100 Luck and the Dragon Tamer Skill! Arco 1-10.2

Capítulo 10: ¡Ten Cuidado con lo que Deseas! (Parte 2)


"En este mundo las ovejas atacan a los lobos, ¿no es de la otra manera?"

"Sí. Un lobo puede derribar a una oveja, pero solo si atacan en manada."

"Muy bien, ¿pero por qué es llamada Oveja Bromista?" levanté una ceja y apunté hacia el bosque.

"Tienen el hábito de venir cerca de los aventureros y jugarles bromas. Son inofensivas la mayor parte del tiempo y se escapan antes de que alguien pueda atraparlas."

"Así que, si los lobos son parte de la dieta de las ovejas, ¿qué es lo que comen los lobos aquí?"

Empezamos a caminar otra vez.

"Raíces, hongos, algunas veces ovejas, aventureros, conejos y escarabajos."

"¿Raíces y escarabajos?"

"Sí. Los escarabajos son bastante grandes, casi tres metros de altura, pero son muy lentos." Sacudió su cabeza.

"Ya veo..."

Este mundo es muy, muy extraño. Nunca escuché de ovejas cazando lobos de vuelta en la Tierra. Actualmente, ¡eso es imposible! ¡Esas son herbívoros frágiles!
Me dije yo mismo.

Con mi conocimiento sobre la cadena alimenticia hecho pedazos, continué debatiendo que tipo de cosas esperaría en la ciudad y después, en su pueblo. La primera cosa que me vino a la mente fue el peligro potencial de los bandidos que mencionó Seryanna, pero yo simplemente rezaba que ellos no nos encontraran o nos tomaran por objetivos en esta ocasión. Podría ser una verdadera lástima el perder todas las hierbas raras que encontramos, especialmente los Hongos Sangrientos.

Después de media hora, empezamos a correr otra vez, pero antes de que entráramos en la ciudad, quise sugerirle algo.

"¿Seryanna?"

"¿Si?" me miró de vuelta.

"¿No crees que sería más seguro que me dieras el anillo “Bolso” para que lo llevara? Con mi suerte, estoy seguro de no ser asaltado, pero dijiste que ya te pasó un par de veces antes."

Ella me miró por un momento y luego abajo hacia el anillo. Era un movimiento muy arriesgado para ella, viendo tan solo como me conocía de unos días atrás, pero ella era mi amiga, y ella también sabía de mis habilidades. Sin ella, yo era como una oveja muerta en el agua.

"Muy bien. ¡Aquí!" se lo quitó y me lo entregó.

Lo puse en mi bolsillo y después le puse encima algunas hojas de una planta de comida picante que encontramos en el bosque. De esta manera, el anillo estaba de alguna manera protegido. Todo lo que quedaba era que yo deseara el no ser saqueado, robado o asaltado y que nuestro viaje por la ciudad terminara de manera segura. De esta forma, mi 100 Suerte fue desencadenada en lugar del 12 Suerte de Seryanna.

Algún tiempo después, alrededor de dos horas, finalmente llegamos frente a las puertas de ciudad de Andrómeda. Estaba bufando y sudando como un caballo, pero todo estaba bien, viendo cómo es que llegamos en el tiempo establecido.

"Finalmente estamos aquí." Dijo Seryanna, quien no estaba sudando para nada a pesar de que estaba llevando más prendas que yo.

"Como... ¡Huff! ¡Huff! ¿Cómo es que no estás cansada?" le pregunté mientras descansaba sobre mis rodillas.

"Esta fue una mera sacudida para mí." Respondió como si fuera algo de sentido común, y yo solo me quedé ahí con una expresión de duda en mi rostro.

La ciudad misma no tenía muchos edificios altos. Por alguna razón, yo estaba esperando por grandes edificios hechos a medida para que los dragones de tamaño completo pasaran, en su lugar vi edificios de madera y piedras de dos pisos desde la base. La arquitectura era sorprendentemente familiar y similar a la que había en la Europa medieval, al menos es lo que podía decir debido a los tejados emergiendo desde atrás de una pared de piedra alta.

El portón mismo era una puerta de madera corrediza atrás del muro. No estaba hecha de metal o algo por el estilo, pero los guardias en frente de la puerta se miraban bastante fuertes. Era eso, o ambos eran malhumorados y les encantaba quedarse mirando a la gente. En lo que respecta a sus aspectos, ellos eran muy parecidos a los típicos personajes antropomorfos que miraba seguido en los videojuegos: mitad-hombre, mitad-dragón. Ellos incluso tenían un par de alas en su espalda, grandes cabezas dracónicas y fácilmente pasaban de los dos metros de altura. El color de sus escamas eran verde y azul respectivamente. Y para sus armas, estaban usando la clásica combinación espada y escudo.

"¿Ves a esos dos?"

"Difícil decir que no, pero sí."

"Ellos están en su transformación de mitad-dragón. Es un requerimiento de todos los guardias al menos ser capaz de usar esa forma. Aunque son más débiles que yo."

Si esos dos dragones escamosos terroríficos son más débiles que tú, ¿entonces qué es exactamente lo normal aquí? Estoy confundido... pensé, pero me forcé a no hacer la pregunta. Tenía que recordar que estaba en presencia de un Caballero y no de un Guardia.

"¡Buen día, Sir Seryanna! ¡Que las estrellas sobre usted brillen con fuerza!" dijo el de escamas azules.

"Buen día, Bob. Nosotros solo acabamos de regresar del Bosque Seculiar. ¿Podemos pasar?" preguntó cortésmente.

¿Bob? ¿BOB? ¡¿En serio?! Pensé en mi mente mientras entrecerraba mis ojos al gran dragón.

Él no se veía como un ‘Bob’ para nada, era más como un ‘Schneider.’

"Por supuesto, erm... ¿y él es?"

"Este es alguien a quien contraté para ayudarme a buscar hierbas. Yo tomaré responsabilidad por cualquier cosa que llegue a quebrar adentro."

¿Cosas que vaya a quebrar adentro? No soy ningún perro sin comportamiento, ¿sabes?

"¿Es así? ¿Cuál es su nombre?"

"El nombre del chico es Alkelios."

"Muy bien, recordaré su rostro y nombre solo en caso de que se llegue a perder adentro."

"Gracias. ¡Que tengan un buen día Bob y Marley!" dijo Seryanna y pasó de ellos.

¿Marley? Levanté una ceja otra vez.

"¡Usted también, Sir Seryanna!" dijo el hombre de las escamas verdes.

Tomó todo mi auto control el no soltarme a carcajadas cuando escuché su insignificante voz. Era demasiado aguda, tanto como si alguien lo hubiera golpeado en la entrepierna, pero creo que solo era yo. Ellos eran dragones después de todo. Podía ser posible que para Seryanna y el resto, sus voces sonaran de una manera bastante normal.

Pasamos a los guardias y entramos a la ciudad dragón Andrómeda. Me sentía emocionado, pero al mismo tiempo un poco temeroso. Aunque ellos se miraran como humanos, ninguno de ellos lo era. Escamas, cuernos, alas y despliegues de magia poderosa dejaron a un lado todo lo que yo tenía en mente.

De los juegos RPG de Fantasía, estaba acostumbrado a ver una simple aldea rural o una ciudad llena con gente simple. Algún mercante gordo tratando de venderme la tapa de un barril como si fuera un escudo por un par de monedas de plata, un granjero cargando heno en una carreta, un guardia patrullando en armadura de cuero simple y empuñando una espada de cobre simple; unos cuantos niños jugando alrededor, jugando a las atrapadas; y cosas como esas.

Pero lo que obtuve en su lugar, fue una hermosa mujer dragón llevándome a través de una ciudad llena de dragones quienes tenían magias poderosas. La primera cosa que vi no fueron niños jugando a atraparse los unos a los otros, ellos estaban jugando a atrapar una bola de fuego, riendo y sonriendo. Cuando uno de ellos fallaba en atraparla, la bola explotaba, dejando un pequeño agujero en el suelo, pero entonces lo arreglaban con magia. Casi tuve un ataque al corazón cuando vi la escena. Por otro lado, vi mercantes vendiendo armaduras y armas desde las más simples y de aspecto sencillo hasta las de aspecto más ridículo que incluso se movían y hablaban. Pensando sobre mi espada de acero simple, me sentí un poco avergonzado.

"¡Acérquense! ¡Tenemos armas y armaduras de todos los tipos! ¡Esta de aquí es la lanza sensible de Rango Emperador con encantos que elevan tu fuerza y velocidad! ¡O este anillo de aquí! ¡Pórtalo en pareja y compartirás tu fuerza de vida! ¡Además, incrementa la regeneración de tu cuerpo y absorción mágica! ¡Si no te gusta eso, tenemos estas botas aquí que pueden ayudarte a volar! ¡Precio barato, solo 120 monedas de oro!" esa fue la línea de venta del mercader.

¿Qué demonios? Fue lo único que pude decir en mi mente mientras miraba todas esas cosas.

"Vamos Alkelios." Me dijo Seryanna cuando se dio cuenta de que me detuve a mirar la tienda.

"Esas cosas...esos son..." estaba tratando de decir asombroso, increíble, pero entonces ella me dijo una línea que hizo que levantara mis cejas.

"¿Esas cosas baratas? Si tú quieres una armadura y espada apropiada, te presentaré a un amigo mío. Él puede hacer algunas cosas realmente decentes por un buen precio. Las cosas que viste ahí son para aventureros principiantes."

¿Qué...? ¿Principiante? ¿ESO ES DE PRINCIPIANTE?

"Ya veo, igual que tú armadura, ¿verdad?"

"¿No la has evaluado aún?"

"No."

"Hazlo." Ella sonrió.

Tragué saliva.

Enfocándome en la armadura de pecho que estaba vistiendo activé la habilidad [Identificus Processus Juridicus].

(Armadura de Gran Caballero Draconiano): Armadura draconiana hecha por un Herrero Legendario. Solo puede ser equipada por aquellos seleccionados como caballeros de la Familia Real del Reino Dragón Albeyater. Estadísticas especiales: [Incrementa Todas las Estadísticas en 50%], [Inmunidad a Altas o Bajas Temperaturas], [Inmunidad a Hechizos de Control Mental], [Regeneración Mágica incrementada por 25%]. Habilidades especiales: [Pasiva: Peso Reducido 35%], [Pasiva: Daño incrementado para todos los ataques con carga], [Pasiva: Absorción de Magia de Ataques Mágicos 10%], [Pasiva: Buff de protección (Absorción de Daño 10%)], [Pasiva: Enlace de telepatía entre Miembros de la Familia Real al que el Caballero juró lealtad].

"Eso es trampa..." eso dije mientras miraba la aparentemente interminable lista de estadísticas y habilidades añadidas.

No había estadísticas negativas en ella, solo positivas y algunas bastante ridículas. Pensando en ello, esto podía explicar porque ella fue capaz de correr por tan prolongado período de tiempo y no mostrar signos de sudor o de estar cansada. Otra vez entonces, ella probablemente estaba yendo más despacio que lo de costumbre debido a lo perezoso que yo era. Me hizo feliz, pero al mismo tiempo me sentí mal por ser una carga así para ella.

Hm, supongo que lo que vi de vuelta a ese entonces en su pantalla de estado eran sus estadísticas base no afectadas por la armadura. Pensé y entonces con un suspiro, incliné mi cabeza en frente de ella y dije "¡Lo siento!"

Ella parpadeó sorprendida. "¿Por qué?"

"Bueno, mirando las estadísticas de tu armadura y las tuyas, me di cuenta de que debí haberte ralentizado bastante. Tú me ayudaste cuando tú simplemente pudiste haberme dejado ahí. Una vez más, gracias, y lo siento por mi falta de poder." Dije esas palabras desde el fondo de mi corazón. Quería decirlas.

"Está bien, Alkelios." Ella sonrió y palmeó mi hombro. "Sé muy bien lo que significa ser débil en algún punto, pero eso no significa que siempre estarás en ese nivel. Con mi ayuda, ¡ten por seguro que crecerás en un fuerte y fino guerrero algún día!"

"¿Y entonces así saldrías conmigo?" pregunté como una broma.

"¿No estamos saliendo?" preguntó inclinando su cabeza y frunciendo el ceño.

"Me refiero como una cita, convertirnos en pareja." Le expliqué, pero la broma ya había desaparecido.

"¡Oh! ¡Hehe! Veremos sobre eso. Tal vez si la princesa te aprueba, yo te dé una oportunidad." Se rió.

Era probable que fuera una broma, pero era seguro que no me habría importado si no lo hubiera sido. Aun así, la idea de tener una novia realmente me ponía nervioso por alguna extraña razón, pero por ahora, yo solo era su amigo.

"¡Recordaré eso!" le mostré una sonrisa brillante y entonces continuamos nuestra caminata por la ciudad.

Otra cosa que me sorprendió era la cantidad de aventureros y las variadas armaduras que vestían. Aunque algunas se veían bastante extrañas, todas eran utilizables en combate hasta donde podía ver. Las mujeres no vestían nada de lo llamado “armaduras de tetas” o bikinis metálicos de “apenas cubierto.” Los hombres no llevaban armaduras voluminosas o con molestos efectos luminosos alrededor de ellos. Al contrario, parecía que estaban encantados con la habilidad de camuflarse ellos mismos en los alrededores cercanos. Para las armas que llevaban, esas eran las que se veían raras e increíbles al mismo tiempo.

El arma más extraña que vi probablemente fue una espada con empuñadura de metal, y una cuchilla hecha de rocas rojas flotantes que se mantenían juntas por una neblina de magia roja. Dos cristales verdes estaban flotando alrededor de ella, probablemente por decoración o como partes funcionales del arma. Por un momento ahí, creí que solo era un arma de aspecto elegante incapaz de dañar ni siquiera una flor, pero el aventurero dragón que la empuñaba pasaba que estaba haciendo una demostración para demostrar su filo. Cortó a través de un lingote de hierro como si fuera nada.

"Esa es una Espada Clayer. Es muy buena y tiene la habilidad única de cambiar entre un arma cortante a una desafilada si dices las palabras correctamente."

"Increíble…" murmuré.

"Si tú quieres, la próxima vez que regresemos a esta ciudad, te explicaré lo que quieras, pero por ahora deberíamos darnos prisa si es que queremos llegar a pueblo Tomeron."

"Eso sería grandioso, bueno… ¿si es que no es una molestia para ti?"

"No lo será, especialmente si tengo el tiempo." Sonrió.

Seguí viendo alrededor, pero a donde quiera que miraba, no podía evitar el solo sentirme sorprendido por todas las cosas que veía. Cada vez que me quedaba viendo mucho a algo, Seryanna me daba una breve explicación de ello. Terminé disculpándome todas las veces que era cautivado por todas esas cosas. A ella no le importaba, y fue así como aprendí que a los draconianos les gustan las mascotas, especialmente los monstruos difíciles de dominar. Aparentemente, era hecho a través de un hechizo de telepatía. El maestro hablaba con el monstruo hasta que este accedía al contrato de mascota.

"¿Acaso tú tienes una? Me refiero a una mascota."

"Eres muy divertido. ¿Podrías ser considerado como una?" ella bromeó.

"Depende del trato." Le saqué mi lengua.

"¡Hehe! Si la tengo, es una Ardilla."

"Tierno." Eso dije, pero luego recordé que en este mundo las ovejas se comen a los lobos. "Erm… ¿Cómo es su aspecto?" pregunté para estar seguro.

"Hm, bueno es peluda. Tiene una gran cola, dientes afilados y mide alrededor de dos metros de altura. Oh, y le encanta cazar roedores." Ella explicó.

"¿Huh?" levanté una ceja, y fue todo lo que pude hacer sobre ello.

¿Me pregunto si esto es solo en el continente dragón o si así es en general?

"Cuando alcancemos el pueblo, puedo llevarte a la tienda de mascotas y conseguirte una de ahí. ¿Qué piensas?"

"Suena bien."

Nota para mí: El Continente Dragón es la versión Australiana de este mundo. Comparado actualmente con ello, Australia suena inofensivo…

Mientras continuábamos caminando, fuimos acercándonos al otro lado de la ciudad, donde teníamos que rentar dos Khosinni. Por supuesto, ya había tenido la oportunidad de ver uno de ellos antes, y se miraban intimidantes. La única cosa que Seryanna no mencionó fue su altura y sus pares de ojos extras encima de los principales ya existentes en un caballo normal. Se miraba fuerte, pero yo era pequeño en comparación con él.

¡No puedo esperar para cabalgar uno! Me dije yo mismo emocionado.

Realmente, ¿quién no estaría emocionado de tener una cabalgata en un caballo gigante de seis piernas y con cuatro ojos en lugar de dos? ¡Se miraba asombroso y genial!

Aunque hubo otro pensamiento que cruzó por mi mente, algo que quería intentar desde que sabía que llegaríamos a la ciudad, algo en lo que mi 100 Suerte podría ser probada. Por supuesto era una ridícula, pero estaba curioso, muy curioso sobre ello.

¿Debería? Pensé y tragué saliva.

¿Qué podía perder?

"¿Seryanna?"

Ella se detuvo en su andar y me miró de vuelta.

"Quiero probar algo con mi suerte, algo que podría ser estúpido o divertido…" le advertí.

"¿Es peligroso?" preguntó frunciendo el ceño.

"Solo si tu fueras mi esposa." Bromeé.

"Entonces supongo que es seguro que sigas con ello siempre y cuando no me a vaya a poner a mi o a alguien más en peligro." Me dijo encogiéndose de hombros.

"Muy bien, aquí vamos…" cerré mis ojos y pensé Deseo que una linda chica caiga del cielo derecho en mis brazos, ¡ahora mismo! Repetí eso un par de veces y entonces abrí mis ojos y miré hacia arriba.

Era un hermoso cielo azul despejado. Ni siquiera una nube a la vista.

"¿Y bien?"

"Creo que fallé…"

"Entonces deberíamos seguir." Asintió y se dio la vuelta.

Justo entonces, escuche algo detrás de mí.

"¡Cuidado allá abajo!" era la voz de una chica.

Con una sonrisa, me di la vuelta y volteé hacia arriba. Estaba esperando ver a una tierna chica en un lindo vestido cayendo de los cielos. Entonces yo solo tendría que atraparla como un caballero de verdad en armadura brillante a menos que Seryanna se me adelantara. Desafortunadamente, lo que vi en su lugar fue la escamosa espalda blindada de un gran, gran dragón negro.

"Oh hombre…" suspiré.

"¡ESCUDO!" Gritó Seryanna, lanzando un hechizo sobre mí.

Lo siguiente que recordé fue ser lanzado en el suelo por la espalda de ese dragón. Abriendo lentamente mis ojos, vi un puñado de escamas negras cubriéndome, y la única cosa separando mi ser del gran peso de arriba era una delgada capa de magia.

"¡ESTOY BIEN!" eso grité, entonces se craqueó.

"Uh oh…"

El escudo se hizo añicos, y el peso de la espalda del dragón negro cayó sobre mí con un gran estruendo. Escuché algo quebrarse, y un terrible dolor se esparció a través de mi mano izquierda.

"¡NO ESTOY BIEN! ¡NO ESTOY BIEN! ¡Oh dios, esto duele!" gimoteé desde ahí abajo.

"¡Ah! ¡Lo siento! ¡Lo siento!" se disculpaba la dragonesa encima de mí.



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