100 Luck and the Dragon Tamer Skill! Arco 3-58.1

Capítulo 58: El Escape de Draejan (Parte 1)


[Punto de vista de Alkelios]

Draejan quedó noqueado en el suelo con su armadura y armas hechas trizas. Fue una derrota humillante para él debido a que no fue capaz de hacer nada en contra mía, ni siquiera un solo rasguño en mi armadura. Dos de sus soldados se lo llevaron luego de que el Rey anunciara mi victoria.

Estirando mis alas un poco, regresé Chaos a sus componentes individuales Heaven y Hell. Con mis armas envainadas y una sonrisa en mi rostro escamoso, caminé hacia donde estaban el Rey y los otros.

"¿Supongo que ahora no hay ningún problema en tomar a Seryanna como mi esposa?" pregunté mientras ponía mis manos en mi cintura.

"Eres un dragón, así que no…" respondió Feryumstark, pero juzgando por la mirada en sus ojos al parecer había algo que lo molestaba.

"Incluso si no lo fueras aun te habría aceptado como mi esposo Alkelios." Respondió la dragonesa en cuestión mientras se acercaba y se detenía en frente de mí.

Cuando miré en sus cautivantes ojos rojos, pude sentir su desmesurado amor por mí. Seryanna se había convertido a través del curso de los pasados meses en una bella mujer que era mucho más hermosa y atractiva que antes. Sentía que mis mejillas se sonrojaban, bueno… algo así, no se podía notar tomando en cuenta las escamas, pero la idea era que me sonrojé, y sentía que mi corazón estaba latiendo más rápido de lo normal. Mi cola también se estaba meneando, pero ese era un detalle menor del que no me di cuenta. ¿Tal vez era mi lado dracónico reaccionando a su ser Despertado?

"¡Y yo apruebo esta unión también!" dijo Brekkar.

El viejo dragón me sacó de mi nube.

"Técnicamente hablando, soy un híbrido de dragón y humano, es por eso que nunca podré ser capaz de adoptar la forma de bestia total. Lo que ven es lo mejor que puedo hacer."

"¡Bah! ¡Detalles!" dijo Feryumstark y luego se carcajeó.

Mientras hablábamos así, los nobles que vieron el duelo desde las gradas se acercaron a felicitarme por mi victoria y por lo que conseguí hoy. Este gesto de ellos me tomó por sorpresa y sus palabras educadas no tenían ninguna intención malvada detrás. Unos después de otros se acercaban y luego reverenciaban un poco al Rey para tomar su partida.

"¡Fue un duelo espléndido, Alkelios Yatagai! ¡Te felicito por tu victoria y espero ver grandes logros de tu parte ahora que oficialmente declaraste tu alianza a nuestro orgulloso Reino!" un dragón con una figura esbelta que mantenía su barbilla en alto me mostro una sonrisa.

"Yo también intentaré dar lo mejor de mi… erm…" me detuve debido a que no conocía su nombre.

"Marqués Eonstrak."

"Si, un placer conocerlo, Marqués Eonstrak."

Entonces se volvió hacia el Rey e hizo una reverencia profunda.

"Su Majestad, si no necesita nada mas de mí, entonces tomaré mi retirada a mi habitación, debo informar a mi esposa inmediatamente sobre lo que aconteció el día de hoy para que así podamos hacer una investigación a fondo en nuestro feudo por algún traidor como los descubiertos hoy." 

"Por favor hágalo, Marqués Eonstrak. Si escucha de algo sospechoso, no dude en enviar noticias al palacio."

"¡Como desee, su Majestad!"

Luego, hizo una reverencia pequeña hacia él y aquellos alrededor y se fue de la explanada.

Estas fueron más o menos las mismas palabras que repetían los nobles que venían a felicitarme. Ninguno habló acerca de hacer pequeñas bromas en charlas con ellos o de invitarnos a alguna clase de evento como inicialmente creí que lo harían. 

Lo que no estaba pensando en ese momento era que todos ellos debieron sentirse preocupados o molestos por el hecho de que fueron puestos en la misma prueba que aquellos traidores. Esto significaba que el Rey sospechaba de ellos de ser traidores. Hoy, probaron su lealtad, pero su orgullo recibió un golpe terrible.

Lo que no entendí era el por qué era tan importante mencionarles estas noticias a sus esposas. Sonaba como si TODAS esas dragonesas sospecharan que sus esposos las engañaran o les mintieran, lo que en mi opinión era un poco triste.

Una vez que todos los nobles se fueron, guiamos al Rey de vuelta a la sala del trono. Yo estaba caminando con Seryanna a mi izquierda y Kataryna a mi derecha. En frente de mí, Brekkar estaba caminando junto al Rey, ambos hablando de la situación con el Ejército Brekkar, y detrás de nosotros estaban Iolaus y Kleo juntos. Elovius fue de visita a las mazmorras para interrogar a los traidores. Había mucho papeleo esperando al Primer Ministro como resultado de los eventos de hoy.

Luego de tomar asiento en su trono, Feryumstark nos miró a todos en frente de él y tomando un respiro profundo.

"¡Deseo elogiarlos a todos por un trabajo bien hecho el día de hoy! Nos deshicimos de raíz de algunos traidores que estaban confabulando justo en frente de mi nariz, e incluso nos las arreglamos para reinstaurar a Brekkar a su posición como General. Está de más decir que todo esto solo pudo haber sido posible gracias a los esfuerzos de Alkelios Yatagai. Como tal, veo más que justo el ofrecerte un Rango Noble y un lugar en mi Corte. Habiendo jurado tu alianza con mi hija, Elleyzabelle, no hay problema en hacer esto, y si alguien se atreve a quejarse, ¡me aseguraré de cortarles sus alas con una daga oxidada!"

"Gracias, su Majestad, ¡en verdad lo aprecio!" incliné mi cabeza en señal de respeto.

Debido a que aún estaba en mi forma de mitad bestia, mi estatura era bastante imponente y actualmente era el más alto entre los dragones aquí presentes.

Con respecto a la recompensa del puesto en la nobleza, realmente no sabía que decir. No tenía mucho impacto en mí, y tampoco me sentía sorprendido u ofendido por ello. Si lo comparara con algo, sería lo mismo que recibir un regalo en un día al azar de un amigo al azar. Lo acepto y lo tomo, pero no había mucho que festejara por ello. Tal vez esta actitud despreocupada era fruto de mi Despertar Avanzado.

"Para el resto de ustedes, entiendo que todos jugaron un rol vital no solo trayendo a Alkelios hasta aquí, sino también en ayudarlo a tomar la decisión de ser parte de los dragones. Para esto, me aseguraré que también sean apropiadamente recompensados."

"¡Gracias, su Majestad!"

"Ahora bien, Alkelios, discutiré contigo el asunto de tu Rango más a detalle contigo luego de que hayas hablado con mi esposa y mi hijo al respecto. Y hablando de que, mi esposa, la Reina de Albeyater desea hablar contigo en persona cuando tengas tiempo."

"¡Por supuesto! ¿Supongo que ya se está sintiendo mucho mejor?"

"Gracias a ti, así es."

"¡Es bueno oírlo!"

"Su Majestad, me disculpo, pero les entregaré a Alkelios mañana o tal vez pasado mañana." Dijo Seryanna de repente.

"¿Huh? ¿Entregar?"

¿Acaba de decir que ‘no’ al Rey? ¡¿Y A LA REINA?! Pensé eso y sentí que mis latidos se aceleraban un poco debido a que no sabía cómo iba a reaccionar su Majestad.

Digo, esto era muy serio considerando todo el asunto del actual envenenamiento de la Reina y todo lo demás…

"Ya veo. Muy bien."

"¡¿HUH?!"

"¿Hm? ¿Ocurre algo?"

"Bueno… erm…" no sabía que decir, pero de repente perdí mi balance y caí de cara al piso. "¡OMPH!"

"¡Entonces, nos retiramos! ¡Que tenga un buen día, su Majestad!" dijo Seryanna literalmente arrastrándome por mi pie derecho y alejándonos de ellos.

"¡ESPERA UN SEGUNDO! ¡¿De qué se trata todo esto?!"

"¿A qué te refieres?" preguntó Feryumstark.

"¿Cómo ‘esto’ es normal? ¡¿No debería tener prioridad la realeza en esta situación?!"

"Bueno…" el Rey miraba a otro lado, evitando mi mirada.

"Este es un asunto entre dragonesas. Además, soy tu prometida, y no te he visto por todo un año. Es natural que seas entregado a mí de inmediato, sin necesidad de peros." Declaró Seryanna asintiendo.

"¿Qué soy? ¿Un dragón prestado?"

"No, pero yo tengo prioridad."

"¿Qué?"

"¿Acaso nadie se lo dijo?" preguntó Feryumstark.

"¿Decirme qué?"

Todos mis ‘amigos’ alejaron la mirada.

"Se me debió haber pasado decirle este pequeño detalle… o tal vez fue mencionado momentáneamente en algún punto, pero no se le prestó atención." Dijo Brekkar.

"¿Decirme QUE?"

"Ahem. Los dragones tenemos una sociedad matriarcal." Dijo el Rey.

"¡¿Qué?! ¡¿Entonces por qué sucedió todo ese problema con Draejan?!"

Si esto era verdad, entonces la opinión y voto de Seryanna en ese asunto eran por mucho más importantes que las de ese dragón.

"Bueno, ella aun no Despertaba en aquel entonces, esa es una cosa. Segundo, mi esposa estaba enferma y no podía ser molestada con tales asuntos. Tú de todos los dragones sabes muy bien cuál era su condición en aquel tiempo. Tercero, debido a que asumí el rol de figura dominante en el Reino, muchos dragones masculinos empezaron a tener más coraje. Terminamos como una sociedad semi-patriarcal por un periodo de tiempo corto, pero la verdad era que la mayoría del poder permanecía en las manos de las esposas. Cuarto, había una diferencia notable en los rangos y títulos de los dos. Seryanna era un Caballero Real y una Noble, cierto, pero no tenía título. Luego de la batalla de hace 39 años, el Ducado Draketerus fue reducido a cenizas y así ocurrió con su título, el cual se mantuvo solo en nombre, pero con Brekkar nada más. Para todo lo demás… es complicado, y estoy seguro de que mi esposa simpatizaría con Seryanna ahora mismo. Yo tampoco lo veo como un problema, así que tiene mi bendición señorita Draketerus para… llevárselo y encerrarlo en su habitación por ahora."

"¡¿Qué dices?!"

"¿Ves? ¡No hay problema!" y luego continuó arrastrándome.

"¡Al menos déjame caminar por mí mismo! ¡No me arrastres como si me tratara de un borracho encontrado por su esposa!"

"Está bien." Dejó salir un suspiro y soltó mi pierna.

"Bien." Pero antes de que pudiera levantarme, me levantó por la cintura y me arrojó sobre su hombro.

"¡Grandioooso! Ahora pasé a ser un ‘saco de patatas’." Entrecerré mis ojos a los supuestos ‘amigos’ que no estaban intentando ayudarme, solo estaban ENORMEMENTE tratando de no echarse a reír con esta escena.

"Bueno, tu eres MI ‘saco de patatas’, ¡y no lo voy a compartir!"

"No deberíamos… ¿ayudarlo?" preguntó Iolaus.

"¡Nah! ¡Estará bien! Tú por otro lado, necesitamos reanudar nuestro ‘juego’ de anoche." Kleo le mostró una sonrisa malévola.

Iolaus se congeló y buscó por ayuda con un rostro desesperado.

"Ehehe, mi erm… ‘sentido marital’ está reaccionando. ¡Creo que mi esposa me está llamando!" dijo el Rey mientras dejaba la escena.

"Si. ¡Ahem! Yo necesito erm… ¡entrenar esta espada! ¡Me refiero a entrenar con esta espada!"

Brekkar corrió hacia la salida más cercana.




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