100 Luck and the Dragon Tamer Skill! Arco 4-85.2

Capítulo 85: La Piedad de Seryanna (Parte 2)


"¡No! ¡No lo hagas! ¡Realmente no lo sé! ¡Mi trabajo es solo pagar a los guardias para que hagan la vista gorda! ¡Me dan una bolsa con monedas, le pago a los relliars, entonces me voy a atender mis propios asuntos! ¡Realmente no conozco nada más!" gritó mirándome con ojos temblorosos.

"¿Qué ocurre si no lo haces?"

"Ugh…" se retorció por el dolor que sentía en su brazo izquierdo.

Si no me apresuraba con esto, iba a terminar desmayándose.

"Dímelo."

"Un gran hombre, un relliar, viene y me da una golpiza. Por supuesto, siempre hice mi parte…"

"Bien. Ahora, ve a conocer a tus dioses."

"Qu…" ni siquiera pudo terminar sus palabras, lo agarré por el cuello y lo troné como una rama.

Su cuerpo sin vida cayó en el suelo. Justo como lo prometí, le mostré piedad al matarlo con rapidez.

Desactivé el grabador de voz, pero cuando estaba a punto de irme, vi una nota en la mesa. Había una fecha y hora escritas en ella.

"Esto fue hace dos días… si la delegación humana no tenía a Shelly con ellos, entonces ellos la sacaron luego."

El siguiente al que visité fue Steve el Minero, encontré el burdel en cuestión bastante rápido. Cuando pregunté por él, todos pensaban que estaba interesada en comprar una prostituta. Ignoré esa parte por completo.

Tan pronto empecé a buscar por el humano, tuve la desafortunada suerte de encontrarme con él en un callejón justo después de que terminó con sus ‘asuntos’, lo cual era violar a una mujer relliar. Ella estaba llorando y temblando mientras sostenía sus ropas destrozadas.

Steve el Minero era un hombre alto con una gran panza. A pesar de que era bastante gordo, también mostraba el tener unos buenos músculos en su cuerpo. Justo como lo dijo Bigotes Largos John, el humano cargaba un pico como arma.

"¿Quién eres tú? ¿Segunda ronda?" dijo con una sonrisa mientras se amarraba el cinto.

La respuesta que le di fue un poco diferente. Desenvainé mi espada y corté su brazo izquierdo hasta el hombro, luego lo pateé en el pecho enviándolo a volar por todo el callejón hasta la calle principal.

Caminé hasta llegar a él quien estaba gritando del dolor y tratando de detener el sangrado. Activé el grabador de voz.

"¡¿Quién eres tú?! ¡Mujer lunática!"

Saliendo del callejón, extendí mis alas y apunté mi espada hacia él.

"Dime donde están los secuestradores de relliars."

"¡No sé de qué rayos estás hablando señorita! ¡ARGH! ¡Mi brazo! ¡Estás demente! ¡¿Cortaste mi brazo solo por eso?! ¡Te mataré! ¡Te mataré maldita sea!"

"¿Eso crees?" entonces corté su otro brazo.

"¡AAARGH" mientras gritaba los relliars de alrededor nos miraban aterrados. Dado que el burdel estaba cerca de nuestra posición, algunos clientes estaban asomándose por la ventana intentando ver cuál era la conmoción.

"¿Realmente no lo sabes?"

"¡NO! ¡Perra loca! ¡Cortaste mis brazos!"

"Ya veo." Asentí y corté sus dos piernas de un tajo.

Gritó y vociferó de nuevo.

"Estoy sorprendida de que pensaras que te podrías salir con la tuya al violar a una pobre mujer. Aquí, déjame ayudarte a que te vayas con tus dioses." Le mostré una sonrisa y corté su torso en dos, esparciendo sus entrañas en el suelo. "¡Que esa sea una lección para cualquier varón tonto que crea que se puede salir con la suya con tales actos!"

Nadie dijo una palabra.

Desactivé el grabador de voz y envainé mi espada, entonces fui de vuelta al callejón. La mujer seguía ahí, temblando de miedo y llorando.

"Está muerto. Tu sufrimiento ha sido vengado. Toma, para tus ropas." Le di una moneda de oro. "No dejes que lo que te pasó hoy te detenga de encontrar el amor verdadero."

El último al que tenía que visitar era el bandido llamado Tonto Vester. Si el rumor de que era un humano del mismo mundo que Alkelios era real, entonces tenía que ser más cuidadosa cuando peleara contra él.

La Posada Recall no fue difícil de encontrar. Al preguntarle a los guardias en donde podría encontrarla, me respondieron de inmediato, pero también me advirtieron acerca de los rufianes que se juntaban por ese lugar. No intentaron detenerme debido a que vieron la calidad alta de mi armadura y arma, era imposible que tales objetos se le dieran a alguien con falta de poder.

Y, así como me lo dijeron, este lugar estaba rodeado por humanos y relliars que eran la perfecta imagen de rufianes y bandidos. Era como si estuvieran presumiendo su sucia y amenazante apariencia. Normalmente, uno intentaría ocultar el hecho de que se la pasaba haciendo actividades como robos y saqueos.

"¿Un dragón? ¿Aquí?" dijo uno de los humanos.

"La última vez que revisé era mujer." Dije y lo golpeé en la cara con la parte de atrás de mi mano, mandándolo a volar hacia el muro de un edificio cercano.

Entonces me di la vuelta para con los otros, quienes parecían un poco confundidos por lo que sucedió. No dejé que se fuera esta oportunidad e inmediatamente me apresuré hacia ellos, golpeándolos en sus estómagos y dándoles codazos en sus mejillas. En un parpadeo, los siete rufianes que hacían guardia estaban noqueados en el frío suelo.

Ignorando a la audiencia de relliars que mantenían su distancia de mí, caminé hacia la puerta y la pateé.

"¡GUHA!" alguien gimió cuando salió volando junto con la puerta.

Solo había silencio en el establecimiento, y me adentré activando mi grabador de voz en mi bolsillo.

"Buen día. Estoy buscando a el Tonto Vester." Dije desenvainando a Drachenkrieg dejando que las llamas acariciaran su cuchilla.

"¿Quién pregunta?"

Fue un humano que tenía la misma altura que yo, pero que podría confundirse con un relliar por lo peludo que era. Aun así, a diferencia de ellos, esto era desagradable. Podía sentir la esencia de las ropas sin lavar y de bebida emanando de él.

"Una dragonesa que está buscando por secuestradores de relliars." Apunté mi espada hacia él. "¿Dónde está el Tonto Vester?"

Varios de ellos se vieron a los otros cuando dije estas palabras. No había duda de que sabían algo.

"¡Lárgate, ahora!" demandó mientras apuntaba a la puerta.

"¿Hm?" le sonreí y luego lo golpeé con el lado plano de mi espada, mandándolo a un muro cercano y lastimándolo gravemente.

Ahora que llamé su atención, todos se levantaron de sus asientos y tomaron sus armas.

"¿Dónde está el Tonto Vester? Si no me responden ahora, alguien podría morir."

"¿Por qué deberíamos decirte donde se encuentra el jefe?"

Con una sonrisa en mis labios, hice que las llamas en mi espada se movieran hacia el suelo y se fueran a la entrada como si tuvieran vida. En el siguiente momento, un gran incendio bloqueaba la salida.

"Porque de otra manera, seré forzada a cortar a todos y cada uno de ustedes hasta que alguien hable."

Hace mucho tiempo, habría tratado de llegar a un acuerdo con ellos, algo como tratar de hacer que se detuvieran con el secuestro de personas, y así ignorar algunos de sus crímenes. En aquel entonces, no tenía el poder para destruir a un grupo bandido como Twin Dagger o los recursos para hacer que se destruyera desde adentro. Todo lo que podía hacer era morder fuerte y hacer la vista gorda, especialmente si quería hacer uso de sus anillos [Bolso].

En aquel entonces, las cosas eran difíciles para mí, pero ahora, no había que este patético grupo de relliars y humanos pudieran ofrecerme a cambio de que los ignorara. Al contrario, tenía poder y autoridad más que suficientes, así como recursos para convertirlos en polvo.

"Señorita, tenemos el respaldo de algunos nobles bastantes influyentes y poderosos. ¿Realmente crees que te saldrás con la tuya?"

"Es gracioso, creo que ellos fueron los que me mandaron."

Era una mentira, pero causaría que los sobrevivientes buscaran venganza en contra de los nobles corruptos.

"Ahora, ¿dónde está su jefe? Prometo mostrarle piedad si es honesto conmigo. Solo necesito un poco de información, eso es todo."

"¡No tengan miedo de su magia! ¡Solo atáquenla!"

"¡Sí! ¡No es tan ruda!"

"¡Derríbenla!"

"¡Córtenle la cola!"

"¡Que nos haga de cenar!"

El último parecía tener prioridades diferentes al resto.

"¿Así lo quieren? Entonces vengan."

"¡YARGH!" un humano que vestía una armadura de cota de malla me atacó con su espada corta.

A diferencia de este grupo, yo tenía puesta la armadura que hizo mi preciado esposo para mí y empuñaba la espada que me obsequió. No eran simples decoraciones, eran extremadamente poderosas. Un simple mandoble con Drachenkrieg era todo lo que se ocupaba para cortar a este hombre, su armadura y su espada a la mitad.

Me hice a un lado y dejé que sus restos cayeran al suelo.

"Siguiente."

"¡ATRÁPENLA!" alguien gritó en el fondo y todos se abalanzaron sobre mí.

Tomé un respiro profundo y liberé mi aliento de fuego sobre los primeros dos. Al tercero lo pateé en un costado, enviándolo a volar a través del muro hacia la calle, donde dio su último respiro. Uno intentó atacarme por sorpresa con sus dagas, pero lo golpeé en la mejilla con mi cola y luego aplasté sus costillas con el lado plano de mi espada.

Saltando atrás, evité el martillo de un gran bruto y entonces lo golpeé en la cara, mandándolo contra un soporte columna del edificio.

Tomé a otro por la cabeza y lo lancé a través del techo, su cuerpo traspasó el segundo piso y cayó en la parte exterior de la azotea. Con mis flamas incineré el piso superior, causando que los bandidos que se estaban escondiendo ahí empezaran a escapar.

Otros dos agarraron mi mano izquierda, tratando de sostenerme, pero los levanté del suelo y luego los estampé contra el piso. Los tablones de madera se quebraron y cayeron en el sótano, mientras que yo evité la caída saltando hacia adelante contra otro de ellos.

Le di un rodillazo en la quijada, noqueándolo, y luego tomé al relliar más cercano y lo arrojé en contra de la salida trasera. Su cuerpo chocó con otro de los bandidos.

"¡Nadie va a ningún lado!"

"¡Espera! Si te decimos donde está el Tonto Vester, ¿nos dejarás ir?"

"Sí."

"¡¿En serio?!"

"Sí, ahora díganme."

"¡Es ese tipo!" dijo apuntando al hombre en la parte trasera que intentaba escapar.

"¡Traidor!"

"Bien. Todos ustedes se pueden ir."

"¡Mierda! ¡Si de esto se trata, entonces muere! ¡[Holy Cow Catastrophe]!" gritó el nombre de su extraña habilidad.

En frente de él apareció un gran circulo, y de adentro salió un monstruo. Era una pantera con dos colas de serpiente y ojos rojos como de demonio. Si no me equivocaba, esta bestia era bastante poderosa en el Continente Humano, pero a lo mucho era promedio en el Continente Dragón.

"¡Mátala!" ordenó Vester.




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