100 Luck and the Dragon Tamer Skill! Arco 4-74.2

Capítulo 74: ¡Vaya, los Años Pasaron! (Parte 2)


[Punto de vista de Alkelios]

"¡ACHOO!"



Bueno, que les digo, hacía un poco de frío aquí. 

Actualmente me encontraba en la punta de un risco mirando abajo a la villa en la orilla del bosque. Muy atrás a lo lejos se encontraba el lugar donde aterricé hace no mucho, el asunto era que aún estaba inseguro de si quería ir o no allá abajo a conocer a los lugareños. 

No hace tanto tiempo me encontraba en una batalla a muerte con Kronius. A pesar de ser considerada mi victoria, me enteré que fue mi esposa quien terminó con su vida. No me molestó tanto como pensé, lo cual de cierta forma era aterrador. Incluso ahora, cuando pensaba en asesinar a la gente de esa villa, no creía que fuera imposible siempre y cuando se me diera razón para hacerlo, pero aun encontraba extraño que matar dragones fuera más fácil para mí que el matar humanos. 

¿Tal vez los dragones muestran más su instinto asesino que los humanos? ¿O tal vez porque me encontré con ellos primero? También había otra posibilidad. 

Si [Domador de Dragón] hacía que los dragones con los que podía hacerme amigos fueran más amigables hacia mi persona, era posible que me hiciera indiferente cuando mataba a aquellos que no podían convertirse en mis amigos. Si esto era cierto, entonces esta habilidad era bastante cruel. 

La adrenalina que sentía antes, la descarga por mi cuerpo… aún siguen ahí…

Se decía que muchos guerreros necesitarían tal vez días o semanas para calmarse después de estar en una batalla entre la vida y la muerte, mientras que algunos nunca se recuperaban. 

Mis manos no son aquellas de un inocente… he asesinado, y probablemente lo haré más… la única diferencia ahora será el hecho de que no serán dragones los que mataré… sino humanos.

Aun así, a pesar de estos sentimientos míos, lo que más me preocupaba era el hecho de que podía matar por accidente a algún inocente. Después de todo, si este lugar era un Pueblo Principiante en estándares de juego, entonces yo era algo parecido a un jefe final. Si tocaba a algún monstruo aquí, moriría. Así de roto estaba. 

Aunque probablemente esta era la razón por la cual fui arrojado a este lugar. ¿Para conocer la diferencia en poder y aprender a controlarlo? 

Había muchas cosas que me molestaban o preocupaban. Matar a otros por accidente o cuando no lo merecieran estaba entre ellas. Una cosa era matar a alguien en defensa propia o durante una guerra en el campo de batalla, y otra era asesinarlos a sangre fría en el medio de una humilde villa en frente de su familia. 

Dejando salir un suspiro, me recosté en el suelo y miré al cielo, pensando en la Reina. 

El Té Cura Todo se supone debe ayudar a ralentizar los efectos del veneno. Me olvidé de eso por un momento, pero supongo que esta fue la razón por la que esa entidad me dijo que me la llevara tranquilo cuando regresara a casa. Entonces… si no es una carrera para ir y curarla, es posible que mis amigos ya hayan recolectado la mayoría de los ingredientes. La Naranja y Sangre Real Humana probablemente eran las más difíciles de adquirir…

"Si fuera a suponer, entonces todavía tiene más de un año antes de que el veneno termine con su vida." 

Cerrando mis ojos, revisé en mi mente todo lo que podía hacer ahora, desde conquistar este país a disfrutar algo de tiempo libre como un aventurero errante. Si me fuera por el camino de la guerra, las posibilidades era que terminaría con un montón de enemigos. Además, ¿qué pasaba si los gobernantes actuales eran amables y pacíficos? Con este tipo de individuos, podía negociar en lugar de pelear. 

"A diferencia de un dragón de verdad, en esta forma no tengo escamas o algo que muestre que no soy humano." Abrí mis ojos. "Entonces… ¿supongo que es mejor pasearme por ahí viajando como un aventurero y tal vez llegar a una posición en la cual pueda negociar pacíficamente con ellos?" 

Levantándome, miré hacia la villa y asentí una vez. 

Llegué a una decisión, al menos por ahora. 

"Deseo encontrar una naranja de la cual pueda extraer el Orange Juice requerido para la cura de la Reina Elliessara. Deseo encontrar un método pacifico para adquirir la Sangre Real Humana, y deseo hacer algo para mejorar la relación entre este Reino y Albeyater o en general entre Dragones y Humanos." Pensé y repasé mis deseos en mi mente otra vez. "Creo que eso debería funcionar. Si pasa algo, los recalibraré más adelante." 

Tenía el máximo monto de Suerte permitida en este mundo, así que estaba seguro de que, haciendo estos deseos, el Universo trabajaría su magia para hacer que se volvieran realidad de alguna manera. 

Con esto, solo había una cosa que tenía que hacer. 

Abriendo mi Estado, miré los detalles respecto a [Domador de Dragón]

[Domador de Dragón] [Nivel 5]: Esta es una habilidad pasiva de tipo buff. Cuando un Héroe desarrolla cualquier tipo de relación amigable o íntima con alguien de origen Dragón, esta habilidad permitirá la creación de un lazo especial entre ellos dos. El lazo es indestructible para cualquier otra habilidad a menos que el Héroe así lo permita. El Héroe tendrá su especie permanentemente cambiada de Humano a Mitad Humano Mitad Draconiano. La Variante de Draconiano es escogida dependiendo de sus habilidades y personalidad. Este cambio vuelve al Héroe inmune a cualquier otra especie FORZADA o cambios de variantes. El Héroe obtiene características especiales de las variantes respectivamente, así como todas las características Draconianas y retiene sus características de especie Humana. El Héroe gana 30% de las Estadísticas del Dragón, y el Dragón obtendrá la habilidad de subir de nivel 10X más rápido en donde sea que se encuentre el Héroe. El Dragón obtendrá el equivalente a 10% de las estadísticas impulsadas generales del Héroe cuando se encuentren a 100 metros cerca de él. 

[Avance I]: El Héroe puede sentir la dirección en la cual puede encontrar a su amigo dragón [Seleccionado]. Número de dragones que pueden ser sentidos a la vez: 5. Objetivos actuales: Seryanna; Kataryna; Thraherkleyoseya; Brekkar; Elliessara. 

[Avance II]: Todos los Dragones obtienen 10 puntos de estadística al subir de nivel y cada 10 niveles obtenidos en presencia del Héroe permite a los Dragones obtener una mejora aleatoria en cualquiera de sus habilidades. El Héroe puede elegir donde agregar los puntos de estadística en cualquier momento. Si el lazo se rompe antes de aplicarlos, se agregarán de forma automática a la estadística con el valor más alto. [Aplicar Puntos de Estadística]

[Avance III]: El Héroe podrá elegir el compartir parte de su XP ganada con hasta tres Amigos Dragón seleccionados. Dragones actuales seleccionados: Seryanna; Kataryna; Kleo. 

[Avance IV]: Permite que un amigo Dragón conozca la locación actual del Héroe y su dirección general. Dragón actual seleccionado: Seryanna. [Enviar Locación]

De ahí, seleccioné el cuarto avance y activé la opción [Enviar Locación]

"Con eso debería bastar." Dije con una sonrisa. 

[Punto de vista de Seryanna]

Los Caballeros pertenecientes a la Orden de las Cuchillas Agudas estaban realizando su curso de entrenamiento habitual en los campos de entrenamiento del Palacio en Drakaria. Se movían sin demora a cada orden que les daba, y empujaban sus cuerpos hasta sus límites cuando se los pedía que lo hicieran. Nadie se pasaba de la raya o hablaba sin antes hablarles primero. 

A pesar de ser establecida recientemente, la Orden de las Cuchillas Agudas ganó fama rápidamente gracias a su respuesta rápida y a su estricta disciplina. Al principio, había diez veces más dragones que los presentes aquí, pero solo este grupo se las arregló para sobrevivir a mi entrenamiento. 

"¡Cambiar formación, Flecha!" ordené e inmediatamente obedecieron. 

"Tírense al suelo y hagan diez flexiones." Ordené y empecé a circundarlos como un halcón, tratando de encontrar sus debilidades e imperfecciones. "¡Brygon! ¡Muy lento! ¡Darius! ¡Muy alto! ¡Lenna! ¡Deja de mirar la cola de Margun!" 

"¡Si señora!" 

Luego de terminar esta ronda de ejercicios de calentamiento, les ordené que tuvieran simulacros de batalla con las espadas de práctica. Primero era un torneo de 1v1, luego un torneo en parejas, y finalmente una batalla entre escuadrones de cinco. Si no se cansaban demasiado al final, los iba a hacer tener un ‘todos contra todos’. 

Mientras yo los miraba pelear, me senté en un lado y pensé en Alkelios. No pasaba un día sin que deseara por su regreso a salvo. Para ahora, habían pasado tres años desde la batalla en Pustia. Muchas cosas pasaron durante ese tiempo. Viajé a un montón de lugares y conocí a mucha gente. Por mi éxito, incluso recibí el rango de Comandante Caballero y se me permitió establecer mi propia Orden. Esta era la máxima recompensa que el Rey podía ofrecerme además de elegirme como General, pero para ese rol, todavía era muy débil y novata. En su debido tiempo, era casi seguro que seguiría los pasos de mi abuelo y guiaría un ejército por mi cuenta. 

Incluso así, tenía el título de Duquesa, y con la Princesa Elleyzabelle como mi hermana-esposa, tenía suficiente poder político y militar en mis manos para hacer que muchas de las más influyentes dragonesas en este Reino se la pensaran dos veces antes de pisarme la cola. Pocas lo intentaron y todas fallaron, especialmente aquellas que tenían como objetivo el hacer que olvidara a Alkelios y eligiera una de sus marionetas como mi nuevo esposo. 

Que broma…

Mirando al cielo, me preguntaba donde se encontraba mi amado. Por donde se estaba paseando… y alrededor de cual falda estaba meneando su cola. Pero estaba segura de que nunca se atrevería a intentar algo absolutamente tonto. 

Pensando en él y en los tres años que se pasaron muy lento para mí, avisté a Kataryna, mi querida amiga, con su protegida y Caballero: Tanarotte Narnyessal. 

"Seryanna, ¿qué tal va tu día?" 

"Igual que siempre. ¿Tienes algo de tiempo libre para un poco de entrenamiento esta tarde?" 

"¡Si, por supuesto!" 

"Lady Kataryna entrenando… Ah~ Eso será maravilloso de ver~" dijo Tanarotte con una mirada un tanto extraña en sus ojos. 

"Tanarotte… estás babeando." Kataryna le lanzó una fría mirada. 

"¡Perdóneme, Lady Kataryna!" rápidamente se limpió su baba y se inclinó varias veces como una marioneta quebrada. 

"¿Qué es lo que vas a hacer con ella?" 

"Me estoy debatiendo entre una nueva escultura de hielo en el fondo del océano o un escudo de carne en la próxima guerra." 

"¡Para Lady Kataryna, lo que sea!" la dragonesa de escamas plateadas, ojos rojos y cabello purpura con una mezcla de mechones plateados habló como un obediente soldado. 

"Si solo mis hombres fueran tan leales." Dejé salir un suspiro. 

"¡Ella es MUY leal! Incluso ahora todavía no estoy acostumbrada…" 

"Al menos ya no está intentando robar tu ropa interior o piezas de armadura para rendirles culto." Dije con una sonrisa incómoda. 

Había un límite en cuanto a admirar a alguien, pero esta mujer sobrepasó ese límite hace un muy, muy largo tiempo. 

"¿Por qué apartas la mirada?" Kataryna cuestionó a la dragonesa de escamas plateadas. 

Ella pretendía no estar escuchando. 

Tronando sus nudillos, Kataryna la agarró por su nuca. 

"¡Eep!" ella dejó salir un sonido bastante tierno y se miraba como un cachorro relliar que había sido levantado por su enojado padre. 

Kataryna sonrió y la arrojó a un barril cercano lleno de agua. 

"Enfría tu cabeza." 

Yo me reí. 

Estas dos eran un poco como un dúo de comedia, pero ahora era mucho mejor que en aquel entonces cuando empezamos a viajar. 

¿Me pregunto qué pensaría Alkelios de ella? Me paré y fui a darles algunas órdenes a mis caballeros. 

[Punto de vista de Kataryna]

Tres años era un largo tiempo para cualquiera, llámese humano o dragón. 

Con la condición actual de la Reina, seguido nos sentíamos presionados por el tiempo. No sabiendo que tanto le quedaba era por mucho más atemorizante que el saberlo. 

Para ahora, el Rey probablemente encontró al Wyrm Esquelético del cual había hecho una petición especial en el Gremio de Aventureros en aquel entonces cuando descubrió que era lo que se necesitaba para la cura. El objetivo de esa misión no era obtener los cuernos, sino el reportar la locación de la bestia. Ese monstruo no era algo que cualquier No Despertado pudiera manejar. 

Si fuera a apostar, diría que yo y Seryanna tuvimos más problemas en obtener nuestros objetos que el Rey. Los otros ingredientes fueron más una cosa de suerte. Para el Jugo de Naranja y la Sangre Real Humana, más que nada podríamos organizar un grupo de Despertados Avanzados para atacar un Reino humano cercano para obtenerlos. El Reino Ten Swords era un buen candidato para una misión de asesinato rápida. 

Estos pasados años, desde que conocí a Alkelios, no ha habido nada más que una aventura tras otra. Fueron los años más activos de mi vida, y tenía suficiente tiempo para pensar en que es lo que quería de él y de mi propio futuro también. 

Desafortunadamente, durante mi viaje, me las arreglé para recoger a una pequeña peste llamada Tanarotte Narnyessal. Ella era una dragonesa Despertada del Elemento Relámpago que estaba simplemente fascinada por mi progreso. Esta dragonesa me adoraba y quería ser como yo, y las cosas que intentó con el fin de convertirse en mi caballero eran lo suficientemente locas como para llenar el diario de un lunático. Y lo peor era que simplemente no podía matarla. Ella no estaba haciendo esto con alguna intención malvada pervertida, sino con una de admiración pura. ¡¿Cómo podía matar a alguien que solo me admiraba?! 

Dejando esto de lado… 

"¡Señora! Yo… ¡Blurgha! No puedo… *gasp*… ¡respirar!" 

"Hm… ¿Escuché algo?" dije mientras mantenía empujando la tapa del barril hacia abajo. 

"Solo déjala ser. Estás sonriendo." Me dijo Seryanna luego de regresar de darle órdenes a sus caballeros. 

De mala gana, solté la tapa y la peste saltó de adentro, tomando un gran respiro. 

"¡Aire! ¡Dulce, dulce aire!" 

"¡Tch!" 

"¿Hm?" 

De repente, Seryanna dejó de moverse y miró al aire. 

Frunciendo mi ceño, le pregunté "¿Ocurre algo?" 

No respondió, pero en las esquinas de sus ojos se empezaron a formar lagrimas que cayeron por sus mejillas. 

"¿Seryanna?" 

Como si toda la energía de su cuerpo se desvaneciera, la dragonesa de escamas rojas cayó de rodillas al suelo y siguió mirando el mismo punto en medio del aire. 

"E-Esto… es…" 

"¿Qué pasa?" pregunté preocupada. 

Sin ser capaz de controlarlas, las lágrimas de Seryanna siguieron corriendo por sus mejillas, intentando limpiarlas, pero simplemente no se detenían. 

"¿Qué está pasando? ¡Seryanna, háblame!" 

"Kataryna… esto…" me miró a los ojos llorando, pero todas esas eran lágrimas de felicidad "Está de vuelta… mi esposo está de vuelta…" 

"¿Qué?" 

"¡ALKELIOS ESTÁ DE REGRESO!" gritó llena de alegría. 

Fue lo suficientemente ruidoso como para que todos en el palacio la escucharan, y probablemente más allá de eso. 

Mas tarde, luego de calmarse, me explicó acerca de ese extraño mensaje que apareció en frente de sus ojos como una carta flotante. 

El mensaje decía lo siguiente: 

[Locación Enviada] Propietario: Alkelios Yatagai Draketerus 

En la dirección de la Flecha Dorada: 1785 kilómetros.




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