100 Luck and the Dragon Tamer Skill! Arco 4-81

Capítulo 81: El Polizón


[Dos años y seis meses atrás]

[Punto de vista de Seryanna] 

La suave brisa del Océano Zarvarea se esparcía sobre mi cuerpo mientras tomaba una bocanada de aire profunda y escuchaba el romper de las olas chocando contra el casco del Galeón Sueño Escorpión. La tripulación se movía por la cubierta, encargándose de sus tareas diarias, pero para mí, no eran nada más que ruido de fondo que ponía en un rincón de mi mente. 

Mientras me sentaba aquí en el alcázar, recargada en la baranda, Kataryna caminó hacia mí y decía "Si no te conociera lo suficiente, diría que nuestra duquesa aquí presente está tratando de seducir a los marineros." 

"¿Hm? ¿Seducir? ¿De qué estás hablando?" fruncí mi ceño y la miré. 

"Sonriendo, con un aspecto pacífico y sacando el pecho de esa forma está ligado a atraer la atención de estos dragones." Movió su cola hacia la cubierta. 

Cuando volteé mi cabeza, vi a varios dragones con la mirada desviada y moviéndose rápido, pretendiendo que trabajaban duro. 

"No creo que tenga que preocuparme de algo, pero si alguien intenta algo gracioso, estoy dispuesta a probar el filo de mi cuchilla en sus escamas. Después de todo, a menudo me pregunto si me he oxidado desde la última vez que partí a un dragón por la mitad. ¿Qué piensas?" 

Kataryna me mostró una sonrisa torcida y sacudió su cabeza. 

"Creo que es imposible que alguien además de Alkelios te domestique." 

"Por supuesto, dudo que alguien pueda satisfacerme de la forma que él lo hace, y no estoy dispuesta a ofrecerles la oportunidad de intentarlo. Aquellos que lo asuman encontrarán que el tener afinidad con el Fuego no es solo para mostrar." 

"Muy bien, pero no quemes el barco. No voy a nadar de aquí hasta el Continente Relliar." 

"¡No te preocupes, no lo haré!" 

"Así que, ¿en qué pensabas?" 

"¿Hm?" miré de vuelta al vasto océano "Este viaje… es la primera vez que estoy dejando el Continente Dragón, no sé qué esperar, y aun así, puedo sentir este deseo, este fuego en mi corazón que quema muy fuerte con curiosidad." Cerré mis ojos y sonreí. 

"¿No es eso lo que llaman espíritu de aventura? Tal vez lo sentiste la primera vez que estabas buscando los Hongos Sangrientos en el Bosque Seculiar." 

"No. Sentí urgencia en aquel entonces… La primera vez que sentí esto fue…" me detuve y sonrojé. 

"¿Oh? ¿Tiene que ver con Alkelios?" a pesar de que no podía verla, sabía que tenía una mueca en su rostro. 

"Sí, cuando lo besé… y tal vez esa noche cuando estaba enferma y el cuidó de mí." Respondí y abrí mis ojos. "Voy abajo por algo de fruta. ¿Quieres que te traiga algo?" 

"¿Estás huyendo?" 

"No." Dije y caminé lejos de la barandilla. 

"Tráeme unos limones entonces. Siento que quiero beber algo de limonada." 

Caminé a la cubierta principal y utilicé la puerta de ahí. La bodega estaba hasta abajo, pasando la sentina. A diferencia de los barcos humanos, los de los dragones estaban hechos para ajustarse a nuestra medida, así que no tenía problemas en que mis alas cupieran a través de las puertas. 

Cuando llegué al fondo, me di cuenta de que había un poco de agua acumulada en la sentina. En el muro derecho había un marcador que mostraba la cantidad. Siempre y cuando estuviera por debajo de la seña roja, todavía estaba seguro. Si estuviera pasado, entonces existía la probabilidad de que el agua entrara en la bodega y arruinara nuestras reservas de comida, así que alguien con magia de agua tenía que bajar y encargarse de ello de vez en cuando. 

Ahí había otra puerta por la que tenía que pasar antes de entrar a la bodega. El guardia de aquí hizo una reverencia y me dejó pasar sin decir nada. 

El cargamento estaba acomodado hacia la parte trasera de la habitación, lejos de la puerta y la sentina. Había numerosas cajas apiladas con todo tipo de cosas que podríamos necesitar a través de este viaje. Por supuesto, también teníamos nuestro anillo [Bolso] los cuales tenían una cantidad decente de suministros, incluyendo algunos materiales para armar una balsa en caso de que fuéramos forzadas a abandonar el barco y tomar vuelo. 

Los humanos a menudo se ahogaban en los viajes marítimos, pero los dragones simplemente se elevaban en el aire asegurándose de descansar de vez en cuando. Las únicas dificultades a las que se tenían que enfrentar eran vientos fuertes y clima no favorable. 

"Vamos a ver… ¿Dónde está la caja de frutas?" me dije buscando alrededor, pero justo entonces, avisté algo extraño. 

Una cola con escamas plateadas saliendo por atrás de una de las cajas. 

Lo último que recuerdo es que no hay ningún dragón con ese tipo de escamas a bordo con excepción de mi amiga Kataryna. A menos que se apresurara a bajar antes que yo, dudaba que fuera ella. 

Ladeando mi cabeza un poco, continué mirando la cola y preguntándome que hacer. Luego de un momento se movió. La punta se curveó y luego se relajó. La persona detrás de la caja probablemente se dio cuenta de que yo estaba aquí, pero tal vez no sabía si yo la había descubierto o no. 

Con eso dicho, me encontraba un poco confundida… 

"Debería solo… ¿cortarla?" dije mientras daba un paso al frente. 

La cola fue contraída. 

"¡Sal de ahí! No tiene caso esconderse." Demandé con un tono de voz firme. 

No hubo respuesta, así que me acerqué a la caja en cuestión. Mantuve mis sentidos agudizados y en alerta debido a que no sabía a qué tipo de enemigo me podría estar enfrentando, y un solo error podría probar ser fatal incluso para mí. 

Cuando estuve a punto de asomarme, alguien saltó. Intenté agarrarlo, pero él, no, ella, se reclinó y evitó mi mano. Usando su cola y alas se balanceó a sí misma y se escabulló por mi lado. 

No trató de atacarme, solo corrió. 

"¡Alto!" grité mientras corría tras ella. 

La dragonesa tenía cabello purpura claro a la altura de sus hombros y ojos rojos. Sus escamas eran similares en color a las de Kataryna, pero más inclinadas a un matiz pastel. Estaba esperando verla vistiendo ropas comunes, pero tenía guanteletes de armadura de cuero y protectores de pierna, mientras que el resto de su cuerpo estaba cubierto por una capucha blanca con una capa interna de cuero café. 

El momento en que me di cuenta de que estas ropas en definitiva no eran normales en un polizón, inmediatamente pensé en la Princesa Elleyzabelle, y en que esta dragonesa podría ser una posible asesina. Era lo suficientemente pequeña para escabullirse en rincones, apenas tan alta como Kleo. 

"¡Alto!" le volví a gritar, pero no tenía la intención de detenerse. 

Luego de escalar otro nivel grité "¡Kataryna! ¡Atrapa al polizón!" 

Ella ya casi estaba ahí, pero mi amiga tuvo que haberme escuchado. 

Justo cuando este posible asesino estuvo a punto de salir a la cubierta, se estampó con alguien permitiéndome el alcanzarla. 

Quien la detuvo fue Kataryna, pero no con sus manos, fue con su pecho… 

El polizón chocó su cara en el pecho de Kataryna y por un momento pareció que ella estaba muy sorprendida para entender que había pasado. 

"¿Qué es esto?" Kataryna preguntó con una ceja levantada mientras apuntaba a la pequeña dragonesa. 

"E-Esa voz… esta sensación… ¿Señora Kataryna?" preguntó levantando su mirada. 

"¿Huh?" la dragonesa parecía estar más confundida. 

"¡KYA! ¡En verdad es usted! Y esto… ¡este amplio pecho definitivamente es el suyo! ¡Me aseguraré de atesorar por siempre esta sensación!" dijo ella mientras frotaba su rostro con el pecho de Kataryna. 

Mirando esta increíble escena… simplemente me quedé sin forma de reaccionar. 

¿Había alguna necesidad de reaccionar en primer lugar? Al menos, esta dragonesa no parece ser una asesina enviada tras la Princesa. 

"No sé quién rayos eres… pero detente." Dijo Kataryna mientras la agarraba por el cuello y se la quitaba de encima. 

"¿Umu? ¿Señora?" ladeó su cabeza un poco confundida. 

"Deja de llamarme así." Replicó y entonces la congeló del cuello para abajo, volviéndola un bloque de hielo. "Listo. Polizón capturado." 

"Ah… si… Vamos a llevarla a una habitación para interrogarla." 

Con la ayuda del capitán, fuimos capaces de usar una de las habitaciones vacías y arrojamos a la dragonesa adentro. Luego de eso, Kataryna removió el hielo y la hizo sentarse en una silla. 

Estaba temblando muy feo y sus mejillas estaban sonrojadas. Esto significaba que ella no era del elemento hielo sino relámpago o tal vez un cruce con luz. Removimos su capa y en efecto estaba vistiendo una armadura de cuero, pero no era del tipo que la ayudaría en una batalla de espadas. A lo mucho, estaba diseñada para protegerla de un corte muy cercano, pero no de una apuñalada o de un tajo a toda velocidad. Era la armadura de un explorador. Tenía un par de dagas como armas, estaban encantadas para velocidad y durabilidad. 

"¿Cuál es tu nombre?" 

La dragonesa no respondió a mi pregunta, solo se me quedó mirando. 

"¿Cuál es tu nombre?" preguntó Kataryna. 

"¡Si! ¡Tanarotte Narnyesall, edad 174, especializada en el Elemento Relámpago, Número de Poder 712! ¡Y amo todo acerca de la Señora Kataryna!" respondió con un tono energético y levantando una mano. 

"Lo último no era necesario." 

"Uuu." Bajó su mano y aplanó sus alas en su espalda, con el aspecto de que estaba a punto de llorar. 

¿No es su comportamiento un poco raro? 

"¿Te encuentras bajo la influencia de algún hechizo?" 

No respondió. 

"Respóndele." Kataryna suspiró. 

"Erm… No. Mis ropas están encantadas para mantenerme segura de hechizos de tipo encantador." 

"Muy bien, entonces ¿por qué estas a bordo de esta nave? ¿Tienes alguna idea de adonde nos dirigimos? ¿Cómo te subiste a bordo?" 

"Erm… solo sabía que la Señora Kataryna iba a estar aquí… no tengo idea de adonde se dirige este barco. Solo salté en el ancla y luego de dos días de estar colgada ahí, finalmente me las arreglé para meterme. Uno de los marineros olvidó cerrar la escotilla esa noche." 

"Tu… ¿estuviste colgada del ancla por dos días?" parpadeé sorprendida. 

Eso no es algo que un dragón normal haría… 

Yo lo que hubiera hecho sería infiltrarme trabajando como parte de la tripulación o usar mi espada para escalar por una de las ventanas. Dada su velocidad, simplemente pudo haber noqueado al vigilante en turno. 

"Deja de llamarme Señora. ¡No recuerdo tener un subordinado como tú!" 

"¡Lo sé! Intenté unirme a la organización Twin Daggers hace treinta años, peor el idiota que me examinó dijo que no cubría la cuota. ¡No fui capaz de unirme debido a que el bastardo intentó manosearme y lo golpeé en sus bolas de dragón! Me las arreglé para robarle también, así que no fue una pérdida total. Tehe~" dijo mostrando la punta de su lengua. 

¿Está tratando de ser linda? Creo que solo está logrando que Kataryna se enoje más. 

"Bueno, está muerto ahora." 

"¡Eso es bueno! ¡Nunca me gustó!" nos mostró una sonrisa total.

"¿Así que qué has estado haciendo todo este tiempo y por qué estas tan obsesionada con Kataryna?" 

"¡Simplemente Kataryna es la más grandiosa! Se todo acerca de cómo peleó en la guerra de hace 500 años y derrotó a más enemigos de los que puedes contar. ¡Entonces ella mantuvo un perfil bajo y ni siquiera el Rey intentó meterse con ella! ¡Incluso fundó la organización Twin Daggers y nunca se retiró de ninguna pelea o de alguien que se atreviera a burlarse de ella! ¡Ella es mi modelo a seguir! Y lo que he estado haciendo, he sido vendedora ambulante, encantando por ahí y por allá, cosas de ese tipo, nada más." Dijo todo esto en un solo respiro y luego se encogió de hombros. 

"Hm~ He escuchado suficiente. Vamos a atarla a un par de balas de cañón y a arrojarla por la borda, ¿te parece?" Kataryna sugirió con una sonrisa y Tanarotte se puso pálida. 

"Eso es un poco extremo, ¿no crees? Esta dragonesa es solo una de tus fans." 

"Muy bien, olvida las balas de cañón…" dijo eso y Tanarotte suspiró aliviada "Atémosla al cañón, ¡es más pesado!" 

"¡Señora~! ¡No se deshaga de mi~!" 

"¿Dos cañones?" me mostró dos de sus dedos. 

Solo suspiré. 

Este va a ser un viaje muy largo… pensé y entonces suspiré viendo como Kataryna incrementaba el peso con otro cañón y Tanarotte seguía llorando y rogando que reconsiderara sugiriendo que podría ser una gran mascota para ella. 

[Una página del Diario Secreto de Tanarotte] 

12vo día del 2do Mes del año 6489 de la Era de Drakartus 

Hoy, finalmente tiramos ancla en el Puerto Knitkat en el Continente Relliar. Casi salto de la cubierta y abrazo el suelo. Extrañaba la tierra, extrañaba suelo sólido. 

Solo el pensar por lo que pasé a través de estos días a bordo del Galeón Sueño Escorpión me hacía temblar hasta mis botas. No solo mi escondite perfecto fue descubierto por Lady Seryanna, sino que casi termino con la mitad de mi cola debido a eso. ¡¿A qué se refería con ‘cortarla’?! ¡¿Es normal eso?! ¡Eso NO ES NORMAL! 

Quería llorar, ¡pero todo se arregló para mejor! Me encontré a mi ídolo, mi diosa, Kataryna Greorg. 

Bueno, dudo que ella me recuerde, pero tal vez un día, planeaba contarle acerca de la primera vez que la conocí… fue hace un largo tiempo, y yo era más joven. Si no fuera por ella, ciertamente no habría sobrevivido como hasta ahora. No hubiera sido extraño que terminara vendiendo mi cuerpo a sucios hombres solo para ganar unas cuantas monedas para comida. Sin embargo, gracias a ella, ¡tal terrible destino nunca se hizo realidad! 

Siempre sentí lástima de aquellas pobres mujeres que tenían que recurrir a algo como esto. A aquellas que podía ayudar lo hice pretendiendo que compraba sus servicios solo para invitarlas a que me acompañaran a una comida cálida y a un buen baño caliente. 

No era algo que hiciera muy a menudo. La vida de una vendedora ambulante era difícil incluso para mí, pero cuando sea que estuviera en la necesidad de algunas monedas rápidas, siempre podía robarlas de aquellos dragones ricos. Si robara su bolso, se darían cuenta de ello, pero si solo robaba unas monedas, era altamente dudable que fueran a hacer un alboroto. 

Cuando vi a Lady Kataryna en los muelles, me encontraba en el medio de pedir prestadas unas monedas del capitán de un barco de aspecto lujoso. ¡Imagina mi sorpresa cuando me di cuenta de que aquel al que le robé era en realidad el capitán de este Galeón! 

Durante mi interrogatorio, lo que le dije a Lady Seryanna era la absoluta verdad, aunque, nunca tuve la intención de abordar este navío, pero cuando vi a la dragonesa a la que aspiraba convertirme, mi cuerpo simplemente se movió por su cuenta, y en otro momento me encontraba colgando del ancla como una idiota preguntándome que debería hacer y rezando para que ningún monstruo decidiera tomar una mordida de esta dragonesa colgada. Para mi suerte un marinero olvidó cerrar la escotilla, la cual utilicé para escabullirme. 

Entonces fui capturada y Lady Kataryna casi me arroja por la borda con tres cañones atados a mi espalda. Lady Seryanna me salvó. ¡Esto significaba que le debía una! ¡Pero que cruel era mi ídolo! ¡Ella quería arrojarme, así como así! Ni siquiera intenté hacerle nada más que estar allí respirando el mismo aire que ella… tan cerca como fuera posible… ¿tal vez lo suficiente para robarle un beso? ¡Hehehe! 

De cualquier modo, fueron muy amables en dejarme quedar a bordo luego de escuchar mi historia. Creo que aceptaron el hecho de que no estaba mintiendo cuando vieron mi reacción al escuchar quien era el VIP que se encontraba a bordo. ¡Nunca en mis sueños llegué a creer que estaría viajando con una princesa! 

Bueno, Lady Kataryna fue un poco más difícil de convencer, ¡pero estaba determinada a ganármela y espiar cuando se esté bañando! ¡Digo… ganarme su confianza! ¡Si, su confianza! Entonces su permiso para meterme a la cama con ella … entonces… Hehehe… 

Dejaron que me quedara con la condición de que iba a ser supervisada por tres dragones. Dos de ellos eran Barones Caballeros que se llamaban Quran Van y Amarondi Shellar. El tercero era un simple Campesino Caballero que se llamaba Attrakus. Había muy pocos campesinos que tenían un apellido, pero muchos que se las arreglaban para entrar dentro de los rangos de Caballero. 

Se me dijo que estos tres eran parte de la Orden de Caballeros de Lady Seryanna, pero que tendía a ignorarlos por completo. Durante mi estadía a bordo de ese barco, ni una sola vez la vi que les ordenase algo. 

Mi trabajo a bordo era simple: fregar la cubierta y lavar la ropa de los marineros. Era un tratamiento estándar para polizones. Si este hubiera sido un barco pirata, habría sido ya sea esclavizada, utilizada por mi cuerpo, o me habrían hecho caminar por la plancha con un cañón atado a mi espalda. 

No fue malo, ¡y de esta forma tuve la oportunidad de permanecer cerca de mi amada ídolo! ¡Tenía mucho por aprender de ella! ¡Tal vez con el tiempo, ella me llegue a aceptar como su pupilo! ¡No puedo esperar! 

Mientras tanto, solo tenía que asegurarme de que todo lo que viera fuera la energética y un poco pervertida Tanarotte. No había necesidad de que supiera acerca de mi pasado, mis miedos, y las lágrimas que lloré cuando nadie veía… La feliz y afortunada pequeña Tanarotte era todo lo que los demás tenían que ver…




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