100 Luck and the Dragon Tamer Skill! Arco 3-60.2

Capítulo 60: Un Día Como Ningún Otro (Parte 2)


"Oh, ¿en serio?" dijo Seryanna mirando a Kataryna y luego a mí. 

"Si, en serio. Erm… Si Kataryna aun quiere ese huevo luego de tener uno con Seryanna, entonces con gusto haré que suceda, ¡y también lo disfrutaré!" dije golpeando la mesa con mi puño. 

Eso resultó con los tazones de sopa volando y aterrizando encima de nuestras cabezas… 

¡Splash!

Entonces la mesa se quebró en varias piezas… 

¡Crack!

Las dos dragonesas lentamente giraron sus miradas furiosas hacia mí, y yo tragué saliva. 

"Erm… ¿Mi error?" les mostré una sonrisa incómoda mientras un pedazo de pasta caía de mi mejilla izquierda. 

"Alkelios… Dijiste que llegaste al Despertar Avanzado ¿cierto?" Preguntó Collentra desde atrás de mí. 

Volví a tragar saliva y lentamente me giré hacia la tercer dragonesa enojada quien me observaba con sus brazos cruzados. 

"Erm… ¿Sí?" 

"¡Bien! ¡Entonces sobrevivirás a mi Puño de Furia!" 

"¡Espera! Soy un Duque ahora, ¿no? ¡¿No es malo golpear a un Duque?!" 

"¡Si, es por eso que estas dos adorables señoritas a quien empapaste con mi sopa te golpearán también!" 

"Espera, ¿qué?" miré de vuelta a Seryanna y Kataryna quienes se levantaron y cerraron sus puños. "MUY BIEN, sé que me merezco una pequeña cachetada, pero creo que están exagerando un poco. Solo un poquito… Seryanna, por favor deja de mostrarme ese puño. Erm, Kataryna, ¿por qué estás cubriendo tu puño con una capa de hielo? Collentra… ¡eso es una sartén, no un puño!" 

"Nooo, no estamos exagerando en lo más mínimo. Nos salpicaste de sopa y quebraste una mesa. Eres un Despertado Avanzado, así que deberías saberlo mejor que nadie. Además, deberías aprender a controlar apropiadamente tu propia fuerza." Seryanna me mostró una sonrisa fría. 

"Realmente no me importa, pero les sigo el juego." 

¡Al CARAJO con tu no me importa!

"¡Collentra! Askanti acaba de despertar… Erm, ¿estás ocupada?" Bayuk preguntó mientras se acercaba con el pequeño bebé. 

"¡Abububu!" el pequeñito hizo sonidos de bebé tiernos y las tres dragonesas se derritieron, olvidándose de mí. 

"¡Awww! ¡Que tierno!" tres veces. 

¿Estoy salvado?

Mientras intentaba escabullirme, Kataryna me atrapó en una Prisión de Hielo que llegaba hasta mi cuello. 

"No creas que nos olvidamos de ti. Solo quédate ahí hasta que terminemos de jugar con el tierno bebé." 

"Yo y mi maldita Suerte…" 

Uno pensaría que mis estadísticas debieron haber prevenido que ocurriera este incidente, pero el Universo no veía este caso como uno que amenazara mi vida, tampoco yo, y a pesar de la forma en que la conversación avanzaba, no me sentía como si estuviera en un terrible peligro o como si deseara porque no pasara, así, resultando que no se activara la habilidad pasiva de concederme un 100% de probabilidad de que algo bueno ocurriera. 

Si me mirabas desde otra perspectiva, cuáles eran las probabilidades de ser capaz de que atinara tres tazones de sopa encima de los tres al mismo tiempo Y que quebrara la mesa en el proceso, todo con un solo golpe. 

No mucho después, Seryanna me dio una cachetada en mi mejilla izquierda, Kataryna un puñetazo en mi mejilla derecha, y Collentra un sartenazo en la cabeza… al mismo tiempo con un conteo perfecto. Luego de mi castigo por quebrar la mesa y empaparlas en sopa, Bayuk me dio una escoba y me dijo que limpiara el desastre que hice… obviamente me quejé… esta era probablemente la primera vez que un Duque tenía que pasar por algo tan vergonzoso, pero quebré la mesa. Debí haber controlado mejor mi fuerza. 

Una vez terminado, Collentra me dio un tazón de sopa caliente en una nueva mesa, donde Kataryna y Seryanna se me unieron. Hablamos acerca de otra cosa, como el torneo entrante y nuevas cosas que podría hacer para ellas. Seryanna me contó sobre encontrarme con el mejor herrero del Reino Albeyater y su amiga: Dregarya Gorrashy. 

Entonces, luego de comer, pedimos dos habitaciones separadas en la posada para lavarnos y cambiarnos nuestras armaduras llenas de sopa. Creí que iba a tomar un baño con Seryanna, pero Kataryna se la llevó. 

Gracias a nuestros hechizos y al buen uso de la magia, las armaduras empapadas estaban limpias en nada de tiempo. Dejamos la posada y agradecimos a Collentra por su hospitalidad… y por el sartenazo. 

De vuelta al castillo, partimos caminos otra vez, yo fui a la habitación que el Rey tenía preparada para mí. Aquí, me encontré con Brekkar y Feyumstark quienes estaban teniendo una partida de Ajedrez, les presenté el juego hace unos días por mero capricho, pero aparentemente encendió una chispa de rivalidad curiosa entre los dos. Ambos se las arreglaron para derrotarme en un santiamén luego de mostrarles como jugar. 

Intenté tomar venganza el día de hoy, pero no fui capaz de lograrlo, así que me resigné a ser un humilde observador. Sin embargo, mientras pasaba el tiempo estudiando sus movimientos, el sentido de urgencia empezó a crecer dentro de mí. 

La razón de esto era un asunto bastante importante y crítico que tenía que ser atendido. En menos de una hora, voy a dirigirme al Templo de Drakartus en la capital, donde otra gran ceremonia se va a llevar a cabo. 

Esta vez, no voy a recibir un título o rango en el Reino, sino que iba a ser reconocido oficialmente como el esposo de Seryanna y ella como mi esposa. En efecto, hoy… era el día en que iba a casarme con mi dragonesa pelirroja. 

"Alkelios, relájate. No es nada relevante, y ya te aprendiste de memoria todo lo que debes hacer." Dijo Brekkar justo antes de mover un peón negro hacia C5. 

Estaban empezando un juego nuevo. 

"Viejo lagarto, ¿qué estas tramando?" Feryumstark refunfuñó mirando la mesa, luego movió su Caballero blanco a F3. 

"Estoy totalmente relajado, Brekkar." 

"Estás colgando del techo en tu forma de mitad bestia. Pareces más un murciélago estresado que un dragón. Caballero a C6." 

"¿Huh? No me di cuenta." 

Al menos no dije: ¡Silencio! ¡Merodeo por las noches, porque soy Batdragon!

Eso hubiera sido… vergonzoso. 

"Déjame decirte algo, joven dragón. ¡Incluso yo estaba nervioso el día de mi boda con Elliessara! Peón a G3." 

"¿Lo estabas?" 

"No hay dragón que clame no estar nervioso en el día de su boda. ¡Para ti, esto fue en el día en que también te convertiste en un noble, lo cual por todo derecho te hace incluso más digno de tener la mano de mi nieta! Peón E5." 

"Supongo que así es… pero ¿y si meto la pata?" 

"Entonces solo desea que no pase nada malo." Sugirió el Rey. 

"Sabes, estás en lo cierto. ¡Deseo que nada malo vaya a ocurrir durante la ceremonia de la boda de hoy!" 

"Por cierto, ¡no vas a ir a la boda de mi nieta vistiendo ESO!" levantó su cabeza y me apuntó. 

"¿A qué te refieres?" 

"Estás vistiendo tu propia armadura AL REVÉS!" 

"Alfil G2. El chico debe estar más nervioso de lo que pensó." 

"¡Oh! Es cierto… está al revés… ¡¿cómo pasó eso?!" 

"Tienes suerte de que el encantamiento haga agujeros donde salen tus alas, de otra manera la armadura habría terminado hecha pedazos." Dijo Brekkar. 

"En efecto." Asintió Feryumstark. 

"Soy bueno con los encantamientos… Por cierto, ¿cuál es el puntaje hasta ahorita?" dije mientras volvía a mi forma humana. 

"45 – 45." Dijo Brekkar. 

"Este viejo lagarto es bueno." 

"¡No soy un general solo para mostrar!" 

"¡Y yo no soy un Rey solo para mostrar tampoco!" 

"En serio disfrutan de este juego, ¿no es así?" 

"En efecto, es muy disfrutable. Tenemos uno similar, pero este tiene reglas mejor definidas." Respondió Brekkar. 

"Ya veo… Bueno, iré a cambiarme y a revisar las reglas de la ceremonia de hoy una vez más." Dije yéndome al vestidor y cambiándome al traje que iba a usar para mi boda. 

Era una armadura plateada con decoraciones doradas finas incluidas en el. Esta fue la vieja armadura de bodas de Brekkar que mantuvo solo para tal ocasión. Yo no tenía uno, pero incluso si podía hacerlo desde cero, sentía que era más apropiado aceptar este. Tenía un… valor sentimental. Aparentemente Seryanna iba a vestir el vestido de bodas de su abuela… erm… armadura… cosa. 

Todavía no sabía cómo se veía con el vestido puesto, pero cuando intenté espiar un poco cuando se lo probaba, Kataryna me golpeó hacia el otro lado de la ciudad… aterricé en el carrito de pescado de un pobre dragón. Por supuesto, pagué por el carro y por la mercancía, pero no me quedé con ello. Lo doné a los dragones no tan ricos en los barrios bajos. También les di un manojo de pociones curativas a aquellos que encontré enfermos, razón por la cual aparentemente me volví muy bien recibido por ellos. 

Cuando era hora de dirigirme a mi destino, Feryumstark y Brekkar detuvieron su juego y dejándolo así y me acompañaron a la salida. Los dos tomaron el Carruaje Real, mientras que yo me iba a dirigir hacia allá con Iolaus. Seryanna, Kataryna y las otras mujeres ya iban a estar allá, lo que significaba que nosotros los hombres íbamos a ser los últimos en llegar de acuerdo a la tradición. 

"¿Cómo te sientes?" me preguntó Iolaus con una sonrisa malévola en su rostro. 

"Pronto lo averiguarás también." 

"¿Qué? Yo… erm… si…" 

"¿Es este el carruaje que vamos a utilizar?" dije apuntando al carruaje plateado decorado junto a él. 

"Por supuesto, eres un Duque ahora. Viajar a pie no es algo que se esperara de ti." 

"Creo que me las puedo arreglar. No puede ser peor que correr por tu vida de una oveja hambrienta." 

"Ah, eso debió haber sido horrible." 

"¡Oh sí! No sabes cómo escapé, solo digamos que tiene que ver con un poco de Suerte y conmigo cayendo de cabeza en algo muy desagradable." 

"¡Ew!" 

"¡Oye! ¡Funcionó! ¡Eso es lo que importa!" 

"Aun así es desagradable." 

"Vamos andando… no quiero tener a Seryanna esperando…" 

"No lo harás, confía en mí. Las chicas trabajaron muy duro para preparar esta boda, especialmente la fiesta de celebración." 

"En efecto, dieron lo mejor…" 

"¡Yo no puedo esperar por ver el momento en que Brekkar te golpea en la cara en la fiesta!" 

"Esa es una parte que no estoy esperando para nada…" 

El conductor del carruaje tiró de las riendas, y el Khosinni empezó a trotar y lentamente moverse a medio galope. Nos dirigíamos hacia el Templo de Drakartus, sin paradas en pit permitidas. 

Durante el viaje, me recordó el momento cuando llegó la charla sobre las preparaciones de la ceremonia, en donde yo, Iolaus y Brekkar fuimos literalmente lanzados fuera de la habitación por Kataryna y Kleo. Más tarde, la Reina se les unió también, y como resultado, el Rey se unió a nuestro alegre grupo. Estos dragones me ayudaron a entender las tradiciones, así como a aprender las líneas que debía decir, pero a pesar de que practiqué todas ellas muy bien, estaba nervioso hasta la médula.




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