100 Luck and the Dragon Tamer Skill! Arco 4-105.3

Capítulo 105: El Esclavo Real (Parte 3)


"Así que no escuché mal." Cerré mis ojos para volverlos a la normalidad.

¡¿En el nombre de todo lo que es sagrado qué diablos hace AQUÍ el supuesto príncipe MUERTO de Albeyater?!

Cuando abrí mis ojos, lo miré con mi ceño fruncido y luego volteé a donde estaba el guardia, completamente inmerso en molestar al comerciante. Esto solo eran malas noticias para mí.

Debo terminar con esto, y deseo hacerlo de una forma que me permita adquirir el derecho de esclavitud sobre Coshun de este comerciante.

Caminando hasta los dos, me presenté con un tono de voz educado.

"Buen día, finos caballeros, mi nombre es Alkelios Yatagai, ¿podrían decirme que es lo que está ocurriendo? Si hay algún problema, tal vez puedo ser de asistencia. ¡Soy un hombre especializado en muchos talentos!"

"¡¿Qué?! ¡No me importa quien seas! ¿Por qué me interrumpes? Estaba tratando de explicarle a este cabeza hueca la importancia de estos documentos, ¡y que si los ignora su cabeza bien podría caer rodando a sus pies!"

"Querido comerciante, creo que este pobre hombre no puede tener la culpa. Tal vez no sabe lo que está haciendo."

"¡Oh, no, no, no! ¡Definitivamente SABE lo que está haciendo! ¡Me está molestando!"

"Entonces por favor permítame tener una charla con él, tal vez pueda persuadirlo."

"¡Date el gusto! ¡Estaba pensando en tomar un descanso para recuperar el aliento de todos modos!"

Ahora que tenía su aprobación, me acerqué al guardia, y con una sonrisa le pregunté.

"¡Hola amable caballero!"

"¿Qué es lo que quieres? Si buscas entrar al pueblo, ¿tal vez deba hacer una revisión minuciosa a ti y a tus amigos también?" sonrió mientras en su mente ya estaba desvistiendo a Risha e Ildea.

Si Seryanna estuviese aquí, de seguro yo ya habría matado a este pobre bastardo, pero dado que eran estas dos, me aguanté.

"Oh, vamos, sé que estás irritado con el comerciante de ahí, pero no hay necesidad de desquitarte con nosotros ¿verdad?"

Entrecerró sus ojos hacia mí. Al menos, ya había captado su atención.

"Al final del día, todos deseamos algo de nuestros esfuerzos. La cuestión es que se requerirá para ponerlo a usted de buen humor. El comerciante, después de todo, no ha quebrantado ninguna ley, ¿me equivoco?"

"Hm, tienes un buen punto ahí, pero el insecto se las arregló para cabrearme con su actitud magnánima y poderosa."

"¿Es así? Entonces, ¿que se ocuparía para alegrar su humor?"

"Hm… ¿qué tal si arreglas que me venda a esa chica rubia de ahí? Parece ser una buena mujer para tener en casa, pero solo tengo 2 platas."

"Entonces déjeme ver qué puedo hacer, pero…" me detuve y miré al guardia a los ojos con un poco de mi intento asesino liberado, logrando que se asustara un poco "espero de verdad que no esté pensando en retractarse de este acuerdo, señor guardia."

"No."

Era algo bueno que fuera perceptivo de estas cosas debido a que el otro guardia junto a la puerta, estaba bostezando y hurgando su oreja.

Caminando hasta el comerciante, lo saludé con una sonrisa y comencé mis negociaciones persuasivas.

"Me temo que descubrí la razón por la que no quiere dejarle entrar."

"¿Huh? ¿Cuál es? ¿Será que ese tomate podrido solo quiere oro?"

"No. No es algo tan simple."

"¿Qué?" El interés del comerciante se elevó por esto.

"Me temo que su superior tiene algo en contra de… su especie." Y luego apunté a Coshun. "Nadie sabe la razón exacta, pero llegó a odiarlos demasiado. Aunque, no veo por qué alguien vendría a odiar tener un draconiano consigo. ¡Son resistentes y sirven muy bien como escudos de carne en una mazmorra!"

"Ya veo."

"Bueno, eso dicho, no puedes entrar al pueblo con él."

"¡Eso es desastroso! ¡Debe haber algo que PUEDAS hacer al respecto!"

¿Huh? ¡¿Cómo demonios llegó a esa conclusión?! Pero es bueno… esto en realidad funciona a mi favor.

"Si no estoy equivocado, ¿es cierto que desea quedarse más de un día en Mathias?"

"¡Por supuesto! ¡Planeaba abrir una tienda aquí la próxima semana y vender al menos la mitad de la actual mercancía! ¡Y yo que creía que mi esclavo lagarto sería la venta de la semana! ¡Qué suerte más miserable!"

"Si eso es cierto, entonces puede que tenga una idea de cómo convertir todo este desastre en un negocio rentable para ambos."

"¿Rentable dices?"

El brillo de la codicia apareció en sus ojos.

"Sí. Ocurre que estoy necesitando un nuevo escudo de carne. Si le da un vistazo a mi grupo, se puede dar cuenta que no hay nadie que quede para hacer ese trabajo."

El comerciante los vio y luego frotó su barba. "Un poco flacuchos en verdad. ¿Qué es lo que sugieres entonces?"

"Bueno, resulta que el guardia de allá está un poco atraído por la mujer rubia de ahí." Apunté a la esclava con cabello largo rubio y sucio, una cadera delgada, y senos de talla B. "¿Es una luchadora?" pregunté observando sus gruesos brazos y piernas.

"Sí. Era una aventurera hasta hace una semana. Su amigo la vendió luego de que echara a perder una cacería, la cual terminó con la muerte de tres de sus compañeros."

"Eso es terrible. Pero esto es lo que haremos, compraré a la mujer rubia y al draconiano de ti ahora mismo. Harás el contrato de esclavos de la mujer con el guardia y el del draconiano conmigo. No me voy a quedar más de un día en Mathias, así que esto no enfadará al superior de ese buen hombre. De esta forma, si el guardia termina sintiendo más afección por la mujer en el futuro, podemos obtener favores de él en un futuro. Como información o tal vez pase rápido en un día concurrido."

"¡Oh! ¡Esa es una buena idea, especialmente dado que tú estás pagando por los dos! ¿Pero por qué gastarías tantas monedas en este trato?"

"¿Acaso la moneda susurra el nombre del bolsillo en donde no quiere terminar?"

"¿Qué? ¿No? Solo déjame decir una cosa. Mi instinto me dice que aquí ocurre algo sospechoso, ¡pero una moneda de oro sigue siendo una moneda de oro! Especialmente cuando proviene de un cliente generoso."

"Entonces hablemos de negocios, ¿le parece?" diciendo eso lo urgí a un lado del camino para hablar más en privado.

Cerca de media hora después, 175 monedas de oro se desvanecieron de mi bolsillo. Coshun fue tremendamente costoso, mientras que la mujer solo costó 25 monedas. No parecía muy feliz de terminar vendida al guardia, le desee buena suerte en su vida y le aconsejé al guardia tratarla como si no fuera una esclava si planeaba ganarse su corazón.

Para ser justo, no sentí que hubiera ninguna necesidad de meterme en sus asuntos. Mucho de lo que le dije al comerciante fue una vil mentira. Es posible que haya sospechado de esto, pero mientras terminara obteniendo el contrato de Coshun, no me importaba demasiado.

Al final, este dragón era el hijo adoptivo de mi amiga, Elliessara Seyendraugher. ¿Como podría hacer la vista gorda a su predicamento y seguir adelante como si nada hubiese pasado?

"Entonces, terminaste comprando un esclavo." Comentó Kalderan mientras caminábamos por el camino principal de Mathias, buscando por una posada donde pasar la noche.

"¡Yup!" dije con una sonrisa mirando el contrato en mis manos, prueba de mi propiedad sobre Coshun.

"¿Por qué motivo?" preguntó Ildea curiosa.

"Se los contaré una vez lleguemos a la posada. Hay demasiados oídos por aquí."

"Lo que sea…" dijo Kalderan aumentando la velocidad.

"¡Espera!" le llamó Risha siguiéndonos de cerca por atrás.

Ildea siguió mirando a Coshun con ojos curiosos, aunque el la ignoraba por completo. Su expresión era como una roca cincelada, inmutable sin importar el pasar de los años. Mantenía a raya a todo aquel más débil que él, y por la mayor parte eso incluía a casi cualquier humano que se cruzara con él. No había ni una pizca de deseo en interactuar con ellos, más que nada por su desagrado a su raza.

¿Quién podría culparlo? Después de todo, Coshun pasó los últimos 42 años de su vida encadenado, saltando de un maestro a otro, reteniendo su voluntad y deseo de luchar, las últimas gotas de orgullo como Seyendraugher se habían esfumado.

Pero tal vez esto era exactamente lo que captaba la curiosidad de la joven princesa. Ella lo escaneaba de pies a cabeza y parecía curiosa por su cola y alas viendo como las tocaba sin descanso. Coshun no mostraba ninguna reacción a sus acciones molestas.

"¡Es fuerteeeee~!" dijo en un tono de asombro.

"Bueno, sí…" respondí y luego suspiré.

Nos tomó alrededor de veinte minutos encontrar una posada con suficientes habitaciones libres para los seis de nosotros. Las mujeres iban a dormir en su propia habitación con los hombres amontonados en otra. Antes de dirigirnos a explorar el pueblo y reportarnos en el Gremio de Aventureros, nos reunimos en la habitación de los hombres para dar una explicación del porqué compré un esclavo.

"Estamos esperando." Dijo Kalderan cruzado de brazos.

"Primero que todo, déjenme presentarles a Coshun Seyendraugher, uno de los muchos príncipes del Reino Albeyater."

Esta línea fue suficiente para hacerlos entender que el dragón frente a ellos era una importante figura política, pero podía notar como todos se preguntaban la misma cosa: ¿Por qué estaba aquí y como un esclavo?

Así que respondí antes de que preguntaran.

"Hace cuatro décadas, cuando los humanos invadieron el Reino Albeyater, ellos atacaron un área hoy conocida como el Campo de Batalla Cicatriz. Ahí, el Ejército Brekkar los enfrentó de frente y los derrotaron en un par de días. La derrota de los invasores humanos fue tan rápida como su ataque inicial. Durante la conmoción, hubo muchos dragones y dragonesas que fueron capturados y traídos al Continente Humano como esclavos."

"Eso me recuerda que hubo una afluencia de esclavos draconianos en ese entonces, pero no sabía que era debido a una invasión. Desafortunadamente, no estudié mucho sobre ello. Siempre lo consideré como resultado de una de las muchas batallas mencionadas en los gruesos libros de historia." Dijo Ildea.

"¿Pero un príncipe no es una importante figura política? ¿Cómo fue que no lo utilizaron como peón o pidieron algún tipo de recompensa por regresarlo?" preguntó Kalderan.

"Debido… bueno, ellos no creyeron que en realidad fuera parte de la familia real de Albeyater. Coshun es un hijo adoptivo del Rey y la Reina. Por lo que sus escamas, como pueden ver, son café oscuro, no doradas."

"¿Pero las tuyas no son doradas?"

"Tengo unas cuantas escamas doradas también, pero son resultado de mi transformación de Terrícola a mitad dragón-mitad humano."

"Básicamente, este tipo es el genuino dragón que presuntamente murió hace décadas, ¿verdad?"

Asentí, "Básicamente, sí. Regresar con él al Reino Albeyater nos ganará unos buenos puntos con Feryumstark. ¿Tal vez no sea tan duro conmigo por estar alejado de la corte por tres años?"

Coshun frunció el ceño cuando escuchó el nombre de su padre. Con lo poco que sabía, no tenía idea de que yo era conocido del buen rey, lo que llevó a la segunda parte de esta reunión.

"Ahora, creo que debo explicar cómo sé todo esto."

Desde [Black Hole] saqué el Anillo de Negación. Tamara lo reconoció por el objeto que la liberó y meneó su cola en el aire con sus pequeñas orejas moviéndose dos veces.

"Para hacer esto…" dije y puse el anillo alrededor del cuello de Coshun. "Manténgase quieto. Me desharé de ese collar ahora y luego explicaré como conozco a su padre."

El Anillo de Negación fue el objeto que hice con mi habilidad herrera divina para contrarrestar los efectos del collar esclavo de Tamara. Técnicamente podía ser usado para cualquier otro objeto similar. Incluso podría funcionar para remover los encantamientos conjurados sobre una tubería de metal o un barril de comida preservada.

Aunque para Ildea y Coshun esta cosa era un gran misterio, todos los demás estaban familiarizados con ella. Si resultaba peligroso o no el decirles lo que era esta cosa, yo quería creer que ser lo más transparente posible sobre mis intenciones con ellos probaría ser más útil a largo plazo que intentar crear una mentira. La confianza en cualquier relación era obtenida cuando realizabas el primer paso.

Además, no era como que si supieran una o dos cosas acerca de mi fuera algo escandaloso. Cualquier país con suficiente red de buena información podría saberlo.

Al igual que sucedió cuando utilicé el anillo en Tamara, el objeto se encogió hasta tocar y unirse al material del collar. Los hechizos para remover los encantamientos fueron conjurados y lentamente extraje el anillo, incrementado el diámetro y arrastrando el collar consigo hasta que se rompió.

Una vez finalizado, removí el collar y puse el anillo de vuelta en [Black Hole].

Con una rodilla en el piso y una mano en mi pecho, reverencié a Coshun y dije:

"Mi nombre es Alkelios Yatagai Draketerus, el esposo de Seryanna Draketerus, la actual Duquesa de los territorios Draketerus. Sirvo directamente bajo su Majestad Reina Elliessara Seyendraugher y su Majestad Rey Feryumstark Seyendraugher. Príncipe Coshun Seyendraugher, será un honor escoltarlo de vuelta al Reino Albeyater."




Comentarios

  1. Joder loko esto es la ostia más emocionante no puede ser jaja gracias por la traducción y el trabajo... ánimo y suerteFuersas jaja ;v

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