100 Luck and the Dragon Tamer Skill! Arco 4-79.2

Capítulo 79: Pueblo Soldra (Parte 2)



Fue en una de tales tiendas donde un hombre bien vestido de cabello negro aproximadamente en sus veintes se me acercó y dijo algo mientras apuntaba a mi espada. Entendí las palabras ‘vender’, ‘dar, y ‘yo’, pero no entendí si quería comprarla, tomarla o que le dijera donde la obtuve. 

"Este noble quiere saber si le venderías esta espada por 400 monedas de oro." 

"¿Huh? No." 

"¿Estás seguro? Eso es demasiado dinero." 

"Sí, si necesitamos dinero, solo vendo unas cuantas gemas." Me encogí de hombros, pero mis palabras lo tomaron por sorpresa. 

"¿En realidad eres rico verdad?" 

"De acuerdo a estándares dragón, sí." 

No era un idiota que no sabía el valor de mis propios bienes, pero la razón del por qué me rehusé a vender la espada era simple: él era humano, y los humanos están actualmente en una relación hostil con los dragones. No podía cargar con el pensamiento de ellos utilizando mis propias armas para matar a los dragones y dragonesas con los que he luchado lado a lado en el campo de batalla. 

El noble escuchó lo que Kalderan dijo y aparentemente no lo aceptó. Me hizo otra oferta mostrando dos dedos, entonces otra mostrando tres dedos. Me las arreglé para entender las palabras ‘oro’ y ‘cientos’, así como los números ‘uno, ‘dos’ y ‘tres’. Probablemente subió la oferta a 500, luego 600 y la última de 700. 

Temía que la fuera a querer tomar por la fuerza, pero era una preocupación innecesaria. Al final, el noble tomó un último vistazo a mi persona y se fue pareciendo abatido. 

Luego de irse, Kalderan suspiró y dijo "Eso fue un montón de dinero… mi paga por más de 10 años." 

"Lo siento." 

"No te preocupes, no es como que fuera mi oro de todas formas." 

Luego de esto, caminamos por el pueblo por otra media hora más o menos. Comimos algún tipo de brochetas de carne en un puesto de comida y decidimos dirigirnos al Salón de Gremio. Aquí, podíamos vender algunos de los materiales de monstruos que nos manejamos para recolectar y tomar nuevas peticiones. 

El edificio en si estaba localizado en el medio del Área de Aventureros y tenía dos posadas colocadas a su izquierda y derecha respectivamente. Era una buena locación desde un punto de vista de negocios. A diferencia de los que había en el Continente Dragón, este edificio era un poco más pequeño teniendo solo dos pisos, se sentía bastante lleno. 

Antes de entrar, sin embargo, cuatro aventureros salieron y saludaron a Kalderan. Uno de ellos vestía una armadura de estilo bárbaro con pelaje saliendo por todos lados. Portaba una gran espada negra en su espalda y tenía cabello rojo puntiagudo. Otro vestía una armadura de placas completa, pero no parecía ser de acero, tal vez hierro. Portaba un gran escudo torre y un gran martillo. El tercero era un arquero vistiendo una armadura de cuero con capucha y con olor a hierba. El cuarto era una mujer de aspecto promedio y que vestía una armadura de cuero gruesa. Tenía un arco en su espalda y un par de dagas envainadas en su cintura. 

Al principio, creí que eran sus amigos debido a que salieron a saludarlo, pero entonces miré la cara de burla en el pelirrojo. Dijo algo que hizo que los otros se rieran y Kalderan apretó sus puños e hizo una mueca. Probablemente no era algo bueno. Cuando la mujer se dio cuenta de mí, me guiñó un ojo, y pude sentir un escalofrío recorrer mi espalda. Por reflejo, le mostré mi anillo, y ella dijo algo como respuesta, probablemente una maldición debido a que la expresión de su rostro no se miraba linda. 

El pelirrojo también se dio cuenta de mí y entonces dijo algo. Kalderan no lo tradujo, pero creo que no necesitaba hacerlo. Tenía algo que ver con ellos y conmigo, probablemente algo como una petición para unirme a su grupo o tal vez una advertencia como que nunca estaré en un grupo si me quedo con Kalderan. De cualquier modo, no pensé que alguna de las dichas opciones me importara. No tenían nada de interés para mí, y ya estaba odiando sus personalidades. 

El pelirrojo intentó decir algo otra vez, estaba hablando más fuerte que antes y parecía estar un poco enojado. Al final, el me escupió a mis pies y caminó pasándonos. El hombre con armadura completa intentó empujarme, pero me mantuve firme, teniendo como resultado que se cayera. 

Kalderan se sorprendió por esto, pero yo no. Sabía lo que este sujeto intentaba hacer, pero tales actos de intimidación patéticos nunca funcionarían en un Despertado Avanzado como yo. 

El tipo se levantó, me dijo algo y me mostró una seña de cortarme la garganta y se fue. 

Meramente me encogí de hombros y le pregunté a Kalderan "Solo por curiosidad, ¿esos de ahí son los idiotas de por aquí?" 

Me miró a los ojos con sorpresa y luego se empezó a reír "No, en realidad, ellos eran miembros de mi antiguo grupo hasta que decidieron que ya no les era de utilidad. Me botaron de su grupo y esparcieron el rumor de que era un aventurero inútil. Como resultado, no mucha gente se quiso unir a mí." 

"No creo que tus habilidades sean inútiles, tal vez solo no has figurado la manera apropiada de darles uso." 

"Gracias." Me mostró una sonrisa y entramos a la Sala de Gremio. 

Lo seguí y pronto encontré porque este lugar parecía ser muy pequeño para mí, eso era porque en verdad era pequeño y apretado. Apenas y había lugar para que cupieran 30 personas. Solo había cuatro mesas y ya estaban ocupadas por clientes. 

"Aquí la recepcionista es Sara. Deberíamos hablar con ella para conseguirte una tarjeta de gremio." 

"Oh, ¡tengo una de esas! ¿Las tarjetas de gremio del Continente Dragón también funcionan aquí?" 

"Deberían. Ambos el Gremio Mercantil y de Aventureros son reconocidos mundialmente. Tienen las mismas leyes en todos lados y normalmente no se involucran demasiado en la política. A lo mucho, tienen una postura neutral." 

"¡Ah! Eso es bueno. Creo que era Rango Principiante." Dije y abrí [Black Hole] para sacar mi tarjeta guardada. 

Cuando la cerré, todos me estaban mirando. Incliné mi cabeza y vi a Kalderan con una mano en su cara. Entonces les dijo algo y parecieron relajarse de nuevo. 

"Les conté que no es un ataque… es una habilidad de almacenaje de bajo nivel con un casteo ilusorio extravagante ya que a ti te gustan ese tipo de cosas." 

"¿Pero por qué?" 

"Porque de otra manera hubieran mantenido un ojo sobre nosotros y la recepcionista habría sospechado de nosotros." 

"De todos modos, aquí está." 

Kalderan caminó hacia la recepcionista y le presentó las dos tarjetas. Le preguntó algo, y el sacudió su cabeza y regresó a mí por un momento. 

"¿Quieres que nos registre como un grupo?" 

"No me importa, ¿pero estás seguro?" 

"Sí. Si vamos a estar juntos por un tiempo, ¿por qué no hacer un grupo temporal y finalizar peticiones más rápido?" 

"Claro." 

Regresó con la recepcionista y luego de firmar un documento, me trajo de vuelta mi tarjeta de gremio. 

"Aquí tienes. Eres de Rango Principiante." 

"Tiene sentido. Realmente nunca hice ningún progreso por esa parte. Una vez que cazas monstruos de nivel jefe se ve como un desperdicio de tiempo el enfocarse en el Gremio de Aventureros. Además, era altamente inconveniente para mi desde otros puntos de vista también…" 

Cuando inspeccioné mi tarjeta, repentinamente recordé a Seryanna y aquella vez cuando todos fuimos a mi primera misión juntos. Fue muy fácil con una potencia como Kataryna a bordo. Ella también era Rango Principiante a pesar de ser una Despertado Avanzado. Me hizo sonreír el recordar sobre nuestras aventuras juntos. 

Llegué a este mundo solo, estaba temeroso y perdido en un bosque. La primera persona con la que me topé se volvió el amor de mi vida y también mi esposa. Ese definitivamente fue el resultado de mi Suerte al máximo trabajando. Entonces recordé como casi la perdía y la forma en que Kataryna robó mis labios cuando tenía mi moral baja. Estas dragonesas se preocuparon por mí y me cuidaron mucho más de lo que tal vez merecía. 

Ya las extraño… Dije y abrí mi menú de habilidades para dejar que Seryanna supiera mi locación. 

Probablemente ya no era necesario, pero de esta forma, ella sabía que me encontraba vivo y pensando en ella. 

Suspiré y viéndome así, Kalderan me preguntó "¿Sucede algo?" 

"Nada, solo recordé a mi esposa y lo mucho que la extraño." 

"¿En la Tierra?" 

"No, es una dragonesa." 

"Oh… ¿en serio?" 

"Sí. Si no fuera por ella, probablemente no estaría aquí platicando contigo." 

"Bueno, estamos bastante lejos del Continente Dragón, pero el viaje a la frontera no debería tomar más de un mes supongo." 

"¿En serio? ¡Grandioso! ¡Hagamos planes para ir ahí entonces! ¡Te ayudaré a subir de nivel en el camino!" 

"¿Huh? ¿Qué?" me miró un poco confundido y luego sacudió su cabeza "¡Espera un segundo! ¡No tan rápido! ¡No tengo razón para ir contigo! Además, ¡eso necesitaría dinero! ¡Montañas de dinero!" 

"¡Hm, entonces hagamos todo eso y vayamos!" apunté a la pizarra de peticiones. 

"¿Huh? ¿Todo eso?" 

"¡Sip! ¡Ah! Pero estoy hambriento. Vamos por algo de comer y entonces busquemos por una posada para pasar la noche. Y si estás preocupado acerca de lo que serás capaz de ganar de este viaje, puedo ofrecerte el subir de nivel, información, dinero, y bueno… un amigo que no se burlará por ser de nivel bajo." 

Mirándome por un momento, Kalderan parecía debatirse por estas opciones, las ventajas y desventajas que iba a obtener de todo esto. 

Al final, se rindió y dijo "Muy bien, me convenciste." 

"¡Grandioso!" dije mientras sellábamos el trato con un apretón de manos. 

Entonces dejamos la Sala de Gremio y con su ayuda, me las arreglé para conseguir una habitación para la noche. Pasé el resto del día en la taberna, tomando cerveza y aprendiendo el lenguaje común de por aquí. Sobre todo lo demás, fue un buen día. 

[Punto de vista de Seryanna] 

Me encontraba de pie en el taller de Alkelios, buscando por cualquier cosa que a él le hubiera gustado que le llevara, cuando recibí el segundo mensaje de su locación. Me hizo sonreír e instintivamente, sabía que esta era su forma de darme a conocer que se encontraba a salvo y que me extrañaba. 

Si pudiera, tan solo extendería mis alas y surcaría por el cielo hasta llegar con él, pero tal viaje por aire podría ser arriesgado y altamente improbable de que tuviera éxito incluso para un Despertado Avanzado como yo. Las corrientes por encima de los océanos eran diferentes que aquellas por encima de tierra. También estaba el asunto de la comida y descanso sabiendo que un vuelo así tomaría más de un día para efectuarse, aun así, en la historia, hay quienes lo han intentado y han tenido éxito. 

No era imposible, solo altamente improbable. 

Con un suspiro escapando de mis labios, me senté en su silla y miré sus herramientas. Todas estaban acomodadas pulcramente, mostrando que tanto cuidado y respeto él tenía por su trabajo. Todo estaba de la forma en que lo había dejado. La única cosa que yo hacía aquí era limpiar el polvo de vez en cuando. 

"Te extraño, mi amor." Dije mirando por la ventana. 

El anhelo en mi mirada estaba ahí para que pudiera ser visto por los dioses que les importara asomarse. Si alguno lo hacía y sentía lastima por mí, entonces me ayudarían a reunirme con mi marido tarde o temprano, pero más temprano.




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