100 Luck and the Dragon Tamer Skill! Arco 3-56.2
Capítulo 56: Locura en la Corte (Parte 2)
"Sabes, estoy un poco curioso, ¿cómo te las arreglaste para hacerlo?"
"Erm… le mentí a la sirvienta que traía el té y le dije que el polvo de Ryumarry tenía que ser agregado después. Por supuesto, ella no tenía idea para que era el polvo en realidad, y le fabriqué una pomposa explicación, la cual no fue capaz de entender pero que me dio credibilidad. Hice esto varias veces hasta que se dio por vencida tratando de escuchar la larga y aburrida explicación. Debido a que era una charla rara, los guardias que hacían sus rondas no tenían idea de lo que pasaba y tampoco se molestaron en investigar…"
"Buen trabajo."
En realidad, fue un buen plan, aunque, un poco riesgoso.
"¿Qué si no llegaba a funcionar?"
"Entonces… eso iba a ser todo para mí, pero cualquier otro método habría fallado de cualquier manera. Si hubiera visitado a los sanadores demasiadas veces me habría visto sospechoso, de esta manera, solo obtuve el rumor de que estaba intentando ligar con las sirvientas del Rey."
"Hm, ya veo. Ya veo."
Mirando al resto, vi que ya no quedaban tantos nobles del lado del Rey, pero todos estaban furiosos con la traición de sus iguales. El balance estaba extrañamente a favor de la facción humana. Pero tenía que admitir, era un muy elaborado plan, haciendo conexiones con tantos dragones diferente de rango alto, y por separado, dándoles pequeñas misiones a cada uno, todo trabajando de tal forma como una gran maquina compleja con el objetivo de destruir al reino desde adentro.
Quien sea que fuera la mente maestra detrás de esto era bueno. Era muy bueno.
"¿Ahora qué?" preguntó uno de los nobles que voluntariamente dijo que estaba de parte de los humanos.
Para ser honesto, sentí que esto fue demasiado fácil, pero tal vez simplemente subestimé la autoridad de figuras importantes como Brekkar, Kataryna y Feryumstark. Para mí, solo eran un grupo de dragones entre muchos otros, pero con los que yo me llevaba muy bien. Era por eso que algo me decía que esto aún no se terminaba.
Era muy casi como si la mente maestra tuviera que revelarse por sí misma. Esto me preocupaba un poco.
Si no podía encontrar al culpable principal de todo este desastre, entonces podrían terminar deshaciendo todo por lo que he trabajado hasta ahorita. Eso o reemplazar a estos sujetos con nuevos peones.
¿Pero cómo puedo atraerlos a la luz? Cerré mis ojos y me puse a pensar.
Analizando la situación, había varias cosas que no sucedieron como lo había planeado:
1) Draejan no hizo ni un solo movimiento y silenciosamente obedeció las órdenes del Rey.
2) Había muchos traidores de la nobleza de clase alta, entre ellos incluso había un Duque.
3) Aquel que envenenó a la Reina lo hizo de una manera que no pensé debido a que era… demasiada sospechosa desde mi punto de vista.
4) Había prueba de la existencia de una mente maestra detrás de todo esto, pero ninguna con respecto a que estuvieran haciendo algún movimiento o de incluso estar en esta habitación.
Podía vivir tranquilo con los primeros tres, pero la última era difícil de resolver. Si le pregunto a estos nobles acerca de algún nombre o evidencia de esta suposición, simplemente refunfuñarán de que es algo sin sentido o de que ellos son los que lo planearon. Al mismo tiempo, eso probaría que no soy quien dije ser, o más bien de quien creían ellos que yo me trataba.
Tal vez estoy pensando mucho en esto, y la verdad está en realidad frente a mis ojos. Me pregunté mientras escaneaba a la multitud.
Kataryna, Elleyzabelle, Seryanna, Kleo, Iolaus y Brekkar estaban fuera de cuestión, pero no porque fuera su amigo, sino porque han probado una y otra vez con quien mantenían su lealtad. Digo, Seryanna casi me dejó debido a su lealtad, y si lo hubiera hecho habría sido adiós a su Despertar.
Draejan también era sospechoso, pero su objetivo parecía más enfocado a reunir un ejército que a…
¡Espera un momento! ¿Un ejército? Me detuve y pensé un poco acerca de cómo este ejército se daba a conocer por sí mismo y luego lo comparaba con la idea básica que tenían los dragones sobre el orgullo. También tomé nota del sujeto encapuchado en el fondo que se me hacía conocido por alguna razón, y de los aparentemente normales acompañantes. Estos tipos están entrenados, armados y juzgando por su estado, puede que sobrepasen el nivel 500.
En realidad, para mí no representaban ninguna amenaza, tal vez solo a un montón de bandidos buenos para nada. Ni siquiera eran amenaza para alguno de mis amigos, en especial el Rey, así que un golpe de Estado era algo imposible de alcanzar con ellos. Algunos incluso estaban empezando a preocuparse por la situación actual, probando que no tenían de que sus maestros fueran traidores hacia el Reino.
Esto solo me dejaba con el Ejército Brekkar, alguna vez el más fuerte y disciplinado del Reino Albeyater, ahora solo una sombra de su anterior grandeza. El número de soldados se incrementó exponencialmente, pero su fuerza palidecía en comparación con sus tropas anteriores. La disciplina y el orden eran nociones extrañas para ellos, pero todos compartían una misma ideología… seguir y obedecer a Draejan por encima de cualquier otra persona.
Incluso así, esto no era suficiente para probar que él era la mente maestra detrás de todo esto. Una buena táctica habría sido incrementar el número de soldados en el Ejército Brekkar y atraer seguidores entre la nobleza. Una vez promovido a General, podría deshacerse de los soldados innecesarios y apropiadamente organizar su poderoso ejército.
Por default, esto no requería que Draejan fuera un traidor a la corona, solo un noble muy apasionado que buscaba con desesperación el título de General. Además, él no tenía que ganar con la muerte de la Reina. Ella era su abuela. Por lo tanto, la nobleza y rango en el país estaban asegurados.
Vamos a decir que se quiere convertir en Rey. ¿Qué necesitaría para lograr ese objetivo?
La respuesta era simple: deshacerse de los miembros de la Familia Real actual o forzarlos a declarar oficialmente su abandono a su derecho a ser candidatos para Rey. Pero la familia del Rey era bastante numerosa, y probablemente había muchos entre sus hijos que quisieran intentar el proclamarse próximo rey de Albeyater. Incluso había muchos que tenía el apoyo de fuerzas dragón en las afueras, como Embryger, Solustia y Merganus.
También estaba el asunto de la lealtad por parte de los Despertados Avanzados. Si mi memoria no me falla, había un total de 16 en este reino, sin contarme a mi obviamente. En efecto, no había manera de que se convirtiera en Rey…
Pero que si… ¿ese nunca fue su objetivo? Que si… ¿la guerra era su objetivo? Debilitar al reino lo suficiente para que una poderosa fuerza como Embryger lo viera como una oportunidad para meterse y arreglar las cosas.
En este caso, una alianza con los humanos habría sido el plan perfecto. Una guerra, como dijo Pallause, era algo que ambos bandos deseaban mas o menos. En otras palabras, la nobleza sacaría provecho de ello.
Después de todo, una armada grande y poderosa era inútil en tiempos de paz.
De todos modos, todo esto era mi suposición. Deseé que eventualmente todo llegara a un pacífico final con sus asuntos ya resueltos, la manera de cómo sería posible que pasara no era algo que yo controlara. Mientras más libertad le daba a un deseo para que se manifestara, mas era la rapidez y facilidad con que lo hacía. Por otro lado, tener un control preciso era algo que necesitaba cuando no quería que ciertos futuros malos se llevaran a cabo. Pero aun así no era algo 100% seguro ya que a veces se requería de eventos malos para que se cumpliera el deseo.
Supongo que es hora de tomar mi oportunidad. Los traidores están marcados, y con esto el Rey y su corte prestarán más atención ante tales maquinaciones, pero el descubrir al jefe detrás de todo esto tendrá que ser para otro día…
Hasta ahora, permanecí en silencio, así que la mayoría no tenía idea de lo que iba a decir a continuación. También tenía una gran bola de fuego encima de mi cabeza.
"Supongo que… ¿Alguien ha escuchado algo del jefe?"
Su expresión de confusión me dijo que no sabían de la existencia de una mente maestra. Ninguno de los otros nobles incluyendo a Draejan actuaron de forma sospechosa.
"Tú el de la capucha en el fondo… muéstrate."
No respondió.
"Sir Draejan, dígale a su acompañante que revele su rostro."
"Si, su Majestad." El dragón respondió y luego le asintió al sujeto encapuchado.
El hombre se la hizo para atrás y dejó su rostro al descubierto. Tenía ojos cafés cortados y escamas en sus mejillas.
"Hm, ¿estaba equivocado?"
"Le ordené que utilizara una capucha y escondiera su identidad con el fin de ser capaz de espiar a los busca problemas en el Ejército Brekkar. Estoy consciente de que hay algunos… problemas, y él es la solución que actualmente estoy empleando." Respondió con un tono de voz calmado, pero la mirada en sus ojos traicionó su satisfacción de algo.
"¿Es así? A pesar de que el ejército no debería tener ningún tipo de problema si simplemente hubieras seguido las órdenes de Brekkar, ¿cierto?"
"Aun si tiene su nombre, pronto tendrá el mío, por lo que no vi razón para seguir ciegamente las leyes y reglas establecidas por mi predecesor. Si fuera a llegar a la misma conclusión, entonces que así sea, pero aprender y entender la manera en que funcionan las cosas es más valioso que copiar el conocimiento de otro clamando que es tuyo."
Sus palabras tenían sabiduría, pero estaban un poco desubicadas.
"No hay vergüenza en copiar lo que otros alcanzaron a través de trabajo duro siempre y cuando lo admitas y ellos te lo permitan. Si trabajas duro por tu cuenta para mejorarlo después o tienes una idea o solución totalmente nueva, será tu propio mérito. Empezar desde cero es… un poco irresponsable."
Draejan me lanzó una mirada cuando escuchó lo que dije, Brekkar simplemente sonrió.
"Alkelios Yatagai, has probado ante esta corte que hay traidores entre ellos, ¿Qué es lo que planeas hacer? ¿Nos asesinarás a todos?"
Supongo que esta es mi señal para atar los cabos…
Luego de aclarar mi garganta, hablé alto y claro "Yo, Alkelios Yatagai, deseo que las siguientes peticiones sean aprobadas por la corte. Una es que mi duelo previo con Sir Draejan Andrakaryus Doesya sea considerado nulo y su resultado no tenga significado alguno."
"Considéralo hecho."
"¡Pero, su Majestad!"
"Es solo un duelo infantil. Nunca tuvo importancia ante mis ojos." Declaró lanzándole una mirada "¿Alguna objeción?" preguntó mientras miraba a los nobles restantes.
"Ninguna, su Majestad."
Todos estuvieron de acuerdo e incluso alguien se atrevió a decir que los duelos entre humanos y dragones no eran considerados válidos a menos que el Rey así lo aceptara debido a que envolvía a miembros de dos especies en guerra.
"Segundo, quiero que la corte regrese el mando del Ejército Brekkar a Sir Brekkar Draketerus."
Murmullos y susurros empezaron a llenar la habitación, mientras que los traidores tenían una expresión de confusión.
"¿Por qué deberíamos aceptar que un viejo dragón incapaz de pelear sea el general del ejército?" preguntó uno de los nobles que hasta ahora permaneció callado.
Comentarios
Publicar un comentario