100 Luck and the Dragon Tamer Skill! Arco 2-25.2

Capítulo 25: Un Beso Bajo la Lluvia (Parte 2)


"¡No!" respondió ella sacudiendo su cabeza.

"¿Por qué?" pregunté girando mi cabeza a otro lado.

"Porque no te ves tan… ¿enérgico?"

"Me quedé sin baterías… Ve a comprar algunas. Hay una tienda al otro lado de este planeta."

"No sé qué son esas, pero estoy bastante segura de que no puedo usarlas para hacer algo pervertido. ¡También! ¡¿Por qué estas tratando de deshacerte de tu amiga de esa forma?! ¡Eres muy malo!" dijo poniendo su puño y girándolo en mi cabeza.

"¡Ouch! ¡Detén eso!" dije golpeando su mano lejos y frotando el lugar afectado.

Ella me mostró una gran sonrisa.

"¿Qué?"

"¡Huhuhu! Realmente te gusta mi hermana, ¡¿no es así?!" me enseñó una mueca malévola.

"Nooo… sí." Dejé salir un suspiro de derrota.

"¿Y? ¿Por qué no puedes solo decirle eso?"

"Erm… Si no estuviera pensando en ello seriamente, podría. Lo tomaría solo como una broma, un juego, pero no puedo hacer eso."

"Así que, para ser claros, ¿solo estas temeroso de decir ESAS palabras?"

"Si… digo, ¿qué si ella dice que no?"

"¿No estabas exactamente en esta misma situación desde que la conociste? ¿Qué pasa con este drama?"

"Erm…" rasqué la parte de atrás de mi cabeza.

Técnicamente corrí todo el camino hasta aquí porque quería estar junto a ella. Sabía que yo tenía más sentimientos por ella que los que tenía por cualquier otra persona en ese momento. Incluso así, no me sentía listo para este paso. También estaba el asunto de nuestras especies… ¿podría hacerla feliz? ¿Podría ser capaz de satisfacerla? Y no en ese tipo de forma… bueno, tal vez también de esa forma.

"¿Qué si no soy el elegido?"

"¿Acaso importa?"

"Si importa… ¿no importa?"

Poniendo un pie sobre la mesa y mirándome como un yakuza en un bar, ella me pregunto "¿Eres idiota? ¿Cómo llegarás a saber si ella es la indicada o no si ni siquiera tienes las agallas para ir e intentarlo?"

"Pero…"

"¡Sin PEROS!" me interrumpió, me mostró la palma de su mano, y sacudió su cabeza. "¡Escucha! Cuando sientes que te gusta alguien, vas a por ello, no huyes de eso. ¡Vas y te confiesas! Y no importa que pase, sabes que al menos lo intentaste. Ella no podría ser la indicada, o tal vez termines en una relación de dos días. ¡Eso no importa! ¡Tú al menos lo intentaste, y puedes seguir adelante!" dijo orgullosa y sonriendo.

"Pero ella es un caballero."

"Si, eso podría tornar las cosas complicadas, pero…" ella levanto un dedo "esto no te detuvo hasta ahora para coquetear con ella. ¡Tsk! ¡Tsk!" sacudió su cabeza de izquierda a derecha.

Agaché la mirada y suspiré.

Si… eso no me detuvo… ¿así que porque estoy dudando ahora?

Incluso aunque era Kleo la bromista quien me estaba dando consejos sobre amor, sus palabras eran en efecto ciertas, y muy adentro, yo concordaba con ellas. Tal vez yo era solo un tonto que miraba las cosas desde el punto de vista del miedo en lugar de simplemente dejar que las cosas sean como deban ser como lo he hecho hasta ahora.

¿Tengo miedo de perder a Seryanna? Incluso aunque no es humana, ¿tengo miedo de perderla?

"Escucha…" dijo Kleo, y yo levanté mi mirada "creo que solo estas siendo un poco cobarde por ahora. ¡Así que escúchame y ve con ella y declárate! En el peor de los escenarios, tienes a Kataryna. Ella ya está contigo."

Yo solo levanté una ceja a su última frase. La diferencia de edad era un poco muy grande para manejarla ahora mismo. Otra vez… Seryanna era una abuela anciana también en estándares humanos.

"Ugh… si… Nada que perder. Tal vez solo estoy siendo un cobarde." Asentí y me levanté de la mesa.

"Dos monedas de plata a que lo botan." Dijo uno de los dragones que nos escuchó.

"¿Oh? ¿Apuestas? ¡Yo apuesto cinco!" dijo Kleo.

"¡¿Por qué apuestas en contra mía?!"

"¡Ehehe!" ella meramente se rio y froto la parte de atrás de su cabeza.

Dejando salir un suspiro, me di la vuelta y me puse en camino por el bar.

¿Va a estar realmente bien todo esto?

"Perdóneme, podría…" traté de preguntarle al barman.

"Tercera puerta a la derecha. Ve por ella, niño. ¡Estoy apostando dos monedas a tu favor!"

"¿Tú también?"

Supongo que, de una u otra forma, la gente encontró algo interesante para hacer cuando todos estaban aburridos a más no poder gracias al clima.

¿Debí haber hecho una apuesta también? Me preguntaba mientras subía las escaleras.

Una vez que estaba frente a la puerta, tomé un respiro profundo y giré la perilla. Desafortunadamente, me olvidé de mi fuerza y la saqué fuera de su lugar en la puerta.

"¡Oops!" dije y entonces me di cuenta de Kataryna encima de Seryanna sobre la cama. "Erm… No quise a…" tomé un paso hacia atrás mientras empezaba a murmurar algo. "No sabía que tú y Kataryna eran así… Me refiero… Lo siento… Y por la puerta… Adiós." Tiré la perilla y corrí.

¿Por qué estoy corriendo? ¡¿Qué demonios?! Pensé mientras bajaba las escaleras y volé pasando a Kleo.

"¿Qué pasó? ¿A dónde vas?" ella pregunto desde atrás, pero yo solo me dirigí a la puerta.

Todavía estaba lloviendo y mi mente estaba yendo de izquierda a derecha, arriba abajo, en círculos, en todos lados. Honestamente no sabía en qué pensar, y como hombre, quería golpearme en la cara por la tontería que acababa de hacer.

¿Por qué corrí? ¡Maldición! Grité en mi mente mientras me detenía a las afueras del pueblo, respirando con dificultad y dejando que la lluvia me empapara hasta el hueso.

El cielo fue partido por un relámpago, y un ruidoso trueno le siguió enseguida. Apreté mi mandíbula y me preguntaba si estaba llorando, pero esto era realmente estúpido.

¿Por qué demonios me siento como que perdí? ¿Qué demonios? ¡Soy un hombre! Traté de forzarme a mí mismo el no sentirme como un pedazo de mierda, pero ni siquiera yo sabía porque me sentía de esa manera.

Normalmente, no se suponía que la chica fuera la que corriera, ¿y que yo la siguiera? ¡Ese era el camino normal en como las cosas trabajaban! ¡Yo podía haberme enojado con ella o algo por el estilo, no correr de esa forma!

"Mierda…" maldecí y golpee un árbol.

Se rompió como un palillo de dientes y se vino abajo.

"¡Alkelios!" gritó Seryanna.

No me di la vuelta. No respondí.

¿Por qué esta ella aquí?

"¡Eso no era como se miraba que era! ¡Lo juro! Yo y Kataryna no somos como eso…"

Oh Dios, por favor mátame ahora mismo… Realmente, tengo una pésima suerte, ¿así que podrías cancelar eso y que no se cumpla?
Pensé y dejé salir un suspiro.

Cerré mis ojos y dejé pasar un momento para aclarar mi mente de todos los pensamientos innecesarios acumulados en mi cráneo.

Sin cuidado, me gire y la mire directo a los ojos.

Tomando un respiro profundo, me confesé "Te quiero."

"¿Qué?" pregunto ella con grandes ojos.

"Te quiero." Dije otra vez y me sonrojé.

"Eso es… erm… No sé qué decir…" ella evitó mi mirada y agachó la suya.

Dejé escapar un suspiro y miré arriba.

"Hoy realmente ha sido un paseo de montaña rusa."

"¿Una qué?" pregunto confundida.

"Emociones yendo arriba y abajo, de lado a lado… Era un desastre; un extraño, muy poco entendible desastre. Yo probablemente hice un tonto de mí mismo al correr de esa forma e incluso pensando que tú y Kataryna eran algo más…"

"¡Yo y Kataryna no somos eso!" ella replico fuertemente.

"Si, lo se… Solo era yo pensando cosas estúpidas…" me reí, ¿pero tal vez estaba llorando también?

No podía decirlo, estaba lloviendo muy fuerte.

"¿Entonces tus palabras justo ahora?" pregunto un poco silenciosa.

"Son verdad… No vine hasta aquí solo para decirte que somos amigos. Si, somos amigos, pero yo vine todo este camino porque no quería dejarte ir. Porque tal vez, en algún lugar muy profundo, yo quería estar contigo."

Seryanna me miró sin mostrar ni un simple gesto. Gracias a la lluvia, no podía saber si ella estaba llorando o no. Todo este tiempo, el cielo se encendía por los relámpagos de vez en cuando, mientras que los truenos ensordecedores trataban de cubrir nuestras voces.

"Pero soy un dragón."

"Y yo un humano."

"Y yo un caballero."

"Y yo técnicamente un héroe." Sonreí.

"Si mi maestro me dice que elija entre tú y el reino… Yo…" se detuvo y apretó un puño en su pecho.

"Tu harás lo correcto." Pero lo que yo quería decir era ‘Tú me escogerás.’

"Alkelios… Yo…" ella se acercó y se detuvo justo un paso lejos de mí.

"Seryanna…"

"Si podemos estar juntos… Quiero que estemos juntos. Yo también te quiero…" me dijo con una suave sonrisa.

En respuesta a sus palabras, di el paso al frente y la abracé. Nuestro beso fue el más placentero que haya tenido en toda mi corta vida. La lluvia no se calmaba para nada, y los cielos seguían rugiendo sobre nosotros. No era exactamente el lugar más romántico en el que podríamos estar, pero ese beso fue simplemente divino. Hizo que todo alrededor de nosotros se viera insignificante, incluyendo el diluvio, el cual se llevó lejos todo el miedo y preocupación de mi corazón.

[Punto de vista de Kataryna]


Después de que Seryanna se apresurara fuera, me levanté de la cama y miré a la puerta quebrada.

"Yo no pagaré por esto." Murmuré y fui hacia abajo.

"¡Hey! ¡Hey! ¿Qué pasó?" preguntó Kleo.

"Larga corta historia, el idiota pensó que yo y la pelirroja estábamos juntas."

"¿Qué? ¿Tú y mi hermana estaban en una relación? ¡¿Por qué no me llamaron?!"

Levanté una ceja y la miré estupefacta.

"En serio, ¿qué está mal contigo?"

"Nada… Soy una tierna, dragonesa normal. ¡Tehe!" saco su lengua.

"¿En qué reino?"

"De cualquier manera, ¿vas a estar a favor o en contra de Alkelios? ¡Huhu! ¡Todo mundo ya puso una apuesta!"

Mirando alrededor, vi a toda la gente aquí con una mueca en sus rostros.

"Muy bien, 20 monedas de oro en que Alkelios gana el corazón de Seryanna."

"¿Qué?"

"No tiene caso retirarse."

"¡Hey! ¡Hey! ¡No es justo! ¡Eso es demasiado!"

"Bien… 5 monedas de plata entonces."

"¡Huhu! ¡Eso está mucho mejor! ¡Ahora todas las apuestas están cerradas!"

Bueno, yo ya sabía que es lo que iba a pasar, no había punto en que yo apostara en contra de Alkelios. Si el humano no decía o hacia algo increíblemente estúpido, entonces no había manera de que ellos no trataran siquiera de empezar una relación. Otra vez, la idea del trio aún seguía pegada en mi cabeza por un tiempo.

¿Tal vez si deberíamos darle una oportunidad? Me pregunté mientras me sentaba en frente de la barra y pagaba por mi bebida.

Alkelios y Seryanna regresaron empapados y sosteniéndose de las manos. Yo gané una gran suma, la cual usé para pagar por más bebidas. El chico pagó por la puerta quebrada, y fue reparada para el tiempo en que la cena estaba lista. Aun así, algunos de los dragones ahí felicitaron a Alkelios, pero si hubieran sabido que era humano, las cosas habrían sido un poco diferentes. Incluso Seryanna se miraba como uno con toda esa armadura encima de ella.

Después de que comimos, decidimos quedarnos ahí esa noche, pero debido a la falta de espacio rentable, todos nos abarrotamos en la misma habitación. Los dos tortolos durmieron juntos en la cama, mientras que Kleo y yo usamos nuestras bolsas para dormir en el suelo.

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