100 Luck and the Dragon Tamer Skill! Arco 4-109.2
Capítulo 109: Como Ella Era Vista por Otros (Parte 2)
En efecto, yo era el más fuerte entre todos, pero no significaba que fueran niños que no sabían cómo pelear o que fuera fácil que murieran. Algunos han sido capaces de sobrevivir por bastante tiempo antes de meterme en sus vidas. No era una especie de dios trayendo la salvación a sus puertas. Era más como… erm… ¿un hermano mayor preocupado?
Si, esa era la mejor forma de describirme ahora mismo. Estaba preocupado por ellos, tenía miedo de perderlos cuando sabía que podía protegerlos. No era fácil simplemente admitir que alguien débil podría sobrevivir en este mundo, pero otra vez…quizás esto solo era algo similar como ese miedo que tuve sobre mi propia humanidad.
Pensando en ello, decidí que sería mejor ser honestos con ellos. Eran mis amigos, y tenían el derecho a saber si algo me preocupaba, especialmente si se trataba de su bienestar.
"En realidad, tengo algo que decirles… verán… llevo un tiempo teniendo unas preocupaciones bastante extrañas."
"¿A qué te refieres con preocupaciones extrañas? Lo siento mi amigo, pero yo no bateo para ese lado." Dijo Kalderan.
"No estaba hablando de eso, además, soy un hombre casado ¿recuerdas?"
"Relájate, estaba bromeando."
"Sigh… bueno, dejando eso de lado, las preocupaciones que tengo están vinculadas a su seguridad. Es solo… que… soy muy poderoso comparado con el resto de ustedes, así que… siento que podría perderlos a todos si no hago un esfuerzo extra para protegerlos."
"¿Perdernos?" Ildea alzó una ceja y Coshun entrecerró sus ojos.
"Chico, dijiste en algún momento que participaste en una gran guerra ¿verdad?"
"Sí, una batalla defensiva con el revoltoso Draejan Andrakaryus Doesya."
"¿Tomó lugar en un gran campo de batalla donde miles y miles de draconianos pelearon contra otros?"
"Sí… hubo muchos Despertados Avanzados también. De no haberle entregado a mi esposa y amigos mis armas y armaduras, temía que murieran por la hoja de una espada."
"Ya veo." Dijo Coshun reclinándose en su silla mientras se cruzaba de brazos.
"¿Ver qué?" preguntó Ildea.
"El resto nunca ha participado en una batalla de gran escala ¿no es así?"
No fue la respuesta popular.
"He visto reportes y registros de varias guerras, pero no participado." Dijo Kalderan, imaginándome que hablaba de los documentales de las Guerras Mundiales de la Tierra.
"Leer al respecto y formar parte de son dos cosas muy diferentes. La experiencia puede cambiar a un hombre o dragón. Puede convertir a amigos en enemigos y a enemigos en aliados. La guerra tiene muchas facetas, pero la mayor parte del tiempo, el aspecto más doloroso sobre ella es cuando te das cuenta de que no eres capaz de defender o proteger a tus seres queridos. Muchos de nosotros simplemente no podemos recuperarnos de algo así… nos persigue… nos atormenta."
"¿Estás diciendo que…?"
"Alkelios, por lo que he visto, tú no eres un hombre nacido en el campo de batalla. No eres alguien que fue forjado en fuego y acero, tú te hiciste duro para poder sobrevivir los golpes dirigidos hacia ti. No podré saber de tu pasado o lo que ronda en tu corazón, pero mis instintos como alguien que también participó en una gran batalla similar y que ha atestiguado la pérdida de seres queridos, puedo decir que el temor de perder a quien sea apreciado por ti es muy fuerte y a veces… abrumador."
Exacto como lo dijo, a veces me encontraba abrumado por el temor de perder a alguien, tal vez incluso me conducía un poco al límite. No me sentía avergonzado de decir que probablemente era mi más grande debilidad, sin embargo, no sabía cómo manejarlo. La gente que venía de la Tierra no eran guerreros o luchadores, no sabíamos que hacer en esta situación.
Si no fuera por todo el asunto del transporte a otro mundo, ahora mismo de seguro estaría preocupándome por los exámenes de la universidad o de que nuevo juego jugar. Guerras, batallas, el solo pensamiento de perder a alguien querido debido a que fueron atacados y asesinados por alguien era a lo mucho una idea pasajera como lo era la paz entre las naciones de este mundo.
"Abrumador…" dije en voz baja mirando la mesa.
Kalderan me golpeó con su codo de nuevo y dijo "Te preocupas demasiado idiota."
"Tal vez…"
"Alkelios, es de admirar que te preocupes tanto por nosotros. Sin embargo, debes entender que en efecto estás en una liga propia tratándose de poder de combate. No somos tontos para retar a alguien de tu calibre, pero no correremos de aquellos que consideremos sean fuertes o más débiles que nosotros." Dijo Ildea poniendo una mano sobre mi hombro.
"Nya~ ¡Pescado no importarle cuando pescado se convierte en comida de Tamara! ¡Pescado solo ser pescado y que el mundo se encargue del resto!"
En lugar de preocuparme sobre quien era ahora mismo y preocuparme sobre qué es lo que mejor podría hacer por mi cuenta, me preocupaba sobre cómo podría sacrificarme para hacer sentir mejor a otros, pero al hacerlo, terminaría hiriéndolos debido a que me lastimé por ellos. Era un pensamiento bastante extraño de mi parte, pero que tenía sentido de cierta forma. Digo, no era como si no fuera a saltar a protegerlos de ahora en adelante, pero tal vez tener un poco más de fe en su esfuerzo no era tan malo después de todo.
"Gracias, a todos."
"¡Heh, incluso los más poderosos guerreros caen presa de los asuntos del corazón!"
"Sí, y tengo el presentimiento de que, si mi esposa estuviera aquí, habría dicho lo mismo o algo similar… Siempre me está dando coraje y apoyándome a ver la luz donde me tropiece como idiota en la oscuridad."
"Suena maravillosa, espero conocerla algún día." Dijo Ildea.
Mientras tanto, Amadeus y Drumora no dijeron una sola palabra sobre esto. Mi primera impresión fue que tal vez eran un poco jóvenes y sin experiencia para entender lo que estábamos hablando o tal vez simplemente no sabían o no querían decir nada.
"Gracias…"
Era bueno tener amigos que se preocuparan tanto por ti. Era ambos un regalo y un alivio, que la mayoría del tiempo tal vez no sabía atesorar apropiadamente. Hasta ahora, la amistad era algo confirmado para mi gracias a una habilidad, pero… cuando no tenías algo como una habilidad para conectarte con ellos, cuando no te apoyabas en ella, como podía determinar si la otra parte en verdad eran tus amigos o solo una oveja disfraza de lobo.
Hasta ahora, no tenía ninguna razón para sospechar que fueran lo último. Me basé en la creencia de creer y confiar hasta demostrarse lo contrario.
Incluso si me apuñalaban por la espalda, ¿no se trataba la verdadera amistad de probar que eras capaz de perdonar y dar una segunda oportunidad? Al menos esto era lo que todos los juegos, películas, anime y manga intentaban enseñar en la Tierra, pero en este mundo, se sentía como si esta alta moral solamente te traería la muerte. Si te apuñalaban por la espalda con un cuchillo muy afilado, las probabilidades eran que nunca tendrías la oportunidad de perdonarlos en primer lugar. ¿Pero si su traición era manifestada como una herida o daño traído a tus seres queridos? ¿Aún podrías perdonarlos?
Estos pensamientos inútiles cruzaban mi mente mientras miraba el suelo.
Coshun dijo que yo me endurecí para aguantar los golpes dirigidos a mi o a mis seres queridos. Tal vez era debido a este hecho que me encontraba este patético estado de confusión, pero justo cuando empezaba a caer más y más profundo en ese sentimiento de impotencia y terror, alguien puso su mano en mi hombro izquierdo y me saludó con una sonrisa gentil.
"Nya~ ¡Piensas demasiado!"
Tal vez realmente lo hago…
Dejando ir estos pensamientos, sentí un poco de alivio y tranquilidad, lo cual me hizo sonreír.
"Podrás ser poderoso, Alkelios, pero a veces tengo el presentimiento de que muy adentro de ti no eres diferente de un niño que aún debe aprender sobre el mundo." Dijo Risha.
Probablemente esta era una verdad muy dura que no quería admitir. De cierta forma, tal vez todos los terrícolas éramos igual. Fuimos traídos a un mundo diferente, con moral diferente, y de alguna manera, terminamos creyendo que este mundo nos diría que hacer y nos ayudaría con nuestros problemas cada que lo necesitemos. Cierto, el mundo te daría una mano, pero de lo que me di cuenta ahora, luego de aclarar mi mente, era que yo también era responsable de dar mi mejor esfuerzo para mejorar las cosas.
"Puede ser."
Luego de almorzar, decidimos ir a pasear por la ciudad para revisar las diferentes tiendas aquí y allá a ver si había algo bueno que comprar. Necesitábamos algunas cosas esenciales para Drumora y Amadeus, dado que vivían una muy modesta y pobre vida sin espacio para autocomplacencia. Nota aparte, ambos estaban muy conscientes de los precios y calidad de los objetos lujosos en el mercado. Tratándose de armaduras y parecidos, yo podía hacerles algo, pero no podía soportar verlos sin ropa para elegir.
Ildea se compró un puñado de ropa en nuestras visitas recientes, Risha igual. Tamara actuaba como una muñeca para vestir para las dos mujeres en nuestro grupo, Coshun tomó prestada ropa draconiana que yo tenía guardada debido a que estaban encantadas con magia de ajuste de tamaño. Kalderan tenía su propia ropa, y no voy a mencionar la cantidad de ropa y armaduras que se apilaban en [Black Hole], aunque, en cualquier caso, siempre podría darle algo a estos dos, debido al encantamiento ajustador de tamaño.
Esa tarde, nuestra suerte parecía estar sonriéndonos habiendo encontrado varias tiendas abiertas, y más o menos compramos lo que necesitábamos. Los comerciantes no tenían nada de que quejarse al ver al viejo Coshun entrando por sus puertas. Siempre que pagáramos por todo, lo demás eran detalles.
La ciudad misma no era tan espectacular en mi opinión, las calles estaban sucias, el olor del excremento de caballo nos molestaba a todos, y la gente no era la mejor para tener alrededor. De vez en cuando, cachaba a los más desaseados sujetos lanzando miradas obscenas a Ildea, Risha o Drumora. Aunque yo respondía con una mirada, cuando se trataba de la princesa humana, Coshun parecía ser un poco más protector ya que agregaba un poco de instinto asesino en la suya, una reacción que encontré bastante interesante.
En algún punto, decidí visitar una de las tiendas locales que vendía armaduras y armas. Tenía curiosidad de si tenían o no cualquier cosa inspiradora entre sus bienes. Desde hace mucho me rendí en el prospecto de encontrar algo tan bueno o mejor que lo que tengo conmigo, pero al tratarse de modelos y tipos de armas y armaduras, todavía había mucho espacio para aprender.
En esta tienda compré un par de protectores de hombro que encontré llamativos, y una daga de doble filo con forma ligeramente curva. Entre los dos no fue más de 17 platas, esto debido a que no estaban encantadas y no se recomendaban para nada más que entrenar o cazar monstruos débiles.
Sin embargo, cuando nos fuimos de la tienda, un borracho choco con Amadeus.
"Bah, mocoso apestoso de Akutan… ¡A los dayuks con ese imperio! ¡Haciendo la vida de todos aquí y allá más miserable de lo que ya es!" le escupió, pero jalé al chico fuera de su camino.
Coshun lo miró una vez y el otro se orinó encima.
Con un chillido de terror, el tipo se fue huyendo. Era una vista muy patética de observar, pero siempre había gente resentida como él aquí y en el Continente Dragón, individuos que trataban de echar la culpa de su propia desgracia en otros. Debía saberlo ya que yo era uno de ellos hasta que cierta dragonesa de escamas plateadas me golpeó de vuelta a la realidad.
Espero que Kataryna la esté pasando bien. ¿Tal vez se consiguió nuevos amigos mientras no estuve?
Epic jaja :v
ResponderEliminarGptt...A.S.F (ánimo suerte y fuersa) ;v