100 Luck and the Dragon Tamer Skill! Arco 2-50.1

Capítulo 50: Prueba de mi Resolución (Parte 1)


[Punto de vista de Alkelios]

Las lecciones y palabras de Kataryna esa noche fueron unas que yo no iba a olvidar en un muy buen tiempo. Fueron habladas a través de lágrimas y sonrisas, pero también con una sabiduría acumulada a través de los siglos. Si no fuera por eso, yo habría tenido un tiempo difícil creyéndole.

Cuando regresamos a la ciudad, Kataryna me dio unas cuantas monedas para pagar otra semana en la Posada Brekkar… en otra habitación, viendo como ella destruyó la anterior. Entre lo que me dio había suficiente para que me comprara otro cambio de ropas y tomara un baño. Para el resto de mi equipamiento, incluyendo un anillo [Bolso] y suministros de campamento, ella se iba a encargar de ellos.

Debido a nuestra batalla, la mayoría de dragones e incluso los guardias estaban manteniendo su distancia de nosotros. Me sentí mal por haber vuelto un desastre tantos edificios, pero Kataryna me aseguró que la Tercera Princesa se encargaría de que todos ellos fueran reembolsados apropiadamente, en especial los dueños de la Posada Brekkar.

La dragonesa plateada me escoltó todo el camino hacia la calle donde se localizaba la posada, pero entonces ella se dio una vuelta en U y se fue. Cuando le hablé, se excusó diciendo que no le gustaba el sentimiento ominoso que la posada estaba dando. Yo no sentí algo parecido.

La destrucción de afuera estaba casi limpia, así que me metí con el pensamiento de primero disculparme con los dueños por los disturbios que he causado incluso si debo hacer una buena excusa para ello. Como amigo de Brekkar y su familia, era descortés de mi parte comportarme de esa manera.

Al ver mi estado harapiento y vencido, Collentra tomó un buen vistazo de mí de pies a cabeza y educadamente preguntó "¿Te has logrado serenar al fin?"

"Si, me disculpo por mi anterior comportamiento."

"Bien. De no haber sido por Kataryna, ¡yo misma hubiera sido la que subiría y te golpearía hasta el otro lado de Drakaria!"

"Aprecio su intención en ayudarme, pero puedo asegurarle que Kataryna me golpeó a través de TODO Drakaria."

"¿Te lo merecías?" preguntó levantando una ceja.

Bajé la mirada y cerré mis ojos "Si."

Collentra caminó hacia mí y puso su palma en mi mejilla izquierda. Cuando abrí mis ojos, ella me estaba mostrando una sonrisa amable.

"Tal vez no sepa que es lo que les ocurrió a todos ustedes cuando fueron al palacio en aquel entonces, pero estoy segura de una cosa. NUNCA he visto a Seryanna o Kleo tan brillantes y felices desde hace 38 años cuando Brekkar las trajo aquí. Después de que sus padres murieran, ellas nunca fueron las mismas." Sacudió su cabeza y suspiró "No se tiene que ser un genio para darse cuenta de que tú eres la causa detrás de sus sonrisas."

"¿Incluso si el que trajo esas sonrisas fue un humano?"

Ella sonrió "Aun más debido a que esto significa que nuestro Rey estaba en lo correcto, y aún hay esperanza para tu especie… Tú mismo podrías ser la personificación de esa esperanza. Bueno, probablemente eso es mucho pedir para ti ahora, pero hasta el mero final… no te rindas con esas dos chicas. Si todavía puedes ser su amigo y estar ahí para ayudarlas en tiempos de necesidad, hazlo."

Ella palmó mis mejillas y regresó a su limpieza.

"¡También, dile a esa escamas plateadas que no la dejaré ir tan fácil después de romper mi hogar de esa forma!"

Sonreí y le dije "lo haré, pero primero… necesito un baño."

"¡Alabados sean los dioses que al fin se dio cuenta!" dijo Bayuk levantando sus manos al cielo.

"¡Hey! ¡No apesto así de mal!"

"¡En efecto! ¡Podrías matar a una manada entera de ovejas con ese hedor tuyo! ¡Te daré un baño por parte de la casa, solamente ve y límpiate!" respondió el.

"¡Si, señor Bayuk… y gracias!" hice una pequeña reverencia hacia él.

Una semana después, cuando el sol se estaba poniendo, me encontré con Kataryna y Kleo dentro de mi habitación en la posada. Por algunas razones que desconozco, la dragonesa plateada estaba refunfuñando algo de un uniforme de sirvienta, mientras que la de escamas negras se estaba absteniendo de reírse.

Primero miramos a todo lo que Kataryna había traído para el largo viaje que tenía por delante. Tenía que gastar unos cuantos meses en el Bosque Seculiar, y no importara que tan alta fuera mi Suerte, aprendí que simplemente depender de ella no me iba a llevar hasta la línea final en todas las ocasiones. Realmente, tenía unas cuantas horribles banderas y posibles efectos secundarios cuando la forzaba demasiado. Como tal, tenía que mirar a mi situación actual como si apenas tuviera algo de Suerte.

El anillo que Kataryna trajo no era tan excelente como el de ella, pero podía guardar cerca de la misma cantidad de ítems como el que traía Seryanna cuando la conocí por primera vez. También me trajo unas cuantas bolsas para materiales o plantas que no pudieran caber en el anillo.

Una vez que todo estaba asegurado y listo, expliqué el resto del plan y como iba a intentar burlar y entrar dentro del más asegurado y mejor resguardado edificio de todo el Reino Albeyater.

"Eso es demente…" Kleo expresó su opinión.

"Mi primer plan incluía tomar prestada la ardilla mascota de Seryanna y que tu invocaras todo tipo de demonios del inframundo, pero figuré que traer el Apocalipsis era un poco demasiado para esto."

Kataryna se rio cuando escuchó esto.

"Si… eso habría sido demasiado." Dijo Kleo y me miró con una ceja levantada. "Los Cuatro Jinetes son solo un mito, en realidad hay 500 de ellos… y costosos. Bastardos codiciosos…"

Al parecer había algo de verdad tras mi broma.

"Entonces una vez que termines de hablar con Seryanna, ¿regresarás aquí?" preguntó Kataryna.

"Sí. Entonces volaré con ustedes dos hasta el borde del Bosque Seculiar."

"¿Volar?" dijo Kleo.

"Tu forma bestia es más rápida que un típico Khosinni, y puedes ir hacia allá en línea recta."

"¿Es así? Un humano montando en la espalda de un dragón… esa será algo… inaudito."

"Bien, ¿qué es lo que piensas?"

"Es bueno, pero estás olvidando una cosa."

Parpadeé de la sorpresa.

"¿Qué?"

"Esto." Ella entonces me dio una carta con el emblema de la Tercera Princesa en el sello de cera roja.

"¿Es eso…?"

"Sí. La Princesa la escribió y selló en mi presencia, así que puedes estar seguro de que es auténtica."

"¡Grandioso! Esto significa que solo necesito algo para demostrar que soy amigo de Brekkar."

"Yo tengo esa. Aquí." Dijo Kleo y me dio otra carta sellada, pero esta tenía el emblema de la familia Draketerus.

"¿Cuándo obtuviste esto?"

"Cuando partimos de Tomeron, mi abuelo me la dio y me dijo que te la diera si alguna vez ibas a visitar al Rey."

"Ya veo… Gracias."

"Alkelios, tengo el presentimiento de que no entiendes lo que significa el haber sanado a mi abuelo y de también volverte su amigo…"

"¿Es acerca de la batalla de hace 38 años?"

Asintió.

"Lo que tienes en tus manos… es básicamente la prueba de que dos de las familias que han sido fuertemente golpeadas por los humanos han depositado su entera fe en ti." Dijo con un tono serio de voz.

"Recuerda sus palabras cuando te encuentres con Seryanna, Alkelios. Tú no eres alguien que debería pensar tan a la ligera sobre sí mismo. A mis ojos, tú ya eres alguien en el camino de convertirse en el más ridículo individuo conocido en todos los continentes." Dijo Kataryna.

"¿Y quién sería ese?"

"El héroe humano de los dragones que reina el Reino Albeyater."

Tragué saliva e incluso pensé que estaba corto de algunos logros, no sentí como si eso fuera algún tipo de predicción.

[Tres horas y 24 minutos después]

En el medio de la noche, cuando cada dragón estaba dormido, abrí la ventana de mi cuarto. Cerré mis ojos y tomé un profundo respiro para calmar mi corazón.

Con una mente en calma y con cada fibra de mi ser, pensé Deseo ser capaz de alcanzar la habitación de Seryanna en el Palacio esta noche sin que ni un solo dragón me vea cuando me dirija hacia allá. Deseo que cuando alcance su cuarto, la encuentre ahí. Deseo tener éxito en los objetivos que me he propuesto esta noche.

Cualquier movimiento en falso ahora podría mandarme a la cárcel o hacer que me maten en el acto. Lo que iba a hacer era riesgoso, estúpido, e impensable para el dragón común, pero para mí… este era mi único tiro.

No estaba haciendo esto por un país. No estaba haciendo esto para salvar a la Tierra. No estaba haciendo esto porque fui ordenado a ello. Iba a hacer esto debido a que me enamoré de una dragonesa pelirroja. Eso era todo…

Así, escalé para abajo hacia el callejón. Con una velocidad que sobrepasaba a la de un humano, empecé a correr a través de los edificios, manteniéndome en la oscuridad de las sombras.

Para esta noche, vestí ropas negras, con un manto negro y una capucha para ocultarme mejor mientras me movía. Solo por si acaso, también vestí un par de guantes de cuero negro, para evitar picarme o cortarme. En ese tiempo, nunca se me ocurrió que gracias a mis estadísticas, este tipo de cosa era casi imposible.

Gracias a la información que aquellas dos dragonesas me proveyeron, evitar a los guardias en el suelo y esconderme de aquellos que estaban volando no iba a ser algo tan difícil.

Incluso así, hubo momentos donde esperé por varios minutos en las sombras antes de que fuera capaz de avanzar, pero poco a poco llegué a los muros que rodeaban al palacio. Encima de ellos, las patrullas estaban hechas de Guardias Reales en lugar de Guardias de la Ciudad. Eran diferentes en ambos fuerza y habilidad, con los primeros siendo la elite de los últimos. La mitad de estos grupos se movían en torno a las manecillas del reloj encima de los muros, mientras que la otra mitad en contra.

Usando mi fuerza y agilidad, escalé suavemente todo el camino hasta la cima y esperé un poco hasta que dos patrullas pasaron una al lado de la otra. En ese tiempo, salté por encima y caí en un arbusto en el otro lado del muro. Ahí, esperé por unos minutos antes de seguir avanzando.

Todos esos arbustos y estatuas eran perfectos para esconderme y escabullirme sin ser detectado. El número de patrullas también era más pequeño que el de los muros, mostrando que ellos se enfocaban más en mantener a los intrusos fuera que en tratar de detectar a aquellos que se hubieran escabullido adentro. Como tal, alcancé el palacio a salvo. Desde donde estaba hasta la habitación de Seryanna, no había tanta distancia, pero no podía permitirme bajar mi guardia ahora.

Con una buena sincronización y siempre observando, me las arreglé para pasar y finalmente alcanzar su ventana, la cual abrí con facilidad dado que no estaba cerrada por dentro. Esto marcaba el final de la primera fase: escabullirme y entrar en el Palacio Real por la noche.

Pero, dicho sea, a pesar de que por fuera fue como un suave paseo, por dentro tuve más de un momento donde entré en pánico y recé como maniaco el no ser descubierto por los guardias. El mayor peligro para mí fue la patrulla aérea, la cual a pesar que era menor en número, tenía una vista de toda el área.

Quitando el peligro y haciendo algo que muchos hubieran creído loco e imposible, finalmente fui capaz de alcanzar este lugar, y ante mí, vi a aquella con la que me quería encontrar.

"¡Hey! Largo tiempo sin verte." dije con una suave sonrisa mientras me quitaba mi capucha.




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