100 Luck and the Dragon Tamer Skill! Arco 3-62.2

Capítulo 62: Pelea de Exhibición (Parte 2)


Se lanzaron contra el otro haciendo que sus espadas chocaran en el aire, pero de la fuerza bruta que pusieron tras el impacto, las cuchillas se resquebrajaron y se hicieron añicos. El impacto causó una onda de choque que se expandió hacia las barreras que rodeaban la arena. La primera se destrozó, y las otras dos temblaron. Algunos de los nobles y espectadores estaban muy estupefactos como para reaccionar, pero viendo esto, varios empezaron a erigir nuevas barreras alrededor de la arena. Agregaron una cuarta y quinta, pero algo me decía que no iban a ser suficientes si esos dos liberaban sus instintos salvajes de batalla. 

Alkelios se deshizo de la espada rota, arrojándola a un lado. El Rey hizo lo mismo, pero ninguno se hizo para atrás. Saltaron hacia el otro y se engancharon en un fiero combate cuerpo a cuerpo. La velocidad de sus golpes era tan rápida como para causar que incluso yo tuviera dificultades siguiendo sus movimientos, aun así, los dos tenían sus ojos fijados uno al otro y no parecía que se fijaran en donde era que su oponente iba a dar su siguiente golpe. 

Golpear, bloquear, rechazar, evadir, golpe de pie izquierdo, golpe en el torso, sus impactos parecían no tener fin y eran bastante precisos. Cada ataque enviaba poderosas ondas de choque que levantaban polvo en el aire y causaban que las barreras se sacudieran y agrietaran. Si fueran a golpear una directamente con sus puños, la habrían destrozado por completo junto al resto de ellas. 

Aun así, si yo tenía problemas siguiendo su pelea, solo me podía imaginar cómo es que se miraba para los espectadores normales. Probablemente solo veían sombras e imágenes remanentes de ellos. Incluso el sonido de los golpes estaba atrasado, lo que significaba que estaban atacando más rápido que la velocidad del sonido. 

Ver su pelea envió escalofríos a mi columna, y sabía que era igual para los demás. Al igual que su Majestad y la Princesa, Brekkar y Seryanna estaban enfocados en la batalla. Esto no quería decir que no teníamos un ojo en otras posibles amenazas. 

Rompiendo el flujo de la batalla, Alkelios cubrió su pierna izquierda con electricidad e hizo una patada giratoria. El Rey bloqueó el impacto, pero aun así obtuvo un choque por el ataque. No fue suficiente para hacerlo retroceder, con una sonrisa, cubrió su mano derecha con fuego y la izquierda con hielo, y empezó una serie de puñetazos dirigidos a Alkelios. Usando los mismos elementos, Alkelios bloqueó cada golpe y lanzó un contraataque. 

El Rey agarró las muñecas de su oponente y le dio un cabezazo. El ataque fue efectivo y resonó como si fuera un trueno. Alkelios se desquitó golpeando las costillas del Rey con una rodilla, lo cual hizo que se agrietara la armadura. Ambos utilizaron [Fire Breath] al mismo tiempo. Sus cuerpos se cubrieron de flamas y se empujaron mutuamente, aterrizando en lados opuestos de la arena. 

Tan pronto puso un pie en el suelo, Alkelios levantó 10 muros de piedra en frente de él con un hechizo llamado [Stone Wall]. El Rey golpeó el primer muro y destruyó la mitad de ellos, mientras que el resto solo se agrietaron. Alkelios lanzó un gran número de [Earth Spikes] desde el suelo hacia el Rey, quien bloqueó o evadió todos ellos. Viendo esto, Alkelios se fue hacia la izquierda con [Wind Burst] y casteó [Lightning] dirigido hacia el Rey, quien lo esquivó corriendo hacia Alkelios. En el último momento, detuvo su hechizo y saltó hacia atrás. Esto fue cuando el Rey saltó hacia él y golpeó el lugar donde estaba previamente. 

Como resultado de este poderoso ataque, toda la arena se llenó de grietas, he hizo que algunas piezas se dispersaran por el lugar. Un cráter se formó donde el Rey aterrizó el golpe, pero la batalla estaba lejos de terminar. 

Inmediatamente los dos se enzarzaron en otra oleada de ataques. Ambos se veían como si estuvieran a la par, y mientras que ambos podían haber utilizado un montón de hechizos, si uno solo de ellos se salía de control, podría haber causado daño significativo a los alrededores. Hasta ahorita, todo lo que utilizaban podía ser cancelado en el último momento, de hecho, todas las espigas de hielo y bolas de fuego que salían de la arena eran canceladas de inmediato. Los ataques de hielo se derretían en el aire, mientras que las bolas de fuego hacían un *poof* cuando se extinguían antes de alcanzar las barreras. El simple hecho de tener ese tipo de control era impresionante. 

Me aterraba imaginar en lo que se podría convertir Alkelios si seguía mejorando a este ritmo por los siguientes años… o décadas. Conquistar el mundo podría no ser una hazaña imposible para él, pero entonces… ¿que si TODOS los héroes de su planeta natal eran como él? 

Otro escalofrió recorrió mi columna solo pensar en eso. 

Esta batalla había captado la atención de toda la audiencia. Era tan intensa, tan poderosa que se sentía que te perderías de mucho con tan solo pestañear. 

Entonces, cuando la batalla parecía llegar a un punto sin fin… o más bien cuando la mayoría había perdido la noción del tiempo, el Rey hizo un movimiento inesperado. 

Por primera vez desde que empezó la pelea, utilizó su cola para golpear a Alkelios. Como resultado de esto, no fue capaz de esquivar o bloquear a tiempo. Recibió un golpe limpio y fue enviado a estrellarse en la arena. El Rey no perdió esta oportunidad y mientras cargaba magia de Hielo en su mano derecha, se acercó dar el ataque. 

Y de esa forma… había terminado… 

Alkelios perdió. 

El Rey sostenía una Espada de Hielo sobre su cuello. 

Dejando salir un suspiro, Alkelios levantó sus manos y la multitud soltó un rugido de emoción felicitando al Rey, y por simplemente desatar su furor después de presenciar una batalla tan maravillosa. 

"¡Hahaha! ¡Fue un encuentro maravilloso!" declaró el Rey. 

"En efecto lo fue." Alkelios asintió y se levantó, haciendo una reverencia hacia el ganador. 

Feryumstark estaba feliz, mostrando una sonrisa radiante a todos, pero había alguien junto a mí que no estaba tan feliz… 

"¡Feryumstark Seyendraugher y Alkelios Yatagai Draketerus!" dijo la Reina. 

Ambos se congelaron en su lugar y con un muy lento movimiento, se dieron la vuelta para enfrentar a la Reina. 

Ella estaba de pie y uno de sus ojos tenía un ataque de tics. 

Oh hombre, ella está enojada. Pensé y me alejé un paso de ella. 

"Mientras que aprecio esa impresionante batalla que tuvieron, ¡ustedes dos NO TENÍAN POR QUE DESTRUIR MI ARENA!" 

Mirando alrededor, todo el lugar estaba hecho un desastre. La arena misma estaba sin posibilidad de reparación, apenas manteniéndose junta gracias al encantamiento puesto sobre ella. Técnicamente, ninguna de las barreras sobrevivió y la mayoría de nobles desde hace un tiempo habían evacuado hacia una locación más ‘segura’. La furia y el poder mostrado era por mucho más de lo que habían imaginado, y una vez más se percataron del por qué Feryumstark Seyendraugher era el Rey. 

"¿Oops!" 

Y en este punto, unas cuantas partes de su armadura se destrozaron en pedazos. Aquella que Alkelios estaba vistiendo apenas y estaba colgada de él. Hay que notar que ninguna de ellas era fácil de quebrar. Pude confirmar que incluso alguien con un Poder de 900 no podría dañarla tan fácilmente. Estaba bien hecha, era una obra maestra de cierto modo, pero basura en frente de sus aterradores ataques. 

"¡No salgas con ningún ‘oops’ conmigo, Feryumstark Seyendraugher! ¡Rompiste la arena, tú la vas a arreglar! ¡Tú también Alkelios!" declaró la Reina en un tono de voz amenazante. 

"Si, cariño." 

"Entiendo, su Majestad." 

Y ahora todos sabían quién gobernaba en realidad el país. 

"¡Bien! ¡Para este encuentro, declaro ganador a Feryumstark Seyendraugher, y ahora, el Gran Torneo de Fuerza y Honor comenzará! Tan pronto como esos dos terminen de arreglar la arena…" declaró la Reina. 

Toda la multitud se animó y aplaudió, mientras que Alkelios y su Majestad, empezaron a trabajar en ello. Considerando que son ellos dos, no debería tomar mucho tiempo para que todo estuviera de la forma que debiera. Su poderosa magia les permitía hacer esto. 

Sin embargo, tenía que admitir… fue una pelea impresionante, pero aún me tenía que preguntar cómo se miraría Alkelios yendo con todo su poder contra alguien. 

¿Qué tan poderoso es Alkelios en realidad? 

[Participante aleatorio] 

Como aventurero, el Gran Torneo de Fuerza y Honor era algo que podría permitirme la oportunidad de un trabajo fácil y estable. De donde provengo, era considerado entre los diez más fuertes. Tenía confianza en mi propia fuerza, y sentía que tenía un buen control de la magia también. 

En mi mente, todo este torneo iba a ser pan comido. Tenía por seguro que iba a terminar siendo uno de los más fuertes en todo el Reino Albeyater. Ha sido un sueño mío desde que era un pequeño mocoso, y en mi mente, siempre pensé en las historias acerca de aquellos que lograron llegar al Despertar Avanzado como exageraciones absurdas, así que cuando el Rey fue llamado hacia la arena, estaba esperando poder ver evidencias de esta idea mía. 

Sin embargo, lo que vi, destruyó mi sentido común. Aquellos eran monstruos. Cada golpe era lo suficientemente poderoso para hacerme temer por mi vida incluso cuando me encontraba a una distancia razonable de ellos. Cada vez que casteaban un hechizo, solo podía recordar cuanto tiempo me tomaba hacer el cántico, mientras que ellos lo hacían más rápido que un parpadeo. Creí que mis hechizos eran poderosos, pero ellos los opacaron por mucho. 

¿Monstruos? No, era más fácil decir que dos semidioses estaban teniendo un encuentro. La furia y poder desplegados aquí hicieron que mi columna temblara de miedo. 

Cuando quebraron esas armas de aspecto costoso, miré a mi humilde espada, sintiendo que la cuchilla se había separado y escapado, dejándome solo la empuñadura. Incluso revisé para asegurarme de que aún estaba ahí. 

Cuando la arena estaba agrietada, solo pude jadear. 

No me podía imaginar que tanto poder tenía el Rey para poder lograr algo como eso. Incluso un millón de dragones como yo seriamos borrados de la faz del planeta sin mucho esfuerzo si fuéramos a atacarlo. Para cualquiera de esos dos, habría sido como espantar moscas. 

Entonces la batalla terminó, todavía no podía entender que había sucedido, pero en un momento los dos se encontraban en el cielo y en otro en el suelo. Fue demasiado rápido para mí. 

"Tienes que estar bromeando…" alguien mencionó. 

Todos éramos participantes en este torneo. Todos nos considerábamos fuertes a nosotros mismos, pero cuando nos comparábamos con el Duque Yatagai y su Majestad, el Rey Feryumstark Seyendraugher, no éramos nada más que hormigas… éramos débiles. 

"Así que… ¿en realidad puedes volverte así de fuerte?" dijo uno de nosotros luego de un largo momento después de la batalla. 

Todavía seguíamos estupefactos de lo que acabábamos de presenciar, pero estas palabras me golpearon muy dentro. 

¿Incluso yo me puedo volver así? No… ¿tengo incluso más por aprender? 

Sorprendentemente, nunca lo pensé de esta forma. Nunca creí que hubiera algo más debido a que siempre pensé que el tener más fuerza y poder eran solo rumores mal contados. 

Pero, había algunos de nosotros que no podíamos aceptarlo. 

Al final, estábamos separados en aquellos que miraban al Rey y a sus semejantes como monstruos más poderosos que unos simples dragones y estaban aquellos que sentían un escalofrío en su espina dorsal, un incremento de emoción y excitación. Después de todo, se nos ha mostrado y verificado que nuestro potencial aún tenía lugar para ser sobrepasado… que podíamos volvernos más fuertes. 

¡Me puedo volver más fuerte! 

No importaba si ganaba o perdía este torneo, quería crecer para volverme mejor y fortalecerme. El Rey y el Duque Alkelios me mostraron que esto no era imposible, y el último siendo solo mitad dragón de acuerdo con los rumores. 

Si alguien mitad dragón podía hacer esto, ¿por qué no alguien como yo que era un dragón en todo su esplendor?




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