100 Luck and the Dragon Tamer Skill! Arco 2-48.1

Capítulo 48: Auto-Destrucción (Parte 1)

[Punto de vista de Kataryna]

Seryanna era una dragonesa fuerte. Ella retenía sus lágrimas con toda su voluntad e intentaba que su sufrimiento no fuera visto por aquellos alrededor de ella. Normalmente, esta charla debería haber sido hecha por su Maestro, un colega en quien ella confiaba, o Kleo, pero honestamente no creía que ninguna de ellas fuera capaz de ayudarla.

Todos ellos solo se hubieran detenido en su puerta sin tratar de forzarse a entrar de la misma forma que yo lo hice. Si hubiera sido de esa manera, entonces Seryanna eventualmente me hubiera dejado entrar, pero solo DESPUÉS de que la luz en sus ojos desapareciera por completo sin ninguna oportunidad de regresar. Para ese tiempo, incluso yo no hubiera sido capaz de hacer algo. Las palabras de todos simplemente hubieran seguido su camino como si fueran nada para ella, y el único que podría tener efecto en ella ya no sería capaz de alcanzarla.

Para el Despertar… a pesar de que no muchos parecían hablar de ello, había incontables dragones que morían a una edad avanzada y que nunca Despertaron. Hice todo lo que pude por Seryanna, ahora todo dependía de la fuerza de su voluntad y su deseo por liberarse de sus propias cadenas.

Ahora, Alkelios era otra pieza de trabajo… él era humano, y ni siquiera uno de este mundo por lo que tengo entendido. La forma en que el veía el mundo era bastante similar a alguien quien alcanzó un Despertamiento Avanzado, pero a diferencia de ellos, él no tenía ni el poder ni la convicción de reforzar sus propias creencias. Como tal, el terminaría siendo arrojado a un lado o abofeteado de derecha a izquierda por las creencias de otros. Él estaba ‘equivocado’ mientras que los demás estaban ‘bien’.

Con eso dicho, no estaba muy segura de como acercármele... si él pensaba como algún Despertado Avanzado, entonces su terquedad sería tan grande como la mía. La última vez que yo sufrí enormemente, me recluí por varios siglos, dejando que el mundo avanzara como si fuera nada. Si fuera a tomar ese periodo como ejemplo, entonces esta vez yo haría lo contrario que hice con Seryanna, lo que significaba esperar a que sus sentimientos se estabilizaran un poco e intentar hablar con él.

"¿A qué te refieres con que no está aquí?" pregunté frunciendo mi ceño.

"Alkelios no se mostró por aquí desde que se fueron. ¿Ocurrió algo?"

Él no estaba en la posada. Esto significaba que él se estaba moviendo por Drakaria o quizás algo realmente malo le ocurrió. Dado que él estaba en ese tipo de estado mental, no me sorprendería si hubiera buscado pelea con un guardia y lo hubieran arrojado a la cárcel.

"Solo digamos que él no se está sintiendo bien."

"Es así. ¿Seguirán quedándose aquí más tiempo?"

"No. Actualmente nos estamos quedando en el Palacio. Bueno, Alkelios seguirá quedándose aquí. Pagaré un mes por adelantado."

"Gracias por su preferencia."

Después de que pagué la cuota requerida, fui en busca del tonto humano.

Ahora donde estará…

[Punto de vista de Alkelios]

Es raro como un rompimiento pudiera tener tanto efecto en mí. Me sentía como si el mundo entero estuviera cayendo sobre mis hombros. No era capaz de mirar derecho, mis pasos eran pesados, e incluso respirar se sentía como una dificultad.

Desde que dejé el Palacio, me arrastré yo mismo a través de la ciudad, esperando por el momento en que mi cuerpo se quedara sin fuerza, y colapsara, pero maldita sean mis estadísticas debido a que han pasado 48 horas y aún estaba caminando.

En algún punto alguien se las arregló para asaltarme y robar mi espada. Esa era la única cosa de valor que tenía en mi persona. No había monedas, joyas, nada… el ladrón reclamaba el por qué era más pobre que él. Me reí ante su comentario y continúe moviéndome por la ciudad, caminando por las calles como un viejo barco buscando por un lugar donde pudiera destrozarse.

Pensé en tomar hasta que no pudiera más, pero odio el alcohol. No, para ser más específico, ellos no tenían cerveza. No es como que tuviera mucha experiencia como bebedor también. La edad legal para beber en Rumania era 18 años, pero como todo niño, tomé unos pequeños sorbos de cerveza y vino antes de tener la edad legal. Aunque nunca me llegué a emborrachar, a lo mucho solo un poquito, pero considerando mi edad, una copa de vino era suficiente para hacer el trabajo.

Pensé en iniciar una pelea, aunque en serio, ¿podría alguno de estos dragones ser rival para mí? Si lo deseaba lo suficiente, probablemente me estamparía con alguien que pudiera matarme con una bofetada, pero en este momento, ni siquiera sentía que tuviera la fuerza para desear algo apropiadamente.

Para ponerlo simple, estaba deprimido y me sentía como si ya nada me importara.

Cuando el cielo se oscureció otra vez, pensé acerca de intentar una vuelta afuera de esta ciudad. No importaba que no regresara. ¿Quién esperaría por mí? No tenía ninguna familia… ¡estaba solo en este extraño mundo donde el único humano que he conocido intentó asesinarme!

Muchas veces me sentí con las ganas de gritar hacia el cielo y preguntarle a esa entidad divina porque me envió aquí. ¿Por qué tuve que enamorarme de Seryanna? ¡¿Por qué tengo que pasar a través de todo esto?! ¿No podría haber vivido mejor si hubiera sido enviado al mismo lugar donde los otros humanos fueron enviados? Al menos… con ellos… no hubiera tenido que sentirme como un extraño cada día. No tendría que preocuparme por mi vida y constantemente ponerme la máscara de que no me importaba.

Era un humano de 18 años de edad… aun un niño, ¿tal vez? Estaba asustado… estaba atemorizado… pero sabía… sabía que estaba supuesto a ser de esta manera, a mostrar miedo, a mostrar incertidumbre. En una tierra llena de imponentes y fuertes dragones… ¿Cómo podía mostrar miedo?

Pero… incluso así… soy un humano… ¿no tengo permitido el tener miedo? ¿No tengo permitido el acobardarme? ¿No tengo permitido amar? ¡Hah! Amor… De toda la gente, me enamoré de una dragonesa. E incluso entonces… no pude mantenerme junto a ella y la perdí… le fallé… la dejé ir… supongo, que no importa tu Suerte, algunas cosas están a destinadas a no ser, o quizás… ¿yo no la merecía desde un principio? ¿Quién soy yo para merecer a Seryanna? Ella es una dragonesa, y yo soy un humano… ella tiene que estar con su especie, no conmigo… quien es de la misma especie que aquellos que mataron a su familia. ¿Acaso ella pensó en todo esto cada vez que me miraba? Que sentía ella cada vez que la abrazaba… acaso la forcé a traicionarse a sí misma… ¿y a sus padres muertos? ¿Por qué no solo me mató en aquel entonces? ¿Por qué? ¿POR QUE? ¿POR QUE?

Mientras pensaba en esto, choque con alguien. No me disculpe, solo le di la vuelta, pero me agarró por el cuello y un repentino frío se adentró por mi cuerpo, así como al área alrededor de mí.

"Oho~ ¿Así que por aquí es donde te habías estado paseando?"

Reconocí la voz. Era Kataryna.

Mirándola, vi uno de sus ojos contrayéndose.

"Erm… puedes dejarme ir…" dije.

"No. Estás pensando en hacer algo estúpido, ¿no es así?"

"Solo correr por los campos hasta que mis piernas se rindieran… mira puedo defenderme yo mismo si algo pasa." Dije y traté de tomar mi espada, pero ya no estaba "¡Ah! Me la robaron. Lo olvidé." Dije y me encogí de hombros "Entonces solo los golpearé o invocaré a Jophiel…" murmuré.

"Como si ese Fénix fuera a responder a tu llamado estando de esta forma."

"Solo déjame ir Kataryna, no estoy de humor para nada."

"No." Me dijo y entonces me golpeó en el estómago.

No supe que pasó después debido a que me desmayé.

Cuando volví a mis sentidos, estaba en mi cama en la posada, descansando. Fui cambiado de mi armadura a unas ropas de todos los días. Las piezas de armadura yacían en la silla junto a la mesa. Estaban todas desgarradas y apenas manteniéndose juntas. Ningún aventurero cuerdo se atrevería a vestir algo como eso.

"Así que finalmente despertaste. Estaba empezando a preocuparme." Dijo Kataryna después de entrar en la habitación con una jarra de agua en sus manos.

"¿Preocupada? ¿Por qué?"

"Estuviste desmayado por dos días."

"Ungh… ¿en serio?"

"Sí. ¡34 horas seguidas!" dijo mientras ponía la jarra en la mesa y caminaba hacia mí.

"¿Estaba enfermo?"

"Nope, solo muy, muy cansado. Cuando te encontré, estabas pálido como un no muerto y moviéndote como uno también. La gente se empezaba a preguntar si por casualidad estabas empezando a cambiar. Un guardia incluso estaba considerando ‘ponerte a descansar’."

"¿Así de mal?"

"Sip. ¿Cómo te sientes ahora?"

"Mejor… pero ¿quién me cambio?"

"Yo lo hice." Sonrió.

"Olvidaste los pantalones."

"No te preocupes, intenté atacarte mientras dormías, pero tu cuerpo estaba demasiado cansado para reaccionar a algo. En realidad, dormí desnuda junto a ti, y tú no tuviste reacción alguna."

"Intentaste… ¿realmente intentaste? ¡¿No es eso un crimen?!"

"¿Vas a reportarme?" sonrió y sacó un poco el pecho.

Alejé la mirada. "No…"

Entonces me reí. Ella también se rio.

"Alkelios…" ella empezó a hablar "Sé que estás pasando por mucho debido a lo que pasó. Seryanna también está…"

Junté mis rodillas en mi pecho y miré hacia la ventana.

"No soy digno de ella…"

"Eso es lo que crees, pero sabes que no es la verdad…" ella se detuvo y se rascó la parte de atrás de su cabeza. "Ah, darte consejos a ti es difícil…"

"Lo siento por ser un dolor, ¡pero oye! Míralo por el lado brillante, ¡soy el bastardo que no se las arregló para levantarlo ni siquiera cuando dos mujeres increíblemente hermosas se ofrecieron ante el! ¡Tus esfuerzos en esta pieza de basura humana son sin duda desperdiciados!" me reí, forzadamente.

"Eso no es verdad."

"¡Como no podría SERLO!" 

"Alkelios…" intentó hablar, pero la detuve.

"Escucha, Kataryna, aprecio tus esfuerzos, pero… enfrentémoslo… no soy ningún gran chico. Como ese bastardo dijo, soy débil. ¡Ni siquiera pude proteger a la mujer que amo! Y honestamente hablando siento que no tengo las ganas de volver a amar a otra mujer nunca más… ahora mismo solo soy un lio completamente roto. Mi amante y amiga estaba en un embrollo y todo lo que hice fue empeorarlo… no creo que puedas entender cómo me siento."

En lugar de levantar una ceja y mostrar una expresión de presunción, Kataryna se miraba adolorida y agachó la mirada.

"Tú tampoco puedes saber por lo que he pasado a través de mi vida, Alkelios, pero déjame darte una pizca de consejo…" ella entonces me miró a los ojos, con una mirada gentil "Justo ahora, tú eres un desastre emocional. Mi suposición es que ni siquiera puedes pensar con claridad y tan pronto como algo te molesta, explotas en un grito de igual manera que lo hiciste cuando me contradijiste. Justo ahora, probablemente te odias a ti mismo, aborreces la forma en que piensas o actúas, pero ese NO es el verdadero tú. Alkelios, tú no eres alguien que se comporta de esa forma. No importa que tanto griten esas voces en tu cabeza diciendo que es la verdad, tú sabes que no lo es. Si no lo crees, entonces créeme a mí, tu amiga. La única razón por la que estoy aquí. La única razón por la que te saqué de la calle y te traje de vuelta a la posada antes de que murieras de cansancio es debido a que ME PREOCUPO por mi amigo." Se detuvo y tomó un respiro profundo.

No pude responder ni una sola palabra. No, tenía cosas que quería decir, pero todas ellas vendrían de esa parte dentro de mí que no quería mostrar, esa oscuridad que me seguía susurrando en mis oídos que yo no era nada más que un pedazo de basura. No me atreví a decir esas palabras… no eran mías, tal vez.

"En los pasados 500 años… tú fuiste el primer ser pensante, humano, dragón o lo que sea, quien vino hacia mí y honestamente me pidió que fuera su amiga… sin ningún interés de por medio. Todo aquel que se acercaba a mí me quería ya sea por mi poder o por lujuria ante mi cuerpo. El momento en que ellos decían la palabra ‘amigo’, los asesinaba. Pero tú… tú, de vuelta allá, en esa cueva, tú me pediste que fuera tu amiga debido a que tú en verdad lo querías. Tengo el presentimiento de que tu habilidad se activó solo porque yo también estaba buscando por un amigo verdadero y no un auto proclamado amigo que tuviera alguna intención escondida." Dijo levantándose y caminó hacia la puerta.

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