100 Luck and the Dragon Tamer Skill! Arco 2-26.2

Capítulo 26: Pertiko y los Paladines (Parte 2)


"¿Tal vez deberíamos tomar una desviación?" preguntó Kleo repentinamente.

Mirándola de vuelta, vi que estaba un poco preocupada sobre el encontrarse con estos Paladines. Viendo como ella era un necromancer y todo eso, era altamente probable que ellos la vieran como su enemigo.

Seryanna la miró por un momento y dejó salir un suspiro "Seguro… Tomaremos una desviación."

"Gracias…" respondió Kleo.

Kataryna no comento nada, y yo no sentía que este fuera el lugar para soltar mi opinión. Por mi yo quería ver a estos llamados Paladines, pero no si eso significaba arrojar a Kleo encima de sus espadas, sin bromas pervertidas implicadas.

"¿Quién va ahí?" alguien nos gritó.

Por favor díganme que esta no es esa situación cliché donde nos encontramos con aquel que nos llevará adentro… pensé y mire en dirección del tipo nuevo.

Era un dragón con escamas blancas brillantes vistiendo una armadura de acero pesada. Placas gruesas de armadura grabadas con extrañas runas lo protegían de los ataques. Él era un tanque caminante con cola y un par de alas. Un escudo en su mano izquierda y una espada larga en su derecha le daban un aspecto más intimidante, pero a diferencia de los que veía seguido en los juegos, este tipo estaba vistiendo su casco.

Yo y mi maldita suerte… me quejé en mi mente.

Teniendo a las chicas y por ende a mí en problemas no era mi idea de ‘buena suerte’.

"¡Seryanna Draketerus, caballero de La Tercera Princesa del Reino Dragón Albeyater, Elleyzabelle Sojourn Seyendraugher!"

"¿Qué hay del resto?" preguntó apuntando su espada hacia nosotros.

"No me siento con ganas de decirte mi nombre, pero te diré esto. ¡Soy alguien con quien no te debes meter!" Kataryna lo advirtió con una sonrisa escalofriante.

"Yo… er… ¿Qué soy exactamente?" pregunte inclinando mi cabeza.

Seryanna suspiró y sacudió su cabeza.

"Ellos están conmigo. Ninguno de ellos representa peligro alguno para ti o esta villa. Escuchamos su situación y la entendemos. ¡Caminaremos alrededor de la villa y seguiremos con nuestro camino!"

"Si en efecto eres un caballero, ¡entonces por ningún motivo te forzaremos a rodear la villa! ¡Me ofrezco yo mismo como su guía hasta que pasemos por dentro!" declaró el paladín mientras envainaba su espada.

Nos miramos unos a otros por un momento, pero viendo cómo se ofrecía el mismo de esa manera, podría haber sido sospechoso o grosero de nuestra parte si lo rechazábamos. Kleo nos dio una pequeña reverencia, y pasamos de los dos guardias.

"¿Qué la trae a estas partes tan remotas, Sir Seryanna?"

Ella no respondió, solo le lanzó una mirada casi como si ella tuviera la intención de aplastarlo bajo su pie.

"¡Ah! ¡Perdóname! Mi nombre es Blake Merchant. He sido un Paladín por seis años hasta ahora. ¡Un placer conocerla!" dijo el, deteniéndose y reverenciando como un verdadero caballero. 
{Caballero en la forma de cordialidad, no de puesto.}

Solo entonces Seryanna apartó su mirada.

"Simplemente estoy regresando de la casa de mi abuelo. La última vez que pasé por esta villa, no parecía estar bajo ningún tipo de amenaza. ¿Cuándo fue que los zombis empezaron a atacar?" pregunto fríamente.

Ella en verdad es una reina de hielo… ¡Me alegro de estar aquí para calentarla! Sonreí en mi mente, viendo como mis manos estaban descansando en su cintura.

"Cerca de dos semanas. La mazmorra al norte de aquí empezó a actuar extraño, y una ola entera de zombis salió de ella. Fueron vencidos con facilidad, pero ellos seguían viniendo y viniendo. De vez en cuando, un dullahan o un grupo de esqueletos guerreros tratarían de atacar la villa, pero nos las arreglamos para hacerlos retroceder." Explicó Blake mientras nos guiaba a través de la villa.

A primera vista, pensé que estábamos caminando por una villa fantasma, pero enfocando la vista, me di cuenta de la mirada asustada de los ciudadanos asomándose desde atrás de sus ventanas. Ninguno estaba afuera excepto por aquellos lo suficientemente valientes o por los Paladines. También ellos eran bastante numerosos, no uno o dos. A lo mucho, conté seis de ellos y cerca de ocho guardias de la villa.

"¿Cuándo fue que empezaron a sospechar que esto debía ser la obra de un necromancer?" Preguntó Seryanna.

Hablando de que, Kleo estaba escondiendo su rostro y aferrándose fuerte a la espalda de Kataryna. Esta era una clara señal de que a ella no le gustaba la presencia de estos tipos blindados.

"Hace cuatro días cuando uno de los aldeanos que desapareció regresó como un zombi come carne."

"¿Hay alguna diferencia?" pregunté curioso.

"¿De aquellos que aparecieron en la mazmorra? ¡Ciertamente! Aquellos que aparecen en una mazmorra no pueden dejar su territorio y son fáciles de matar. Cuerpos reanimados, por otra parte, necesitan ser cortados en piezas y entonces quemarse para asegurarse que se mantengan muertos. ¡Por supuesto, nosotros los Paladines somos capaces de usar [Repel Undead], [Holy Light] y [Release Soul]! ¡Con estos hechizos, no hay necromancer que pueda meterse en nuestro camino!" declaró Blake orgulloso.

"Aun así, si tu nivel de poder es menor que el del hablado necromancer, fallarás en el uso del hechizo y solo a lo mucho, dañarás sus creaciones." Agregó Kataryna.

"Al final, ¿cortarlos es la mejor opción?" pregunté.

"¡Ahem! Si, para los no Paladines, lo es." Se rehusaba a admitir la derrota.

"¿Así que el fuego que vimos ahí?" Preguntó Seryanna apuntando al pilar de humo a nuestra derecha.

"Cuerpos quemándose, nada más." Respondió Blake sacudiendo su cabeza.

Continuamos caminando en el camino principal a través de esta villa, mientras miraba alrededor curioso hacia ambos, aldeanos y Paladines que patrullaban el área. Estaba empezando a suponer que se estaban preparando para algo grande, especialmente viendo sus números y su diligencia.

Todo este tiempo, Kleo no soltó ni una palabra y continúo ocultándose a sí misma entre las alas de Kataryna. Tal vez ella también podía ocultar su energía necromancer detrás de ella también. Hasta el momento, el Paladín junto a nosotros no parecía haberse dado cuenta, pero si uno fuera a hacerlo, me tenía que preguntar si ellos nos irían a atacar o no.

Yendo por el orden de las cosas en la escala de estupidez, ellos verían a Seryanna como una no despertada y harían a un lado su autoridad. Kataryna sería como que defendería a Kleo, y yo ciertamente no me quedaría de brazos cruzados y mirarlas siendo atacadas por estos dragones. Si llega a ocurrir lo peor, invocaría a Gragh’jaggar para sacarnos de aquí, y a Jophiel para limpiarnos el camino. O mejor aún, probaría [The effect of Tzuika] y [Super Chihuahua Style]. De alguna manera lo segundo sonaba más como un efecto secundario del primero. Pensé mientras miraba a los Paladines.

Cuando alcanzamos el centro de la villa, vimos señales de una batalla reciente aquí. Había sangre salpicada sobre el suelo, una espada quebrada que estaba junto a un pozo, ahora tapado con tierra, y un montón de marcas de corte en los edificios cercanos. Aparte de eso, la villa no parecía haber sufrido cualquier otro daño mayor, lo que significaba que los atacantes fueron repelidos en este punto, donde había espacio para pelear. 

Mirando alrededor, avisté un grupo de cuatro Paladines viniendo en nuestra dirección. Uno de ellos tenía una armadura de aspecto mejor que la de los demás, con más cosas brillantes en ella, así que yo estaba suponiendo que él era el perro (dragón) mayor aquí. Eso o un noble rico demasiado presumido.

"¡Paladín Blake! ¿Quiénes son estas personas? ¿Por qué dejaste que entraran?" el hombre en la armadura brillosa preguntó furioso.

"¡Gran Paladín Baltros! Ella es Sir Seryanna Draketerus, y estos son sus acompañantes. Los dejé entrar debido a que pensé que decirles que fueran alrededor de la villa seria grosero y descortés de mi parte." El reportó después de saludar poniendo su mano derecha en su corazón y haciendo una pequeña reverencia.

"Entiendo. Así que, Sir Seryanna, ¿qué es lo que la trae a usted y a sus acompañantes a esta parte del país?" pregunto Baltros después de tomar una larga mirada a cada uno de nosotros.

"Asuntos personales, Gran Paladín Baltros." Respondió fríamente.

Él la miro a los ojos y luego a mí. Tragué saliva y me escondí detrás de ella.

"No importa, por favor tenga cuidado en su camino fuera de esta villa. Como puede ver, tenemos nuestras manos un poco ocupadas al momento con nuestro actual problema de zombis." Extendió sus brazos haciendo referencia a toda la villa.

"Ya veo. Seguiremos con nuestro camino entonces." 

"¡Entendido!" 

Fue ahí cuando uno de los Paladines detrás de Baltros dio un paso al frente.

"¡Espera!" gritó.

Seryanna levantó una ceja en respuesta.

"Paladín Iolaus, ¡¿Cuál es el significado de esto?!" demandó Baltros, disparando una mirada a su subordinado.

"¡Gran Paladín Baltros, si ella es Seryanna Draketerus, entonces aquella que se esconde detrás de la dragonesa de escamas plateadas no es otra que Thraherkleyoseya Draketerus!" declaró.

¡WOW! ¡¿No solo recordó su nombre completo, sino que también sabe cómo pronunciarlo?! Fue mi primer pensamiento antes de que el resto de mi cerebro despertara y entendiera el peligro en que este idiota nos estaba metiendo.

"¿Y?" preguntó Baltros.

"Thraherkleyoseya Draketerus es una dragonesa necromancer de escamas negras. ¡Ella debe ser quien trajo a todos estos zombis y perturbó la mazmorra!"

"¡Como te atreves a acusarme, tu infiel bueno para nada!" gritó Kleo.

"¿Infiel?" Pregunté confundido.

Seryanna suspiró y frotó su frente con dos dedos.

"¡No soy ningún infiel! ¡Si hubiera sabido que es lo que eras en aquel entonces, yo nunca habría dicho esas palabras!" grito en respuesta.

"Sir Seryanna, ¿es cierto lo que está diciendo mi subordinado?" preguntó Baltros mientras ponía su mano en la empuñadura de su espada.

"¿Acerca de él siendo infiel?" preguntó confundida.

"La otra cosa…"

"Incluso si es así, tú no tienes la autoridad para llevarte a mi hermana. Si te atreves, tendrás que pasar a través de mí." Ella le lanzo una mirada congelada y puso su mano en la empuñadura de su espada.

"¡Me temo que sí! ¡Fui designado por el rey mismo para eliminar todos y cada uno de la escoria necromancer que pasara por aquí bajo sospecha de ser el causante de esta plaga que ha caído en esta villa! ¡Si dejo que esta… cosa se vaya, entonces también deberé dejar a esta pobre gente a su suerte!" declaro Baltros desenvainando su espada.

"Erm, ¿no podemos solo hablar de esto?" pregunté, esperando calmarlos un poco.

"¡Todos aquellos que se pongan del lado de un necromancer son enemigos del Templo de Luz y como tal, enemigos del reino también!" declaró Baltros rápidamente.

Blake se separó lejos de nosotros y desenvainó su espada también, mientras el resto de sus camaradas los siguieron.

"No está escuchando, ¿no es así?"

"¡Nope!" dijo Kataryna con una risilla.

"¡Pregunta, Paladín Baltros!" Grité.

"¡Es Gran Paladín Baltros para ti!" me corrigió.

"Gran Paladín Baltros entonces. ¿Alguno de ustedes ha sobrepasado un nivel de poder de 500 o ha alcanzado un Despertamiento Avanzado?" pregunte sonriendo.

El dragón entrecerró sus ojos a mi pregunta. Para ser claro, todos ellos se miraban similares en términos del aspecto de su forma despertada, lo que significaba que la cabeza humanoide con unas cuantas escamas y ojos de dragón, cola larga, alas o no alas, dependía del individuo.

"¿A qué te refieres? ¿Qué si no lo hemos hecho?" 

"Entonces ustedes no pueden derrotar a NINGUNO de nosotros. ¡Todos ustedes morirán de una forma horrible mientras rompemos sus huesos y molemos sus músculos a pasta!" sonreí "No habrá ni una pizca de polvo si vamos con todo contra ustedes. ¡Diablos, ella puede estornudar y todos ustedes sufrirán una muerte agonizante!" carcajeé y apunté a Kataryna.

Yo estaba mitad fanfarroneando y mitad esperando que esto los asustara lo suficiente para que no trataran de enserio atacarnos. Ellos no eran los malos, solo tontos equivocados, pero si ellos trataran de matarnos, serian tontos equivocados muertos.

"Si esto no es suficiente, entonces Brekkar Draketerus se asegurará de matarlos por tocar a sus nietas." Me encogí de hombros, trayendo el nombre del famoso general en el cumulo de amenazas.

"¡El viejo general ha sido golpeado por una enfermedad incurable! ¡Todo mundo sabe eso!" trato de quitarme las palabras.

"¿Lo está?" le mostré una sonrisa cargada de malicia.

"El niño lo curó, así que ya no más." Kataryna me dio soporte.

"¿Entonces? ¿Qué es lo que será? Una batalla para sus agonizantes y doloras muertes o…" dije sonriendo, pero antes de que tuviera la oportunidad de terminar mi oración, alguien llegó gritando.

"¡Los zombis están viniendo! ¡Los zombis están viniendo!" grito y corrió justo entre nosotros.

Era un simple aldeano dragón antropomórfico.

Todos miramos como pasaba y se escondía en su casa.

"Erm…" mire de vuelta a Baltros.

Entrecerró sus ojos y envaino su espada.

"¡Sir Seryanna! ¿Juras en el nombre del rey que tu hermana no es la culpable de este desastre?"

"¡Juro en el nombre del rey que Thraherkleyoseya Draketerus no es aquel a quien estas buscando!" 

"Muy bien entonces, te creo. ¡HOMBRES! ¡A sus puestos! ¡Tenemos que enviar una armada zombi de vuelta a sus tumbas!" grito Baltros y entonces nos miró a nosotros "Dado que todos ustedes están aquí, su poder puede ser necesitado en esta batalla. Tu no dejaras que una de las villas del rey sufra este tipo de ataque, ¿o sí?" pregunto.

"¡Por supuesto que no! Yo y mis compañeros les daremos una mano eliminando esta amenaza. ¡De esta manera, les probaré a ustedes que no somos sus enemigos!" declaró y desenvaino su espada.

"Espera, un juramento fue todo lo que tomo para que él se retirara, ¿en serio?" pregunté confundido.

"El juramento de un caballero en nombre de su rey nunca debe tomarse a la ligera." Me dijo mientras se bajaba del Khosinni.

"¡Dragones! ¡Esta noche lucharemos por la Luz! ¡Prevaleceremos ante nuestros enemigos no-muertos!" gritó el Gran Paladín Baltros mientras cargaba hacia los zombis junto con el resto de sus camaradas.

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