100 Luck and the Dragon Tamer Skill! Arco 1-18

Capítulo 18: Una Batalla de Suerte


Ante nosotros estaba una dragonesa de increíble poder, alguien a quien ni siquiera esperábamos ganarle en una batalla uno a uno. Realmente, yo dudaba el ganar incluso si fuera yo solo contra Kleo. De la única cosa de la que podía estar agradecido era que esta tipa Kataryna tenía un buen cuerpo al cual mirar, pero comerse con los ojos el pecho del enemigo probablemente no era considerado una prioridad en estos momentos.

Con un *gulp*, miré a Seryanna. La dragonesa tomó una pose, entrecerrando sus ojos al enemigo y con su espada lista para cortarla. El problema era que ella aproximadamente cinco veces más baja en nivel que la otra. Basándome en las reglas de los RPG, no había absolutamente ninguna manera en el Cielo o el Infierno de que pudiéramos vencer a esta especie de personaje tipo jefe.

¿Ahora qué?

"Si ustedes se arrodillan ante mí, prometo dejarlos con vida... tal vez." Dijo Kataryna con una mirada fría en sus ojos.

"¡Yo nunca me arrodillaré ante aquellos que son como tú! ¡La lealtad de un caballero es su vida!" dijo Seryanna, apuntando su espada a ella.

Y ahí van las oportunidades de rogar por misericordia... Como si eso hubiera ayudado en este tipo de situación. Pensé mientras recordaba las muchas películas y series de TV que tenían esta clase de conversaciones cliché.

Técnicamente, para mí era cliché, pero esto no era una mentira, esto era la vida real y para aquellas dos en frente de mí, esas palabras eran tan serias como podían serlo, sabiendo bien que incluso ellas podrían terminar asesinándose como resultado. Básicamente, la dragonesa de escamas plateadas le declaró su intención de luchar al caballero, mientras que mi pelirroja declaraba que su lealtad era inalterable.

Tragué saliva y luego pensé ¡Deseo que Seryanna salga viva de esta batalla! ¡Quiero que ganemos! Pero entonces, miré hacia Kataryna y la vi cambiando su mirada hacia mí. Una mueca apareció en sus labios, y yo sentí un helado escalofrío recorriendo por mi espalda. ¡Deseo que su próximo ataque no nos toque a mí ni a Seryanna! Grité en mi mente.

Justo entonces ella cayó al suelo, enviando una poderosa ráfaga de Energía Mágica debajo de ella. Inmediatamente, una fisura apareció debajo de sus pies y se extendió como relámpago hacia mí. Apenas y reaccioné a tiempo incluso con mi velocidad. Mi cuerpo se movió solo un paso adelante y entonces dos picos de tierra filosos de cerca de tres metros de altura se formaron alrededor mío.

"¡Alkelios!" gritó Seryanna.

"¡Hiiii!" me congelé.

Uno o dos milímetros era todo lo que se necesitaba para terminar empalado por esos picos mortales. Lo que es más, me moví de tal manera que me las arreglé para evadir el que venía debajo de mis pies y el que venía en donde yo hubiera saltado por instinto.

"¿Hm? ¿Fallé?" Kataryna parpadeó sorprendida.

"Pude haber muerto..." dije y traté de moverme fuera del camino.

"Entonces por favor hazlo." La dragonesa dijo y se apresuró hacia mí.

Seryanna vio su movimiento y corrió hacia mí con la intención de tratar de detenerla, pero la “escamas plateadas” era más rápida y estaba junto a mí en un parpadeo.

Solo vi su pequeña sonrisa y sus fríos y calmados ojos antes de que me diera una patada tan fuerte mandándome a volar. Ni siquiera importó que yo estuviera entre los dos picos, ella los destrozó como si no fueran nada.

En ese momento, ni siquiera pude hacer un deseo, todo pasó tan rápido que todo lo que miré fue su expresión, entonces el suelo y el cielo empezaron a girar muy rápido. Mi estómago se sacudió, y casi pierdo mi almuerzo, pero entonces me vine a detener chocando en el piso rodando un par de veces antes de detenerme en una pila de heno.

"Ugh... Duele..." dije mientras sentía el choque y dolor extendiéndose por mi cuerpo.

Mis ojos estaban girando, y yo no podía entender que había pasado exactamente, pero podía escuchar sonidos de espadas chocando y golpes de truenos en algún lugar en la distancia.

No puedo quedarme aquí... Duele, pero si me quedo, moriré... yo moriré... Yo... pensé mientras trataba de moverme de ahí.

Mi abdomen dolía, mi pecho también. Incluso el respirar era difícil al principio, pero entonces el dolor lentamente se fue mitigando. Probablemente fue la conmoción inicial del golpe, pero mis instintos me hacían seguir adelante. Si el yo de antes de venir a este mundo hubiera recibido ese ataque, hubiera sido muerte instantánea.

Maldije un par de veces mientras me levantaba.

Que suerte el tener una pila de heno aquí... pero ¿cómo? Mientras salía de ella, mire hacia atrás.

Era la carreta de un pobre tipo que se había descompuesto. El hombre estaba temblando y me miró.

"¡Solo traje heno para los Khosinni de los bandidos! ¡Ellos me hicieron hacerlo! ¡Lo juro! ¡Por favor no me mates!"

El hombre era un draconiano despertado, su cola estaba enroscada entre sus piernas. Mirándolo a los ojos, solo podía ver la mirada de un hombre asustado. Él estaba aterrado por la batalla y el repentino movimiento de los bandidos. Si ellos estuvieran bajo ataque de los guardias o del Señor de la región, entonces todos los que fueran encontrados no serían vistos con buenos ojos.

"Vete..." rugí y me puse de pie.

"¡SI!" el hombre se revolcó lejos tan rápido como pudo, dejando atrás su cargamento y todo.

Para él, su vida era más importante.

Mirando hacia el otro lado de la carreta, vi a un viejo Khosinni masticando algo de heno. Corté sus riendas y lo dejé libre. Para ser honesto, yo solo estaba copiando la línea de una vieja misión que recordé. El personaje en el juego dijo que, si dejaba que el caballo se quedara de esa forma, terminaría siendo asesinado por lobos o muerto por deshidratación.

Bueno, en este mundo, seria muerte por ovejas… pensé y luego miré mis manos Duele, pero tengo que ir de vuelta para allá… ó… miré al Khosinni masticando calmadamente su comida.

Había una salida que encajaba con mis deseos. Tomando ese caballo, podía escapar de este lugar y regresar con Brekkar, entonces podríamos formar una gran formación y atacarlos, pero… ¿Qué pasaría con Seryanna?

A través de mi mente recorrieron todo tipo de pensamientos, pero entre ellos había uno que realmente me aterrorizaba. Seryanna podría terminar siendo violada y torturada por estos bandidos.

Tragué saliva. No podía dejar que algo como eso le pasara a ella, pero si regresaba, mi vida podría estar perdida.

Cerrando mis ojos, apreté un puño y me pregunté qué es lo que harían otros en mi posición. La mayoría de mis antiguos amigos se echarían a correr. Otros podrían condicionarme, preguntándome si yo estaba en algún tipo de relación estable con la dragonesa como para decir que ‘vale la pena’ salvarla. Si fuera a preguntarles a mis padres, ellos probablemente se preguntarían porque me debería de importar cuando ella ni siquiera es humana.

Es cierto… ella no es humana, pero… miré de vuelta.

"¡MIERDA!" maldije y corrí de vuelta a la pelea.

¡Deseo que ambos Seryanna y yo ganemos esto! ¡Deseo que ganemos! ¡Quiero que ganemos! ¡Quiero ganar! ¡No quiero que ella o yo lleguemos a morir! ¡No quiero que lleguemos a ser gravemente lastimados! Empecé a desear todo tipo de cosas sin razón y egoístas, tal vez solo tal vez, una de ella llegaría jalar el gatillo de la insana cantidad de Suerte que tengo y resulte en una buena salida para nosotros.

"Kleo… sí…" entonces la recordé y pensé ¡Deseo que Kleo se despierte de alguna manera y nos ayude a combatir a Kataryna! ¡No quiero que muera en esta batalla! ¡Necesitamos su ayuda!

[De vuelta en las cuevas, muy profundo bajo tierra, donde Kleo estaba custodiada. Punto de vista de 3ra Persona.]

"¡Oi! ¡Ten cuidado con ese martillo! ¡Tiene una cabeza floja!" dijo uno de los bandidos.

Vistiendo una delgada armadura de cuero, él y otro de sus camaradas estaban actualmente trabajando en arreglar la vieja puerta del cuarto de tortura junto a las celdas donde mantenían a los prisioneros.

"¿Esta cosa?" preguntó el dragón mientras lo miraba con los ojos entrecerrados. "Se mira bien para mí." Se encogió de hombros y empezó a golpear el clavo en la puerta.

"Solo se cuidadoso con eso."

"¡Sí! ¡Sí! ¿Huh?" en el momento en que trató de martillar otra vez, solo el mango golpeo el clavo.

La pequeña cabeza de metal salió volando hacia atrás, a través del pequeño espacio entre las barras de la jaula y golpeó a Kleo justo en la cabeza. Normalmente, eso debería matarla, pero la chica gótica era tanto una dragonesa despertada y alguien que tenía un gran pozo de Energía Mágica. Debería tomar más que una cabeza de martillo oxidada para causarle algún daño a ella, los golpes de Seryanna eran más peligrosos. Aun así, tuvo el efecto de despertarla y de dejarle un pequeño chichón.

"¡ESO DUELE!" ella gritó con toda la fuerza de sus pulmones.

[Thraheray… Teraher… Punto de vista de Kleo]

"¡Achachacha!" dije mientras frotaba el chichón de mi cabeza.

Y yo estaba soñando tan a gusto sobre mi príncipe encantador quien venía a salvarme del malvado abuelo que no me dejaba ir porque yo era demasiado linda. Bueno, una chica puede soñar…

¿Dónde estoy? Pensé mientras miraba alrededor.

La esencia de óxido y sudor inmediatamente hicieron que me tapara la nariz. Olía peor que Seryanna después de un día de duro entrenamiento en el calor del sol. Al menos mi hermana tenía las deliciosas curvas para hacer que el hedor valiera la pena, más las ropas pegadas a su cuerpo, sin embargo, yo no estaba en casa.

Ah… ¡Ahora recuerdo! Algún sujeto de aspecto desagradable arrojo una botella a mis pies. Esa botella liberó un olor asqueroso y entonces… ¿entonces qué pasó? Trataba de recordar, pero simplemente no podía.

Después de ese evento, no podía recordar ni una sola cosa, pero mirando a esta apestosa locación, tenía el presentimiento de que ya no estaba en casa. Un escalofrío bajó por mi espina dorsal cuando vi a los dos tipos dragones mirándome.

"¡Ah! ¡Ella se despertó!" dijo el que tenía un palo en su mano.

"Relájate, ella está adentro, y nosotros aquí afuera." El otro se encogió de hombros. "¡Oye tú! ¡Danos la cabeza del martillo o si no!"

Parpadeé de la sorpresa y cuando miré hacia abajo, vi la pieza de metal ahí. La recogí con mi mano derecha y froté el chichón de mi cabeza con mi mano izquierda.

Esta cosa… pensé y luego volví mi mirada de vuelta a ellos. ¡Ellos fueron lo que hicieron esto!

"¡AQUÍ!" grité y la arrojé directo a la cabeza del que sostenía el palo.

"¡Huh! ¡Ack!"

¡Fue un golpe directo, y él estaba fuera de combate!

"¡Hmph! ¡Eso te debería enseñar sobre arrojarme basura!" dije con mi barbilla arriba y mis manos en la cintura.

"¡Oi! ¿Estás bien?" su amigo se acercó para ayudar al otro idiota.

Pero estoy en una jaula, ¿no lo estoy? Pensé cuando miré alrededor otra vez.

Había una cadena en mi tobillo izquierdo y un par de encantamientos alrededor del lugar para detener a ciertos usuarios mágicos. Tonto y más tonto no serían capaces de salir de este lugar, pero yo tenía mis trucos bajo la manga.

"¡Tú niñita! Cuando vaya contigo, ¡te voy a dar una paliza por esto! ¡Te mostraré!" me amenazó mientras agarraba las llaves y se acercaba a la puerta.

Este tipo claramente era un idiota, así que hice una mueca para mí.

Nah, ellos probablemente piensan que soy una inútil y pequeña niña. ¡Huhuhu! Pensé justo antes de empezar a reunir Energía Mágica en las palmas de mis manos.

Una vez que la puerta estaba abierta, abrí mi boca y tomé un profundo respiro.

"¿Qué es esto?" preguntó el hombre cuando sintió el cambio de caliente a frío en el aire alrededor de nosotros.

"¡Demonios del Inframundo, fantasmas de la oscuridad, y espíritus del Abismo! ¡Escuchen mi llamado y salgan de las sombras a mí alrededor! ¡Respondan a mi comando y sométanse a mi voluntad, demonios de la oscuridad!"

"¿Qué?" el hombre estaba confundido, pero sintió que algo estaba mal y cuidadosamente dio un paso atrás.

La puerta detrás de él se cerró, atrapándolo aquí conmigo. Lamí mis labios y continúe alimentando la oscuridad alrededor mía con Energía Mágica.

"¡No! ¡Déjame ir!" gritaba mientras agitaba las barras de la jaula.

La llave no servía para nada. Este hombre… era mío.

"Demonios de la oscuridad… Segador de Sangre, ¡te comando a ti! ¡Asesina a este mortal ante mí! ¡Termina con su miserable vida!"

"Como tú ordenes… ama…" la oscura y fría voz de mi sirviente hizo eco a través de las paredes de esta celda.

"¿Qué? ¿Segador de Sangre? ¡No! ¡Por favor! ¡Te lo ruego! ¡AAAH!"

Sus gritos fluyeron justo como su sangre roja, gota tras gota mientras mi sirviente lo desgarraba. Lo que él vio solo fueron garras de oscuridad mientras lo jalaban, cortaban su carne y vertían sobre él una cubeta de dolor enloquecedor. Era delicioso, pero tenía que comportarme. No podía arrancar su alma o si no mi hermana o abuelo se enojarían conmigo.

Detuve el ataque justo a tiempo y deje al pobre bastardo tragándose su propia sangre con meros momentos de vida restante. Si el Segador de Sangre toma su vida con el último golpe, también toma su alma.

Algo pasó volando frente a mis ojos. Mirando a mi izquierda, vi una flecha atorada en la pared. Si me hubiera golpeado, podría haberme matado. Fui salvada solo gracias a una gota de suerte.

Eso estuvo cerca… pensé y miré al estupefacto guardia dragón quien trataba de recargar su ballesta.

"¡Como pude haber fallado! ¡Soy el mejor con esta cosa!" se quejó, pero no les tome cuidado a sus palabras.

"Ve." Apunté a él.

El Segador de Sangre se deslizó a través de las sombras y arrebató el arma de las manos del bandido.

"¿Qué demonios?" dijo confundido.

Ellos no podían ver al Segador de Sangre. Nadie podía… era mi pequeña mascota después de todo.

"Asesina." Le ordené, y el Segador obedeció.

Su destino fue similar al del otro hombre ante mí. Las sombras abrieron la puerta, y calmadamente camine fuera de la celda. Aquellos encantamientos de adentro fueron inútiles ante mi magia invocatoria. La verdad, yo era muy mala en la pelea con espada, pero cuando era una pelea mágica, yo era invencible. ¡Incluso mi hermana reconocía eso!

Bueno, era tiempo de salir de ese lugar… de una muy sutil y sangrienta manera. ¡Tehehe!

[Punto de vista de Seryanna]

En el momento en que vi a Alkelios siendo arrojado de esa forma, mi corazón simplemente se detuvo.

Está… ¿está muerto? Cerré mis ojos y apreté mi mandíbula ¡No! Mire hacia mi enemigo, con la mirada fija en ella Me rehúso a creer que está muerto, ¡no alguien con su irrazonable Suerte!

Mi primer ataque a la mujer fue evadido con facilidad, pero lo que me sorprendió fue el enojo con que la golpee.

Nunca en mi vida había golpeado con tal furia y la cantidad de poder que libere fue asombrosa, pero todo lo que podía pensar era sobre la seguridad de Alkelios.

Por favor permanece con vida… por favor. Pensé y apreté la empuñadura de mi espada.

Tomando un profundo respiro, aclaré mi mente y me enfoqué en el combate. Un solo error contra un oponente como ella podía significar la muerte. Cuando ataqué, la dragonesa simplemente saltó unos pocos metros hacia atrás y me hizo una mueca de vuelta. Le di caza y la ataqué de nuevo.

"¡Eres bastante buena, estoy impresionada!" dijo y esquivó con facilidad uno de mis golpes de tierra aplastante.

"[Mil golpes]." Recité el hechizo e infundí mi espada con energía mágica.

Puntas invisibles fueron lanzadas hacia ella, martillando su cuerpo, pero solo se resguardo con sus guanteletes de metal y tomó el azote como si no fuera nada. La dragonesa ni siquiera había desenvainado su espada que reposaba en su cintura. ¡Ella estaba jugando conmigo!

Deje salir un pequeño rugido y usé [Impulso] sobre mi misma, elevando mi fuerza y velocidad al doble. Ella no estaba siendo nada fácil. Me apresure hacia ella, y otra vez… ella esquivó. El suelo debajo de mi llamó mi atención, y jalé la parte superior de mi cuerpo un poco hacia la izquierda, dos picos fueron invocados, atravesando solo mi reflejo.

"Fallé… otra vez. Extraño." La dragonesa entrecerró sus ojos como si no pudiera creerlo.

Normalmente, yo podría ser golpeada por eso, pero la suerte estaba de mi lado, o más bien… Alkelios. El probablemente seguía con vida, o eso esperaba. Aun así, incluso si él estaba bendecido por los dioses, solo un verdadero milagro podía salvarlo a él y a mí de este monstruo.

Ignorando sus palabras, ataqué de nuevo, esta vez, cargué un hechizo de relámpago en mi mano izquierda y lo liberé a través de mi espada al momento en que iba a atacar. Como esperaba, Kataryna lo evadió, pero el relámpago fue liberado y la golpeó.

"¡Ugh!" ella gimió y dio un salto para atrás. "Una pequeña traviesa, ¿no lo eres?" preguntó con una mueca.

Yo no la escuché y me precipité de nuevo, estaba vez, preparando otro ataque de espada.

"Cuchillas de mi alma, escúchenme y ataquen conmigo. ¡Cámbiense a mi arma y clamen la vida de mi enemigo! Esto, ¡yo se los ordeno! ¡[Soul Swords]!" recité el cantico y liberé la Energía Mágica.

Dos espadas blancas aparecieron a mi izquierda y derecha, imitando mis propios movimientos. Iba a atacarla con esto, pero temía que no era suficiente. Si fuera un poco más poderosa en términos de magia, tal vez podría lanzar más ataques poderosos, pero por ahora, incluso esto me estaba llevando a mis límites.

"¿Hou? ¡Esa es una habilidad excepcional que tienes ahí!" dijo la dragonesa esquivando uno de mis ataques.

Las cuchillas cortaron a través del aire, pero ninguna parecía haberla tocado. Era una extraña danza de magia y acero, la cual sentía que estaba perdiendo. Por cada paso que daba, ella ya tenía una contramedida y un ataque. Nunca en mi vida había luchado contra un enemigo con tal terrorífico poder. Enviaba escalofríos por mi columna solo de pensar sobre lo que ella podría hacer si ella fuera seriamente a por todas a matarme. Por ahora, ella estaba jugando conmigo… Realmente, ella no mantenía ni siquiera una pizca de intento asesino hacia mí. Era bastante extraño y a la vez aterrador.

A lo largo de mi vida, había conocido a muchos dragones quienes cruzaron espadas conmigo, y en todas esas batallas, aprendí a percibir y sentir el instinto asesino de aquellos que iban por mi vida. Era como una sensación de hormigueo en la parte posterior de mi corazón, una pequeña aguja que se encajaba y enviaba un escalofrío de terror, advirtiéndome de acercarme a la muerte. Lo más fuerte que yo era, lo más débil que este sentimiento se volvía, pero incluso en el caso de los más débiles entre los debiluchos, yo podía sentir el instinto asesino de ellos.

Esta dragonesa no deseaba matarme, pero sus acciones y palabras decían otra cosa. Un error de mi lado podía terminar con mi muerte, no obstante, yo reconocía a un oponente fuerte cuando lo veía. Todos sus ataques eran esquivados o evitados en el último momento. Eran salvadas de suerte si uno pudiera nombrarlas.

"Tú y ese joven son dragones extraños. Incluso cuando uso más poder contra el que tú pudieras esperar llegar a luchar, tú sigues sobreviviendo. ¿Cómo?" Kataryna pregunto, pero no respondí.

"¡Ayúdenme!"

"¡AAA!"

"¡Alguien deténgala! ¡NOOO!"

Repentinamente, los lloriqueos de los bandidos vinieron de la cueva. Distrajo a Kataryna por un momento, y fui capaz de darle un golpe. La espada tocó su armadura, pero ella la detuvo con dos dedos antes de que se clavara en su carne. La espada mágica izquierda fue detenida de una manera similar, mientras que la derecha fue atrapada entre sus dientes. Era una salvada ridícula que solo podía ser llevada a cabo por alguien de increíble habilidad.

¿Cómo puede ser posible esto? Me pregunté mientras miraba con horror a la hoja de mi espada. ¡No puedo moverla de ahí!

Era como tratar de cortar una montaña hecha de acero, usando solo un cuchillo de cocina. La espada encantada de un caballero no podía ni siquiera rasguñar a esta mujer. Un escalofrío de miedo recorrió mi columna mientras no podía creerlo con mis propios ojos.

"¿Ahora no eres divertida?" preguntó, y volteé a mirarla.

Apretando fuerte, la espada mágica entre sus dientes se destrozó. La otra tuvo el mismo destino, pero ella no lo hizo con la verdadera.

"Ahora… ¿Cómo debería desvestirte?" ella lamio la punta de sus labios.

"¿Qué?" la mire horrorizada.

¡Ella es un monstruo! Pensé.

"¡Manos fuera de mi hermana! ¡[Death Curse of the Poisonous Snake]!" Gritó Kleo.

Una serpiente de niebla purpura fue disparada a Kataryna. Viéndola, ella me alejo, mandándome a volar unos pocos metros antes de yo aterrizara sobre mis pies. El hechizo de mi hermana se enganchó en su brazo izquierdo y lo envolvió.

Normalmente, su brazo se habría derretido por el toque de eso, pero usando una ráfaga de magia, ella lo mantenía a raya. Nuestros cuerpos no tenían ninguna protección contra maldiciones o ataques, pero creando una Armadura de Energía Mágica entre nosotros y el hechizo, podíamos sobrevivir un impacto directo. Esa cosa, sin embargo, no podía ser entrenada o aprendida, solo aparecía naturalmente mientras nuestros cuerpos se hacían más fuertes, pero al concentrar la magia en un solo punto o en todo el cuerpo, uno podía reflejar o detener ciertos Ataques Mágicos.

"¿Una necromancer?" preguntó sorprendida, pero yo dudaba que ella no haya escuchado acerca de mi hermana hasta ahora.

"Querida hermana, ¿estás bien?" me preguntó Kleo.

Asentí y entonces concentré Energía Mágica en mi espada. Saltando atrás, corte el aire y la libere. Un pequeño tornado se formó y fue en dirección de la dragonesa.

"¡Ugh!" entrecerró sus ojos hacia mí.

"[Tornado de Hielo]" grité y liberé otra ola de energía mientras que el agua en el aire se reunía alrededor del tornado y la congelaba en pequeñas agujas.

Tan pronto como se formaron, salieron volando hacia Kataryna.

Pero aún no era suficiente…

[Punto de vista de Alkelios]

¡La dragonesa de escamas plateadas me lanzó bastante distancia a lo lejos! Tuve que correr un buen tramo hasta que regresé al campo de batalla. Lo que vi ahí fue una escena traída directo de un juego o de un anime. Kleo y Seryanna estaban concentrando sus hechizos en Kataryna, quien estaba actualmente en el medio de un violento tornado, bombardeada con agujas de hielo, y tenía una extraña serpiente morada en su mano. Por el aspecto de su rostro, podía decir que ella se estaba esforzando un poco, pero mientras que Kleo y Seryanna claramente mostraban su intento de asesinar, ella se mantuvo calmada y serena. Era bastante sorprendente por decir menos. La dragonesa podía terminar siendo capturada o incluso asesinada por esto, pero aún seguía sin ninguna mala intención hacia nosotros.

Tragué saliva y entonces bajé la mirada a mi mano.

Kleo está vertiendo Energía Mágica en esa serpiente, y Seryanna está convocando la tormenta de hielo. ¿Debería usar eso? Pensé, pero la respuesta era tan clara como el día.

Apuntando mi mano a la dragonesa plateada, grité: "[Lightning Chicken]"

"¿Lightning que?" Kataryna 
al parecer estaba confundida.

"¡Este no es el momento de ordenar sopa!" se quejó Kleo.

"Alkelios… ¡estás vivo! ¡Gracias a los dioses! ¡Ahora corre lejos!" vociferó Seryanna hacia mí.

Bueno, no podía dar la vuelta por que el hechizo estaba activado, y estaba succionando la Energía Mágica fuera de mí.

Truenos y relámpagos agrietaron el cielo mientras algo se formaba delante de mí. Estaba caliente. Tanto como podía decir, pero no sabía que es lo que era… nunca vi algo parecido a esto antes.

"Ugh…" gemí y caí en una de mis rodillas.

Era cansado, pero aún seguía succionando la energía de mí.

¿Qué demonios es esto? Pensé mientras trataba duramente de mantener la concentración.

"¿Oho? ¡Esto es interesante!" Dijo Kataryna con una mueca.

"¿Qué tan fuerte es esta mujer?" Kleo se quejó cuando vio que su serpiente no estaba haciendo mucho.

No tenía idea de que era, pero era capaz de mantener a un nivel 1294 en su lugar. Si la dragonesa no hubiera creído que esa era su carta más fuerte, ella no la habría utilizado. Lo mismo iba para Seryanna, eso solo significaba que yo solo tenía que invocar un ataque para empujar a Kataryna hacia atrás.

¡Vamos! ¿Dónde está el fénix? Me quejé en mi mente, y temí por un momento haber elegido una habilidad inútil.

De repente de la nada un tornado de fuego se formó delante de mí, creando una poderosa onda de choque que mandó a volar todo siendo yo la excepción. El calor era infernal, quemando los árboles en los alrededores, mientras que el suelo se volvió negro cuando lo tocó. La furia de las flamas era increíble, y aun así no me lastimaban.

Desde adentro del tornado, un par de ojos de cristal rojos me miraron.

"¿Quién se atreve a invocar al Gran Fénix?" la criatura habló con una voz estruendosa.

Hice un *gulp*. "Erm… ¿Yo?" le respondí.

"¿Tú?" la voz sonaba sorprendida "Como pudo un… esta cosa… algo como esto… ¡¿TU me invocaste?! ¿Es esto una broma?" dijo la voz, sonaba femenina.


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