100 Luck and the Dragon Tamer Skill! Arco 4-75
Capítulo 75: Conociendo a los Lugareños
[Punto de vista de Alkelios]
Desde la cima del risco, la villa era solo una mancha en el horizonte. Mi suposición, estaba al menos a una distancia de diez kilómetros de donde yo me encontraba. Si volaba, fácilmente podría llegar a ella en cuestión de minutos. Si corría por el bosque, gracias a mi agilidad y velocidad, no me tomaría más de media hora.
Es verdad, estaba bastante ansioso por conocer a otro humano, pero cuando recordé mis encuentros anteriores con Kronius Zevedar, ya no sabía que es lo que tenía que esperar.
En mi mente, se suponía que yo fuera un aliado de la humanidad debido a que fue con ellos con quien nací, debido a mi familia en Rumania, en la Tierra. Pero cuando pienso en ello, si mi madre fuera a conocer a Seryanna, no se sentiría muy cómoda con ella. La versión Sin Despertar de la dragonesa era más parecida a un humano, mientras que su aspecto actual tenía ambos cola y un par de alas. Para la mayoría de los humanos de la Tierra, mi esposa no era diferente a un monstruo al que tenían que temer.
Así que al final, ¿era un aliado de los humanos o de los dragones?
Tomando en consideración lo que la entidad dijo acerca de nosotros los terrícolas teniendo una alta capacidad de reproducirnos con las especies pensantes nativas de este mundo, significaba que más o menos se suponía que fuéramos aliados de la vida y de la diversidad.
Aun así, ¿estaba mal que quisiera también algo de interacción humana de vez en cuando? ¿O solo era nostalgia? Ciertamente no me importaba tener una novia humana, Seryanna era más de lo que podría querer de una mujer, pero el tener algunos amigos hombres, algunos hermanos para pasar el rato, eso no sonaba tan mal para mí.
Dejando salir un suspiro, me recargué en el risco y observé las nubes pasar.
Bueno, no me puedo alejar de ellos para siempre… y si empiezo a pensar acerca de lo que es políticamente correcto o no, terminaré volviéndome loco…
Cerré mis ojos, de esta forma podía escuchar la brisa mientras hacía crujir las hojas de los árboles a mi alrededor, trayendo su verde esencia sobre mí. Desafortunadamente, yo no era del tipo que conocía muy bien la diferencia entre plantas. Para mí un árbol de roble y un cedro eran lo mismo, y estaba perdido cuando se trataba de diferenciar árboles de ciruelas, manzanas y peras. Bueno, sabía cómo era un pino y también una palmera, pero eso era todo. Si quisiera identificar algo, solo utilizaría mis habilidades.
Así, esta esencia gentilmente acariciaba mi nariz, la esencia del bosque, de árboles saludables.
Era placentero, relajante, y de alguna manera me recordaba a la Tierra, pero esto era probablemente debido a su poca Energía Mágica. A diferencia de los árboles en el Continente Dragón que eran ricos en ella, estos se sentían que en serio les faltaba la magia. O tal vez había otra razón detrás de esto. Cualquiera que sea el caso, era un asunto que revisaría en otra ocasión.
Cuando abrí mis ojos, vi a un águila calva volando por el cielo.
"Necesito ir a esa villa y saber en dónde estoy…"
Y así, con mis pensamientos reajustados, me levanté y salté del risco. Extendí mis alas y aleteé una vez para darme un pequeño impulso. Si volaba con seriedad, podría llegar más rápido, pero elegí el planear hasta allá. De esta forma, podría obtener una mejor vista de la villa y del área circundante.
Mientras me acercaba al pequeño asentamiento en la orilla del bosque, la primera cosa que noté fueron los campos que se extendían del otro lado. Eran de un hermoso color verde que me hacían sentir en paz. De un lugar a otro, había bultos de pelaje blanco juntos y pastando.
Los reconocí de inmediato, estas criaturas eran las aterradoras ovejas.
¿Se las arreglaron para domar a esas bestias? Me dije sorprendido.
A mi parecer, las ovejas se encontraban entre las criaturas más temidas que acechaban en el bosque. La variante bromista era especialmente molesta incluso para aquellos tan poderosos como yo. De cierta forma, sentía lastima por los Dayuks que vivían en el Continente Dragón.
Con mi vuelo reasumido, miré al asentamiento. Además del templo en el medio, no había ninguna construcción hecha de piedra. Le daba un sentimiento rústico, aunque yo no esperaba encontrar una buena posada o Gremio de Aventureros. Si acaso, esperaba encontrar algo de información acerca del área en la que me encontraba y entonces ponerme en marcha hacia el pueblo más cercano.
También había otra cosa que llamó mi atención. A diferencia de las villas dragón que estaban rodeadas por muros o que eran patrulladas por guardias, esta no tenía tales cosas. Parecía completamente indefensa frente al ataque de un monstruo.
Tal vez tengan aventureros fuertes viviendo ahí.
Avisté un buen lugar para aterrizar y empecé a descender. Se encontraba cerca de uno de esos rebaños de ovejas.
"¡Ahí vamos!"
Mi cola se meneó en el aire, y entrecerré mis ojos a la oveja.
La criatura me miró con un par de ojos aburridos y luego hizo "¡Baaah!"
Salté hacia atrás y tomé mi pose defensiva.
Ignorándome, la oveja dio un gran mordisco a la hierba y empezó a masticarla.
"¿Huh?" parpadeé sorprendido ¿No me ve como una amenaza?
Tomé una vara y me acerqué para picarla con el.
La oveja no reaccionó, así que la piqué otra vez.
La oveja levantó su cabeza y me miró. Me congelé. Parpadeó una sola vez y se movió fuera del rango de mi vara. Ignorándome otra vez, continuó pastando en otro lugar.
"¿Huh?"
Tirando la vara, me acerqué a ella y cuidadosamente piqué su pelaje mullido con mi dedo. La oveja no reaccionó.
Hay una última cosa que puedo intentar.
Saqué un jugoso pedazo de carne fresca de [Black Hole] y lo arrojé en frente de la oveja. Esperaba que lo engullera de un bocado, que lo hiciera pedazos con sus colmillos, pero la oveja simplemente se fue a comer pasto junto a la carne. ¡Esta oveja ignoró por completo la carne!
"Esta oveja… ¡¿no come carne?!"
¡La alegría me cubría al darme cuenta de que esta era una oveja normal como aquellas que había en la Tierra!
"¡ES UNA OVEJA!" dije con una gran sonrisa en mis labios mientras tomaba a la esponjosa criatura y la levantaba en el aire.
Con la misma mirada de aburrimiento en sus ojos, continuó comiendo pasto.
"¡Hahaha! ¡Es una oveja!" lo dije de nuevo como si hubiera encontrado el imperio perdido de Atlantis.
"¡@$% @#%#^ @#$ @#$ @#%^!"
Alguien habló una algarabía y llamó mi atención.
Cuando volteé mi cabeza, vi a un solo granjero sosteniendo una horca y temblando de todos lados.
"¡@#*%#! @#&%&! @#&%@%&!" empezó a gritar y desesperadamente se fue corriendo a la villa.
¿Qué rayos pasó?
No podía entender lo que este hombre estaba diciendo, y aun peor, creo que asusté al pobre tipo.
Luego de bajar a la oveja, caminé hacia la villa. Mi cola se meneaba en el aire con anticipación de que es lo que iba a encontrar y con quien iba a encontrarme. Luego de tanto tiempo, finalmente iba a tener mi primer encuentro con humanos de este mundo.
El momento en que entré a la villa, vi a guardias y granjeros portando espadas y horcas. Todas estaban dirigidas a mí, y ninguna de estas personas se veían feliz por verme. Sería más correcto decir que estaba siendo bienvenido como un enemigo en lugar de un turista o visitante.
Eehh ¿por qué me miran de esa forma? Me pregunté rascando mi cabeza con la punta de mi cola.
"¡@#$#% @%^# Dragón!"
Solo hubo una palabra que entendí… e hizo que me cayera en cuenta.
Mierda… olvidé cambiar a mi forma humana…
"@#%$% ¡!@#%!" gritó uno y todos dieron un paso al frente, pero era claro que estaban temerosos de mí.
"¡Vamos chicos! ¡No quiero ningún problema!" dije tratando de mostrar mi mejor sonrisa.
Una mujer gritó y un niño lloró al ver mis dientes afilados brillando con los rayos del sol.
"¡#%#!"
Todos estaban hablando en el mismo lenguaje, pero yo no podía entenderlo. Para mi sonaba como una mezcla de holandés y latín hablados con un acento francés. La única palabra que distinguí fue ‘dragón’.
Bueno, esto pudo haber salido mejor… pensé y justo entonces dos cazadores apuntaron sus arcos y liberaron sus flechas hacia mí.
Los proyectiles volaron por el aire y rebotaron en mi armadura como si fueran nada. Después de todo estaba vistiendo una armadura diseñada por mí con mi habilidad de herrería Divina. ¿Cómo se suponía que unas meras flechas de un pobre cazador humano la atravesaran?
"¡GAAH!" uno de los hombres que parecía un aventurero local gritó de dolor cuando una de ellas se incrustó en su rodilla derecha.
"¡KYA!" una mujer gritó cuando la otra casi la perfora también, pero para su suerte, solo su falda salió dañada.
"Erm… ¿no fui yo?"
"¡@#$^!" los aldeanos gritaron.
"¡No los entiendo!"
Los niños y otros aldeanos, viendo al hombre herido, tomaron lo que sea que tuvieran a la mano y me lo arrojaron.
Ni siquiera me molesté en esquivar.
Las piedras, guijarros, flechas, porcelana y piezas de madera rebotaban en mi como si fuera un muro de roca sólida. La única cosa que esquivé fue unas ropas sucias que un borracho me arrojó. ¡Esa cosa era un arma letal incluso para mí!
Viendo como los aldeanos enojados intentaban lo mejor que podían el echarme de aquí con piedras y objetos, simplemente me rendí con cualquier intento de comunicarme con estos sujetos.
"¿Saben qué? Solo me iré."
Si, esa es la mejor solución por ahora… me dije y salté en el aire volando de vuelta hacia el bosque.
Los aldeanos vitoreaban como si se las hubieran arreglado para espantar a un rey demonio.
Cuando aterricé, dejé salir un gran suspiro.
No esperaba este tipo de desarrollo, pero el ir de vuelta a esa villa era un no definitivo. Al menos tendrían una buena historia que contarle a otra gente. Una acerca de cómo encararon a un terrible dragón humanoide que un día llegó a su villa, y como valientemente hicieron que huyera lanzándole… piedras.
Bueno, era mejor que nada.
Dejando la villa a un lado, decidí que era mejor cambiar mis planes acerca de cómo podría reintroducirme a mí mismo en la sociedad humana. Tal vez no era la mejor opción ser un dragón escamoso, así que tan pronto estuve alejado de la villa, cambié de vuelta a mi forma humana.
Una vez más, continué corriendo por el bosque, pero en lugar de adentrarme más profundo, seguí por el borde hacia el Sur. Mientras lo hacía, deseé el encontrarme con alguien que pudiera entenderme y que ultimadamente me ayudara a aprender el lenguaje de los humanos.
Recordé esa habilidad que recibí de la entidad:
[Dictionary of Turnips]: Capacidad pasiva que concede al Héroe el poder aprender nuevos lenguajes 10 veces más rápido de lo que lo haría normalmente. El Héroe ahora es capaz de diferenciar entre lenguajes con facilidad.
Esta cosa no era lo mejor de lo mejor, pero era algo. ¡El problema era que no podía diferenciar entre lenguajes que no conocía! Así que hasta que aprendiera el lenguaje humano hablado aquí, era más o menos inútil.
Luego de una media hora de correr por el bosque, decidí correr por su borde. Entonces, cerca de media después, finalmente avisté un pueblo. Este asentamiento tenía grandes muros y edificios de piedra.
Para tener una mejor vista, salté en el aire por encima de los árboles y tomé un vistazo a lo que estaba más allá de los muros. La primera cosa de la que me di cuenta fue su arquitectura. Los edificios civiles me recordaban en gran medida al Pueblo de Andrómeda en Albeyater, pero eran mucho más pequeños ya que estaban diseñados para los humanos. Había un pequeño palacio al final que rivalizaba con varios de los templos que había en distintas partes del pueblo.
Seryanna me contó una vez que mientras los humanos veneraban a los mismos dioses que los dragones, veían su importancia con diferentes ojos. Por ejemplo, la pareja de Zeus y Hera eran vistos como dioses ordinarios por los dragones, mientras que para los humanos se encontraban dentro del latón del Panteón. Hércules era otro dios que aparecía en ambos lados. Era un dios de Héroes y creían que era el primogénito de la pareja de dioses, pero para los dragones él era el dios del Coraje.
Las diferencias no eran tan grandes, pero estaban ahí y muy seguido causaban grandes debates entre los grupos religiosos. Los únicos dioses que nunca diferían de un lugar a otro eran Lumenya y Lumenos, los dos dioses de la Luz; Nocturnia, la Diosa de la Oscuridad y segunda esposa de Lumenos; Nocturnis, hermano de Nocturnia y dios principal de los Dwarfs; Drakartus, el Dios de la Vida y dios principal de los Dragones; Andaryos, el Dios de la Guerra y dios principal de los Elfos; y Senyadelle, la Diosa de la Cosecha.
Siempre me pregunté si estos dioses eran reales y no solo el producto del viejo muro de un templo.
"¡Argh! ¡Aléjate de mi perro sucio!"
Sonaba como que venía del bosque. Por un momento estuve a punto de ignorarlo.
¡Espera un segundo! ¡¿Puedo entenderlo?! Pensé y me apresuré hacia el dueño de ese grito.
¡Quien sea que fuese, estaba destinado a ser mi boleto para aprender el lenguaje de los humanos de aquí e incluso tal vez conocer a algunos habitantes que no estuvieran tan entusiasmados de arrojarme piedras!
Gracias a mi fuerza y agilidad, rápidamente llegué a la escena. Cuatro dayuks estaban rodeando al humano aventurero, el cual se veía en sus veintes, con cabello café oscuro y ojos negros. Vestía una armadura de cuero negro ligera y portaba… ¡¿dos pistolas ametralladoras?!
"¡¿Qué demonios?!" fue lo primero que salió de mi boca.
"¡Tu, el de ahí! ¡Aléjate! ¡Es peligroso!"
Viéndolo mejor, observé que estaba haciendo gestos de dolor. Se encontraba herido, y había sangre fluyendo de su brazo izquierdo. Había otros tres dayuks no muy lejos de aquí, pero estaban muertos. Los otros aquí era lo que quedaba de la manada, y no parecía que se fueran a dar por vencidos.
"¡¿No me escuchaste?! ¡Lárgate de aquí!"
¿Que? ¿Por qué?
Viendo en los alrededores, no podía ver ninguna razón para hacerlo. Caminé hacia el primer Dayuk. Me gruñó y yo hice que se callara su hocico agarrándolo con mi mano derecha. Con un ligero apretón, la bestia empezó a chillar con su cola entre sus piernas.
"Ahí vas." Dije y lo arrojé por encima de mi hombro.
"¡Yelp! ¡Yelp!" dijo el Dayuk mientras rodaba por el aire y se estrellaba en un árbol.
El impacto terminó con la vida del monstruo.
"Que rayos…" el hombre me miró sorprendido.
"Ahora entonces… Pueden ya sea encararme o escaparse de aquí."
Los otros Dayuks se miraron a los otros una vez y huyeron. Era imposible para ellos entender mis palabras, pero sus instintos probablemente los estaban advirtiendo, diciéndoles que yo era la criatura más peligrosa que hayan visto.
Luego de que se fueron, miré al aventurero estupefacto y dije "¡Hola! ¡Mi nombre es Alkelios! ¿Cuál es el tuyo?"
"Erm… Kladeran… Kalderan Brahmin… y tu… tú no eres de por aquí ¿verdad?" dijo con una sonrisa incómoda.
"Nope, pero ¿cómo lo sabes?"
"Por qué estás hablando Dracónico Oriental…"
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