100 Luck and the Dragon Tamer Skill! Arco 3-69.3

Capítulo 69: Sus Batallas (Parte 3)


"¡¿Dónde estás?!" gritó el dragón de Novarak.

"Estoy aquí."

La oscuridad de mi alrededor se desvaneció, y yo ataqué. Con Ledyanoy Potseluy, corté por su costado a través de su armadura mientras dejaba una marca de quemadura atrás. Gritó por el dolor y liberó una ola de calor de su cuerpo, un caparazón de fuego que la mayoría de dragones del elemento fuego utilizaban para crear un ataque que se extendía en todos sus alrededores, pero en contra de Ledyanoy Potseluy, era inservible.

Salté hacia adelante, moviéndome sobre su espalda y cortando los músculos en su espalda con un tajo. Debido a que era un blanco grande y lento, fue fácil para mí, quien estaba en su forma mitad bestia.

Aun así, solo estaba jugando con él.

Intentó atacarme lanzándome una serie de hechizos, todos de diferente elemento. Supongo que este era su fuerte, la magia, pero usada de esta forma, era algo bastante idiota. Terminó matando a varios dragones de su propio lado.

Vamos a finalizar esto. Volé debajo de él y clavé mi espada en su pecho.

La cuchilla filosa pasó a través de su armadura, escamas, carne y hueso hasta llegar a sus entrañas. Ahí, el hielo se expandió, congelando sus órganos internos, sin embargo, no planeaba dejarlo ir así como así.

Con una sonrisa, liberé una onda eléctrica a través de mi espada.

"¡GRAAAH!" gritó antes de que sus órganos dejaran de funcionar.

La mitad de ellos estaban congelados, mientras que el resto fritos por la electricidad. Giré la empuñadura y escuché un crack proveniente de sus huesos y del hielo destrozándose.

Está muerto…

Volé por debajo, dejando que su cuerpo cayera encima de unos soldados enemigos abajo.

"¡¡¡ALKELIOS!!!"

Supongo que no es tan listo como pensaba o finalmente el enojo se llevó lo mejor de él.

Incluso los más grandes generales eran conocidos por hacer errores cuando dejaban que sus emociones tomaran el control. En este caso, dejar que su odio por Alkelios lo consumiera.

Mientras pensaba en unirme a su batalla, fui atacada desde larga distancia por una lanza de agua y una cuchilla de viento. Las esquivé al último segundo y me giré para ver a quien me había atacado.

Había dos dragones en frente de mí, uno con una bella armadura negra decorada y otro con armadura de malla pintada de café y blanco. Estos dos eran definitivamente Despertados Avanzados.

"¡Me llamo Johanas Lovarad! Provengo de Ozur como mercenario contratado en esta batalla. ¡Desde ahorita dejo en claro que este es un contrato pagado y como tal el rey de mi país de origen no tiene nada que ver!" dijo el dragón que portaba la armadura café y blanco.

Sus escamas eran cafés, pero era posible que fuera de doble elemento como yo.

¿Un dragón con un poco de honor o solo lo dijo para asegurarse de que no va a meter en problemas a la nación de Ozur?

"¡Y yo soy Vanaziarum Balgadash! ¡Provengo de Embryger a las órdenes de aquel que reconocí como mi señor!"

Sus escamas eran verde oscuro, ¿o azules? Era un color inusual que hacía difícil suponer su elemento, pero también era bastante común para dragones serios con una estrategia en mente el ocultar el color de sus escamas bajo una capa de pintura.

"Soy Kataryna Greorg. Un simple caballero de Albeyater que se unió a esta batalla para apoyar a un amigo."

"¡Vas a morir aquí!"

"¡Y disfrutaremos el hacerlo!"

"¡Oh! ¿Qué debo hacer? Estoy tan asustada~" dije riéndome.

Era hora de otra batalla, pero esta vez, tenía que ponerme un poco más seria con mis enemigos. Ambos estaban en un nivel diferente y eran mucho más fuertes que el dragón de Novarak.

[Punto de vista de Feryumstark]

Era un poco vergonzoso admitirlo, pero el rugido de Alkelios fue mucho más poderoso que el mío. Llegar a todos los rincones del campo de batalla no era algo que cualquier dragón del elemento Autoridad pudiera realizar, sin embargo, esto en si se convertiría en un problema.

Cierto, Alkelios era solo mitad dragón ahora, y era portador de cuatro elementos diferentes. También poseía las mejores habilidades de creación en todo este reino, y también era un Despertado Avanzado. Todos estos factores lo hacia un blanco jugoso para todas las nobles dragonesas.

Mi reino no prohibía la poligamia o la poliandria, pero sus intenciones no eran para amar, eran de codicia. Con el cómo su marido, podrían llegar a alcanzar alturas que hasta ahora no habían podido.

Bueno… esto es un problema, pero lo resolveré más adelante. Mientras tanto, solo ordenaré que todas las propuestas de matrimonio sean enviadas a mí. De esta manera podré ponerles un alto antes de que se conviertan en una molestia para él y Seryanna.

Con las dos armadas colisionando una contra la otra, no era tiempo de soñar despierto y pensar en asuntos de ese tipo. Preparé mi espada y avancé hacia al frente con Brekkar a mi lado.

"¡Igual que en los buenos viejos tiempos!" dijo el viejo dragón.

"¡Así es, mi amigo!" le dije antes de engancharme con el enemigo.

Los tontos que se acercaban a mi pensando que podrían detenerme cayeron derrotados bajo mi espada, y su sangre pintó el suelo donde lo hacía. Brekkar tampoco mostró piedad. Todos sus movimientos eran precisos y con una fuerza sin rival, destrozando las armas y armaduras de sus oponentes.

Era como atestiguar al viejo Despertado Avanzado nuevamente, pero sabía que parte de su fuerza provenía de la armadura rojo oscuro que Alkelios le preparó. Viéndola en combate, me sentí un poco envidioso de él, pero una vez que todo se calmara, iba a pedirle a ese dragón que hiciera un arma y armadura para mí también.

Mientras peleábamos, la oscuridad empezó a descender sobre nosotros cegando a nuestros enemigos, pero no a nosotros.

¿Quién pudo haber hecho esto? Me pregunté creyendo al principio que se trataba de la nieta más joven de Brekkar, Kleo. Ella no podría haberlo hecho, esta casteando otro hechizo ahora mismo… pensé cuando vi el torbellino de luz y oscuridad mientras perforaba entre la masa de dragones. Mis ojos entonces cayeron en Alkelios, quien peleaba contra otro dragón, un Despertado Avanzado al parecer. Así que él lo hizo…

Tomando un gran respiro, le grité a mis tropas "¡HAGAN LO MEJOR QUE PUEDAN CON ESTA OPORTUNIDAD QUE EL DUQUE YATAGAI NOS HA CONSEGUIDO Y APLASTEN A NUESTROS ENEMIGOS!"

"¡POR ALBEYATER!" llegaron sus gritos de respuesta, y con ello los lamentos de nuestros oponentes condenados.

Yo tampoco me quedé atrás de Brekkar y dejé que mi espada saboreara la sangre de dragón con cada ataque que hacía. No había necesidad de utilizar mi magia, estos oponentes no eran merecedores de tal acto. Mis puños, garras y espada eran suficientes para estos bastardos.

Entonces mientras la oscuridad se desvanecía y la luz regresaba para nuestros enemigos, me encontré de pie frente a un gran dragón de escamas azules. Tenía una armadura azul muy gruesa y me mostró una sonrisa que llegaba hasta sus cuernos. Estaba en su forma de mitad bestia, y portando una alabarda dos veces más grande que él. No había duda de que era un arma hecha para ser usada en contra de más de un enemigo.

"¡Me llamo Garravian El Grandioso! ¡Mi maestro es el Imperio Embryger, y he venido a clamar la cabeza de aquellos Brekkar Draketerus y Feryumstark Seyendraugher! ¡Alégrate, ya que el gran YO los matará a ambos!"

"Otro tonto que desea matarme… *Sigh*."

"Su Majestad, él es fuerte."

"Para ti, tal vez. Pero aun debes recuperarte mi amigo. ¡Mantén mi espalda a salvo, yo me encargaré de este renacuajo!"

"¡Como desee, su Majestad!"

Con Brekkar manteniendo a las moscas alejadas, podía liberar un poco de mi verdadero poder. No fui capaz de hacerlo contra Alkelios, pero con este dragón, ¿tal vez si podría?

"¡Aquí voy!" anuncié apresurándome hacia él con una velocidad mayor que la que el ojo podía percibir. No le apunté con mi espada, sino con mi puño, y conectó antes de que Garravian se diera cuenta.

Esto hizo que su armadura se agrietara y que lo mandara a volar, pero aterrizó en sus pies y tosiendo.

Ese fue un puñetazo más fuerte que los que utilicé con Alkelios. ¡Estoy feliz de que no muriera de un golpe!

"¿Q-Que sucede con esta fuerza?"

"¿Qué? ¿Crees que eso es fuerte?" parpadeé sorprendido.

¿Lo habré sobreestimado?

Apretando mi puño, avancé hacia el nuevamente. Me vio venir y trató de cubrir su cara con su mano derecha, pero me moví hacia la izquierda y le di el golpe en la quijada. El puñetazo fue lo suficientemente fuerte para enviar a volar su casco, y a él también.

Miré al dragón que estaba intentando levantarse, conmigo preguntándome por qué vendría a pedir una pelea siendo tan débil.

"¡¡¡ALKELIOS!!!"

Cuando levanté mi mirada para ver al pequeño cobarde que empezó todo este desastre, Garravian aprovechó este momento de distracción para tratar de aniquilarme con su espada. Lo esquivé con un mínimo movimiento y lo pateé en un costado. El dragón salió disparado por el campo de batalla hacia Brekkar.

Dándose cuenta de que venía volando hacia él, el viejo dragón blandió su espada para cortarlo. Fue un corte perfecto y el cuerpo de Garravian se partió a la mitad.

"¡Ah! ¡Esa era mi presa!"

"¿Huh? Creí que era basura volando. ¡Mis disculpas, su Majestad!" el dragón hizo una reverencia y mientras lo hacía decapitó a un enemigo que intentó atacarlo por atrás.

"¡Por esto, vas a entrenar conmigo!"

"¿QUE? ¡Por favor perdóneme, su Majestad!"

"¡Sin excusas! ¡Debería ser un honor el ser golpeado por mí!"

"¡Quien se sentiría honrado por eso!" dijo casteando una bola de fuego a su izquierda, convirtiendo a otro dragón enemigo en carbón.

Dejé salir un suspiro y miré a Alkelios.

El chico ganará, eso es seguro, pero… ¿soy solo yo o estos Despertados Avanzados que enfrentamos resultaron ser muy débiles? No… sacudí mi cabeza No es que sean ellos los débiles, nosotros somos demasiado poderosos que lo que creyó nuestro enemigo. ¡Después de todo, ni siquiera yo creo ganar si Alkelios y sus amigos me llegaran a atacar al mismo tiempo! ¡Bueno, si Elliessara lo hiciera, ella podría hacer que me rindiera con un beso! Me reí y luego miré a la horda de dragones avanzando.

"¡No hay tiempo que perder!" dije y liberé otro rugido para fortalecer la confianza de mis tropas.




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