100 Luck and the Dragon Tamer Skill! Arco 3-68.1

Capítulo 68: Legendario (Parte 1)


[Punto de vista de Alkelios] 

"Esos son muchos de ellos…" dijo Kataryna. 

El ejército de Draejan estaba avanzando con dragones rugiendo surcando los cielos y soldados apareciendo en los cientos de miles marchando hacia nosotros en su forma de mitad bestia. Todos estaba gritando por la victoria, haciéndome sentir una presión en mis hombros y alma. 

No podemos ganar esto… estuve a punto de pensar eso, pero me rehusé a dejar que este falso pensamiento nublara mi juicio. 

Mi esposa me tenía a mí a su lado, y en sus ojos vi la voluntad ardiente para luchar y enviar de regreso a esta fuerza invasora. Junto a ella estaba Kleo, y aunque Iolaus estaba sosteniendo su mano, pude ver en ellos la determinación y deseo de luchar juntos y no dejar que los enemigos los separaran. 

A mi derecha estaba Kataryna, y su cola se estaba meneando. Estaba mirando al maremoto de enemigos escupe fuego con ojos serios y planeando como derribarlos. Decir que esto no era nada para ella sería sobrestimar sus habilidades. Yo sabía de su pasado, pero en aquel entonces ella se enfrentó a un número menor de enemigos, y tuvo suerte de no sufrir el [Estallido Berserker] como lo hizo Brekkar. 

Había mucha tensión en el ambiente. Había muchos susurros de preocupación, e incluso yo sentí la tenue posibilidad de la derrota. 

"Realmente no me gusta esto…" 

Mirando atrás, la Reina estaba rodeada por sus tres guardias Despertados Avanzados: Reyades Undrakan, Leone Sylvara y Malavan Verona. Su Majestad estaba sentada en una silla mientras escondía su rostro detrás del abanico plateado que traía con ella. Solo sus ojos se asomaban sobre el campo de batalla. 

Esta dragonesa de escamas blancas era la figura número uno del Reino Albeyater. Su voz y voluntad gobernaban sobre todos, incluyendo el Rey. Normalmente, habría pensado que dejarla quedarse aquí en la intemperie era una elección de estrategia mediocre, pero a través de esta arriesgada acción suya, la Reina no solo mostraba su valentía, sino también su voluntad para estar con su gente. Esto trajo coraje a los dragones y dragonesas que estaban frente a mí, simples soldados traídos hasta aquí por las órdenes de los nobles a los que servían. 

Honestamente, sentía que la única razón por la que no huían despavoridos ante la abrumante oleada acercándose a nosotros era por Elliessara Seyendraugher. ¿Cómo podrían correr con el rabo entre las patas cuando ella estaba aquí observándolos? 

No se permitirían a sí mismos correr, pero aun así… era aterrador mirar a esta cantidad de dragones que tenían un instinto asesino dirigido hacia nosotros. 

Todos nos sentíamos más o menos abrumados y preocupados. 

Una cosa era la teoría, la planeación, la simulación de la batalla que hacías en tu mente, y otra era estar de pie aquí, observando en los ojos de tus enemigos y preguntándote cómo y cuándo tendrías que jalar el gatillo. 

"¡Dragones y dragonesas del Reino Albeyater!" la Reina empezó a hablar "¡Es hora de pelear y defender su tierra, sus familias, y su libertad! ¡Es hora de mostrar a esos tontos miserables que simples números no son rival para nuestra fuerza y voluntad!" dobló su abanico y lo levantó. La mirada de sus ojos era una de absoluta determinación y resolución. "¡Hijos de Albeyater! ¡Marchen al frente y traigan la victoria a su hogar!" gritó y bajó su abanico, apuntando a la oleada.

"¡POR ALBEYATER! ¡POR ALBEYATER!" los soldados gritaron al mismo tiempo, levantando sus espadas y escudos. 

"¡Escucharon a la Reina! ¡Vamos a mostrarles a esos dragones bastardos que no se pueden meter con nosotros! ¡Síganme a la batalla y a la gloria! ¡Síganme a la victoria!" gritó Feryumstark y luego soltó un rugido. 

Este rugido único era poderoso y se sentía como una descarga de energía. Era una habilidad limitada a aquellos pocos dragones del elemento Autoridad. Fortalecía la moral y daba coraje a aquellos que carecían de ello. 

"¡POR ALBEYATER! ¡POR ALBEYATER!" 

"¡MUÉVANSE!" los cuatro Despertados Avanzados con la tarea de liderar a las 26000 tropas dieron la orden. 

Todos los soldados avanzaron listos para colisionar con las fuerzas enemigas. 

Viendo como tantos dragones y dragonesas se movían para enfrentar a un número que era por mucho mayor que el suyo me daba un sentimiento extraño. Tal vez era debido al rugido de Autoridad de Feryumstark, pero sentí muy a fondo, en esta alma mía, que esta batalla iba a ser… legendaria. 

Iba a ser algo que valiera la pena mencionar en los libros de historia y que los bardos contaran una y otra vez por todo el mundo como la batalla más asombrosa que haya tomado lugar. 

Y esas historias… de seguro se iban a tratar de mí y mis amigos. De aquellos que cambiaron el rumbo de esta batalla. 

Entonces, mientras observaba a las dos fuerzas acercarse una a otra, sentí como mi respiración se detenía. 

Los gritos vinieron de ambos lados. 

Los rugidos se extendieron por todo el lugar. 

No había dragones humanoides, solo mitad bestia y bestia completa. Mantenerse en su forma más débil habría sido tonto. Todos excepto la Reina habían cambiado a su forma mitad bestia, apretando la empuñadura de sus espadas, listos para saltar a la batalla, listos para cortar y mostrarles a todos de lo que estábamos hechos. 

"Empezó…" dijo Kataryna cuando las primeras espadas chocaron y las dos oleadas se encontraron. 

Se derramó sangre en ese momento de ambos bandos. Aun así, el enemigo que nos sobrepasaba en número hizo que retrocediéramos. 

"Es la hora." Dije. 

"¡Todos, vamos a mostrarles nuestros colmillos!" dijo Seryanna mientras cambiaba a su forma de bestia completa junto con los demás. 

No tenían que preocuparse por las armas y armaduras, estaban hechas de tal manera que tomaran la forma de una capa protectora alrededor de sus partes corporales más vulnerables, mientras que las armas se convertían en una armadura de garra. 

Yo era el único que no era capaz de cambiar, pero para mí, esta forma mitad bestia era suficiente. 

Desenvainé a Heaven y a Hell justo cuando la transformación de los demás terminó. 

Seryanna era una hermosa dragona con escamas rojas-rosadas y espinas cortas recorriendo toda su columna. Sus alas se extendían a lo largo y a lo ancho, mostrando que iba a ser más que capaz de domar las ráfagas y corrientes del viento, y su armadura la cubría del pecho, estomago, columna y cuello. El arma que le obsequié se convirtió en una garra de rojo brillante en el dedo índice de su mano derecha. 

Kataryna era una dragona cubierta de escamas plateadas, pero con espinas más cortas que las de Seryanna. La mirada de sus ojos y la manera en que se presentaba le daban una sensación elegante casi de realeza, al igual que con mi esposa, su armadura azul con blanco cubría su estómago, pecho, columna y cuello. La espada que le di tomó la forma de una garra azul alrededor del dedo índice de su mano derecha. 

La forma bestial de Kleo fue la primera con la que tuve el ‘placer’ de un ‘encuentro cercano’ y era la misma: grande, majestuosa, aterradora, y completamente cubierta de escamas negras brillantes. Junto a ella estaba Iolaus que sorprendentemente se miraba como un dragón delgado y escuálido comparado a Kleo, pero su cuello y cola eran más largos y sus alas eran un poco más pequeñas también. Él era el único que estaba completamente cubierto por mi armadura ya que la suya era del tipo de placas de protección máxima total. 

"¿Todos están listos?" 

Seryanna sacó una nubecita de humo. Kataryna asintió. Kleo me mostró una sonrisa siniestra, y pude jurar que vi algo moverse en su sombra. Iolaus latigueó su cola y asintió. 

"Entonces…" tomé un gran respiro y cerré mis ojos. 

El sonido de espadas chocando y dragones peleando… Quien sabría que llegaría a ver tal escena ridícula, no… participar en una batalla como esta. Ah, pero… ahora soy uno de ellos ¿no es así? Pensé y abrí mis ojos. 

Desde el fondo de mis pulmones, dejé salir el más poderoso rugido que pude preparar. 

"¡¡¡ROOOAAAR!!!" 

Era por mucho más poderoso que el del Rey debido a que lo amplifiqué con [Fatty McFat], lo cual permitió que se extendiera por todo el campo de batalla. Aquellos cercanos a mi sentirían su efecto al máximo. Mi rugido también podía afectar a aquellos que marqué como aliados y aquellos que pensaba como enemigos de diferente forma. 

Una de las razones por las que volé en el cielo hace un rato era con el fin de marcar a todos como enemigos y a aquellos de mi lado del campo como aliados. 

Mi rugido también impulsaba la fuerza y moral de mis aliados y reducía la del enemigo. Además, también agregué [Intimidation] a la mezcla, lo cual bajo este efecto amplificado haría que los fuertes temblaran y que los débiles se congelaran en su lugar por unos momentos. 

Cuando terminé, pude ver a mis amigos sonriendo y tomando vuelo. Los seguí de cerca, mientras echaba un vistazo a mis aliados en la superficie. Estaban peleando con una energía y determinación que no mostraron antes. Gracias a mi rugido, las cosas habían cambiado por completo… En realidad, si fuera a ser más específico, la moral de nuestras tropas había sido afectada primero por el discurso de la Reina, luego el rugido del Rey, y luego mi impulso. 

"¡Ese sí que fue un rugido Alkelios!" Kataryna me elogió. 

"¡Siento que puedo encargarme de todo el ejército por mi cuenta!" dijo Seryanna. 

"Por favor no… deja algo para nosotros." Le dije. 

Mientras volábamos, di un brinco y monté en su espalda. Probablemente era la imagen más asombrosa en la que pude pensar… Un ser mitad dragón portando dos espadas largas increíblemente poderosas y de elementos completamente opuestos: Luz y Oscuridad, mientras vestía una armadura de aspecto pulcro de colores negro y plateados metálicos volando a través del cielo montando sobre una poderosa dragonesa roja y rodeado por otros tres. 

Volamos por encima de nuestro ejército y luego colisionamos en la horda de dragones enemigos voladores. 

"¡NO DEJEN A NINGUNO CON VIDA!" rugió Kataryna. 

Ella dejó salir un aliento helado que congeló a tres dragones que Kleo destrozó con lanzas oscuras. Iolaus hizo una luz cegadora a uno de los dragones y luego lo embistió, enviándolo a estrellarse en sus tropas aliadas en la superficie. Luego creó una lanza de luz que lanzó hacia el dragón terminando con su vida. 

Yo salté de Seryanna y volé hacia un masivo dragón rojo con escamas rojo oscuro. Abrió su boca llena con dientes con filo de navaja y formó un bombardeo de bolas de fuego que disparó hacia mí. Las esquivé todas e hice que Hell se comiera todas las que irían a golpear a mis amigos. El dragón entonces se preparó para rugir, pero volé pasando su cuello y con Heaven, hice un corte limpio en su carne. La enorme cabeza se separó del cuerpo y cayó al suelo. 

Usando [Air Jump], me impulsé a mí mismo y evité una enorme alabarda dirigida a mí. Con [Slow Time], todo a mi alrededor se movía más lento de lo normal, cerca de diez veces más lento. Identifiqué a mi objetivo y tan pronto como cancelé esta habilidad, utilicé un [Tornado of Light Blades] en él, el cual era uno de mis más poderosos ataques de [Shadow Play]. El ataque creo un torbellino de espadas de luz que engulló al dragón de escamas cafés. Sus gritos de agonía terminaron rápidamente y solo piezas cortadas de carne fue lo que cayó en forma de lluvia desde el cielo. 

Mirando abajo, vi a Seryanna saltando en uno de los dragones de escamas blancas forzando su boca a abrirse con ambas manos para luego aventarle un imparable aliento de fuego. El dragón se retorció del dolor antes de perecer carbonizado desde adentro. Dejó ir el cuerpo sin vida y luego utilizó una [Fire Sword] para cortar a un dragón cercano a la mitad. Agarrando los restos con su cabeza, los arrojó a un grupo de dragones en el suelo que estaban empujando a nuestros aliados. 

"Voy a matart…" gritó un dragón hacia mí y me intentó atacar en mi momento de distracción, pero una [Ice Spike] gigante voló desde abajo y partió al dragón, matándolo al instante. 

Era Kataryna. Me mostró una sonrisa y luego liberó un aliento de hielo a los enemigos de abajo, miles se congelaron en el acto, dejando que nuestros aliados se encargaran con facilidad. 

Asentí y luego miré varios dragones volando hacia mí. 

Era mi turno de usar esa habilidad… 

"¡HYOH!" grité y tomé mi pose de batalla. 

En el siguiente momento, tomé por blanco a uno de los dragones y utilicé [100 meters long Impale]. Cuando liberé la habilidad, empujé a Heaven hacia adelante en un golpe marcial perfecto que enviaba un golpe invisible a través del aire y que cortó el corazón del enemigo a la mitad. Por supuesto, si hubiera sido habilidoso, podría haber visto las nubes entre nosotros partiéndose y evitar el golpe o hacer que no golpeara en un punto vital. Afortunadamente, no era así. 

Con Heaven en mi mano izquierda y Hell en mi mano derecha, activé [Mirror Play], lo cual hizo que tres ilusiones mías aparecieran alrededor de mí. Cada una avanzó por una dirección diferente, mientras que el yo real atacó al objetivo en la retaguardia, un dragón de escamas plateadas. Intentó defenderse con sus garras, pero Hell no podría ser detenida por algo como eso. El dragón cayó ante mi cuchilla y sus restos se estrellaron encima de sus aliados en el suelo. 

El siguiente era un dragón de escamas verdes, cuyas alas corté con Heaven y cuyo corazón perforé con Hell. Desde él, salté hacia el de escamas blancas, quien apenas se había dado cuenta de que con el que estaba peleando era solo una ilusión mía. Cuando se dio la vuelta, corte su cuello con ambas Heaven y Hell con un corte cruzado y dejé que su cuerpo sin vida cayera en el suelo. 

El dragón final era uno de escamas azules. Cuando me vio enfrente de él, tembló e intentó escaparse. Levanté mi mano y pensé en acabar con él, pero me detuve. 

Cierto, este es un campo de batalla… Esto es guerra… Pero asesinar a alguien que ya perdió toda voluntad de pelear y solo intenta escapar es un acto cobarde. No… es inhumano. O… ¿indragón? 

Pelearía contra aquellos que me atacaran y mataría a aquellos que chocaran espadas conmigo, pero no quería tomar el rol de cazador de aquellos que se dan la vuelta y se van. Si lo hiciera, temía que mi corazón se resquebrajara y terminara caminando un sendero que no debiera… 

Cuando sea viejo, no quiero ser el tipo de padre que tenga que explicar a sus hijos por qué mató a sangre fría a un enemigo que escapó. 

Solo no quiero ser uno de esos sujetos… 

¡CLANG! ¡CRACK! 

"¿Huh?" parpadeé sorprendido cuando escuché ese sonido. 

Mirando atrás, ahí estaba un dragón de escamas cafés en su forma de bestia total sosteniendo una gran espada gigante en sus manos, pero que estaba quebrada del medio. 

Incliné mi cabeza y me mostró una sonrisa incomoda. 

¿Acaba de golpearme con eso? 

No sentí nada… 

Tirando los restos de la espada, empezó a castear dos hechizos de luz, pero apunté mi mano hacia él y casteé [Shadow Arrow] amplificado con [Fatty McFat]. El proyectil fue directo a través de él, deteniendo sus hechizos. 

Mirando el hoyo en su pecho, empezó a perder fuerza en sus alas y cayó hacia el suelo.




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