100 Luck and the Dragon Tamer Skill! Arco 3-57.3
Capítulo 57: Duelo (Parte 3)
"Muy bien, ¿continuamos?" dije y recogí a Hell del suelo.
"¡Caerás aquí!" dijo cuando me vio alcanzando mi espada.
Me di la vuelta y lo golpeé en la cara, mandándolo a rodar sobre el suelo hasta el borde de la arena.
Tosió y se quejó por el dolor.
Encogiéndome de hombros como si hubiera espantado una mosca, levanté mi espada y resumí mi estancia de combate.
"El chico está meramente jugando con él." Dijo Brekkar en un susurro.
No fue tan alto para que alcanzara los oídos de Draejan, pero si para que yo lo escuchara.
"En efecto." Remarcó Feryumstark.
Elovius también dijo algo, pero no alcancé a escuchar que. Mientras tanto, los nobles seguían viendo mientras trataban de no parecer tan sorprendidos como si hubiera parecido grosero hacia el noble peleando en la arena.
"¿Estás bien?"
"¡Ugh! ¡No necesito de tu preocupación!" rugió mientras batallaba para levantarse.
Estaba respirando con dificultad, y sus piernas estaban temblando.
¿Lo golpeé con mucha fuerza?
Mientras se recuperaba, yo permanecí calmado solo mirándolo. Hasta ahora, todavía tenia que hacer un movimiento serio.
"¡Yo ganaré esto!" declaró luego de recuperar la compostura.
Cuando levantó su espada, entrecerré mis ojos y le puse atención al flujo de Energía Mágica en forma de remolino alrededor de él.
El cuerpo del dragón empezó a cambiar y crecer en apariencia. Estaba asumiendo su forma de mitad bestia, en la cual la fuerza y las estadísticas incrementaban.
Mientras tuvieran forma, los dragones eran muy similares en fuerza con un nivel humano equivalente, uno muy bien entrenado. Sin embargo, la transformación en mitad bestia era algo que incrementaba el poder demasiado sobre el original, llegando al punto donde fácilmente podían sobrepasar el poder del dicho humano y de incluso otros dragones.
Draejan hizo exactamente esto, y gracias al encantamiento [Morphing] en su armadura, lo cual era más o menos mandatorio en las ropas y armaduras dracónicas, no necesitaba de un juego nuevo. Las escamas de dragón eran duras y todo, pero la protección extra dada por una placa de metal encantada valía totalmente la pena.
Para el cómo era su aspecto, tenía una cabeza antropomórfica cubierta de puras escamas blancas, con varias doradas sobre su barbilla. La punta de su larga y picuda cola también tenía escamas doradas, mientras que en sus alas tenía dos hileras visibles y que fluían desde la punta hacia su espalda. Sus cuernos estaban a cada lado de su cabeza y eran largos, blancos y lisos como si de marfil pulido se tratara. Debido a su forma y tamaño, el casco no era capaz de cubrirlo con una capa de armadura, o tal vez la intención era mostrarlos. La fila de picos emergiendo de su columna eran visibles solo en la parte de atrás de su cuello y su cola donde la armadura no los cubría. Eran demasiado pequeñas y se miraban más como bultos óseos que como picos.
"¡Ahora sentirás mi verdadero poder!" dijo dándome una línea demasiado cliché en mi opinión.
"¡Oh! ¡Genial! ¿Puedo hacerlo también"
"¿Qué?" parpadeó sorprendido.
Murmullos y susurros se extendieron por todo el campo, especialmente entre los nobles y soldados que me veían como un simple humano. Mis amigos, sin embargo, meramente voltearon en mi dirección y pusieron atención. Tenían una mirada seria en sus rostros, especialmente Feryumstark y Brekkar. Por alguna razón, Seryanna se estaba sonrojando y Kataryna estaba meneando su cola.
"¿Estás loco, humano?" rugió Draejan mientras apretaba la empuñadura de su espada ahora convertida en una espada corta si la comparaba con su enorme cuerpo de casi 4 metros de altura si se paraba erguido.
"¿Loco? Nah, ¡sola clínicamente demente!" respondí, pero mis palabras solo trajeron confusión a su mente.
La broma era muy moderna para que tuviera algún sentido.
Ahora, al igual que él lo hizo, empecé a reunir Energía Mágica del ambiente y la deposité dentro de mi cuerpo. Realmente no había condiciones tales de cuándo y cómo cambiar de una forma a otra. Siempre y cuando cupiera en el lugar y mis ropas no se despedazaran, estaba listo para realizarlo las veces que quisiera.
Y así, mi cambio a mitad bestia empezó.
Mi cuerpo creció de su forma original a una altura de 3.6 metros, dado que estaba parado erguido. En una posición más relajada, rondaba por los 3 metros debido a que mis piernas eran curvas y mi cuerpo se inclinaba hacia el frente. Mis alas tenían una envergadura de 9 metros, dos metros que la de Draejan. Todo mi cuerpo estaba cubierto por escamas Rojas, Negras, Blancas y Doradas en patrones rayados, dándome un aspecto amenazante. No se trataba de una sola escama o una sola raya, literalmente estaba cubierto por ellas, y desde todos los puntos de vista, me miraba como un dragón listo para la batalla cuyo único propósito en la vida era arremeter en el corazón del ejército enemigo y luego salir con cortes y cuchilladas de mis dientes y garras. Hablando de que, tenía varios pares de dientes con filo de navaja que me permitían cortar a través de la carne con facilidad. Era un carnívoro cuando se miraba a mi dentadura.
Los picos de mi cuerpo eran todos negros y de 2 a 5 centímetros de longitud, yendo por mi columna hasta la punta de mi cola. Había varios de ellos en mis alas, en las puntas óseas de ellas.
Tenía un par de cuernos a cada lado de mi cabeza. Eran dorados con base blanca. Los superiores eran los más largos un poco curveados hacia adentro, mientras que los inferiores eran cortos, de 10 centímetros aproximadamente y rectos.
Mis ojos eran cortados como los de un lagarto y con un iris rojo oscuro. Alrededor de mis ojos tenía escamas rojas con una fila de color negro empezando desde el medio de mi hocico y yendo sobre la cresta superior de mis cuencas, terminando en la base de los cuernos. Las escamas más prominentes en mi cabeza eran las rojas y negras, una señal de ferocidad.
Cuando me transformaba en mi forma de mitad bestia, mi armadura cambiaba también, creciendo en tamaño y modificando el aspecto de algunas de las placas protectoras de redondo a puntiagudo. La masa no cambiaba, solo se hacía más delgada, pero los encantamientos se incrementaban en al menos un 25%, o es lo que yo decía.
Con mi cambio terminado, no dejé que pudieran recobrar el aliento, así que levanté a Hell y Heaven, y recité un hechizo corto. Creyendo que era un ataque, Draejan tomó una pose defensiva, pero lo que sucedió después sorprendió a todo el mundo.
Las dos espadas se combinaron en la más poderosa arma que actualmente tenía en mi arsenal. Se llamaba Chaos, una espada a dos manos que solo un dragón de mi tamaño podría manejar apropiadamente. Era una espada bastarda de doble filo con una larga empuñadura y una hoja plana que tenía una formación de dientes de tiburón afilados cerca de la guarda de la empuñadura. Empezando de la base de la guarda hasta la punta, una mitad de la cuchilla era blanca y la otra negra volviéndose gris en el medio. Los grabados en su acanaladura eran runas diseñadas por mí con encantamientos mágicos incrustados, cada uno teniendo un propósito diferente. Cuando activaba cierta runa, esta brillaba de un rojo intenso por toda la Energía Mágica acumulada dentro de ella y entonces lanzaba el ataque a través de la punta.
Construir los Canales Mágicos de esta cosa no fue nada fácil.
Si fuera a drenar toda la Energía Mágica, aun estaría siendo bastante durable, pero no tanto como sus componentes individuales: Heaven y Hell. Era sabio utilizarlas sin unirlas en lugar de formar a Chaos en un área saturada con Energía Mágica.
La cuchilla en si era más afilada que Heaven y Hell, más durable si se le infundía Energía Mágica, tenía numerosos hechizos de tipo aniquilación grabados en ella, era ligera, y más importante, se miraba absolutamente ¡¡¡ASOMBROSA!!! Era como un tipo de artefacto antiguo legendario creado por los mismos dioses cuya única razón de existir era reinar sobre el campo de batalla con su ridículo e increíble poder de disparo.
Entonces, al final, tomé un respiro profundo, y activé la innata habilidad [Flaming Roar] con un hechizo [Intimidate] mezclado en ella. El resultado fue una torre de fuego expulsada por mi hacia el cielo dejando salir un pavoroso rugido que envió una onda de choque a mi alrededor.
"¡¡¡ROAAAR!!!"
Cuando terminé, apreté la empuñadura de mi espada y la levanté para dejarla descansar sobre mi hombro. Observé a Draejan y liberé una nubecilla de humo desde mi nariz.
La expresión de sorpresa en su rostro no tenía precio, pero todos los demás se miraban de la misma forma.
Tal vez me pasé un poco de la raya con [Intimidate].
"T-tu… p-pero tú eres… t-tu eres un humano. ¡¿CÓMO?!"
"Me pregunto cómo." Respondí con una sonrisa.
"¡N-No! ¡No! ¡NO! ¡NO! ¡Esto tiene que ser una ilusión!" dijo y cargó contra mí.
Dejé que se acercara lo suficiente para balancear mi espada, dándole con el lado plano. No quería cortarlo a la mitad e ir en contra de las órdenes del Rey.
"¡Guha!" el golpe fue directo a su cara, enviándolo a volar por el aire.
"¡STRIIIKE UNO!"
Draejan se estaba acercando peligrosamente al borde del campo. Si lo dejaba, ganaría por descalificación.
Con un [Rapid Dash] me moví en frente de él, parándome en el mero borde de la arena y golpeándolo de nuevo con el lado plano de mi espada.
"¡STRIIIKE DOS!"
Me moví de nuevo hacia el otro lado antes de que saliera de la arena y lo golpeé otra vez.
"¡STRIIIKE TRES! ¡ESTÁS FUERA!"
La mira esta vez estaba dirigida hacia el cielo, enviándolo por el aire formando un arco en su trayectoria. Con un movimiento de mis alas y un poderoso salto, llegué a él. Con mi puño bien apretado, lo golpeé en el rostro de vuelta hacia el suelo. Varios de sus dientes terminaron quebrados en el proceso y el impacto de su aterrizaje formó un cráter a su alrededor.
Apunté mi mano hacia él con la intención de lanzarle un hechizo, pero me detuve.
No lo vale.
Aterricé junto a él y lo agarré de la cola. Con un tirón lo levanté en el aire y lo estrellé contra el suelo como si se tratara de un cachorro sin vida. Lo jalé de nuevo y lo estrellé ahora del lado opuesto, pero en esta ocasión liberando mi agarre y dejándolo que rebotara sobre el suelo mientras escupía sangre.
Apresurándome hacia él, lo golpeé en el pecho sin la intención de matarlo sino de destrozar su armadura. Los encantamientos no resistieron y el metal se hizo añicos. Me moví encima de él y le agarré su cabeza, dándole un cabezazo tan fuerte como para que perdiera todo pequeño rastro de conciencia que aún le quedara. Incluso unas cuantas escamas salieron volando.
Con esto… había acabado.
"¿Gané?" pregunté limpiando el polvo de mi armadura.
Lo que vino después fue una ronda de aplausos de todo aquel que atestiguó la pelea. No había necesidad de otras palabras aparte de esto. Una clara respuesta de que el resultado había sido aceptado por todos los aquí presentes.
Incluso en su forma de mitad bestia, Draejan demostró ser un debilucho en contra mía.
"¡Declaro ganador de este duelo a Alkelios Yatagai!" Anunció Feryumstark a través del escándalo de los aplausos.
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