100 Luck and the Dragon Tamer Skill! Arco 3-73.1

Capítulo 73: La Verdad de la Entidad (Parte 1)


[Punto de vista de Kronius]

Lo hice… pensé mientras caía por el cielo.

Con esa última ráfaga de Energía Mágica, me quedé vacío por completo y no era capaz de mantener mi vuelo. El suelo se acercaba a gran velocidad, y mi única oportunidad de sobrevivir si no quería convertirme en una plasta de sangre roja en el suelo era beber una poción que restaurara mi Energía Mágica.

"¡Vamos!" me esforcé contra el viento mientras tomaba una pequeña botella azul, pero en mi estado debilitado no fui capaz de sostenerla y salió volando fuera de mi agarre "¡NO!" grité mientras trataba de agarrarla otra vez, pero no sirvió de nada.

Sin darme por vencido, tomé otra botella, pero esta vez, la agarré mejor. Luego de quitar el corcho me la bebí por completo. En el momento en que el líquido tocó mis labios pude sentir como la energía corría otra vez por mí.

No tenía tiempo que perder. Casteé una barrera a mi alrededor y luego invoqué a los vientos para desacelerar mi caída.

El momento en que hice contacto con el suelo, mi barrera se quebró, pero solo una pequeña parte del choque me alcanzó, lo que significaba unos cuantos rasguños por aquí y por allá, pero sobreviví.

"*Cough* *Cough* ¡Lo hice!" lo dije con una sonrisa mientras me empujaba para girarme sobre mi espalda y mirar al cielo.

¡Alkelios ahora está muerto, y yo vivo! ¡Yo gané! Pensé mientras sonreía.

¡CRACK!

Una ráfaga de dolor llegó hasta mi desde mi pierna izquierda, y dejé salir un alarido ruidoso "¡AAARGH"

¡Duele! ¡Duele! Grité en mi mente, pero cuando volteé a ver la fuente del dolor, la miré… a ella.

Esa dragonesa de escamas rojas, Seryanna Draketerus, estaba viéndome con una fría mirada, y podía sentir una sed de sangre sobre todo mi cuerpo. Otros tres aterrizaron junto a ella: la dragonesa de escamas plateadas Kataryna Greorg, la dragonesa de escamas negras Thraherkleyoseya Draketerus, y el dragón de escamas blancas cuyo nombre he olvidado.

Todos me estaba viendo con la misma mirada fría y penetrante. En sus formas de mitad bestia, no eran muy diferente a monstruos, monstruos come hombres. Sentí un escalofrío recorriendo mi columna debido a que no había forma de razonar con estas… cosas.

La Entidad tenía razón, este continente no estaba lleno con nada más que con monstruos.

"¿Dónde está?" me preguntó Seryanna amenazándome con un rugido gutural.

Sonreí.

"Muerto."

Ella giró su pie sobre mi pierna rota, enviando otra descarga de dolor por mi cuerpo. Grité, pero ella cerró mi boca dándome una cachetada con su cola en la quijada.

"¿Dónde está, humano?"

"Te lo dije, está muerto." Escupí algo de sangre.

"¿A qué te refieres? Explícate." Demandó Kataryna.

Le mostré una sonrisa "Ese último ataque, era mi más poderoso hasta ahora, e incluso yo no tengo control total sobre él. Verás, lo que hace es utilizar toda mi Energía Mágica con el fin de enviar a mi objetivo a un lugar aleatorio dentro del sistema solar. Con aleatorio, me refiero a que podría ser otro planeta, el frio vacío entre las estrellas, un asteroide, o incluso dentro de la corteza o manto de un planeta." Sonreí triunfante "También hay algo más. No solo es enviado a un lugar aleatorio en el sistema solar, sino que también es enviado al pasado o al futuro."

"¿Qué?" la dragonesa me mostraba una expresión confundida.

"Déjame ponerlo de esta manera, mi hechizo pudo haberlo enviado 100 años en el futuro justo en el medio del Sol. O lo pudo haber enviado 100 años al pasado justo en el medio de este planeta, miles de kilómetros bajo la superficie. ¿Realmente crees que alguien sobrevivirá a eso? Admítelo, está muerto."

"¿Cómo sabemos que no estás mintiendo?" preguntó la de escamas negras con un rugido.

"¿Por qué lo haría? Además, me rindo. Pueden llevarme a la cárcel o ponerme otro collar de esclavo, no me importa." Levanté mis manos en señal de sumisión.

Loas dragonesas se miraron unas a otras por un momento y luego de vuelta a mí con esa fría mirada.

¿Qué está pasando?

"Pareces estar equivocado en dos cosas." Dijo Seryanna, y antes de que pudiera hacer algo, me clavó su espada en mi vientre.

"¡Gah!" escupí sangre y me contraje por el dolor.

¡Duele! ¡He sido apuñalado! ¡Estoy sangrando! Empecé a entrar en pánico.

"Alkelios nos contó acerca de tu pequeño truco de teletransportación. Siempre y cuando tenga mi pie sobre tu pierna, no puedes correr. Además, te equivocas profundamente acerca del hecho de que está muerto. Soy su esposa, su pareja, yo sabría si está muerto o no. No importa a donde lo enviaste, sea el pasado o el futuro, él vendrá de nuevo a mí, y yo lo veré de nuevo. Ese hombre, a diferencia de ti, tiene 100 puntos en su Suerte. La tiene al máximo. Lo cual significa que incluso si tiene una probabilidad en una probabilidad en una probabilidad de sobrevivir, lo hará. No solo por esto, pero nosotros, sus amigos y familia, deseamos desde lo más profundo de nuestro ser que vuelva sano y salvo." Dijo esto manteniendo esa fría mirada en sus ojos y empujando la cuchilla lentamente en mí.

"¡Estás loca! ¡Dije que me rindo!" grité de vuelta, tratando de detener la espada de seguir más profundo.

Aun podía ser salvado si bebía una poción curativa o si alguien casteaba magia curativa sobre mí. La magia en este mundo podía hacer lo que la tecnología moderna no. Todavía había tiempo. ¡Aun había una oportunidad para que sobreviviera!

"Y sobre la segunda cosa en la que estás equivocado, pequeño humano, realmente creíste que yo, la esposa de Alkelios Yatagai, ¿te dejaría ir tan calmadamente luego del intento de asesinar a mi marido?" dijo acercándose a mí con esa escamosa cabeza reptiliana.

"¿Q-Qué?" pregunté horrorizado por esas palabras suyas.

"No vas a ir a la prisión, y definitivamente no vas a portar un collar para esclavos. Vi lo que hiciste allá atrás, cuando te lo quitaste fácilmente de tu cuello. ¿Crees que soy estúpida? No, lo que te espera a ti no es nada más que la muerte." Ella me dijo esto, y yo podía decir… podía decir… que ella lo estaba disfrutando.

¿E-Ella quiere matarme? ¡No! ¡No puedo morir! Pensé, e intenté lo mejor que pude para liberarme de su agarre, aunque fue en vano.

No había forma de librarme de esto. No tenía suficiente Energía Mágica para realizar algún hechizo, ni siquiera una simple barrera, mucho menos mi capacidad para teleportarme lejos de aquí. Estaba atrapado.

Estaba atrapado como una liebre en la madriguera de un zorro.

No hay salida… estas cosas realmente son monstruos… Monstruos que caminan al igual que los humanos.

En el siguiente momento, ella sacó su espada haciéndome escupir sangre, y cuando nuestros ojos se encontraron, ella hizo un tajo horizontal. El mundo empezó a hacerse a un lado, y ya no podía sentir más mi cuerpo.

No… no quiero morir… ¡¡¡NOOO!!! Grité en mi mente mientras el mundo se volvía negro.

[Punto de vista de Seryanna]

Estaba jadeando gracias al esfuerzo y a la ira surgiendo dentro de mí. El cuerpo de aquel que me arrebató a mi marido lejos de mi estaba a mis pies cortado en varios pedazos. No estaba satisfecha con todo esto, así que liberé un aliento de fuego sobre sus restos.

Lo incineré hasta que no había nada, ni siquiera sus huesos.

"¡AAARGH!" grité enojada y liberé otro aliento de fuego hacia el cielo.

Respirando con dificultad, caí sobre mis rodillas, temblando y asustada ante la posibilidad de que él tal vez nunca llegara a regresar.

"Seryanna…" dijo Kataryna mientras ponía una mano sobre mi hombro.

Mirándola, vi que apenas y estaba conteniendo su enojo. Mi hermana estaba llorando en los brazos de Iolaus, probablemente pensando que Alkelios se fue para siempre.

"Si las palabras de ese hombre son en efecto ciertas y Alkelios fue enviado a otra era en el pasado o en el futuro en algún lugar en el espacio, entonces él es el único que podría sobrevivir a eso. Si alguien puede esperar tener la suerte necesaria para cumplir esa hazaña, entonces Alkelios es el indicado. Tu misma lo dijiste, ¿no es así?" me dijo con una sonrisa, pero no parecía que ella también creyera por completo esas palabras.

"Sí, tienes razón…" agaché mi mirada al suelo chamuscado alrededor de nosotros "Si alguien puede hacerlo, es él …" apreté mis puños y me levanté.

"¿Qué es lo que vas a hacer, hermana?" preguntó Kleo mientras aun lloraba.

"Voy a esperar por él." Respondí mirándola a los ojos "Sin importar que, esperaré por él. Se que está con vida en algún lugar…. Solo tengo que esperar…"

"Y que si…"

Sabía lo que Kataryna quería decir, pero le envié una mirada penetrante para detenerla antes de que terminara de decirlo.

"Se que está vivo Kataryna. El momento en que maté a esa basura de humano, sentí como su fuerza vital entraba en mi cuerpo como usualmente pasaba cuando mataba a algún monstruo. No es como si lo hubiera sentido una vez antes de conocer a Alkelios, pero era igual a como si el bono que él nos daba aun siguiera ahí."

"¿Así que dices que su habilidad no fue cancelada? ¿Estás utilizando eso como prueba? ¿Pero que si es algo que no está influenciado ya sea que esté vivo o muerto?"

"Me rehúso a creer eso. Él está vivo, lo sé, y como su esposa, ¡esperaré por él!" 

No había manera de que me fuera a rendir tan fácil con Alkelios. No había manera de que estuviera muerto. Los dioses no lo permitirían…

"Para ser honesta, yo también quiero creer esto, pero no puedo evitarlo si hay una pequeña parte de mí que se pregunta si tal vez, si solo tal vez no va a volver nunca más… Sin embargo, darme por vencida en él, así como así sería una vergüenza para todos nosotros que lo queremos ya sea como amigo o como amante. No me voy a dar por vencida tampoco, pero en el caso de que le tome un tiempo llegar a nosotros, será mejor que estemos listos. Seryanna, tú necesitas llegar al Despertar Avanzado."

"Lo haré. Me convertiré en alguien mucho más fuerte de lo que soy ahora. ¡Le mostraré a todos el verdadero poder de un Draconiano Superior de la Flama Alta, y la próxima vez, me pararé a su lado cuando vaya a enfrentar a sus enemigos! ¡Juro que me convertiré en alguien en quien se pueda apoyar y no en alguien por quien necesite preocuparse!"

"¡Todos lo haremos!" Kleo también lo declaró.

No importa lo que ese intento de humano haya dicho, Alkelios Yatagai no se había ido, no estaba muerto. Lo declararíamos desaparecido, pero no muerto.

Es por eso… mi amor, vuelve a mi rápidamente. Ya te extraño.




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