100 Luck and the Dragon Tamer Skill! Arco 2-30.1

Capítulo 30: Una Batalla Entre Dos Héroes (Parte 1)


[Punto de vista de Kleo]

"Por favor… por favor no me lastimes, Iolaus…" rogué.

Solo saber y pensar que yo estaba sola en esta habitación con este hombre traía escalofríos a mi columna. Ahora de todas las veces, no tenía medios para defenderme yo misma, ningún medio para pelear de vuelta.

Iolaus en efecto era un amante mío. Lo amé y le di todo mi ser por completo, pero entonces cambió. De un cariñoso y maravilloso amante, se convirtió en un monstruo dispuesto a darme caza sin importar que.

Era normal… mi diosa era Nocturnia, mientras que los suyos eran Lumenya y Lumenos, aquellos que eran retratados como los amantes perfectos por el Templo de la Luz.

¿Cómo podría ser yo considerada alguien que valiera la pena de su amor y abrazo cuando yo estaba sucia y tocada por el elemento de Oscuridad?

Desde que el encontró eso, él nunca me perdono, nunca me aceptó… me traicionó.

Ahora, mi hermana no estaba aquí para protegerme. Mi abuelo no podía protegerme. Incluso mi amigo, Alkelios. No estaba aquí… ¿Quién era yo para apoyarme en alguien?

Estaba encadenada y débil. No había nada que ocultar, no había a donde correr, así que hice la única cosa que podía, temblar de miedo.

"Por favor…" le rogué con lágrimas en mis ojos, pero dudaba que me escuchara.

¿Por qué lo haría?

¿Cómo podría escuchar cuando todo lo que escuchó eran las enseñanzas de una religión?

Aun así, el dudó en terminar conmigo rápidamente.

¿Por qué te estas tomando tu tiempo?

Con ojos temerosos, miré a mis cadenas y vi los caracteres purpuras cambiando rápido y más rápido.

¿Se dio cuenta de que esta es una bomba mágica? ¿Está esperando que muera por causa de esta cosa? No quiero que… Pensé y mordí mi labio inferior hasta que empecé a sangrar.

Estando al frente de hacer una decisión, ¿acaso cree que manchara su espada si me asesina?

¿Es mejor ante sus ojos si soy asesinada por esta cosa?

Mi corazón estaba latiendo muy rápido por el miedo, apenas y podía pensar con claridad.

Viéndome yo misma de esta forma, sin esperanza, sin oportunidad de hacer algo… fui dejada a preguntarme que quedaba para mí incluso después de que dejara este lugar.

Es cierto… no hay lugar al que pueda ir… Adonde correr… Adonde esconderme. Soy un necromancer… Solo traigo mala fortuna y muerte a aquellos alrededor mío. Sabia esto… aun así… yo solo esperaba por un futuro para mí también. Quería ser libre y sonreír… ¿Por qué no tenía permitido hacer eso? ¿Por qué era perseguida por el Templo de la Luz? ¿Qué hice mal? Pensé, y mis lágrimas no paraban.

Mientras más pensaba en eso, más me daba cuenta de que tan desesperanzadora era mi situación actual. Incluso si sobrevivía, los Paladines seguramente enviarían un mensaje a todos los Templos de la Luz dentro y fuera del reino. Pronto seria encontrada culpable por respirar y condenada sin importar quien fuera mi abuelo y mi hermana.

¿Tal vez ya les di problemas suficientes? Pensé sintiendo la esperanza dejándome.

Mirando arriba, lo vi luchando con su espada en sus manos.

¿Ah? ¿Por qué esta vacilando? Miré de vuelta mis cadenas. Él debe estar preguntándose cuál es la mejor forma de matarme… sonreí para mí.

Sin ninguna gota de esperanza en mi alma, le sonreí y le dije "No puedo usar magia… Estas cadenas me matarán de todas formas… Si voy a morir… entonces al menos que sea por tu mano…"

Era mejor que ser despedazada por una bomba. Al menos, seré asesinada por un hombre que alguna vez amé y tal vez… ¿tal vez aun lo hago un poco?

"Thraherkleyoseya…" dijo.

Cerré mis ojos y esperé lo inevitable. Solo nací desafortunada… eso era todo. Los dioses nunca me favorecieron de todas formas… no como con mi hermana, Alkelios y Kataryna. Si tuviera fuerza, no tendría que preocuparme por mi lugar, pero algo como eso era solo un sueño… un producto de mi maldita imaginación.

"¡AARGH!" gritó con todo su ser.

Esto es todo. Pensé y contuve la respiración.

Mi vida había llegado a su fin.

Escuché un *clank*, pero no sentí dolor.

Abriendo mis ojos, vi a Iolaus reclinado encima, con su rostro a solo una palma lejos del mío. Estaba sudando mucho, con el ceño fruncido, su mandíbula apretada y todo su cuerpo estremecido.

"Los dioses me maldecirán si así quieren hacerlo, pero… no puedo hacer esto…" dijo y agachó la mirada.

Estaba perpleja. Ni siquiera podía expresarme.

Acaso el… ¿él se rehusó a matarme? ¿Qué está haciendo?

Antes de darme cuenta de que estaba pasando, mis muñecas estaban libres, y él me agarro por la cintura con una mano.

"¿Q-Que estás h-haciendo?" pregunté en un tono tembloroso.

"Salvando a un necromancer que amo." Respondió y me jaló hacia él, pero no me besó, solo me puso detrás de su escudo.

"¿Qué?"

Pero antes de que pudiera responderme, hubo una poderosa explosión detrás de mí, y vi a Iolaus mientras se esforzaba para mantener las llamas lejos. El escudo estaba consumiendo su Energía Mágica a un ritmo acelerado. Considerando la fuerza de la explosión, era seguro que hubiera muerto de haber quedado atrapada dentro de ella.

Esos grilletes eran una trampa inteligente. Consumían la magia del dragón, previniéndolos de lanzar cualquier hechizo, incluido cualquier tipo de Barrera Mágica. Sin ello, estaban a merced de la explosión. Incluso Kataryna hubiera tenido un tiempo difícil sobreviviendo a algo de esa magnitud.

Cuando todo acabo, Iolaus estaba respirando con dificultad y sonriéndome.

"Si sabes cómo poner un par de esos en un dragón, también sabes cómo zafarte de ellos… el perno de metal entre las dos mitades es fuerte contra jaloneos, pero frágil contra el filo de una espada… Con la suficiente fuerza, cualquiera puede cortarlos… abrirlos…" dijo y cayó sobre mí.

Estaba completamente exhausto, apenas manteniendo sus ojos abiertos e incluso temblando un poco. Iolaus ejerció hasta el último poco de fuerza que le quedaba en su cuerpo con el fin de protegerme, sin importarle si después yo podría hacer algo para vengarme de él.

"Tu idiota…" dije con lágrimas en mis ojos mirándolo. "Si soy tu peor enemigo… ¿Por qué me muestras este débil lado tuyo?" le di un golpecito en la frente.

Iolaus no respondió, estaba demasiado exhausto y al final se desmayó, así que lo deje descansar.

Quedarnos ahí no podría haber sido una buena idea, así que lo coloque abajo en su escudo usando mi magia, controlando las sombras debajo de él. Sin el infundiendo su cuerpo y armadura con magia, el elemento de Luz no se podía manifestar y quemarlas.

"Vámonos de aquí…" dije mirándolo.

[Punto de vista de Alkelios]

Mientras Iolaus iba a recuperar a Kleo, yo planeaba en atraer al hombre encapuchado y derrotarlo. Si podría traerlo con vida, lo haría, pero temía que con mis estadísticas aumentadas, podría aplastarlo como a una mosca.

Con respecto al Paladín, estaba bastante seguro de que no iba a lastimar a Kleo. Si al menos había un 1% de oportunidad de que algo fuera a pasar para que él no lo hiciera, mi Suerte se aseguraría de ello. Así, mi única preocupación era aquel que nos trajo aquí.

Después de que anuncié mi presencia en este lugar, me escondí detrás de un muro cercano y esperé por el viniendo por mí. La única cosa por la que me tenía que preocupar era si él era el tipo que se saltaba las introducciones o no. Esperaba por la última porque quería obtener algo de información de él.

¿Dónde está? Me pregunte mientras me asomaba por la esquina.

No había nadie ahí.

De repente, sentí un escalofrío recorriendo mi espalda e instintivamente salté, aterrizando unos cuantos pasos adelante. La cuchilla de una espada hizo un corte en el muro, justo donde se suponía que estuviera mi cuello.

¡¿Qué demonios?! Grité en mi mente y vi al encapuchado de pie ahí.

"Pequeño lagarto suertudo…" dijo molesto.

Me levanté y preparé mi espada, sin embargo, estaba un poco confundido sobre como llego el ahí. Detrás de mí ya no había camino, así que no había manera de que se escabullera sin darme cuenta.

¿Puede volverse invisible?

"¿Quién eres? ¿Por qué estás haciendo esto?"

El hombre solo sonrió y habló en inglés, pero con acento británico.

"Si supieras, primitivo, ¡estarías bastante sorprendido!"

"¿Qué?" respondí, pero en el lenguaje Draconico de Occidente.

El simplemente sacudió su cabeza y suspiró.

Pensé usar este momento para cargar contra él, pero justo entonces, se desvaneció de mi vista.

Esta repentina demostración de su habilidad me tomó por sorpresa, y me quedé aturdido por un momento. Un resplandor de luz se percibió por las esquinas de mis ojos, y me moví fuera de su camino, esquivando su cuchilla por milímetros.

"Lo esquivaste otra vez. Eso es raro." 

El hombre encapuchado estaba sentado derecho detrás de mí. Volteándome, estaba a una espada de distancia lejos de él, pero no se veía preocupado por eso.

Es rápido… ni siquiera lo vi moverse.

No era imposible el creer que había individuos ahí afuera que pudieran moverse más rápido que lo que dejaba ver la visión, pero no sentí ningún movimiento del aire alrededor de mí, ninguna ráfaga repentina como resultado de su acción súper humana. Este hombre simplemente se desvanecía y reaparecía al mismo tiempo. Solo mis habilidades y más que nada mi Suerte era lo que me salvaban de una muerte instantánea.

Antes de que tuviera la oportunidad de irse de nuevo, lo miré y dije "¡Estado del objetivo!"

La siguiente información se mostró ante mis ojos:

[Nombre]: Desconocido

[Especie]: Humano

[Nivel]: 264

[Estadísticas Desconocidas]

Cuando leí esos detalles, estaba sorprendido y estupefacto al mismo tiempo. Este hombre, no era un dragón, y más que eso, era humano. Aunque, debí suponer eso cuando habló en Inglés.

"Tu… ¿tú eres humano?"

"¿Qué? ¿Cómo lo supiste?"

Sin ninguna duda, él era igual a mí, un humano de la Tierra.

"¿Estados Unidos o Reino Unido?"

Hubo un momento de silencio entre los dos, y el bajó su arma.

"Reino Unido… pero ¿cómo? ¿De dónde eres tú?"

"Rumania."

"Ah, la tierra de los gitanos…" dijo con un poco de disgusto en su tono de voz.

"No, son minoría ahí… y los rumanos no son gitanos."

"En este mundo no importa, ¿así que eres igual que yo? ¿Un héroe traído aquí por ese Dios? ¿Por qué estás del lado del enemigo?"

"¿Qué enemigo? ¡Tú eres el que nos atacó!"

"Porque creí que eras un dragón no despertado. ¡Pero respóndeme! ¡Por qué estas tomando parte con esos monstruos!"




Comentarios