100 Luck and the Dragon Tamer Skill! Arco 4-110.2

Capítulo 110: Rumores y Susurros (Parte 2)


"¿Qué podría ser?"

"Bueno, en algunos de nuestros antiguos documentos, hubo un periodo de tiempo que coincide con la aparición de los primeros Reyes Demonio y el evento llamado Despertar del Dios Demonio que supuestamente partiría el continente en el lejano este. En este periodo, las escamas de un dragón determinaban su valor en la sociedad. Fueras o no inferior o superior era determinado por este factor, y durante muchos siglos, era pensado como una característica pasada de madre a hija y de padre a hijo. Así, los de escamas cafés estaban en el fondo de la sociedad, mientras que los de escamas doradas estaban en la cima. En ese periodo de tiempo, hubo una fuerte discriminación entre escamas, y algo de eso aún persiste hoy en día."

"Creo que Kataryna también mencionó algo similar sobre el país donde nació. Ahí, la nobleza era vista como algo totalmente superior de los plebeyos, y actuaban sobre esa presumida superioridad atormentando y asesinando a los últimos. Fue una época terrible para pertenecer a la clase baja. Si no fuera por las acciones de Kataryna en su guerra final y por el progreso de Albeyater, ese cruel reino podría existir hoy en día."

"No hay mucha filosofía detrás del por qué y el quien. Es simple. Los humanos junto a casi todas las especies pensantes simplemente quieren a alguien a quien odiar y matar. Es parte de su estúpida naturaleza." Dijo Kalderan.

"Nya~ ¿No eligen ser de esa forma? ¡Todos los peces quieren ser peces! ¡Al igual que los humanos quieren ser humanos!"

Una vez más, sus comentarios extraños guiaban a cerrar el tema en mano y todos sonreímos burlonamente.

Este tema de conversación, como muchos otros similares, era sensible a su modo, sin embargo, considerando el periodo de tiempo y evolución de este mundo, todavía había una oportunidad de ayudar a prevenir que los errores de la Tierra no aparecieran aquí. Al mismo tiempo, temí que hubiera individuos que se regocijaran con la idea de introducir estos siniestros conceptos en este frágil mundo.

Sin embargo, lo que en verdad llamó mi atención de esta conversación no tenía nada que ver con la discriminación basada en diferencias físicas o lugar de nacimiento, sino más bien las cosas que mencionó Coshun. Hubo un periodo de tiempo donde no existieron los Reyes Demonio. También un evento llamado Despertar del Dios Demonio del cual nunca escuché antes y que presumiblemente fue responsable de la destrucción de un continente entero.

Recordé que la Entidad Divina nos dijo, a los Héroes Humanos, que llegamos a este mundo con el fin de luchar contra los Reyes Demonio, pero como uno supondría, nunca nos topamos con alguno hasta ahora. Los Señores Demonio también eran un gran misterio, casi como si todavía estuviéramos en la Fase Tutorial. Aunque en mi tiempo de entrenamiento en el Bosque Seculiar, me encontré con criaturas que podrían llamarse corruptas. Tenían un aspecto distinto y emanaban un aura oscura similar a la del ser que encontré antes de llegar al Pueblo Mathias.

Luego de comer, decidí ir afuera y observar por la villa, para ver si había algún rumor interesante por ahí. La situación política y militar actual del Reino Ten Swords se encontraba en un estado frágil, y quería saber que tanto la gente creía en las decisiones del Rey o la Reina. Mientras los demás hacían sus cosas, yo enfoqué mis oídos y escuché los susurros en el viento.

Caminé por el camino principal y de vez en cuando pretendía beber de mi tarro. Todavía quedaba un poco de cerveza.

Mientras hacía esto, escuché de un guardia como no le gustaba la forma en que los nobles seguían elevando los impuestos y entonces pretendían nunca haberlo hecho antes. Aunque esto pareciera ser un caso simple de corrupción entre nobles, un comerciante confirmó que no era así. Los impuestos de exportación e importación no ayudaban a los comerciantes extranjeros para nada y solo los forzaban a mantener sus productos lejos del Reino Ten Swords.

Había unos pocos soldados retirados entre los guardias de una caravana. Cuando me acerqué, escuché que hablaban sobre la situación militar en la capital. Había un montón de soldados desconocidos ahí, lo más seguro pertenecientes al Imperio Akutan. El número de soldados que fueron despedidos del ejército también se encontraba en alza, casi como si estuvieran tratando de desarmar al país para facilitar la toma de control de una fuerza invasora.

Pensando en eso, la poderosa entidad que encontré se encontraba frente a una fuerza militar de Akutan. ¿Que estaban haciendo ahí, armados hasta los dientes listos para iniciar una guerra? ¿Tal vez ese era el propósito en primer lugar?

"La Princesa… ¿ya la asesinaron?"

Detuve mis pasos cuando lo escuché.

Cuando me giré en dirección de la pregunta, vi a un niño cuestionando a su padre, un aventurero musculoso. El hombre lo miró y sonrió amablemente.

"No lo sé, pero de ser así, ¡nos aseguraremos de que paguen por ello! La Princesa… ella no tenía culpa en todo esto."

"¿Por qué la odian papi?"

"Debido a que ella es la legitima heredera al trono del rey, y… por lo que oí, fue protegida por su Majestad la Reina de la influencia de los otros nobles. Ella es como una flor en la cima de una montaña nevada. Es fuerte y perseverante en contra de las ráfagas heladas. Incluso si dicen que huyó del Palacio, estoy seguro que lo hizo solo para sobrevivir."

"¿Sobrevivir a qué? No hay monstruos ahí papi."

"Cierto, no hay monstruos como los que tu viejo padre caza, pero como dije antes… hay nobles acechándola cada día. Vuelan a su alrededor como buitres carroñeros. ¡Si fuera a encontrármela por casualidad, haría todo lo posible por protegerla!" luego empezó a presumir de su poder y otras aventuras pasadas.

El chico escuchaba a su padre con ojos emocionados, pero yo obtuve la información que necesitaba y proseguí mi camino. Por cómo se veía todo, las personas de Ten Swords tenían incertidumbre sobre su futuro, y más importante… sobre lo que les podría pasar si se atrevían a ir en contra de su Rey y aliarse con la Princesa o Reina.

Aunque lo que no podía entender era como las cosas escalaron a tal punto que la gente debía hacer una ridícula decisión como esa. No estaba bien, pero yo no podía hacer nada ahora mismo, sin embargo, con mi decisión de resguardar a Ildea, parece que ya elegí mi bando en la futura guerra civil.

Dirigiéndome al área de acampar de las caravanas que no fueron capaces de encontrar un lugar en las posadas, me di cuenta de varios guerreros mirando hacia un campo de entrenamiento improvisado, donde los guardias de esta villa estaban en el medio de pulir sus habilidades. Estos cuatro hombres grandes portaban armaduras de partes de animal procesado, y sus espadas tenían cuchillas de acero unida a una empuñadura de hueso, y cinturones que estaban sujetos con los colmillos afilados de varios monstruos. De un vistazo, podía decir que estos cuatro eran aventureros. Solo ellos serían lo suficientemente locos para caminar por la ciudad con armas y armaduras de ese estilo, pero para ser justo, eran más poderosas y resistentes que las encontradas en una herrería común.

Cuando me acerqué a ellos, el que estaba hasta la derecha me notó y frunció su ceño. Me escaneó con su mirada y luego giró su ojo hacia los guardias en el campo.

"Extraño, ¿qué tan rápido puedes derribar a esos dos?" me señaló con su mentón a los dos humanos que caminaban en el medio del campo con espadas de madera enfundadas.

Lancé un vistazo rápido y respondí "Si es con magia, lo que te tome parpadear. Si es con espadas, probablemente lo mismo. De cualquier modo, sería muy corto, casi imperceptible."

"Pareces bastante confiado en tus habilidades."

"No ciegamente si es a lo que te refieres. Se cuando no subestimar o sobrestimar a mi oponente."

"Muchos de los jóvenes cometen ese error." Dijo el que estaba a un lado, tenía un casco hecho del cráneo de un monstruo con los cuernos todavía en su lugar, me recordaba a un triceratops.

"Sí, como los dos sujetos de ahí. ¿Puedes imaginar que fueron tan valientes como para declarar que ganarían el Torneo Ten Swords?"

Les mostré una sonrisa y apunté a la taberna cruzando la calle.

"Les compraré una bebida si me cuentan un poco más sobre este torneo y cualquier otra cosa interesante que hayan escuchado. Ya saben, cosas usuales de aventurero. No soy de por aquí, como pueden ver, y para ser honesto, esta es la primera vez que escucho sobre este torneo. Suena divertido." Dije sonriendo y poniendo mi mano sobre mi espada.

"¡Ahora este joven si me gusta!"

Sin más preámbulo, nos movimos a la taberna y tomamos asiento en una mesa vacía. La mesera nos trajo una ronda de cerveza y nos tomamos nuestro tiempo para disfrutar de las bebidas y la conversación. Pronto aprendí que los cuatro en efecto eran aventureros que vinieron desde la Ciudad Blestarf en el lejano sur de Ten Swords. Los monstruos eran más poderosos ahí que los encontrados en estos lares, principalmente porque el área era más salvaje que otras.

El más viejo entre ellos se llamaba Jundas. Era el padre de Wolfgar, el del casco cornudo. Mainer era el que vestía una armadura de piel de lagarto, y Uznard era el que me habló primero. Todos eran guerreros expertos que pasaron sus vidas en los bosques o en las planicies cazando monstruos y asegurando que el área alrededor de su ciudad fuera segura para vivir.

Cuando se presentaron, me dijeron lo maravilloso que Blestarf era y que tan amable era la gente de ahí. Debido a la abundancia de monstruos, estaban acostumbrados a usar partes de monstruos como armas y armaduras, pero parecía que otra gente no encontraba esta práctica placentera o elegante. Incluso el Señor de su ciudad o los nobles locales a veces eran llamados bárbaros sin sentido de estilo. No les importaba, viendo como en una pelea real, ellos eran los que siempre salían victoriosos.

La razón de su conocimiento sobre estilo de vida noble era por la experiencia de vida de Jundas. A través de los años, llegó a ver muchas cosas, y entre ellas, las expresiones de los nobles extranjeros siempre eran las que dejaban la mayor impresión.

"¿Pero ‘tabas preguntando por el torneo, no chico?"

"Sí."

Me estaban dando buena información, por lo que no me pareció mal darles una o dos rondas de cerveza extra.

"Bueno, aquí." Me dio un volante donde estaba escrito en letras grandes ‘¡Torneo Ten Swords!’.

"Organizado por su Gracia y Amada Majestad Rey Andarkuzzi Ammerundiel Kor… invita a todos los valientes guerreros de todo Ten Swords a participar en este evento de una sola exhibición… ¿primer premio 15000 monedas de oro y un deseo? Segundo premio 10000 monedas de oro, y el tercero de 5000 monedas de oro. No hay premio de consolación, también serán entregados premios especiales, como convertirte en instructor personal de los guardias…" murmuré leyendo el panfleto.

El premio monetario suena bien, y una competición sería divertido de cierta forma. Tal vez si todos aplicamos podamos encontrar gente interesante. No me caería mal algo de reputación positiva, y tengo el presentimiento de que necesitaré eso en cierto punto. Bueno, si deseo que este torneo me ayude de manera positiva, ¿entonces tal vez pueda funcionar? Si no, probablemente me detengan en la entrada. Hm, ese debe ser el deseo, uno condicionado. 

Dándole de vuelta el panfleto le pregunté "¿Todos ustedes participarán en el evento?"

"¡Yeap! Podemos usar las monedas en Blestarf. Pero verás, ¡no estamos tras premio que no sea el primero! Sin ese no nos sirve ningún otro. Veras, escuchamos este maldito rumor de que uno de los Héroes Humanos se unirá a la lucha. Es como nivel 800 o algo así. Si ese monstruo se une, me temo que ninguno de nosotros será rival, aunque peleemos al mismo tiempo." Dijo Jundas.

"¡Sí, bien podría ser el mejor en el Reino Ten Swords! Ningún caballero se le equipara, ni siquiera los extranjeros… dicen que incluso fue capaz de matar poderosos monstruos en el Continente Dragón, como Dayuks y otras cosas." Dijo Mainer.

"Y eso no es todo, escuché de un comerciante hace poco que tiene por objetivo la mano de la Princesa, ¡algo de que es el destino de un héroe casarse con la Princesa!"

"Por supuesto, todo esto no es más que rumores que podrían haber sido esparcidos para mantener a los tontos fuera del juego. Puedo imaginar a un montón de nobles esparciendo los rumores de esa forma solo para posar sus manos sobre ese deseo del Rey." Dijo Jundas.

"Cierto."




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