100 Luck and the Dragon Tamer Skill! Arco 1-6

Capítulo 6: Demasiado débil, ¿por ahora?


Abriendo lentamente mis ojos, me estiré y forcé a mi cuerpo a levantarse. Mi mente estaba un poco confundida sobre donde estaba, pero las memorias del día anterior fluyeron de vuelta lentamente, y recordé que ya no estaba en la Tierra.

Con un pesado suspiro, me levanté y rasqué la parte de atrás de mi cabeza. Bostecé un poco y me di cuenta de que seguía oscuro afuera.



Oh sí... largas noches. Recordé lo que me dijo Seryanna respecto a lo largo de los días y las noches en este mundo.

Aunque una cosa era cierta, incluso si la cama no era cómoda, todavía dormí por bastantes horas. Honestamente hablando, tenía la expectativa de despertarme en el medio de la noche debido a los sonidos de cierta mujer dragón pelirroja peleando con arañas negras gigantes. Seryanna no mencionó nada acerca de despertarse después de unas horas y tomar turnos como guardia, probablemente porque yo era demasiado débil ahora para ser de alguna ayuda. Si algo nos hubiese atacado, yo probablemente habría terminado muerto antes de siquiera llegar a su tienda de campaña y despertarla.

Saliendo de la tienda, encontré a la mujer dragón en la fogata sosteniendo su espada envainada en sus brazos. La manera en que se presionaba entre sus pechos le daba una apariencia bastante tentadora, e hizo volar mi imaginación un poco, sin embargo, si dijera una sola palabra por error, y ella encuentra que mantengo tales pensamientos hacia ella, estaba seguro que terminaría como carne picada.

"Buenos días, Seryanna." Le dije con una sonrisa.

Ella inmediatamente se quedó mirándome.

¿Acaso dije algo malo?

"Es Sir Seryanna." Ella me corrigió,

"¡Oh! Lo siento, mis disculpas, señorita." Hice una pequeña reverencia.

"Tus disculpas son aceptadas, pero no dejes que pase otra vez. No soy ni tu amiga ni tu amante como para que me llames directamente por mi nombre."

¡Achaaa! Esto es como con la gente Japonesa, ¿verdad? Si eres un extraño, especialmente un extranjero, entonces tú debes siempre usar honoríficos para dirigirte a los otros. Creo que ‘san’ era el usual, ‘chan’ y ‘kun’ para amigos mujeres y hombres, respectivamente, y ‘sama’ para alguien que se mantenía en una alta posición, como un jefe. El no usar honoríficos significa una relación cercana entre los dos, cercano a lo íntimo o a muy buenos amigos, y solo se debía hacer si la otra persona así lo permitía. Creo que también había una regla de nombre y apellido. Un amigo podía usar el nombre, pero el apellido con honorífico era de uso estándar para compañeros de trabajo o gente que se acaba de conocer. ¿Tal vez deba preguntarle solo por si acaso? Eso pensé y tomé asiento en la silla que estaba al otro lado de la fogata.

"Sir Seryanna, ¿está bien para mí el llamarla por su nombre o tal vez deba llamarla Sir Draketerus? No conozco cual es la manera apropiada y respetuosa de dirigirme hacia usted." Le pregunté con un tono de voz humilde.

Me miró por un momento y entonces bajo sus ojos hacia la fogata.

"Sir Seryanna está bien. Draketerus es el apellido de mi familia, pero si agregas el Sir en él, entonces puede ser percibido como una ofensa a menos que sea hablado por un noble."

"Gracias. Lo mantendré en mente." Le respondí y luego permanecí en silencio.

Estuvimos esperando por la salida del Sol. Otra hora o parecido podría pasar hasta entonces, pero por lo que yo sabía, era una locura absoluta el viajar a través del bosque por la noche en un pequeño grupo como el nuestro, sin embargo, hasta ahora, ningún monstruo apareció a atacarnos. O el cristal protector era muy bueno o era culpa de mi Suerte.

Eventualmente, cuando el vago Sol hizo se hizo presente, ella empacó el campamento, mostrándome con cuanta facilidad ella podía guardar cualquier ítem en su bolso. Todo lo que tuvo que hacer fue apuntar con el anillo al ítem deseado y después cantar algo rápidamente. Al término del canto, ella agregó el nombre del artículo mientras lo observaba. Desafortunadamente, no fui capaz de recordar el canto a pesar de las veces que ella lo usó. Para mí, parecía ser bastante complicado, pero cuando le pregunté sobre eso, ella negó tal cosa, alegando que hasta un niño podría usarlo. Esto solo me hizo llegar a la conclusión de que eso tenía algo que ver ya sea con la habilidad pasiva Héroe o tal vez con esa interfaz parecida como de videojuego que estaba usando.

"Deberíamos ser capaces de alcanzar el área de los Grifos hoy." Ella anunció una hora después de que dejamos el sitio de acampar.

"Ya veo… Sery… Sir Seryanna, ¿haces este viaje muy a menudo?" le pregunté, viendo que parecía que era bastante familiar con el bosque y el camino hacia el nido de los Grifos.

"Sí. Una vez a la semana."

Después de que me las arreglé para llegar sobre un gran árbol, dónde ella esperó con tranquilidad, le pregunté "¿Por qué son estos hongos tan importantes?"

Ella detuvo su marcha y miró de vuelta hacia mí.
Después de un momento, ella me respondió con un calmado pero aún serio tono de voz 

"Son un ingrediente necesario para el tratamiento usado para curar a mi abuelo."

"Oh… ¿Pero no deberías ser capaz de comprar eso en una farmacia?"

Frunciendo el ceño, ella me miró y preguntó "¿Farmacia? ¿Qué es eso?"

"Erm… er… ¿Tienda de drogas? ¿Herbolaria? ¿Tienda de pociones? ¿Algo con una combinación de esa tres?" le respondí tratando de recordar alguno viejos nombres usados para la tienda moderna donde tu podías obtener más de las píldoras que tu necesitabas además de talco de bebé.

"No…" ella sacudió su cabeza "Mi abuelo vive en un pueblo pequeño que está bastante alejado de ambos, una ciudad con una granja de hierbas y la capital. Si pudiera, la hubiera comprado directamente de ahí."

"Así que, cada semana, ¿tú gastas casi de cuatro a cinco días solo para encontrar este hongo?"

"Sí… nunca encuentro más de uno o dos. Como dije, es bastante raro encontrarlo." Ella bajó su cabeza y cerró sus ojos por un momento. "Debemos seguir avanzando" dijo cuando abrió sus ojos.

"Sí." Asentí y traté de mantenerme cerca de ella, ella camina rápido.

Me pregunto si este mundo tendrá una planta cura todo de las que veo a menudo en los juegos... *Sigh*, sería bueno el encontrarla, así ella no tendría que hacer este largo viaje cada semana. Aun así, tengo que admitir... que estoy impresionado. Cuatro a cinco días de viaje a este bosque peligroso con el solo propósito de encontrar un hongo que ayude a curar a su abuelo enfermo. Espero que encontremos más que solo dos de esos hongos... Sería bueno, ¿pero cuáles son las probabilidades de que eso ocurra? Eso pensé mientras trataba de mantenerme a su paso.

No mucho después de eso, me encontré a mí mismo frente a una gran roca. Por supuesto, ella esperó justo sobre ella, pero yo tenía solo dos opciones: escalarla o rodearla. Elegí lo último. Pisando en el suelo con cuidado, elegí el camino de la izquierda.

"¡Voy a ir alrededor de ella!" le grité con la esperanza de que no me fuera a dejar atrás.

"Los humanos son tan débiles... Deberías ser capaz de saltar sobre algo tan pequeño." Ella me replicó chasqueando su lengua.

Mujer, ¡son casi 3m de altura! ¿Qué soy? ¿Un canguro? Quise replicarle, pero dejé salir un suspiro y simplemente acepté el hecho de que ella era una mujer dragón, y yo un pequeño humano.

Después de que pasé la piedra, me di cuenta de algo detrás del árbol junto a Seryanna. Era una hermosa y cautivadora flor amarilla con un brillo bastante raro. Los pétalos superiores formaban pequeñas campanas al revés, y los que estaban abajo tenían una forma de espiral con una línea blanca cruzando por el centro. Era muy hermosa, podías quedarte mirándola por horas y no te aburrirías de ella, pero desde donde Seryanna estaba parada, era completamente invisible. Actualmente, podría ir tan lejos como para decir que solo cruzando alrededor de la gran roca junto a mí es como te darías cuenta que está ahí.

Extraño... pensaba para mí mientras me acercaba para tener una mejor vista de ella.
Seryanna observó que me desvíe lejos de la ruta y frunciendo el ceño, se acercó a mí.

"¿Qué pasa?"

"¡Mira!"

Girando su cabeza, ella echó un vistazo y busco por lo que señalé. Cuando encontró la planta, sus ojos se agrandaron y jadeó. Solo de esa reacción, podía decir que tenía que ser una bastante valiosa.

"Esta es una planta muy rara... no conozco su nombre, pero la vi una vez en una tienda herbolaria... Cuesta alrededor de 20 monedas de oro. "

"Así que, ¿es valiosa?" le pregunté pretendiendo no saber.

"Sí, bastante además." Ella respondió inclinando un poco su cabeza.

Hm, ¿Cha-Ching? ¿Es Cha-Ching verdad? ¡Sí! ¡Cha-Ching! Estaba sonriendo en el interior. Solo con esa flor, podría tener un inicio decente en este mundo, pero entonces el siguiente pensamiento me golpeó. Rico y débil igual a ladrones y bandidos. Será mejor que no me ponga muy codicioso o si no terminaré como comida de dragón.

"¿Deberíamos tomarla?"

"Sí así lo deseas."

"¿Huh? ¿Si lo deseo?" pregunté sorprendido.

"Tú eres el que la encontró. Es tuya." se enderezó la espalda y asintió una vez como reafirmando que ella tomó una decisión sabia."

"Pero... tú eres la que está arrastrando mi lastimoso ser a través de este peligroso bosque."

"En efecto, eres una persona débil, y podría clamar esta valiosa flor como mía, pero lo que es tuyo te pertenece a ti. ¡Soy una honorable mujer dragón, no una humana!"

Eso dolió... pensé mientras sentía el pinchazo de su odio.

"*Sigh* Muy bien... ¡Pero! Si resulta ser que tú necesitas esta planta más que yo, te la daré como pago por cuidar de mí. ¿Trato?"

"Muy bien. No me niego."

Con una sonrisa, el trato fue establecido y todo lo que quedaba hacer era recoger la flor. Ella fue quien lo hizo, pero fue a mí a quien dejo llevarla. En lugar de cortarla por la raíz, tomamos la planta con todo y raíz solo para asegurarnos de que no se secaría en el tiempo en regresáramos.

Así, gané mi primer ítem: una flor que valía al menos 20 monedas de oro de moneda draconiana. La roca entre mis tobillos no contaba...

Me sentía un poco raro cargando una maceta entre mis manos, pero Seryanna resolvió el problema proporcionándome temporalmente una mochila. Al principio, le pregunté por el uso de su [Bolso], pero ella se negó, diciendo que las plantas mágicas nunca deben ser llevadas en ‘bolsos’ ordinarios. Para cargar plantas, tenía que llevar un anillo especial encantado con el hechizo [Bolsa Herborista]. La diferencia entre las dos era que la última solo podía llevar plantas y semillas. También tenía la propiedad especial de mantener las plantas mágicas seguras y en buen estado gracias a que permitía que el usuario las alimentara con su propia magia.

Continuamos con nuestro viaje por otras tres horas, pero a ese punto, Seryanna tenía que hacer una parada de emergencia, así que me hizo esperar en el medio de la nada hasta que terminara. Yo fui un poco más rudo y solamente usé el primer arbusto con el que me topé. Instantáneamente extrañé el tener a mi disposición suave papel higiénico. Grandes y robustas hojas que picaban no eran muy placenteras de usar.

Mientras estaba esperando, empecé a pensar de vuelta en mi familia y en lo que deberían estar haciendo. No había pasado más de un día, y ya extrañaba mi hogar, mi cama suave, incluso los gritos de mi mamá por no tirar la basura. Mi padre probablemente ahora estaba llamando a cada estación de policía en la región a menos que esa divinidad no hubiera olvidado hacerles conocer a quien exactamente él trajo a este mundo de los billones de humanos que hay en la Tierra. Era un poco difícil de aceptar el hecho de que tal vez nunca los volvería a ver. Me seguí preguntando si tal vez hay algún hechizo que pueda usar en algún punto. Aun así, si hago amigos, si encuentro a alguien a quien amar, y hago una vida para mí aquí, ¿intentaría regresar? Esa era una pregunta que me seguía molestando que probablemente pudiera seguir haciéndolo por un largo tiempo a partir de aquí.

Debería parar de pensar en eso por ahora... eso pensé y entonces suspiré. Sería bastante malo si algo me atacara mientras estoy distraído por tales pensamientos... Hm, sería malo, pero me sigo preguntando qué tan fuerte soy comparado con estos monstruos... incluso contra el más débil entre ellos. También deseaba saber si actualmente los asesinatos de Seryanna se agregaban a mi XP, pero hasta ahora, aún teníamos que encontrarnos con al menos criaturas pequeñas. ¿Acaso es gracias a la presencia amenazante de Seryanna? Apenas puedo sentirla ahora. A lo mejor me acostumbré a ella. Hablando de eso, ¿somos considerados un grupo? ¡Ah! ¡Mejor paro con estos inútiles pensamientos y mantengo mis ojos y oídos agudos antes de que algo en realidad salte hacia mí! Sacudí mi cabeza y me enderecé un poco.

Sir Seryanna regresó cuando terminó y continuó caminando adelante de mí sin decir alguna palabra. No creí que ese podría ser un buen momento para empezar una conversación, así que con la maceta de la flor en mi mochila y mi boca cerrada, la seguí.

Por otra hora, el escenario no cambió mucho. El mismo tipo de rocas, mismo tipo de musgo, mismo tipo de tierra, y el mismo tipo de árboles grandes como esos encontrados en el bosque del Amazonas, pero diez veces más robustos. Aunque no había señales de vida, ni siquiera esas arañas gigantes que Seryanna había dicho que infestaron el bosque. 
Estaba empezando a preguntarme si solamente lo había fabricado todo si por ‘infestado’ ella se refería a ‘una por cada 10 kilómetros cuadrados.’

"¡Grrr!" el gruñido vino de atrás.

Tragué saliva y me di la vuelta lentamente.

"Erm... Ser... ¿Seryanna?"

En frente de mí estaba parado un lobo negro de 3m de altura. Dientes negros afilados amenazaron con despedazarme hasta hacerme trizas. Perforadores ojos rojos me advirtieron que no podría escapar de su mirada. Músculos fuertes y poderosas patas que terminaban con afiladas garras negras me dijeron que no podría pelear contra él. Su brillante pelaje negro hecho de cables de metal delgados me dijeron que no podría derrotar al monstruo ante mí.

"¡GRRR!" la bestia aumentó el volumen de su gruñido.

Me tropecé de espaldas y caí al suelo. Estaba congelado del miedo, y mi cuerpo no reaccionaba a las urgencias de mi cerebro de salir corriendo. Un solo movimiento, un simple salto era todo lo que la bestia necesitaba con el fin de cortarme en piezas.

"Ser… Seryanna… ayúdame…" me las arreglé para chillar, pero se sentía como si apenas podía hablar en absoluto, como si estuviera susurrando.

¿Acaso me escuchó? ¿Y si no me escuchó? ¡Seryanna! ¡AYUDA! Le grité en mi mente, pero mis labios apenas se movieron.

"¡ROAR!"

La bestia abrió sus mandíbulas, mostrándome esos dientes negros y esa lengua afilada.

"¡HYA!" gritó Seryanna mientras cortaba el aire en frente del monstruo.

El lobo saltó atrás y dejó escapar un gruñido amenazante, pero la mujer dragón no retrocedió. Ella se quedó viendo a la bestia y entonces se precipitó hacia ella. El lobo abrió sus mandíbulas y roció algo hacia ella, pero el ataque falló su objetivo. Las plantas tocadas por la substancia inmediatamente mostraron signos de corrosión y sequedad. Coreando algo rápidamente, ella apuntó su mano hacia el lobo y una bola de fuego de 5cm de diámetro se formó en el centro de su palma. Ella la disparó derecho hacia la bestia, pero lo esquivó hacia la izquierda. La bola de fuego explotó y para evitar la luz cegadora, el lobo cerró sus ojos por un momento. Seryanna estaba esperando por ese exacto momento, y con una simple acuchillada de su espada, cortó al lobo a la mitad, justo por donde estaba su corazón. Ni siquiera podía gañir más. Las dos mitades cayeron al suelo y se retorcieron por unos segundos más antes de que se quedaran inmóviles en un charco de sangre negra.

"¿Estás bien?" me preguntó una vez, pero no respondí. Solo cuando lo hizo la segunda vez fue cuando me di cuenta que me estaba hablando a mí, y también que estaba a punto de abofetearme.

"¡Estoy bien! ¡Por favor no me golpees!" dije levantando mis manos.

"¡Hmph! Eso parece. No esperé que la mirada del lobo te afectara hasta este punto. Eres débil." Eso dijo mientras se marchaba.

Dolía el ser llamado débil, ¿pero que se suponía que hiciera? Mi habilidad Domador de Dragón no me estaba haciendo ningún bien ni siquiera ahora que hice a un dragón mi amigo. Hasta aquí, parecía que iba a hacer muchos enemigos, especialmente si Seryanna era un modelo para el comportamiento típico draconiano y la actitud hacia los seres humanos.

"¿Q-Qué hay sobre el cuerpo? ¿No vamos a desollarlo o algo por el estilo?"

"Es un Lobo Espiga Corrupto. Su pelaje está hecho de agujas de metal, su carne es venenosa, pero sus garras y dientes están alrededor de 2 monedas de plata cada una." Eso me dijo, pero viendo de vuelta, vi que ella dejó el cuerpo intacto.

"Así que, ¿está bien dejarlo de esa forma?"

"Ese de ahí era un débil explorador. Una vez que la manada sienta que ha desaparecido, seguirán su esencia. Hasta que lo descubran, ellos se darán un festín con lo que queda del lobo. Si para cuando regresemos encontramos los dientes y las garras intactos, entonces se los arrancaré." Explicó y me apresuró a caminar un poco más rápido.

Con un asentimiento silencioso, la seguí, pero mirando atrás, tenía sentido. En un juego, tú podías instantáneamente saquear el cuerpo de un monstruo, pero en realidad, era un proceso bastante largo y laborioso que no cualquiera podía llevar a cabo. Pensando sobre ello, tal vez Seryanna no sabía apropiadamente como desollar el lobo o adquirir otras partes.

En general, reunir habilidades es bastante bueno para hacer unas pocas monedas extras. El combate es usualmente lo principal, así que tal vez… hm… ¿Tal vez la primera cosa que necesito aprender es algo relacionado a la recolección? Minería, desollamiento y herbolaria deberían ser las habilidades básicas. No, no puedo estar seguro de que los nombres serán iguales, debo ser REALMENTE cuidadoso esta vez. Por todo lo que sabía, ese ser divino idiota pudo haberlo llamado: Ensalada de papas… eso pensé mientras seguía a Seryanna por el camino hacia los Hongos Sangrientos.

Por pura curiosidad, miré mis estadísticas para ver si estar cerca del lobo cuando murió me dio algo de XP. Desafortunadamente, aún era nivel 1. Nada cambió.

Durante la siguiente hora más o menos, seguía rezando para encontrar esos hongos rápido, para que fueran lo bastante suficientes para satisfacer a esa malhumorada mujer dragón, y más importante, para que ningún monstruo nos atacara en el camino hacia ellos. Convertirme en comida de monstruo no estaba en mi lista de ‘Cosas por hacer en este mundo.’ Quería salir del bosque tan rápido como pudiera, encontrar una ciudad novata y elevar mi nivel lentamente.

Hm, si Seryanna fuera a convertirse en mi amiga, entonces ella debería estar dispuesta a ayudarme a elevar mi nivel. ¡Nah! Estoy seguro de que si le pregunto, ella apuntará la espada filosa hacia mí y entonces dirá: ¡Yo usar cosa apuntando y punzocortante y apuñalarte hasta que sangres sangradamente! O algo parecido… pensé y dejé escapar un suspiro.

Diez minutos después, detuve mi caminar y le pregunté a Seryanna: "Hey, ¿Sir Seryanna? ¿Usualmente cuántos de esos hongos decías que encontrabas?"

"Uno o dos. ¿Por qué?" preguntó mientras se detenía y miraba hacia mí, no estaba mirándola a ella, sino a un pequeño claro teñido de rojo por toda la sangre derramada sobre él.

"Creo que encontré algunos…" le dije y apunté al claro.

Sobre el otro lado, en la base de unos grandes árboles, cientos de esos hongos estaban esperando por nosotros para tomarlos. Estaban rodeados por huesos blancos lanzados ahí por los monstruos llamados grifos desde sus nidos en la parte superior de los árboles. Había muchos de ellos rodeando la pequeña entrada, pero no había señal de que hubiera bestias presentes en ellos o volando en los cielos. El área estaba despejada.

"Tú… Tú los encontraste…" dijo Seryanna.

Mirándola, estaba a punto de decir algo, pero su expresión me agarro con la guardia baja. Suaves lágrimas se formaron en las esquinas de sus ojos. Su mirada se había suavizado, y una sonrisa finalmente adornó sus hermosos labios. La Seryanna en frente de mí se veía amable, pura, bastante diferente del caballero duro en batalla que me había mostrado hasta ahora. Si me atreviera a decirlo, ella me mostró un lado bastante humano de ella.

¡Badump!

Mi corazón dio un vuelco y tragué saliva.

"Demasiados… Alkelios, encontraste demasiados… con esto, mi abuelo podrá ser curado…" ella me dijo entre lágrimas, pero no se molestó en limpiárselas. Ella dejó que fluyeran sobre sus suaves mejillas y alrededor de su amable sonrisa.

"Sí, pero no hice mucho…" eso dije, pero podía sentir mis mejillas y la punta de mis orejas volviéndose rojas de quedarme viéndola por tanto tiempo.
Mirando lejos, sacudí mi cabeza y cerré mis ojos por un momento.

¡Mantente cuerdo Alkelios! ¡No caigas por ella! ¡No caigas por ella! Pensé para mí mismo.

Saltar a conclusiones y dejar que mi corazón se deje llevar por su sonrisa encantadora y su lado más suave no era algo que quería terminar haciendo. Tenía que recordar que ella era una mujer dragón que odiaba a los humanos. Ella pudo haber aceptado mi presencia por ahora, pero nadie podía decir cómo se comportaría una vez regresáramos a la civilización. Tenía que mantener mi mente recta y mi corazón libre de sus encantos.

Deje salir un suspiro y me giré. Ella ya no estaba ahí. Se había ido.

Parpadeando con sorpresa, primero miré a la izquierda y luego a la derecha. La encontré por ahí, en el medio del claro. Con una mirada seria en sus ojos, se acercó a los hongos. La mujer dragón había recuperado su compostura.

"¡Ah! ¡Espera!" le grité y fui tras de ella.

Encontramos los hongos. Todo lo que quedaba ahora era tomarlos y entonces dirigirnos de vuelta a su pueblo, de vuelta a la civilización.

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