100 Luck and the Dragon Tamer Skill! Arco 4-103

Capítulo 103: La Promesa de un Dragón


[Punto de vista de Alkelios]

Ser comparado con un dragón cualquiera que raptaba princesas para almacenarlas en su torre era un poco insultante y degradante al mismo tiempo. Después de todo, imagina si hiciera eso en Albeyater.

"¡Cariño, ya llegué!"

"¡Oh! ¿Qué trajiste contigo?" diría Seryanna.

"Una princesa que secuestré de uno de los reinos humanos. ¿Qué hay de comer?"

Solo imaginar la perforadora mirada de Seryanna me daba escalofríos en mi columna. No importaba a donde fueras en el Continente Dragón, nunca escucharías historias ridículas como esta. La única razón por la que volaría para raptar a alguien de familia real en otro país sería porque son el enemigo y se podría utilizar como una pieza de intercambio durante negociaciones de paz o… no, eso es todo, no hay otra buena razón que se me pueda ocurrir para cometer tal crimen.

Pero, ¿era considerado un crimen si se usaba para terminar una guerra? Ese era un buen dilema, uno sobre el cual debatiría en otra ocasión.

Con la Princesa Ildea siendo honesta con nosotros, yo estaba listo para escuchar esa impresionante historia.

Los otros también escucharon con su aliento arrebatado, sin hacer ni un sonido para no distraerla. Ildea tenía un talento para contar historias, especialmente mirando todas esas emociones que depositaba en sus palabras, en sus gestos y en la mirada de sus ojos.

Si fuera una actriz, definitivamente era una digna de las películas de Hollywood.

"Y fue ahí cuando todos ustedes entraron a la habitación."

Todos sonreímos y aplaudimos como si se tratara de una actuación teatral.

"G-Gracias." Se sorprendió un poco por la ronda de aplausos, pero con una suave sonrisa en sus labios recuperó la compostura y esperó a que dijésemos nuestras opiniones.

El primero fue Kalderan.

"Zarbast Asher, Annatella Verma, Dormachiov Killiry y Missany Amitta… hm~ ¿Por qué esos nombres no me suenan ni un poco familiares?"

"Escuché rumores de la Unión Democrática de Shiva, dicen que fue creada a través de la unión del Reino Shiva y varios territorios que pertenecían al Imperio Akutan antes de declarar su independencia. El Reino Fascista de Nocturn es un lugar misterioso a dónde van los aventureros para nunca regresar. Los restantes, dicen los aventureros que los visitaron que no hay ninguna discriminación, que nadie está por encima de nadie." Dijo Risha.

A diferencia de nosotros, ella era alguien que ha viajado a distintos asentamientos cuando terminaba sus peticiones en su antiguo grupo. Kalderan estuvo atascado en Soldra la mayoría del tiempo, y yo… bueno, fui arrojado en este país muy recientemente. Me perdí de muchas cosas, de tres años exactamente.

"Así que estamos varados en otro mundo y la primera cosa que hacen nuestros compatriotas terrestres es establecer gobiernos neo-comunistas, neo-nacismos y neo-fascistas para apoderarse del mundo."

"No te olvides del democrático, fue establecido por ese tipo, Dormachiov Killiry." Agregó Kalderan sonriendo.

Solo levanté una ceja a su comentario.

"Ese es un nombre muy amigable ¿no crees?"

"¿A qué te refieres?" preguntó Risha.

"Kill, en uno de los muchos lenguajes de la Tierra, significa Rikna (matar)." Explicó Kalderan.

"Nos desviamos del tema."

"Cierto."

"Perdonen mi intrusión, pero… ¿no están preocupados?"

"¿Hm? ¿Qué quieres decir?"

"Estoy siendo perseguida por asesinos enviados por mi padre. El futuro de este Reino es incierto y hay una muy alta probabilidad de que sean declarados criminales por el simple hecho de ofrecerme ayuda. Siempre que no hubiesen sabido mi verdadera identidad, creí poder mantenerlos a salvo, pero ahora que lo pienso, no sé hasta donde podría llegar la locura de ese hombre."

Era claro que esta joven estaba aterrada por todo lo que le ha ocurrido, y su futuro podría decirse es nada más que incierto. Lo que le esperaba de vuelta en la capital era encarcelamiento o muerte. Si ocurría lo peor, entonces tendría que casarse con su propio padre. Era un destino terrible, pero ahora que yo era parte de ello, no podía dejarlo como si no me importara.

"¿Por qué no vienes con nosotros?"

"¿Qué? Pero… ¿y los asesinos? ¿Y adonde iríamos? Quien podría ser tan valiente y tonto para ir en contra del poder del Reino Ten Swords y probablemente del Imperio Akutan."

"Los estás viendo."

"¿Huh?" Risha parpadeo sorprendida haciendo una expresión de asombro, pero la ignoramos.

"Nya~ ¡Carishiiia se sshiiieeteee bieeeeenn!" Tamara se empezó a derretir cuando la acaricié por reflejo atrás de sus orejas.

"¿Ustedes?"

"Veamos, ¿esto explicaría mejor las cosas?" cerré mis ojos y me enfoqué en mi capacidad de transformación.

Cuando abrí mis ojos, también extendí mis alas. En mi cabeza aparecieron un par de cuernos negros con punta de color rojo y un anillo dorado en la base, mientras la cola se extendía desde mi espalda baja.

En ese instante tomé la forma de un dragón Despertado con una majestuosa aura saliendo de mi cuerpo. La autoridad de mis escamas doradas actuaba como marca y prueba de alguien que bien podría ser considerado miembro de una de las familias reales dracónicas.

"Bueno, ¿qué te parece?" le pregunté cuando vi que no decía nada y solo me miraba con su rostro congelado.

Pero ella no respondía.

En realidad, no reaccionaba de ninguna manera. Moví mi mano en frente de sus ojos, pero no funcionó.

Con un poco de preocupación en mi cara, me giré a Kalderan y dije "Creo que se desmayó."

"¿De pie?"

Volví con la princesa y gentilmente la empujé con mi mano. La elegante señorita sobrante de gracia real cayó como un tronco.

"Sí, estoy bastante seguro de que se desmayó."

"Muy bien, voy abajo a comer algo. Avísame cuando se despierte."

"Yo también voy. Tamara quiere comer algunos de los bocadillos de pescado." Dijo Risha suspirando.

"¡¿Pescado?! ¡PESCADO!" la gatita saltó y la siguió.

Me dejaron atrás con la princesa quien ahora yacía en el suelo como un cuerpo en una morgue.

"¿En serio?"

Dado que los otros tres me dejaron solo con ella, hice lo que cualquier dragón sensible haría, la levante y la acurruqué en la cama como si fuera una niña pequeña. Al menos no fui forzado a cantar una canción de cuna.

Luego de regresar a mi forma humana, pensé en dejar la habitación, pero que se despertara sola probablemente no era una buena idea. Con un suspiro de resignación, fui de vuelta a la mesa y saqué a Heaven y Hell de mi habilidad para hacerles algo de mantenimiento. No era como que lo necesitaran, pero adoraba juguetear con ellas. Eran como esos asombrosos personajes que creabas en tu juego y que terminabas probando distintas construcciones en cada paso que dabas, intentando nuevas armas, diferentes combos de habilidades, diferente posicionamiento, todo.

Estas armas mías eran ciertamente de Rango Divino cuando se hablaba de sus habilidades y su complejidad, pero para ser honesto, aún tenía mucho por aprender. Mis habilidades se encontraban al máximo, pero había diferencia entre tener la capacidad de utilizar algo y tener la experiencia de usarlo por un largo tiempo.

Básicamente, yo era un genio con habilidades sin pulir. Todo lo que debía hacer era practicar, practicar, y practicar otro poco más. ¿Mencioné que también debo practicar? Sí, de esto se trataba.

La princesa no despertó incluso después de terminar mi mantenimiento y Kalderan regresara del comedor. Luego de irse a la cama, yo me quedé despierto en la ventana observando las dos lunas en la claridad del cielo nocturno.

La grande era llamada Nocturnia, al igual que la diosa, y la pequeña era Nocturnis, igual que su hermano. Por mucho tiempo, nunca me molesté en saber los nombres de estas dos lunas. Era bastante inconsciente de muchas cosas en mi vida, por ejemplo, el hecho de que la gravedad en este mundo no era la misma que en la Tierra. De hecho, me parecía que era un poco mayor. El ambiente también era influenciado por la magia, dependiendo en quien conjurara qué, así como en donde se conglomeraban los monstruos poderosos en los distintos territorios. Algunas de estas bestias podían incrementar la temperatura a su alrededor o disminuirla drásticamente en un parpadeo. Las descargas eléctricas también jugaban un papel importante en la ecuación, pero yo no era ningún sujeto del clima para saber cómo todo afectaba a todo.

En algún punto en el medio de la noche, la señorita real se despertó. Saltó de la cama y miró en los alrededores como si estuviera siendo perseguida por lobos. Cuando me miró a los ojos se detuvo y tragó saliva. Con sus manos temblando, tomó la sabana y la levantó mientras retrocedía hasta tocar la pared.

Incliné un poco mi cabeza, curioso por ver que era lo siguiente que iba a decir, pero permaneció de esa forma por unos buenos minutos, solo viéndome con esos grandes ojos asustados.

"¿Estás bien Ildea?"

"¡Hiii!"

Parpadeé y miré a Kalderan, pero seguía dormido como un tronco.

Sacudiendo mi cabeza, me levanté y estiré un poco mis hombros. No dije nada y solamente esperé a que se calmara un poco. Al final, fue ella la primera en hablar.

"T-Tu… ¿E-Eres un d-dragón de v-verdad?"

"Mitad dragón en realidad."

"E-Entonces… l-lo que miré a-antes… ¿n-no f-fue un s-sueño?"

"Nope."

"¿V-Vas a c-comerme?" dijo mirándome como si se tratara de un conejo asustado.

Cuando escuché esto, casi me tropiezo. ¡ESO definitivamente me tomó por sorpresa!

"No. ¿De dónde sacaste siquiera esa idea?"

Podría entenderlo si ella fuera un Héroe Humano que solo leyó esas historias donde el tipo malo era un dragón con el papel de grande y estúpido lagarto escupe fuego, pero los dragones en este mundo tenían sus propios reinos. ¡¿Por qué irían por ahí cazando carne humana?! ¡No son OVEJAS!

"Estos viejos generales en el palacio… a menudo describían tu especie como monstruos despiadados que cazaban humanos. El Imperio Akutan ha reunido los ejércitos de todos los reinos una y otra vez para lanzar ataques defensivos en contra del Continente Dragón."

"Eso es solo propaganda política para que los humanos batallen contra los dragones. Era más sencillo poner la etiqueta de ‘maldad’ y ‘monstruo’ en nosotros en lugar de simplemente explicar que querían más tierra y recursos para su especie."

"¿Qué?"

"Sí, además, esas invasiones de las que hablas casi siempre tendían a ser grandes fracasos para los ejércitos humanos, ¿me equivoco?"

Asintió en silencio.

"Bueno, eso fue porque la especie dragón en general es mucho más poderosa que la especie humana. El continente donde ellos viven requiere niveles de fuerza absurdos tan solo para sobrevivir. Los monstruos más débiles rondan el nivel 100 como mínimo y los lobos de este continente son la comida favorita de las ovejas en ese lugar." Temblé un poco al pensar en esas bribonas.

Para ser honesto, tuve mi buena dosis de encuentros con rebaños de ovejas en el Bosque Seculiar. Esos monstruos de más de 400 de nivel me perseguían cuando yo todavía era débil, y solo a través de mucha suerte me las arreglé para derrotarlos o perderlos. Todos eran bastardos persistentes que tenían orgullo en su defensa natural. Los lobos temblaban y lloriqueaban con el rabo entre las patas con solo ver a una feroz oveja.

"¿Qué? ¿Cómo puede ser eso?"

"No lo sé. Así es como son las cosas por allá. Para ser honesto, los dragones ni siquiera quieren atacar este continente. Mas bien, ellos tienen el poder para volar hasta aquí y reclamar este territorio como suyo con mucha facilidad en cuestión de días. Por lo que vi, yo solo soy más que suficiente para destruir por completo todos los asentamientos de Soldra hasta aquí." Esto solo hizo que la princesa gritara de miedo.

"¡Alkelios, deja de gritar como una niña pequeña!" dijo Kalderan quejándose en su sueño.

Solo entrecerré mis ojos preguntándome qué demonios estaba soñando como para decir eso.

Luego de otro momento, y ya un poco calmada, miré a Ildea y le pregunté "¿En verdad soy tan aterrador?" le mostré una pequeña sonrisa, pero la mirada en mis ojos era una que mostraba un poco de dolor en mi interior al estar temerosa de mí.

Nadie querría tener a sus propios amigos y conocidos temerosos de su persona a menos que se tratara de un bastardo malvado, lo cual yo no era. 

Le tomó un poco de tiempo contestar, pero esperé pacientemente, cambiando entre mirarla a ella y afuera. Hasta donde sabia, con la excepción de los conceptos erróneos sobre los dragones, no había nada que temer de mí.

Al final, ella llegó a la misma conclusión.

Ildea movió su cabeza y dijo "No, no eres aterrador, es solo… que las historias que me dijeron sobre los dragones me hicieron temerte sin razón alguna."

"Sí, puedo ver como eso se convertirá en un problema si algún día ambas razas deciden unir sus fuerzas."

"¿Unir sus fuerzas? ¿Cómo aliados? Eso significaría…"

Miré hacia las dos lunas y dije "El fin de la guerra y el principio del proceso de sanación del odio cultivado entre los dos con el pasar de los años. Apuesto a que ningún lado recuerda siquiera por qué empezó la guerra."

"No, ninguno de los libros menciona como inició la guerra, solo empezó…"

"¿Tal vez una conspiración para crear odio sin motivo alguno? ¿para debilitarnos?"

"Tal vez. Lo que mencionaste hace rato, acerca de protegerme y de acompañarte… estabas hablando de…"

Tenía miedo, preocupación, e inseguridad por lo que le deparaba su futuro.

"Sí. Yo te protegeré. Después de todo, terminé escuchando tu historia, y tengo el poder para cumplirlo, así que ¿por qué no? Además, si un dragón termina salvando a una princesa en lugar de secuestrarla, entonces tal vez esos desagradables rumores sobre nosotros terminen desapareciendo."

Y si todo este asunto termina ayudando al Reino Albeyater y amabas especies a largo plazo, entonces tal vez valía la pena depositar cada gota de esfuerzo en ello.

"De todos modos, si lo que dices es verdad, como podrías tú, un Héroe Humano, hacer que el Continente Dragón nos protegiera. Si el Imperio Akutan demanda tu cabeza, estoy segura de que la ofrecerían en bandeja de plata."

Solo imaginar a un embajador del Imperio Akutan caminando hacia el viejo reptil que era Feryumstark y demandar que sea entregado a su país logró que echara a reír. Después de todo, justo luego de que ese embajador mencionara algo tan loco y ridículo como eso, estoy seguro que su Majestad sarcásticamente respondería algo como: Seguro, te daremos al salvador de mi Reina, un Duque de mi Reino y el nieto del General Brekkar Draketerus ahora mismo. Dime, ¿quieres regresar al Imperio Akutan con tus extremidades pegadas a tu cuerpo o no?

¡Sep, eso me rompió!

"¿Qué es tan divertido?" preguntó Ildea confundida debido a mi repentina carcajada.

No podía culparla, era un poco raro, pero ella no podía ver lo que mi imaginación acababa de crear.

"Lo siento, es solo que, sí… eso fue divertido. De cualquier modo, tengo bastante confianza en que no seré entregado al Imperio Akutan incluso si llegan tocando la puerta con sus ejércitos. Después de todo, soy alguien con el título de Duque por allá, y mi esposa no estaría muy contenta de verme entregado en bandeja de plata. Las dragonesas de escamas rojas pueden ser muy protectoras de sus esposos."

"Suena como una mujer poderosa."

"Sí lo es, hermosa también."

Cerrando sus ojos, Ildea permaneció de esa forma por un momento. Cuando los abrió, tenía un aire relajado y calmado sobre ella.

"Muy bien, Alkelios, creo en ti. Iré contigo para ver cómo es realmente el Continente Dragón, y tal vez, algún día, regrese a Ten Swords para liberar a mi gente de la locura de mi padre."

"Princesa Ildea, prometo que estará segura conmigo. En realidad, también deseo que no sufras ningún daño mientras permanezcas a mi lado, y si en alguna oportunidad podemos salvar a tu reino y madre, entonces que así sea. Que los dioses elijan el mejor de los desenlaces para ti y tu gente."

"Gracias…" al decir eso, se empezaron a formar unas cuantas lágrimas en sus ojos.

Caminé hasta ella y la abracé, queriendo reconfortar el dolor que había estado perforando su corazón hasta ahora.

"Ya. Ya. Todo estará bien ahora."




Comentarios

  1. Que gran historia me e emocionado y todo una finalidad épica y emotiva wow es de lo mejor jaja me encanta ;D gracias por el trabajo ánimo y fuerzas ;v

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