100 Luck and the Dragon Tamer Skill! Arco 3-53.1

Capítulo 53: El Regreso del Héroe Humano (Parte 1)



[Punto de vista de Alkelios]

¡Volar a través del cielo abierto era lo mejor!

Podía sentir el viento fluir por mis alas, dándome impulso en el aire, era divertido controlar la dirección en la que me dirigía con un simple movimiento de los músculos de mis alas y cola. A pesar de que un dragón no era de las especies más aerodinámicas entre todas, tener un montón de Energía Mágica para ayudar a sostener su masa corporal era un factor importante para mantenerlos en el aire. En mi caso, yo necesitaba consumir mucho más debido a que yo estaba volando con la ayuda de hechizos en mi forma antropomórfica. A diferencia de Kataryna y el resto, yo no podía tomar la forma parcial bestial como los nativos de este mundo lo llamaban.

La primera vez que cambié a esta forma de vuelta en el bosque, no tenía idea de que es lo que tenía que esperar. Temí la posibilidad de no ser capaz de volver a cambiar de vuelta y también el hecho de no poder ser capaz de utilizar apropiadamente mi nuevo cuerpo desde el comienzo. En efecto fue de esa manera, tuve que mantenerme en esa forma dos semanas hasta que finalmente me acostumbré a ella.

Aunque el vuelo era un asunto totalmente aparte. Fue hasta hace apenas dos meses que al fin fui capaz de agarrar el hilo de cómo hacerlo, después de eso, todo el proceso avanzó con facilidad. Navegar por el cielo se volvió mi principal forma de transporte solo debido a que disfrutaba el sentimiento que daba hacerlo. Me relajaba por completo.

De cualquier modo, en este momento, me estaba dirigiendo rumbo a Drakaria. Hoy era el día fijado para mi reunión con el Rey, así como con mis amigos. Ya había pasado la Villa Pertiko y me estaba acercando a Toros. La hora tal vez se encontraba entre las 9 o 10 de la mañana, lo que significaba que llegaría a Drakaria cerca del mediodía.

¡No podía esperar por encontrarme con Seryanna otra vez!




Hablando de ella, actualmente estaba utilizando a la dragonesa como un faro guiándome con mi habilidad [Domador de Dragón]. Si no hubiera tenido esta útil función, habría sido forzado a ya sea viajar por caminos o a tener que irme antes para encontrar uno yo mismo. De la forma que lo estaba haciendo ahora solo requería que siguiera la flecha verde visible solo para mí y disfrutar de mi vuelo matutino.

En esta forma era bastante rápido. Sorprendentemente, puede que incluso más rápido que Gragh’jaggar, el pollo gigante acorazado, cuya velocidad en tierra podía alcanzar los 100km/h. Era una velocidad insana para este mundo, pero una pesadilla para cualquier pasajero viendo como los caminos de este mundo no eran tan grandiosos.

Solo después de utilizar esa montura varias veces caí en la cuenta de que el por qué la humanidad fue capaz de alcanzar tales velocidades con facilidad fue debido más que nada a lo parejo de las carreteras y lo bueno de los amortiguadores. La absorción de choque era la cosa que más extrañaba de viajar por tierra. Básicamente, era como viajar en un auto deportivo de carreras indestructible que no tenía amortiguadores o cinturón de seguridad en un país con carreteras llenas de piedras y rocas.

"¿Hm? Ese debe ser Toros." Dije cuando miré la ciudad fortaleza en el borde del Gran Abismo.

Visto desde arriba, no se miraba tan grande, pero los caminos eran un desastroso revoltijo. Aunque ese patrón era intencionado. No era como que los constructores no tuvieran idea de lo que era una línea recta, pero en caso de ataque, los caminos retorcidos familiares para las tropas internas y desconocidas para el enemigo les darían ventaja de terreno a los primeros.

Honestamente hablando, cuando era humano y vivía en Rumania, seguido pensé que los ingenieros de construcción eran tarados que no tenían idea de cómo construir en línea recta, pero mientras viajaba por Albeyater, mis neuronas al fin parecieron entender que todo eso tenía que ver tanto con la historia como con el ‘sentimiento’ de la ciudad. No era difícil construir carreteras rectas, pero cada una de las ciudades en Europa, a diferencia de los USA, tenía una historia de guerra que se extendía hacia varios siglos atrás. No hubo muchos que estuvieron fuera de la masacre. Como tal, inicialmente fueron construidas con la intención de confundir al enemigo, entonces la civilización y la tecnología evolucionaron, los nuevos edificios fueron construidos continuando la estructura de los antiguos, manteniendo así el mismo patrón. Si esto fue instinto de sus residentes o no, no tenía idea, pero en este nuevo mundo en el que estaba viviendo, tenía mucho sentido.

Después de todo, la guerra estaba a la vuelta de la esquina y muchos dragones temían una segunda invasión humana.

Volar por encima del Gran Abismo fue una experiencia interesante. Sentí que estaba siendo succionado hacia la oscuridad, pero al mismo tiempo, no era ni siquiera tocada por ella debido a que yo simplemente estaba alto en el cielo.

Era increíble, y sentía que en el futuro se volvería una gran atracción turística. Era el Gran Cañón de este Reino.

Cuando al fin lo crucé, vi la posada donde nos reunimos con Kataryna y Kleo después de irnos de Toros. Ese pueblo era también el hogar de una memoria muy embarazosa. Desde arriba podía ver muchos dragones que viajaban hacia la capital o a las villas cercanas. 

En aquel entonces, no fui capaz de darme cuenta, pero al cruzar estas planicies, había muchas villas pequeñas esparcidas por el lugar. Pude ver humo levantándose por aquí y por allá cuando venía del Bosque Seculiar hacia acá, y mi vista agudizada captó la forma de los edificios más simples. Era una pena que no me diera cuenta cuando me fui volando con Kleo y Kataryna.

Últimamente, ha estado creciendo en mí el deseo de salir y sentir el mundo tal cual era. Había muchas que quería ver y estar atrapado en Albeyater se sentía como una asfixia. También quería encontrarme con algunos compañeros humanos de mi mundo que estuvieran tratando de hacer de este mundo un mejor lugar en vez de intentar subyugarlo.

Tal vez ya que termine mis asuntos en Drakaria y todo se tranquilice, pueda ir a viajar por el mundo. Después de todo, soy más o menos inmortal ahora.


Ser mitad dragón me concedió la esperanza de vida similar a la de un dragón normal. Si no hubiera alcanzado el Despertar Avanzado, probablemente hubiera vivido lo mismo que Seryanna, lo cual tampoco era mala idea. Al alcanzar el Despertar gané la inmortalidad, al igual que Kataryna lo hizo. No iba a envejecer más allá de esto, lo que significaba que siempre me vería como un joven de 19 años.


El crecer una asombrosa y frondosa barba iba a ser solo un sueño fugaz ahora…

Entonces, mientras me acercaba a Drakaria, empecé a notar ciertas diferencias desde la última vez. La ciudad era tan vasta como siempre, bellamente construida como si fuera una estructura de mármol blanco. Era un símbolo de la grandeza de Albeyater, su determinación, su poder. Pero alrededor se encontraba la mancha llamada Ejército Brekkar.

Me detuve a medio vuelo y miré hacia abajo a las incontables tiendas de acampar que se extendían por toda la planicie. Era dos o tres veces más grande que hace nueve meses. El sentimiento que me daba no era uno de bienvenida. Si lo quisiera, podría desaparecerlos a todos ahora mismo, pero todos esos dragones eran empleados como soldados en un ejército oficial. Cualquier acto de violencia contra ellos era un acto de violencia en contra del Reino mismo, aunque, tenía la ligera sospecha de que los Despertados Avanzados eran la excepción a la regla.

"Esto podría ser un problema…" dije para mí cuando me di cuenta de la enorme fila para entrar a la ciudad.

Estaban revisando a todos muy rigurosamente, y había demasiados queriendo entrar. No se veían como refugiados, pero me hacía preguntarme por qué la seguridad se reforzó de esta manera. 

La razón del por qué iba a ser un problema, bueno… era una fila larga… una fila muy larga.

"Meh, simplemente me meteré volando en modo sigilo."

Era un Despertado Avanzado, y tenía una reunión con el Rey, no había ninguna maldita manera de que fuera a esperar pacientemente en una fila como esa.

Así que, sin demorar más, deseé que ningún dragón me viera mientras me metía en la ciudad, y al mismo tiempo, utilicé un hechizo que me camuflajeaba con el entorno, en este caso el cielo.



Puse mucha atención a todos en el suelo y en el aire, entonces elegí un punto detrás de un viejo edificio donde quería aterrizar. Una vez hecho, plegué mis alas y observé mis alrededores en busca de gente.

A salvo.


Si fuera a caminar en mi forma de mitad bestia por la ciudad, no tendría ningún problema en hacerlo, tenía un cuerpo con forma antropomórfica en ese estado, pero el problema principal eran mis escamas. El dorado era un símbolo de realeza en este Reino, y yo tenía una mezcla de Rojo, Dorado, Negro y Blanco, en patrones rayados, los cuales encontré me daban un aspecto imponente y asombroso. Era como si hubiera sido diseñado para batallas gloriosas.


Afortunadamente, el color de mis escamas no representaba mi afinidad elemental. El momento en que cambié, obtuve TODAS las afinidades elementales. No había hechizo que no pudiera utilizar. Como decían por ahí, bueno en todo, maestro de todo.

Hablando del tema, el hechizo de camuflaje era un hechizo de mi diseño propio, no algo que obtuve a través de mis habilidades. Esto significa que no fue fácil desarrollarlo. Fue duro… minuciosamente duro, pero al tener una horda de ovejas gigantes come hombres mordiéndote los talones, tiendes a aprender rápido.

Así, cambié a mi forma humana, la cual no era diferente de antes. No tenía escamas en mi cuerpo, y mis ojos eran los mismos de antes, me miraba un poco más grande, tanto como nueve meses de entrenamiento me lo podían permitir, pero eso era todo.

No tenía necesidad de cambiar mi ropa, debido a que se ajustaba a la nueva talla de mi cuerpo. Era una armadura que yo mismo encanté con mi habilidad [Pony Power]. El nombre, desafortunadamente, era algo que no podía cambiar, pero cada vez que utilizaba esta habilidad, tenía que gritarla. Yo, un poderoso dragón antropomórfico, mientras hacia mi armadura en el calor de la forja moldeándola con los poderosos golpes de mi martillo, tenía que gritar ‘¡Pony Power!’ cada vez que quería encantar algo con los hechizos de mi elección.

¡Definitivamente esto era obra de esa maldita buena para nada entidad divina y su estúpido sentido del nombramiento!

Como resultado, mi vergüenza y molestia cuando encantaba mis objetos se elevaban al máximo…

También tenía otras habilidades de creación que me permitían hacer las mejores armas y armaduras. Por supuesto, todas estaban mejoradas al máximo Nivel 5, y también tenía habilidades de combate de sobra. La única que no pude encontrar fue una habilidad que me ayudara a aprender otros lenguajes además del draconiano de Albeyater. Era más como que otra persona la tomó, así que terminé con una habilidad de tercera que me permitía aprender lenguajes más rápido, pero no tan increíblemente rápido.

También tenía muchos puntos de sobra sin usar. La razón era muy simple, ya tenía la mayoría de habilidades importantes: combate cercano, combate de larga distancia, combate mágico, creación, recolección, búsqueda y almacenamiento. La última fue una de las primeras que adquirí, después de todo, mi anillo [Bolso] se estaba llenando, y yo no sabía cómo hacer uno.

A pesar de ser conveniente, cada uso consumía mucha Energía Mágica, yendo desde 10 puntos por algo insignificante, hasta 100 puntos si quería sacar todo un laboratorio alquímico. Comparando con esto, el anillo [Bolso] resultaba ser por mucho más conveniente ya que no requería Energía Mágica para su activación. Solo tenía que recargarse de vez en cuando, mientras que mi habilidad devoraba Energía Mágica como si de una oveja hambrienta se tratase.

Hablando de ello, la armadura que traía puesta ahora mismo probablemente estaba a la par o sobrepasaba a la que utilizaba Seryanna. Y eso siendo una de las más débiles en mi poder. Si llegaba a utilizar mi última armadura para combate, esa cosa era un monstruo…

Para mis armas, llevaba una espada corta y una espada larga de hoja ancha. En mi forma de mitad bestia, eran el equivalente a una daga y una espada corta. Los encantamientos en ellas les permitían ser increíblemente durables e imposibles de robar. También podían amplificar los elementos que utilizaba y lanzar hechizos a mis oponentes desde la punta. La espada larga estaba hecha especialmente para darme aumentos físicos y para incrementar su filo, mientras que la espada corta estaba enfocada al uso de hechizos.

En otras palabras, la grande era para combate cercano, mientras que la corta para combate a distancia.

"El palacio debería estar… ¡en esa dirección!" dije apuntando hacia la izquierda.

Y así, llegué al muro exterior.

"¿Era hacia el otro lado?"

Cuando no usaba activamente mi Suerte, tendía a perderme… bastante seguido.

Nunca tuve este predicamento cuando era humano, pero mis sentidos cambiaron cuando alcancé el Despertar. Justo como dijo Kataryna, veía el mundo con ojos diferentes, o más bien… tenía una vista más clara que antes. Los miedos y preocupaciones que tenía en mi corazón parecieron haberse desvanecido. No era exceso de confianza o algo parecido, solo el simple hecho de que vi lo que había detrás de ellos y lo que hubiera pasado si hubiera dejado que se apoderaran de mi corazón.




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