantas vidas…
"¿Fueron los humanos quienes instigaron la rebelión?" preguntó la Princesa.
"La rebelión era algo que traíamos en nuestra mente desde hace varias generaciones, pero los humanos eran el poder que necesitábamos y nunca tuvimos. Sus habilidades y fuerza fueron cruciales para obtener nuestra libertad del viejo tirano. Desafortunadamente, había muchos humanos de su lado también."
"¿Por qué pelearían por él? ¿No era alguien que los detestaba?"
"El oro es el idioma universal de la mayoría de humanos. Unos pocos fueron esclavizados, y a varios se les prometió gran poder luego de que terminase la rebelión. *Sigh*… fue una batalla muy cerrada para nosotros."
Pareciese que donde sea que estos Héroes Humanos aterrizaran, esos países terminarían pasando por un gran cambio. Albeyater no fue diferente. Alkelios, e incluso el monstruo de Kronius, fueron imprescindibles para el cambio de poder político y el incremento de alerta en Albeyater. Incluso nuestra Reina se encontraba recuperándose. De todos modos, cuando pensaba en las perdidas de los dwarfs, no podía evitar preguntarme si tal vez fuimos bastante afortunados en este aspecto.
Si el ejército de Draejan hubiese sido 500000 individuos más fuerte, entonces la cantidad de sangre dragón derramada habría sido devastadora…
Con nuestro camino llevándonos a través de un área que los dwarfs llamaban las Planicies Rígidas, terminamos pasando por un montón de villas. Eran muchas mas de las que esperaba, mientras que el Pueblo Osza era más grande que la Ciudad Andrómeda en Albeyater. El numero de dwarfs era bastante grande distribuidos a través de todas las planicies.
La posada en la que nos hospedamos en Osza era grande y acogedora, pero no pudimos evitar las miradas de varios dwarfs curiosos. Después de todo, han pasado siglos desde que un dragón pisó tan adentro en sus tierras. Por otro lado, por casualidad noté a uno o dos humanos por aquí y allá. Kita'Milla'Nei me dijo que todos eran Héroes Humanos, pero sus habilidades y capacidades eran bastante débiles para ser considerados activos militares. En su mayoría, se dedican a varios trabajos relacionados con la manufactura, artesanía o trabajos similares.
Otra cosa que noté eran las marcas de guerra que quedaron tras el choque de la rebelión y las fuerzas del antiguo gobernante. Cuando pregunté el nombre de ese dwarf, Kita'Milla'Nei me dijo que tanto su nombre como toda su tribu fueron borrados de la historia y se convirtió en una palabra tabú.
En resumen, los dwarfs estaban determinados a enterrar toda su trágica historia bajo el mandato de un gobernante opresor y su familia.
Entonces, mientras nos quedábamos en Osza, noté algo extraño, que honestamente me venía molestando desde hace algún tiempo. Al principio, creí que se trataba de una cualidad de Kita'Milla'Nei, pero ahora estaba segura que ese no era el caso.
Así, luego de irnos de Osza, justo cuando atravesábamos una pequeña villa, lo miré y dije "Kita'Milla'Nei, tengo una pregunta para usted."
"¿Si Madame?"
"¿Por qué puedo hablar contigo y tu conmigo?"
Era una pregunta bastante rara, pero estaba segura de que yo estaba hablando Draconico Oriental, no el lenguaje oficial de Trindania. No solo eso, pero en donde sea que parábamos, solo escuchaba mi idioma natal.
"¿Eso? Es la bendición de nuestra amada diosa Amber. Se dice que hace mucho tiempo, ella lanzó un hechizo sobre el continente para ayudarnos a nosotros, pequeños dwarfs, a entendernos con otros fácilmente. Por supuesto esto aplicaba también a extranjeros, y los libros de historia mencionan una época en la que nuestro continente fue sede de tierra neutral para varios tratados entre países enemigos."
"¿Amber?"
"Sí. Nuestros dioses y diosas toman la forma de metales y joyas en su más pura forma."
"Pero Amber no es una piedra en sí. Es un derivado de los árboles, ¿no es así?" dijo Kataryna alzando una ceja.
"Sí, ¡pero su forma endurecida es indistinguible de una roca! Es por eso que la Diosa Amber también es la deidad que gobierna sobre la naturaleza, animales y plantas. Fue a través de esta conexión con la que fue posible lanzar su hechizo por todo el continente."
"¿Puede algo así ser posible?" le pregunté esto a Kataryna, siendo la de mayor edad.
"Si hablamos del trabajo de una deidad, tal vez… pero de otra forma, tomaría algo de esfuerzo serio y conocimiento el lanzar un hechizo o encantamiento que perdurara por tanto tiempo."
"Les aseguro que no es producto de manos mortales, ¡es el trabajo de los dioses!"
Para mí, era bastante extraño pensar en una roca como una deidad, pero estos dwarfs eran tipos extraños. Se organizaban en tribus, y aun así tenían un Emperador como gobernante. Llevaban consigo las marcas de sus presas en forma de collares con dientes y abrigos de piel. Nuestro carruaje no era jalado por un Khosinni sino por un extraño monstruo cabra que era mas lento. Incluso sus casas y asentamientos tenían esculturas de madera raras que llamaban tótems. Pero por encima de todo, eran una especie conocida por sus capacidades para trabajar el metal y crear las mejores espadas en todos los continentes conocidos.
Cada vez que nos deteníamos, Kataryna y Tanarotte se alejaban de nuestro grupo para ir a interactuar con los dwarfs de las áreas cercanas. Les preguntaban cosas simples con las que podríamos entender mejor el estado de lo que ocurría dentro del Imperio Trindania.
Una de las muchas cosas que aprendieron era como los dwarfs llegaron a estar unidos bajo el mando de un solo gobernante. Era un relato de su historia plasmada en la sangre de generaciones.
Hace varios siglos, un solo dwarf fue bendecido por los dioses a los que adoraba, los espíritus de los metales y las joyas. Era mas fuerte y sabio de todos los de su especie. Pero tenía la misteriosa capacidad de atraer a todos a su alrededor, dícese amigo o enemigo. Conforme el tiempo pasaba, cansado de todos los conflictos bélicos de las naciones aledañas, se puso como objetivo el unirlas a todas. Muchos se rehusaron a su oferta de unirse bajo un solo mandato, otros intentaron tomar todo lo que había amasado, pero al final, aquellos que se opusieron conocieron el filo de su espada, mientras que otros lentamente fueron persuadidos de unirse a su bando. Cuando las tribus esparcidas sobre todo el Continente Dwarf juraron su lealtad, el nuevo país formado tomó su nombre y él se convirtió en el primer Rey de los dwarfs bajo el nombre de Mush'Trindania.
Los dwarfs a los que preguntaron no sabían exactamente que hizo tan poderoso al primer Rey, pero muchos creían que le fue otorgado un tipo de habilidad muy especial, mientras que otros creían que llevaba dentro de su cuerpo el poder de los espíritus. Cual sea el caso, desde entonces, los dwarfs de Trindania se enfocaban solo en adorar a los espíritus de los metales y las joyas. Toda su religión se basaba en esto, pero no significaba olvidar a los otros dioses.
En este mundo, todos sabíamos que los dioses eran reales. Algunas veces caminaban entre nosotros o hablaban en nuestros sueños o en el momento del despertar de nuestro poder. Bendecían nuestros casamientos y nos concedían milagros con su poder divino. Aun así, estas entidades permitían que nosotros, los mortales, escogiéramos a quien queríamos adorar.
A diferencia de mí, Alkelios todavía debía jurar su lealtad a cualquier dios que quisiera. Esto me hacía preguntarme a veces que pasaría si decidía seguir a uno. Siendo humano, era bastante poderoso y atraería su favoritismo. Todos los dioses querrían tenerlo bajo su cuidado, pero importaba menos que quisieran ellos y más que escogería él.
Otra cosa que aprendieron cuando escucharon la leyenda del primer Rey fue la razón por la que Trindania ahora tenía un Emperador en lugar de un Rey. Era debido a que Mush'Nomv'Azer decretó esto como una forma de cambio de las viejas tradiciones, cambiando al Reino Trindania en el Imperio Trindania.
Al entrar a la Ciudad Tesva, nos encontramos con una boda dwarf. Era bastante interesante ver lo diferente que fue de mi propia boda. El novio y la novia eran desvestidos dejando solo la ropa interior compuesta de huesos y pelaje. Luego se pusieron a bailar alrededor de una fogata mientras se miraban fijamente a los ojos. La música tenía un toque tribal, dos dwarfs tocaban tambores que sonaban muy fuerte, y otro más soplaba a través de un cuerno muy largo. Estaba petrificada por el hecho de que no parecía importarles el frio, y resultó que esto era parte de su ritual. Si en algún punto durante su danza empezaban a temblar, significaba que su relación podría toparse con todo tipo de problemas. Si la novia pescaba un resfriado, su primogénito terminaría pasando por un nacimiento complicado. Si el novio pescaba el resfriado, se convertiría en un marido débil incapaz de cuidar a su esposa.
Había mas de estas bobas supersticiones que rodeaban todo el ritual que suponía la ceremonia de la boda. En lugar de tener un sacerdote que preguntara a la novia y al novio si deseaban casarse con el otro, el solo hecho de que dieran un paso al frente para danzar era prueba de esto. Detenerse en cualquier momento por cualquier cosa significaría que el casamiento estaba destinado a pararse, y en su caso posponerse hasta el siguiente año o suspenderlo por completo.
Tuve el placer de atestiguar este evento desde la ventana de mi habitación en la posada, debido a que se estaba llevando a cabo en plena calle principal. A pesar del frío y el viento cortante, la pareja continuó su ejecución sin ningún problema hasta el final. Los dwarfs aclamaron su éxito y todos se fueron a comer juntos, compartiendo su comida con todos aquellos que estuvieran cerca. Los visitantes en la posada también obtuvieron un plato de carne cocinada.
Aparentemente, era tradición organizar ceremonias en frente de lugares donde hubiese viajeros que llegaran a descansar.
Cuando nos fuimos de Tesva, nos dirigimos directo a Exaver, pasando por solo unas cuantas villas en el camino. Nos detuvimos una vez para dar algo de descanso a las cabras y una segunda vez para acampar por la noche. Para el tiempo en que llegamos a la capital, la pequeña tormenta de nieve se había esfumado, y fuimos recibidos por un cálido sol.
"Voy a tomar esto como un buen augurio." Dijo la Princesa mirando al cielo.
"Por supuesto." Asentí.
"Una vez que crucemos las puertas frontales, lo más probable es que seamos escoltados por un Guardia Real hasta el Palacio Mush. Si su Majestad, el Emperador, desea aceptar su petición de audiencia, serán informadas en el acto, si no, tendremos que esperar por un tiempo e intentarlo otra vez."
"Esperemos que no nos haga esperar." Dijo Kataryna luego de un gran bostezo.
"De cualquier forma, me sorprende que este trayecto cansara a esos cuatro de esta forma." Dije mirando por la ventana a Tanarotte y los otros tres, quienes estaban acostados en el suelo tomando bocanadas de aire.
"Me sorprende que sigan con vida." Remarcó la Princesa con una sonrisa torcida.
"¡No debería sorprenderse su Alteza! ¡Este pequeño poco esfuerzo debería ser normal para ellos!"
"Una Tanarotte medio muerta significa paz y tranquilidad para mí, no me molesta." Dijo Kataryna sonriendo.
"Entonces contaré con tu protección Kataryna."
"Será un placer."
"Seryanna."
"¿Si, su Alteza?"
"Si tus caballeros llegaran a parecer que no quisieran acatar una orden más dura, solo diles que está bien si no lo hacen, y que solo los ayudarás con algo de entrenamiento extra cuando regresen."
"No entiendo como esto podría motivarlos, pero si no están dispuestos a obedecerme, entonces yo soy la que debería aprender acerca de lo que significa ser un líder."
"En serio tengo lastima por esos tres tontos." Dijo Kataryna con una sonrisa torcida.
Aunque no entendí lo que dijo con esto, no pude evitar preguntarme una cosa.
¿Será posible que no disfruten del entrenamiento? ¿Debería cambiarlo a algo más diverso? Siempre podemos ir al Bosque Seculiar y cazar algunos monstruos, o quizás explorar una mazmorra. ¿Tal vez entrenamiento fácil y sencillo como este es muy poco para valientes caballeros de su talla? ¿Debería preguntarle a Alkelios que sea su oponente en duelos de entrenamiento cuando regrese?
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