100 Luck and the Dragon Tamer Skill! Arco 4-111.2

 Capítulo 111: La Lealtad de Sergei Ruva (Parte 2)


"Parece que todos decidieron tomar la apuesta con sus patéticas vidas en juego, solo para arrojarlas al abismo por una pequeña Princesa irresponsable y sin valor. No importa, solo otros cadáveres junto al de ella. ¡Y será su culpa de todas formas que todos ustedes terminen perforados por la cuchilla de nuestras espadas!"

Mientras tanto, Coshun estaba impaciente por saltar y empalar su espada en las entrañas de este mayordomo, yo ya estaba tronando mis nudillos y eligiendo a mis blancos entre todos estos sacos de carne que pensaban éramos blancos fáciles.

"¡Su fin será rápido, pero no indoloro!" dijo Sergei desenfundando su sable.

"Palillo de metal elegante el que tienes ahí… ¡Este es el mío!" gritó Coshun empuñando la espada Legendaria Principiante de dos manos, pero ninguno de los enemigos parecía darse cuenta del tipo de monstruo que era esta cosa comparada con sus picadientes de metal.

Los asesinos se separaron en dos grupos, Kalderan se apresuró hacia el de la derecha, y yo corrí hacia la izquierda. A diferencia de los otros, yo era el único sin arma en mano, así que estos descerebrados ya me estaban viendo como alguien sencillo de matar… bueno, hasta que el primero de ellos entró en mi zona de ataque.

Mi primer puñetazo pulverizó su hombro derecho, entonces lo agarré de la cara y lo golpeé contra un árbol cercano. Le di un puñetazo en el estómago, haciendo que vomitara su almuerzo, y justo después aplasté sus piernas con un poderoso pisotón. El sonido de huesos quebrados era ruidoso y aterrador, pero justo entonces, Kalderan jaló el gatillo de sus armas. Al mismo tiempo, la espada de Coshun iba en picada sobre la cabeza del mayordomo, pero… falló.

"¿Oh? Eso fue inesperado." Dijo Sergei sacando un par de dagas entrando en posición de combate.

El Príncipe Dragon no respondió y en su lugar se enfocó solo en derribar a su presa.

"¡Morirás por eso!" uno de los asesinos me gritó cuando estaba observando a mis amigos.

"¿Huh?"

Mis instintos tocaron a la puerta, causando que mi corazón aumentara su ritmo cardiaco y que bombeara sangre por mis venas, llenando mi cuerpo de energía. A través de mis canales mágicos, la Energía Mágica en mi interior fortalecía cada célula y los puntos de estado que representaban Fuerza y Destreza hacían aparición. En este momento, mis puntos se encontraban en el rango de lo absurdo. Aunque siendo honesto, no podía molestarme en tomarlos en cuenta ahora. Con excepción de la aparición siniestra, probablemente no había enemigo ahí afuera que me pudiera enfrentar.

El mundo se volvió lento a mi alrededor, como una película en cámara lenta con detalles gráficos de locura, o tal vez una muy buena imagen 3D. Vi al enemigo que me estaba atacando, un humano de este mundo. Probablemente entrenó realmente duro para mejorar sus habilidades hasta este punto, y sin la habilidad [Hero], se convirtió en alguien que fácilmente podía asesinar a Risha, Ildea, Drumora, Tamara y Amadeus.

La cosa es que, en este preciso momento, cuando giré mi mirada para ver que estaban haciendo, me di cuenta de que el gatito miraba en mi dirección. Sus pequeños y brillantes ojos estaban fijados en mí, sus orejas alzadas, y tenía el sentimiento de que, incluso moviéndome a esta velocidad, ella podía seguir mis movimientos.

¿Tal vez solo imagino cosas?

Incluso siendo tan poderoso, un movimiento en falso era suficiente para terminar mi vida. Sabía esto, Coshun sabía esto, Kalderan también, cada uno de los guerreros que pisaba el campo de batalla con su arma lista en sus manos y con su vida en juego conocía esto. Así que extendí mi mano, y en esa fracción de segundo, lancé una [Air Scythe] y la liberé en mi enemigo sin que se diera cuenta.

Cuando sentí que el tiempo resumía su flujo normal, ya me había hecho a un lado y mi ataque mágico traspasó al asesino cortando a la mitad cuatro arboles detrás de él. El cuerpo humano estaba separado en distintas piezas, el impulso de su salto inicial lo empujó hacia adelante haciendo que esparciera sangre antes de tocar el suelo donde yo me encontraba.

Lentamente alcé mi mirada y vi los restos del asesino en frente de mi con los troncos cayendo en el fondo con un gran estruendo.

"Esto… ¿Cómo es esto posible?"

"Oye, ¿la información no decía que nuestro objetivo tuviera un guardaespaldas tan fuerte?"

"¿Hm? Pero yo no soy el único ¿sabes?" dije sonriendo y apuntando a Kalderan.

Justo ahora, el cañón de las SMG estaba apuntando al estómago de un asesino, cargado con esa bala especial suya. Jaló el gatillo y después del gran BANG, una fuente de sangre salió disparada de la espalda del tipo. Kalderan no se detuvo ahí e inmediatamente saltó a la izquierda, evadiendo el ataque de otro asesino, pero al mismo tiempo, apuntó sus armas atrás y tiró del gatillo, donde varias balas normales hicieron contacto con sus objetivos, y se formó un charco de sangre en sus pies.

Los otros asesinos estaban sorprendidos al ver esto, pero dado que su presencia no era tan imponente como la mía, lo seguían atacando. Las balas salieron de su arma y sus objetivos cayeron al suelo. Comparado con la primera vez que lo conocí, ahora mismo, Kalderan era más fuerte.

"Ven… no somos elecciones fáciles después de todo."

Los asesinos eran matones que intercambiaban las vidas de otros por oro. No sentían remordimiento o lástima cuando se trataba de quienes tenían que exterminar, así que tener lástima por ellos podría ser visto más cercano a un pecado que una debilidad. Después de todo, ninguno vacilaría en poner su cuchilla en el cuello de Seryanna o en alguno de mis amigos dragones. Pensar en esto hacia hervir la sangre de dragón en mí, y avancé dejando que mi espada saboreara su sangre. ¡Aunque habría sido mucho mejor si esta estúpida habilidad no se llamara [Super Chihuahua Style]! Solo imaginar a un pequeño perro que ladraba todo el tiempo sin morder portando una espada cortando a sus oponentes me hacía llorar por dentro.

Cuando el último de mis oponentes cayó de rodillas y su sangre manchó el suelo, me di la vuelta para ver lo que estaba pasando con el resto en sus peleas. De un lado, Coshun intercambiaba golpes con el mayordomo, pero en lugar de usar todo su poderío dragón para abrumarlo y derribarlo, se estaba limitando a la misma fuerza del mayordomo, forzándolo a darse cuenta de que no había manera de derrotarlo. En otras palabras, Coshun se estaba burlando del tal Sergei. Kalderan estaba utilizando apropiadamente a estos asesinos para pulir sus propias habilidades e intentar cosas nuevas. Parece haberse dado cuenta de lo fuerte que se volvió.

"Alkelios…" Ildea me habló con un susurro. Si no fuera por mi oído mejorado, podría no haberla escuchado.

"Debes mirarlo a él ahora, está peleando por ti."

Aparecían chispas cuando sus espadas chocaban en el aire, pero era claro que el arma de Coshun era más poderosa que la otra. En realidad, estaba sorprendido de que no hubiese cortado ya esas pequeñas dagas, o tal vez intentaba conseguir algo con esto, pero ¿qué?

Mientras observábamos esta pelea, Sergei finalmente se dio cuenta de que ya no había asesinos que lo respaldaran. Sus dos dagas ahora estaban desgastadas, y el traje con el cual apareció se encontraba rasgado aquí y allá. Podría haber heridas internas también, viendo como había un pequeño hilillo de sangre saliendo de la esquina derecha de su boca. La mirada en sus ojos todavía tenía el ardor de la batalla, la necesidad de ganar, pero realmente no podía ver el odio y salvajismo que debería sentirse en un asesino despiadado.

Eso es extraño…

Estaba esperando que fuera alguien así, un monstruo que traicionó a Ildea solo para verla sufrir, pero esta falta de odio en sus ataques, esta falta de intento asesino hacía que su comportamiento pareciera… fuera de lugar.

Coshun debió haber sentido esto también dado que puso su espada a un lado y preguntó "¿Por qué quieres matar a Ildea?"

"¡Kuh!" Sergei escupió la sangre en su boca y luego de un vistazo rápido entre la princesa y el dragón, respondió "Por el bien del futuro de este reino… su existencia no es necesaria."

"¡Tonterías!" Rugió Coshun golpeando el suelo con su espada.

La afinidad de la Magia de Tierra de Coshun era bastante alta, y era un dragón en su totalidad también. Con esto en cuenta, en un momento de tensión alta como este, cuando sus emociones lo abrumaban por un pequeño momento, su Energía Mágica tenía tendencia a volverse un poco… alocada. En este caso, fluía hasta el suelo y reaccionaba de acuerdo a sus emociones. Cuando su espada tocó el suelo, se resquebrajó y separó como si dejaras caer una sandía en el piso, mientras que las piedras y guijarros cercanos se elevaban en el aire circundándolo.

Esta falta de control repentina aparecía incluso en los individuos más entrenados, y para mí, esto solo mostraba que Sergei logró tocar uno de los puntos sensibles de Coshun o que este Príncipe draconiano sentía algo más por la Princesa humana que lo que saltaba a la vista.

"Bueno, no espero que un perro callejero como tu entienda la delicadeza de la alta sociedad, pero hay veces cuando la nobleza debe hacer cosa que solo la nobleza debería realizar."

"¿Nobleza? Siquiera sabes frente a qué presencia te encuentras, mayordomo idiota…"

"¿Perdón?" Sergei simplemente alzó una ceja y luego barrió su mirada por nosotros y dijo "Plebeyos y campesinos. Su Alteza aquí es la única cuya sangre es valiosa y al mismo tiempo, lo que la hace innecesaria."

"Sergei… ¿a qué te refieres con eso?" dijo Ildea a punto de dar un paso al frente, pero con Risha deteniéndola.

"¿No es obvio su Alteza? Tu padre no tiene más deseo de mantenerte a su lado. Una Princesa no se puede volver Rey, a lo mucho solo puede ser intercambiada a una nación extranjera para tener respaldo político, pero ahora mismo… no hay país en este mundo, ni reino bajo el Sol, ni Imperio bendecido por las Lunas que llegase a considerar ni en un millón de años el adquirirte. Y por eso, tu utilidad a este Reino Ten Sword es…" antes de que terminara sus palabras, Coshun blandió su espada y el brazo izquierdo de Sergei salió volando. "¡AAARGH!" gritó de dolor hincándose sobre una rodilla.

"Primero que nada… cállate." Dijo Coshun.

Tomé un vistazo a Ildea, y vi que observaba con cuidado cada movimiento, cada palabra. A pesar de que esperaba que saltara e intentara impedir que Coshun siguiera hiriendo al mayordomo, no lo hizo.

"Dejemos algo en claro, insecto. En este grupo frente a ti, hay más gente de la Alta Sociedad de lo que podrías imaginar. ¡Yo soy el Primer Príncipe Adoptivo de Albeyater! ¡Los niños junto a Ildea son el Príncipe Amadeus y la Princesa Drumora del Imperio Akutan, y el hombre que derrotó a tus asesinos más rápido de lo que pudiste parpadear no es otro que Alkelios Yatagai, un Duque de Draketerus! Alguien como tu quien no tiene logros ni títulos en toda su miserable vida dice que nosotros, nobles de naciones distinguidas, ¿no tienen idea de lo que significa la nobleza y lo que conlleva el titulo? ¡Como te atreves a insultarnos!"

"Albeyater… pero eso es…" estuvo a punto de decir Reino Dragón, pero Coshun piso de repente su pierna derecha, quebrándola con un sonoro crujido, pero el hombre no gritó, contuvo su dolor.

"Sabes, hay una diferencia entre actuar arrogante y hacerte a ti mismo ver arrogante. Tus palabras son habladas con malicia, hiriendo cuando salen de tu boca, pero no tienen ni una gota de odio o desagrado. Fallaste en esto, pero no creas que no entendemos lo que significa para ti la lealtad absoluta de un seguidor. Solo dile la verdad, y haré de tu muerte una rápida. No estarás traicionándola, la estarás protegiendo."

¿Así que esto era lo que estaba planeando? Ah… no me di cuenta… pensé eso y luego miré a Ildea.

Estaba cubriendo su boca con sus manos mientras caían lagrimas por sus mejillas.




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