100 Luck and the Dragon Tamer Skill! Arco 2-49.2
Capítulo 49: Una Buena Paliza (Parte 2)
Lo que vi desde tal altura, además del humo saliendo de los edificios que acabamos de destruir dentro de la capital, junto a sus murallas, extendiéndose por todo el campo se encontraba el campamento de un ejército. Miles de tiendas de campaña y múltiples fogatas cubrían la tierra. Un par de campos de entrenamiento fueron hechos, y junto al río estaba la Caballería Khosinni.
"¿Qué es eso?"
"Ese es el Ejército Brekkar ahora bajo el control de Draejan. Es tres veces más grande que aquel que luchó en el Campo de batalla Cicatriz. Sin embargo, muy pocos si es que ningún soldado que originalmente se presentaron en aquella batalla están presentes aquí… la mayoría de los que ves son nada más que rufianes y bandidos. Los comandantes son dragones fuertes sin nada de cerebro, y a diferencia de cómo era el ejército anterior, este ni siquiera acepta soldados dragonesas, menos aún una de rango alto. Ellos incluso las están mirando abajo."
"¿Y eso es malo verdad? Pero no sabía que el Ejército Brekkar tenía mujeres incorporadas."
"Se dice que no hay quien ruja más alto que una dragonesa a la que se pisó su cola. Y los dioses no tienen piedad con aquellos que hagan enojar a una embarazada. ¿Pero realmente no creíste que todos esos sirvientes que viste en la mansión de Brekkar eran TODOS dragones locales o sí?" me preguntó con una gran mueca en su rostro.
"¿No lo eran?"
"Esas ‘sirvientas’ se encargaron de más de la mitad de los bandidos que invadieron la mansión antes de que Brekkar se uniera a la batalla."
"No parecía de esa manera ante mis ojos… ¿Siempre fueron así de fuertes?"
"Sí. Brekkar alguna vez alardeo ante mí como todas ellas eran finas damas que estaban en lo más alto de su ejército. Lo mejor de lo mejor en comandantes que pudo encontrar. Los mayordomos, todos ellos, eran los comandantes hombres."
"¿Acaso Brekkar tiene un fetiche con las sirvientas?"
Jalándome hacia ella, Kataryna susurró en mi oído "No lo sé, pero si a ti te gusta, algún día… quien sabe…" ella entonces me soltó.
"¿Huh? ¡ME SOLTASTE!" Grité cuando iba en dirección hacia el suelo.
"Tehe~ ¿Oopsie?" se rio.
Esta dragonesa estaba pasando un gran momento conmigo golpeándome como a un saco de arena. Bueno, tenía otros asuntos que atender en lugar de estar enojado con ella, y eso era de alguna manera arreglármelas para aterrizar. A la velocidad con la que me dirigía al suelo, no importaba que tan altas estuvieran mis estadísticas, terminaría rompiéndome algo más que mis simples piernas.
"Un día, ella va a pagar por esto…" gruñí mientras apuntaba mis manos hacia el suelo y cantaba el hechizo para [Air Barrier].
Lancé varias de ellas una encima de otra y recé a los dioses que no fuera a morir cuando golpeara el suelo.
El momento se sintió como una eternidad y aumentó mi adrenalina al máximo. Apreté mi mandíbula, apreté mis puños, y todo mi cuerpo estaba tensado. Mi vida estaba en riesgo en esta caída, y la única cosa que podía salvarme de esto eran mi magia, reflejos y con fe un buen juicio.
El aterrizaje no fue para nada placentero. Las barreras se destrozaron una tras otra hasta que la última de ellas se esfumó, y yo golpeé el suelo con cual sea fuerza quedara. Mis manos tocaron la tierra, y podía sentir todos mis músculos gritando y rindiéndose mientras mi pecho chocaba con el piso. Debido a que venía en ese ángulo, la fuerza hizo que retrocediera, e hice un giro en el aire, aterrizando sobre mi espalda. No había suficiente fuerza para un segundo rebote, así que me quedé con mi espalda pegada al suelo. Mis ropas estaban todas rasgadas, pero aún tenía mi piel intacta.
Mi Suerte hizo que sobreviviera, pero mi pecho dolía mucho, sentía que iba a desmayarme del dolor cada vez que respiraba.
"¿Qué fue eso?" alguien preguntó mientras el polvo se asentaba alrededor mío.
"Alguien cayó del cielo."
"¿Tal vez algún idiota que no pudo controlar sus propias alas?"
"¿Está muerto?"
"Si está muerto, yo tomaré sus monedas."
"¡Hey! ¡Se está moviendo! ¡Tch!"
Mientras reposaba en el suelo, quejándome del dolor, me di cuenta de que no estaba rodeado por lo mejor que la especia draconiana podía ofrecer. Con algo del polvo despejándose, pude ver mejor donde me encontraba… justo en el medio del Ejército Brekkar. Si lo que Kataryna dijo es cierto, entonces del glorioso grupo que marchó para salvar Albeyater de la invasión humana solo el nombre quedaba.
Entonces… ¿qué utilidad tiene siquiera Seryanna?
"¡Hey! ¿Quién eres tú?"
"Mira su espalda… no hay escamas."
Cierto, la camisa en mi espalda se había ido, y la parte superior de mi cuerpo estaba a la vista de todos.
"No puede ser… ¿humano?"
"¿Aquí? ¿Cuándo aprendieron los humanos a volar?"
Sostuve mi pecho, mis costillas dolían demasiado, apenas y podía mantenerme en pie. Si estos tipos pensaban en atacarme, no sería capaz de hacer mucho.
"¡Ah! ¡Miren a esa belleza!" uno dijo de repente.
Espero que no esté hablando de mí…
Repentinamente me di cuenta de que Kataryna había descendido también aterrizando varios metros alejada de mí.
"¡Mira ese trasero!"
"¿Se encuentra sola señorita?"
"¡Finalmente, una mujer!" uno dijo con un exasperado tono de voz.
"Me estaba cansando de cazar a las jovencitas que se aventuraban fuera de la ciudad… Urk."
El ultimo que habló se encontró a si mismo con una espiga de hielo en el medio de su pecho. Kataryna ni siquiera se inmutó al momento de tomar su vida.
"¡Por los dioses! ¡Asesinó al comandante Prampus!" alguien gritó, y de repente los dragones empezaron a desenvainar sus espadas y a rodearnos.
"¿Quién te crees que eres?"
"¡Una vez que te venzamos bien y bonito, te convertiremos en la perra de nuestro campamento!"
"¡Ustedes mujeres no tienen derecho a estar aquí!"
"¡Te mataremos!"
"¡Te violaremos!"
Sus gritos estaban empezando a molestarme al punto donde incluso yo me estaba enfureciendo, pero Kataryna ni siquiera se echaba para atrás. Ella solo se mantuvo mirándome.
Con su fuerza, ella fácilmente podría matarlos a todos… ¿Por qué ni siquiera los está amenazando?
Repentinamente, uno de ellos se movió detrás de ella e intentó atacarla. Por puro reflejo, lance una [Earth Arrow] hacia él. La espiga de piedra fue directo a través de su pecho y mató a otros dos detrás de él, entonces continúo volando hasta detenerse, estrellándose a mitad de camino a través de una armadura de peto colocada cerca de una tienda.
Estaba en shock por esto.
"Hey… ¿Viste eso?"
"Imposible… Que poder…"
Eso fue… Ese ataque no se suponía que fuera tan poderoso.
Cuando miré hacia Kataryna, ella estaba sonriendo. Tragué saliva.
"¡Maten a ese chico primero!" gritó uno y cerca de seis de ellos corrieron hacia mí.
Sorprendido, levante un [Firewall] y lance un [Wind Scythe] con la misma fuerza y velocidad que utilicé cuando peleé contra Draejan. Dos de ellos se tropezaron y chocaron contra el muro, gritando de dolor por las quemaduras, mientras que los otros fueron cortados a la mitad debido al último hechizo.
En un simple parpadeo, ya había matado a otros seis dragones.
Entonces vi a otro apresurarse hacia Kataryna, pero ella no estaba haciendo nada para detenerlo, así que lancé una [Water Ball] hacia él. El momento en que el ataque golpeó, todo su cuerpo fue partido en varias piezas. La dragonesa levantó una barrera de hielo para protegerse de las tripas voladoras, pero me estaba mostrando una gran sonrisa de comisura a comisura.
"¿Es esto lo que buscabas?" le pregunté mientras caminaba hacia ella.
Hasta este punto, ninguno de los soldados se atrevía a acercársenos. Me detuve justo en frente de ella, pero mi pecho estaba doliendo demasiado, y sentí un poco de sangre en mi boca.
Ella no respondió.
"¡Hey! ¿Quién eres tú? Que eres tú… ¿y quién es esa dragonesa?"
Yo solo estaba observando a Kataryna quien no estaba respondiendo, solo sonriendo.
Me rindo… ¡me tengo que rendir! No puedo contra ti… solo no se en que estás pensando… tú y tus juegos mentales. ¡ME estás volviendo loco! ¡Ahí! ¡Ganaste, dragonesa de escamas plateadas! Pensé y cerré mis ojos por un segundo.
Para ser honesto, en este punto, mi mente estaba en blanco.
La perseverancia de Kataryna triunfó contra el ‘yo’ debilitado. Dije que quería morir, pero hui como un cobarde. Intenté empujarla de vuelta, pero realmente estaba rogando para que se quedara. Intenté demostrarle que no daba ningún bledo por ella, pero la salvé cuando iba a ser atacada. Si algo ocurrió, esta terca y absurdamente poderosa dragonesa se las arregló para probarme que todo lo que le dije a ella, todo mi melancólico y desagradable ser no era el yo verdadero… mis verdaderas intenciones, mi yo real era diferente.
Tragué saliva y tomé un respiro profundo.
"Yo soy aquel que hará pedazos a Draejan Andrakaryus Doesya." Abrí mis ojos y miré a Kataryna "Y esta de aquí es mi amiga."
"¿Y?"
"Y mi segunda mujer después de Seryanna."
¡No puedo creer que en verdad me hayas hecho decir algo tan absurdo en frente de estos idiotas!
"¡Bien!" ella entonces me levantó.
"¡Oye!" la observé.
"¿Qué?"
"¿En serio? ¿‘Cargada de princesa’?" levanté una ceja.
"¡Porque tú eres mi linda princesa pequeña!" se rio y luego desplegó sus alas.
"¡Ustedes dos! ¡No crean que saldrán tan fácil de esto!"
"¿Hm? Escuché un insecto." Dijo y luego liberó una onda de aire helado.
En un instante, todos alrededor de nosotros en un área de 50 metros estaban completamente congelados. Ella no mostró piedad hacia esta gente. Ella ni siquiera los miró mientras hacía esto. Solo siguió observándome con una sonrisa en su rostro.
"Tú de verdad amas tus esculturas de hielo…"
"Practiqué mucho cuando era más joven." Respondió y saltó en el aire.
Para mi sorpresa, no me estaba sintiendo preocupado del todo por las consecuencias de haber matado a aquellos dragones. En tiempos modernos, este ejemplo de asesinato en masa no se hubiera tomado a la ligera. Todo el país se habría movilizado para atrapar al culpable, pero aquí, tales cosas dependían de un montón de factores. Tanto como uno quisiera atrapar y encadenar a Kataryna, aun estarían lidiando con un valioso Despertado Avanzado, lo que significaba que tenían que poner en juego la RAZÓN por la que ella los mató.
Al final, solo era una pérdida de tiempo pensar en sus vidas. Pensar que alguien trataría de hacernos responsables daba igual también.
Comentarios
Publicar un comentario