100 Luck and the Dragon Tamer Skill! Arco 4-83.2
Capítulo 83: Precuela al Incendio (Parte 2)
"No lo entiendo, ¿qué no todos los dragones odian a los humanos?"
"Al igual que hay relliars malos y dragones malos, también hay humanos malos. Algunas veces, estos individuos terminan ocupando una posición de prestigio dentro de su país, pero no es de tal manera que todos y cada miembro de su especie viva solo para buscar una guerra con nuestra especie. Es por eso por lo que hay parejas humano-dragón e incluso humano-relliar."
Por un momento, quería contarle sobre Alkelios y como nuestra Reina no libró ninguna guerra en contra de los humanos a pesar de que uno la había envenenado. Estos asuntos, sin embargo, eran en extremo sensibles. Si no se manejaban apropiadamente, podrían guiar a conflictos internacionales inesperados.
"Ya veo… Bueno, espero que tengas razón, Duquesa Draketerus."
"Yo también lo espero."
"¿Puedo ir a ver a papá ahora?"
"Princesa, erm… no sé si es un buen momento para ir."
"¿No puedo?"
"Bueno… No exactamente, pero tendrás que permanecer en silencio hasta que la reunión con los humanos y los dragones finalicen."
"¡Lo haré!"
"¿Entonces está bien que la deje con usted?" le pregunté al Primer Ministro.
"Si, por favor. Entraremos en breve luego de usted."
Cuando entré a la sala de audiencias, pude notar como todos estaban tensos. Incluso Kataryna estaba poniendo atención a los nuevos invitados que arribaron. Había nueve humanos erguidos en el lado derecho de la habitación. Aquel al frente que hacía toda la plática era un noble con un poco de panza y que cargaba un aire de superioridad a su alrededor. A su izquierda había un hombre vistiendo una capa de mago y que parecía estar aburrido por esta visita, mientras que a su derecha había un hombre vistiendo una armadura de caballero.
Detrás de ellos estaban los caballeros escolta, así que mi suposición era que el hombre en el frente era el Caballero Comandante.
Ninguno de ellos representaba una amenaza para mí. A lo mucho, me sorprendería si es que no morían de un golpe. Eran débiles y arrogantes; una combinación letal entre dragones.
Intenté ignorarlos y caminé hasta donde estaba la Princesa Elleyzabelle y Kataryna, quienes estaban a la izquierda de la sala, a una distancia justa del grupo humano.
"¿Qué está ocurriendo?"
"Seryanna, estas personas son representantes del Imperio Akutan. Mas específica, vinieron aquí en nombre de la Cuarta Princesa. Y hasta ahora han hecho unas demandas bastante atrevidas."
"¿Atrevidas?"
"O tontas si quieres llamarlas así." Dijo Kataryna.
"El gran gordo es el Obispo de la Santa Iglesia del Panteón de Zeus. Su nombre es Marconium Bassar y justo antes de que entraras, demandó más oportunidades para extender su fe entre los relliars y que el Rey cediera el control del Puerto Donmar. Ambas demandas son bastante ridículas, pero cuenta con el apoyo del Imperio Akutan, el cual es la más poderosa fuerza militar de todo el Continente Humano." Explicó la Princesa.
"Suena malo, pero dudo que acepten esas demandas."
"No lo harán. Su Majestad nunca aceptaría algo tan estúpido como esto. Conceder el Puerto Donmar al Imperio Akutan es lo mismo que declarar que el Reino Sarakus perdió en su contra. Lo peor de todo, es que garantizaría un puente hacia el Continente Relliar para una posible invasión."
"De lo que yo estoy preocupada es del Héroe Humano de ahí." Dijo Kataryna.
Mis orejas se movieron por esto "¿Héroe Humano?"
"Sí, el mago que parece aburrido. Se presentó a sí mismo como uno. Su nombre es Mandar Bashir y dice que proviene de Italia."
"Hm. No parece tan fuerte."
"No, pero no podemos estar seguras de que no tenga habilidades y capacidades extrañas como Alkelios. Presenciamos a un Héroe Humano fortalecerse solo con hacerse amigo de los dragones y a uno que podía mover ejércitos enteros por el mapa a su voluntad. Sus capacidades no son para subestimarlas."
"Si, pero mi esposo tenía una buena razón para ser tan poderoso al igual que Kronius. Este humano, sin embargo, no parece estar en la misma liga que ellos."
"No me gusta como esos caballeros nos miran a nosotras y a los relliars." Dijo Elleyzabelle.
"Sí, es como si nuestra existencia estuviera totalmente alejada de la suya."
Mientras la conversación entre el Obispo y el Rey continuaba, los humanos mostraron impaciencia con respecto a cómo progresaban las negociaciones. La Princesa Elleyzabelle ni siquiera tuvo oportunidad de hablar, y lo peor de todo, parecía como si estos humanos interrumpieran a propósito su audiencia con su Majestad. Aun así, ella no querría revelar los asuntos de sus negociaciones actuales con esta gente, algo de lo que ellos parecía que no se preocupaban.
Desafortunadamente, no sabía en qué lenguaje estaban hablando. No usaban el lenguaje del país en el que se encontraban como la mayoría de los diplomáticos sino el lenguaje central del Imperio Akutan, haciendo mandatorio la presencia de un traductor para el Rey y los nobles presentes.
En algún punto, escuché a los caballeros diciendo algo mientras nos miraban. No fue muy alto como para que otros humanos los escucharan, pero las orejas agudas de los relliars y nosotros los dragones captaron los sonidos.
"Se están burlando de nosotros." Dijo en un susurro la princesa sin perder su compostura.
"Debiluchos."
Mi atención durante esta conversación se encontraba sobre la linda Shelly, quien estaba de pie junto al trono con el Primer Ministro. Al igual que un inocente niño regular, a ella no le importaba lo que los adultos estaban hablando, y solo estaba mirando en los alrededores con grandes ojos curiosos. Debido a que era una Princesa, se le enseñó que no debe molestar a su Majestad cuando está trabajando.
El solo mirarla sanaba mi corazón y me hacía olvidarme de estas bolsas de carne caminantes.
En algún punto, su Majestad levantó la mano y detuvo el discurso del Obispo. El relliar entonces se volteó para con nosotros.
"Le pido a nuestros estimados invitados draconianos que esperen afuera hasta que la reunión con nuestros estimados humanos haya finalizado."
"Entendemos, su Majestad. Esperaremos afuera hasta que nos permita regresar ante su gracia." Respondió con un tono cortés y reverenció su cabeza una vez. "Vámonos." Luego nos dijo en Draconiano Oriental.
Asentí y me di la vuelta para partir. Kataryna hizo lo mismo.
Mientras caminábamos hacia la puerta, Shelly se alejó del Primer Ministro y corrió hacia nosotros. Probablemente vio esto como una oportunidad para venir y jugar. Los guardias relliar no la detuvieron o mostraron preocupación como lo hacían antes. Sabían que yo era su amiga, y honestamente no me importaba jugar con ella un poco más. ¡Era demasiado esponjosa para resistirse!
Justo cuando pasó corriendo junto a los humanos, se tropezó con la túnica de uno e hizo una voltereta hacia uno de los caballeros, inevitablemente chocando con él. Los guardias vieron esto y se congelaron en su lugar, mientras que yo me di la vuelta para ir a ayudarla.
"Mew~ Pewdón…" dijo con una linda voz mientras lo miraba.
El humano dijo algo en su lenguaje y levantó su mano.
¿Qué está haciendo?
"Basura relliar, ¿cómo te atreves a ensuciarme?" dijo el traductor sorprendido.
¿Qué? Pensé que no estaba escuchando bien, pero cuando lo miré otra vez, su mano estaba bajando para golpear a la pequeña niña.
En ese momento, me moví a una velocidad que estos debiluchos nunca podrían ver.
Lo tomé por su muñeca antes de que pudiera tocar a mi preciada amiga y lo observé de vuelta.
Sus caballeros humanos estaban sorprendidos por mi repentina aparición junto a ellos y por el repentino viento que se formó por mi avance.
"Déjame ir, repugnante lagarto." Dijo el traductor sin poner ninguna emoción en las palabras.
"¿Hou?" entrecerré mis ojos a él "Estabas tratando de golpear a Shelly, ¿no es así?" dije en el lenguaje Sarako.
El traductor dejó conocer al humano lo que dije.
"¿Y qué?" respondió.
Le mostré una sonrisa y entonces apreté mi agarre hasta que el humano empezó a gritar del dolor y sus huesos empezaron a hacer sonidos de crujidos. La mano que estuvo a punto de golpear a mi amiga ahora había sido convertida en una masa de carne mezclada con huesos aplastados. Solo me tenía que asegurar que la sangre salpicada no cayera sobre mi o Shelly, por lo que creé una pequeña barrera entre nosotros. Las gotas nos evitaron y cuando estaba satisfecha con la agonía del hombre, liberé mi agarre y lo dejé caer al piso.
Todos los humanos se hicieron para atrás, mostrando el miedo que me tenían. Los miré, les mostré una sonrisa y casteé una flama sobre mi mano para deshacerme de su sucia sangre.
"¿Hm? ¿Debería destrozar las manos de todos y dejarlos medio muertos con ellas?" les pregunté cortésmente "Si se atreven a tocar un solo cabello de la preciada cabeza de esta niña, los voy a quemar vivos a todos hasta que no quede nada de ustedes."
"¿Mew?" la pequeña relliar estaba un poco sorprendida por lo que pasó, pero no parecía que tuviera miedo.
Miré de vuelta al Rey y dije "Me disculpo, su Majestad, accidentalmente salpiqué basura sobre su precioso piso." Dije con un tono de voz frío.
La Princesa Elleyzabelle suspiró y se frotó la frente.
"Este ataque y burla al Imperio Akutan no será permitido. Demandamos la cabeza de esta irrespetuosa mujer." Dijo el traductor luego de que el Caballero Comandante me apuntara.
Lo ignoré y tomé a Shelly del piso.
"Me disculpo por el comportamiento grosero de mi subordinado, pero me temo que no puedo aceptar tal petición a menos que el Imperio Akutan desee declarar oficialmente la guerra en contra del Continente Dragón." La Princesa Elleyzabelle le preguntó en el lenguaje Sarako.
"¡Como Caballero Comandante Devus Allexian, te hago saber que no perdonaré este insulto traído sobre mis hombres y mi persona!"
Caminamos fuera de la sala sin responder. Allá adentro, los caballeros trataron de ayudar al humano que le destrocé la muñeca, pero dudaba que cualquier otro que no fuera un Sanador de alto rango pudiera curarlo. Todos los huesos atrapados en mi agarre habían sido aplastados en pedazos. Probablemente la amputación iba a ser la mejor solución.
"Ugh… ¡que desastre!" gimió la Princesa.
"¿En serio? Yo creo que salió bastante bien."
"¡No esperaba que un grupo humano apareciera justo cuando estaba intentando negociar aquellos tratados con el Rey!"
"Oh, pensé que te referías a lo que Seryanna había hecho allá atrás."
"No, eso en realidad fue bastante bueno. Los humanos perdieron muchos puntos al tratar de pegarle a la joven Princesa, mientras que nosotros ganamos muchos al protegerla."
"Por cierto, ¿por qué su Majestad permaneció quieto con todo lo que ocurrió?" pregunté.
"Ese hombre apenas y se abstenía de saltar hacia los humanos y destrozarlos con sus garras. Sin embargo, el desastre político subsecuente habría sido terrible. De esta forma, la culpa fue cambiada hacia nosotros."
"En otras palabras, este fue el mejor desenlace para nosotros. Le mostramos a los relliars que estamos de su lado y que no tenemos miedo del Imperio Akutan." Dijo Kataryna.
"Sí."
"Todo lo que está bien termina bien."
"¿Jugamos ahoa?"
"¡Claro que si pequeña!"
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