100 Luck and the Dragon Tamer Skill! Arco 4-79.1

Capítulo 79: Pueblo Soldra (Parte 1)



[De vuelta al tiempo presente]

[Punto de vista de Alkelios]

Levantamos el campamento en un lugar que Kalderan encontró adecuado, yo estaba curioso respecto a cómo se las arregló para sobrevivir en este mundo todo este tiempo a pesar de tener un nivel bajo y solo esas armas suyas, aunque, lo que llamaba mi atención ahora mismo era el proceso con el cual logró crearlas. 

Si la gente de este mundo tuviera acceso a la tecnología de pólvora y de las armas modernas, entonces la siguiente cosa que habría que hacerse sería una forma de protegerse uno mismo en contra de ellas y también una forma de utilizarlas en combate contra los monstruos. Yo no era del tipo que pensaba que la tecnología moderna era mala, después de todo, yo era una bomba nuclear andante… ¿Qué arma moderna podría ser peor que esto? Las del tipo biológico ni siquiera podían realizarse sin el equipo apropiado y había cosas como la planta Cura-Todo, que básicamente hacía que muchas enfermedades y virus ya no fueran una amenaza. 

Luego de que Kalderan encendió la fogata, puso una pequeña manta y se recostó en el tronco de un árbol. Se mantuvo en silencio observando las danzantes llamas. 

"Hm, supongo que debería prepararme también…" dije mientras veía que él ya no iba a desempacar una tienda ni nada. 

Activé mi habilidad [Black Hole] y de adentro saqué una tienda de acampar junto con dos porciones de filete cocinado. Todavía estaba caliente y olía delicioso. 

"¿Quieres algo?" 

El hombre me estaba viendo con grandes ojos. 

"¿Qué?" 

"¿E-Eso? ¿Qué es lo que acabas de hacer?" 

"Activé una de mis habilidades. Es de la Entidad Divina. Me ayuda a guardar cosas adentro. Para ser honesto, es ridículamente conveniente, pero no tiene ninguna otra función." Me encogí de hombros y entonces la desactivé. 

Me senté junto al fuego y le ofrecí un plato extra. No lo rechazó. 

"Quisiera tener algo tan conveniente como eso… Mis habilidades… no son tan grandiosas." Dijo mientras tomaba un bocado del filete. "Esto está bueno." Dijo luego de tragarlo. 

"¿Qué tus habilidades no son tan buenas? ¿Quién te dijo eso?" pregunté curioso mientras empezaba a comer. 

La tienda de acampar que saqué estaba justo detrás de mí, pero aún estaba doblada. Luego de comer planeaba armarla. 

"Todo el mundo…" respondió luego de otra mordida. 

"¿Hm? Pero yo veo que tu habilidad traductora es bastante útil, especialmente si te encuentras siendo un embajador. Puedes entender con facilidad lo que el otro grupo está diciendo como si lo dijeran en tu lengua natal. Cuando te escuché, sonaba como si hablaras el Dracónico Oriental como si fueras de allá. Viví entre ellos, así que lo puedo asegurar." Dije y tomé otro bocado de mi filete. 

Cuchillos y tenedores eran para los débiles. Aunque tener los dedos pegajosos era molesto. 

"¿Lo crees? Bueno, al principio, pensaba lo mismo… pero si no puedes salir de Soldra y atraer la atención de un individuo así, es bastante difícil el hacer algún uso de ella." 

"¿Soldra?" 

"Si, el pueblo que puede ser encontrado en las afueras del bosque. Tiene forma de pera, con un palacio en el centro, un montón de iglesias alrededor, y básicamente fue el área de principiante de muchos de nosotros los terrícolas." 

"¡Oh! Creo lo vi de camino aquí, pero solo fue de reojo. Creo que la forma no fue una de las cosas que noté. Pero volviendo al tema principal, ¿qué habilidades tienes como para decir que son inútiles?" 

Kalderan me miró a los ojos y luego de vuelta a su comida "En otro tiempo… por ahora, no me siento con ganas de hablar de eso." 

"Claro." 

Nos acabamos de conocer, así que no había manera de que me revelara algo como eso así de fácil a menos que yo ya haya supuesto de que se trataba en su mayoría. De todos modos, valía la pena el intentarlo. Para mí, también me encontraba en una situación similar. No iba a revelar que era mitad dragón todavía. Por supuesto, no planeaba ocultarlo si me lo preguntaba directamente. Tenía bastante confianza en mi fuerza que incluso si fuera revelado lo que yo era, sería capaz de alejarme de cualquier cosa que este país me arrojara. 

Luego de comer, lo dejé usar una de mis tiendas y utilicé un Cristal Guardián para asegurarme que no recibiríamos la visita sorpresa de monstruos locales. Probablemente serían solo una pequeña molestia para mí, como mosquitos, pero para Kalderan era diferente. Lo que había por aquí podría matarlo si no era cuidadoso. 

Esa noche, caí dormido casi de inmediato. Todo el día se sintió como si hubiera sido más largo de lo que parecía. Tal vez lo fue, después de todo, quien podría decir que, en el mismo día, fue abrazado por su cariñosa esposa, fue a la guerra, la ganó, fue transportado a la habitación de dios, y entonces enviado de vuelta al futuro tres años en otro continente. 

Si, para mi… fue un laaaargo día, y en verdad que ya extraño dormir al lado de Seryanna. Ni siquiera podía imaginar cómo se sentía ella sin mí a su lado por los pasados tres años. Casi parece que estuve en su vida solo unos cuantos momentos antes de desvanecerme de nuevo quien sabe a dónde, no me gustaba esto… para nada. 

El siguiente día, me desperté antes de que saliera el sol cuando sentí movimiento en el campamento. Salí de mi tienda y vi a Kalderan dándole mantenimiento a sus SMG. 

"¿Te desperté?" 

"¡YAWN! Si, pero no importa. ¿Qué estás haciendo?" le pregunté mientras empezaba a hacer algunos estiramientos. 

A diferencia de él, yo me cambié a unas ropas más cómodas antes de irme a la cama. Mi armadura y armas estaban guardadas dentro de [Black Hole], pero dado que simplemente no podía caminar sin nada en mi cintura, utilicé una de mis espadas producidas en masa. Era simple, fácil de usar, pero si intentaba luchar con más del 50% de mi poder, la espada se haría añicos. 

"Mantenimiento. ¿Te cambiaste de ropa? ¿No estás preocupado de que alguien te pueda atacar en el medio de la noche?" 

"Como si alguien pudiera." 

"Cierto. Juzgando por la cantidad de fuerza que me mostraste ayer, dudo que cualquier aventurero en Soldra te pueda hacer algo. Pero, no estoy seguro de los monstruos, dijiste que el Cristal Guardián mantiene a los monstruos alejados, pero ¿por qué estás seguro de eso?" 

"He visto su efecto en el Bosque Seculiar donde mantiene alejados a monstruos de nivel de más de 200." 

"¡¿200?! ¿Son tan poderosos por allá?" 

"La mayoría de criaturas en el Continente Dragón son así." 

Cierto, incluso un draconiano de bajo nivel podría derrotar a un monstruo regular. 

"Oh, pero las ovejas son peligrosas." 

"¿Qué? ¿Hacen ‘baaa’ muy seguido o qué?" 

"No, cazan lobos y comen la carne de aventureros perdidos." 

"¿En serio?" me miró un poco sorprendido. 

"Sip. No bromeo. Si ves a una oveja en el Continente Dragón, corre y no mires atrás." 

"Lo mantendré en mente." 

"De todas formas, hoy vamos a ir a Soldra ¿cierto?" 

Asintió. 

"¿Algo que deba saber?" pregunté mientras activaba [Black Hole] con el fin de empacar las tiendas adentro. 

"Solo mantente callado hasta que aprendas el lenguaje. Hablar draconiano por estos lares puede ser peligroso. Si los esclavistas te escuchan, puede que intenten ponerte un collar alrededor de tu cuello. Bueno, si en realidad necesitas decir algo, solo susúrramelo." 

"¿Esclavistas? ¿La esclavitud se practica por aquí?" 

"Si. ¿No es igual en el Continente Dragón?" 

"No." Sacudí mi cabeza. "Técnicamente la esclavitud no es ilegal, pero no es visto con buenos ojos y tampoco utilizada por la mayoría de dragones. Recuerdo haber escuchado algo sobre siendo más común en el Continente Humano, pero no se muchos detalles sobre eso. ¿Cómo son tratados los esclavos aquí?" 

"Como objetos. Son herramientas que los maestros pueden usar a su antojo y como les plazca. Las leyes están hechas para que cualquiera pueda volverse fácilmente un esclavo. Muchos terrícolas terminaron en esta posición cuando llegaron a este mundo." Tenía una mirada de tristeza en sus ojos al decirme esto, pero también había una muestra de enojo también. 

Tal vez algo le ocurrió a alguien que conocía. Pensé eso, pero no me atreví a preguntar. 

"Lo mantendré en mente." 

"Deberías, porque no muchos lo hicieron." Dijo y regresó al mantenimiento de sus pistolas en silencio. 

Dejamos el campamento al amanecer. 

Durante el trayecto, me contó unas cuantas de las leyes más básicas, como: no interferir en los castigos que los nobles impartían a los plebeyos, sin importar que tan injusto pareciera; no atacar a ningún noble, bajo ninguna circunstancia; no discutas con un noble a menos que tengas el poder que te respalde; no creas que el Gremio de Aventureros te protegerá si algo llega a ocurrir entre tú y los nobles. 

Esas eran las más importantes, el resto era lo mismo que como era en otros lados: no robes, no mates, etc. 

Encima de todas estas reglas, también me dijo que no hablara y que solo esperara pacientemente para cuando el me tradujera la conversación. 

Aunque de alguna manera, tenía el presentimiento de que iba a terminar rompiendo varias de estas en algún punto. En realidad, conociéndome y por lo que me explicó hasta ahora, las posibilidades eran que IBA a terminar quebrando esas reglas tarde o temprano, preferiría que tarde, preferiblemente DESPUÉS de que aprendiera el lenguaje y me ganara la confianza de Kalderan. 

Luego de cerca de dos horas caminando, finalmente llegamos a las puertas del pueblo de Soldra. De un simple vistazo pude decir que no estaban encantadas de ninguna manera. Eran solo un par de puertas de metal y madera que podría destrozar con un solo movimiento de mis dedos. Los muros eran iguales. 

Kalderan habló con los guardias y me apuntó una vez, entonces les dio unas cuantas monedas. Escuché su conversación e intenté darles sentido a sus palabras, pero solo pude agarrar un poco el acento y el orden de las palabras, como donde estaba colocado el verbo en la oración. 

Luego de entrar, Kalderan me susurró "Le acabo de decir que yo pagaré el peaje por ti. También garanticé que no eres un criminal, por lo que, si haces algo estúpido aquí, será mi cabeza la que rodará." 

"Entendido. Solo sigo esas reglas que me contaste ¿verdad?" 

"Si." 

Entonces caminamos por el pueblo y en el trayecto se me mostró el área de plebeyos. Dado que Kalderan no era ningún noble o comerciante rico, no podía entrar a la parte interna del pueblo sin una convocatoria de algún tipo. La seguridad era más estricta ahí que en el resto del pueblo. 

Aparentemente, cuatro años atrás el pueblo tenía una forma circular, no de pera. Entonces los terrícolas llegaron, el número de aventureros se disparó al igual que el número de peticiones y por ende la tasa de ingreso de los materiales de monstruos. Como resultado, el pueblo prosperó y empezaron sus planes de expansión. Construyeron una capa extra de muros y una puerta resistente para mantener a raya a los monstruos, pero en el caso de un asedio por parte de una nación enemiga, esta parte del pueblo caería en menos de un día. 

El área de artesanos se encontraba en el suroeste y contenía la mayoría de las tiendas disponibles para aventureros y plebeyos, mientras que las de alta calidad estaban localizadas en el Área de Comerciantes Adinerados del pueblo. 

Tomé un vistazo a sus mercancías para ver que tenían para ofrecer, pero nada llamó mi atención. Cuando les mostré mi espada, la mayoría de herreros estaban sorprendidos más allá de lo creíble y me preguntaron en que mazmorra la había encontrado. 

Aparentemente, esta espada de producción en masa estaba estimada en más de lo que había pensado, pero viendo los objetos que tenían en exhibición aquí, podía entender por qué. Mi espada podía cortar con facilidad a través de todas y cada una de las armaduras y armas que ellos hicieron. Después de todo, estaba encantada.




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