100 Luck and the Dragon Tamer Skill! Arco 4-108.1

Capítulo 108: Huérfanos (Parte 1)


[Punto de vista de Alkelios]

Seguimos al joven Amadeus a través de una de las calles concurridas de Mathias, y con cada paso que dábamos sentíamos como nos acercábamos más y más a algunos de los agujeros infernales abandonados donde ni una pizca de civilización podía ser encontrada, una zona de crepúsculo abandonada.

Desde afuera no parecía que hubiese tantos problemas como se esperaría en este lugar. Los edificios en el borde tenían buen aspecto para que los visitantes que pasaban cerca pudieran simplemente ignorar o pasar de largo estas contorsionadas y confusas calles ocultas. Los guardias inmediatamente nos miraron extraño el momento en que seguimos a Amadeus por uno de estos callejones, mientras que se formaba una sonrisa codiciosa en aquellos que parecían ladrones o rufianes.

Había una gran diferencia entre esos dos tipos de individuos y el pobre grupo que no tenía elección que vivir en este lugar olvidado por dios, y esa era la mirada en sus ojos. Una mirando al mundo a través del espectro de la oportunidad y el dinero, mientras los otros lo hacían con la de sufrimiento y desesperación. La gente pobre que estaba viviendo aquí quería tener lo que los demás ya sea ganándoselo o por tener la posibilidad de ser renacido en una familia afortunada. Los pobres no pensaban en robar, solo querían salvación de su sufrimiento.

Como tal, yo sabía muy bien a quien dirigir mi instinto asesino y a quien mi compasión.

"La primera vez que vine a un lugar como este, no podía creer las terribles condiciones en que esta gente vivía." Dijo Ildea mirando los alrededores con una mirada que reflejaba la lástima que sentía.

"¿No te atacaron?" preguntó Kalderan.

"No. Ya me miraba como una mujer abandonada por los dioses, más pobre que ellos y apenas aferrándome a un hilo de vida. No tenía nada que pudieran robarme."

"Si alguien lo intenta, yo los detendré." Declaró Coshun.

"Gracias."

Mientras tanto, Risha sostenía a Tamara de la mano, quien estaba cerca de mí. Tenía sus orejas dobladas en su cabeza dado que ella sabía que, a los ojos de estos sujetos, ella todavía era una preciada posesión que podrían vender a un adinerado esclavista. Sin embargo, con Coshun alrededor, probablemente pensaban que no tendrían ninguna oportunidad si se atrevían a atacarnos, así que solo podían observarnos de lejos o intentar preparar un plan para tomarla de nosotros.

"¿Ya llegamos?" preguntó un impaciente Kalderan.

"Ya casi señor. Es a la vuelta de la esquina." Dijo Amadeus apuntando al final de la calle.

Las casas se veían peor en ese punto. Una estaba medio quemada hasta los cimientos y solo el porche quedaba intacto con la mitad de su puerta frontal colgando de su única bisagra y meneándose con el viento. Junto a ella estaban los restos huesudos de un caballo muerto. Alguna especie de roedor estaba masticándolos, pero no parecía una rata, estaba demasiado grande y desaliñada, y su lengua era bífida, como una serpiente.

La casa en la esquina me recordaba a una mansión abandonada embrujada que apenas podía soportar su propio peso. Era bastante tenebrosa, pero no podía evitar sino preguntarme como todos estos edificios terminaron de esta forma. Tenían una especie de historia tras de ellos, pero lo que realmente quería preguntar era por qué la gente que vive dentro ni siquiera se preocuparía en cuidarlas.

Tal vez debido a que me vio observando la casa, Amadeus me dijo "Ese lugar pertenece a la Black Company. Durante el día no hay mucha actividad sucediendo por aquí, pero en la noche, hay un señor grande y aterrador que pide una contraseña de aquellos que quieren entrar."

"¿Hm?" lancé un largo vistazo al edificio.

"Ese lugar debe ser una casa de subastas del mercado negro." Dijo Coshun.

"¿Casa de subastas?"

"Sí, pero para cosas ilegales como objetos prohibidos, magia, o incluso esclavos de sangre noble. Aunque técnicamente es legal vender y comprar esclavos en este reino, es ilegal hacerlo con alguien que proviene de una familia noble. Ellos temen que, si un extranjero posa sus manos en un noble, también podrían poner sus manos en este país a través de su conexión sanguínea."

"¿No es eso un poco ridículo?"

"Lo es, pero quien crees que se moleste en revisar. Justo como era en nuestro mundo para la mayoría de la gente. No importaba si alguien era realmente malvado, solo necesitaban verse como tal para ayudarte a señalarles con el dedo." Dijo Kalderan.

"Supongo que conozco el sentimiento…"

Hubo esos momentos en el Continente Dragón cuando me di cuenta que ser un humano en una tierra gobernada por draconianos era un poco aterrador. Es verdad, era mucho más débil que hoy en día, pero esto no paraba que algunos de los más fuertes me miraran con preocupación y miedo. Aquellos que sufrieron en la gran tragedia de hace 42 años guardaban un poco de temor por la humanidad en general. Aunque, ahora que he visto esta parte del mundo también, puedo decir con firmeza que no tenían nada que temer. A menos que fueran arrastrados con un collar de esclavos en su cuello, no había forma de que los poderosos dragones y dragonesas del Continente Dragón pudieran ser contenidos por estos débiles humanos.

Aquellos que atacaron Albeyater definitivamente no eran parte de los debiluchos de la humanidad, y el hecho de que solo uno en todo ese ejército fuera un Despertado Avanzado, mostraba que a los reinos humanos les hizo falta confianza para creer que esa campaña tendría éxito.

Si hubieran enviado a más de un Despertado Avanzado, o como los humanos los llaman, Héroes o Despertados, entonces tal vez el territorio Draketerus seguiría bajo el dominio de los humanos, y la guerra de tres días se hubiese extendido hasta tal vez treinta años. El Imperio Embryger habría tenido una buena excusa para enviar sus tropas y establecer dominio sobre un Reino Albeyater más débil y mal organizado, incapaz de ya no proteger sus fronteras.

Si eso hubiese sucedido, era difícil imaginarme como marido de Seryanna. Habría sido literalmente imposible que me convirtiera en lo que soy hoy en día. Aunque tal vez la Entidad Divina me habría enviado a otro país como Shion, Ozur o Novarak, que se encontraban al este del continente. O tal vez a Olvia o Parand, que estaban al sur.

Al pensar esto, me pregunté algo.

"Coshun…"

"¿Sí? ¿Qué sucede?"

"¿Por qué es llamado Lenguaje Dracónico Oriental y no Lenguaje Dracónico Occidental? Albeyater no se encuentra exactamente en la costa este del Continente Dragón…"

"Debido a que Dracónico Oriental es meramente el nombre del dialecto que se originó en las zonas del este del continente. También existe un Dracónico Occidental, el cual se puede encontrar en las regiones suroestes del continente. Las áreas alrededor de nuestros puertos en Albeyater también lo hablan. También tenemos Dracónico del Sur, Dracónico del Norte, y Dracónico Céntrico, que en su mayoría son hablados en el Imperio Embryger."

"¿Puedes mostrarme un ejemplo de Dracónico Central?"

"Ciertamente puedo, amable dragón. Estoy agraciado de hablar en Dracónico Céntrico como bien te puedes dar cuenta por ti mismo."

Lo miré directo a los ojos y parpadeé dos veces.

"¿No es eso solo… forma de hablar noble?"

"No. Las palabras son un poco diferentes de las que usamos en el Dracónico Oriental."

"¿Huh?" miré a los otros para que confirmaran.

"Oye, a mí no me mires, no puedo notar la diferencia aunque quisiera."

"No entiendo, ustedes tres hablaron en un lenguaje extraño." Dijo Risha.

"Yo tampoco entiendo."

"Naturalmente, los humanos no creen que sea útil estudiar y aprender el Lenguaje Dracónico." Dijo Coshun con una sonrisa incómoda en el lenguaje de Ten Swords.

"Cierto." La princesa asintió.

"Ya llegamos." Amadeus interrumpió nuestro pequeño debate, y cuando miré adelante, vi una casa que, 100% seguro, era un riesgo de incendio y terremotos.

La casa por si sola se inclinaba un poco a la derecha. Las puertas y ventanas estaban agrietadas y torcidas, dejando que entrara el aire. No servían para mantener el frío afuera durante el invierno. Las tablas del piso parecía que fueran a quebrarse si yo o Coshun las pisábamos, y había dos grandes arañas en las esquinas del techo observándonos con sus ocho ojos. Si mi suposición era correcta, entonces probablemente esos dos arácnidos eran de un nivel superior a la mayoría de rufianes por aquí.

"Vives… ¿en eso?"

"Sí… no pude arreglármelas muy bien luego de mi viaje hasta aquí…"

"¿Viaje? ¿Desde dónde?" Preguntó Ildea.

"Akutan. Somos… refugiados."

"¿Por qué siento que son víctimas de los héroes humanos?" dijo Kalderan.

El chico no respondió, pero Ildea soltó lo que tenía en su mente "Tal vez lo son. Pero este no es el lugar correcto para hablar de eso." Luego observó a nuestra izquierda a varios individuos que seguían mirándonos de una forma extraña.

Sabían que no éramos de estos lares, y nuestro equipamiento denotaba nuestra fuerza, muy por encima de ellos. Podíamos defendernos en batalla, pero no podíamos evitar sus miradas.

"Concuerdo contigo. Guía el camino Amadeus."

El chico caminó hasta la puerta y la empujó lentamente. Rechinó muy fuerte, espantando a un pájaro que descansaba en el techo.

"¡Hermana! Regresé, y traje invitados."

Ildea fue la primera en seguirlo, pisando con cuidado en los tablones de madera rechinantes. Risha fue la siguiente, pero se miraba preocupada por si el edificio se caía encima de nosotros. Tamara junto a ella, que no se inmutó entrando a la casa. Sus pasos eran tan ligeros que ni una sola vez hizo ruido en el suelo, pero cuando Kalderan le siguió, la casa empezó a llorar de nuevo.

Coshun intentó seguir, pero en el momento que dio un paso en el porche, los tablones cedieron a su peso y su pie fue tragado por el suelo. Intentó liberarse luego de ver la situación en mano, pero terminó apoyando su otro pie que también fue tragado.

"Esto… será imposible." Diciendo eso aleteó dos veces para zafarse del suelo. "Yo… esperaré afuera y haré guardia."

"Muy bien." Asentí y cuidadosamente rodeé los agujeros que hizo el gran draconiano rezando en mi mente no crear un nuevo par.

Luego de entrar, vi que todos ya estaban en la siguiente habitación, donde se encontraba descansando la hermanita del niño. Me estaba imaginando que tendría alrededor de siete u ocho años dado que el parecía de diez, así que cuando llegue a la puerta, no esperaba encontrarme con una niña de más o menos doce años.

¿Ella es la hermana pequeña? Me pregunté eso viendo al chico, claramente siendo más joven que ella.

La pequeña tenía cabello negro a la altura del hombro y ojos de un negro profundo al igual que su hermano, pero con un aspecto débil y enfermo, casi como si apenas y se aferrara a seguir viviendo. Apenas podía aguantar su cabeza levantada, y a pesar del estado en que se encontraba, todavía trataba de mostrarnos una sonrisa gentil.

"He traído ayuda, hermanita…"

"G-Gracias… por… cuidar… de mi… hermano… mayor… Yo… Yo soy… Drumora." Luego miró al pequeño chico, pero la pregunta de por qué él era llamado hermano mayor nunca rebotó en nuestras mentes "Hermano… eres… grosero… deshaz… hechizo…"

¿Hechizo?

El chico nos observó y mordió su labio inferior. Parecía reacio a hacerlo como si no supiera si confiar o no en nosotros, pero su hermana pequeña, con su débil y flacucha mano, tocó su mejilla derecha para dejarle saber que todo estaba bien.




Comentarios

  1. ...muy emotivo para escribir

    Gracias por la traducción...ánimo y suerteFuersas ;D

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